A mediados de los años ochenta del siglo pasado hubo una reunión conjunta de los integrantes de los premios Hugo y Nebula (y quizás de Locus también), asociaciones que conceden los más prestigiosos premios anuales a las mejores novelas, novelillas, cuentos y cuentecillos de ciencia ficción del año, con el fin de, supongo, ponerse de acuerdo en lo que fuera que tuvieran que ponerse de acuerdo, y aprovecharon la ocasión para votar cuál había sido la mejor novela de ciencia ficción de la historia,[] así como la mejor trilogía, el mejor cuento, la mejor revista, etc, etc. Y la novela elegida como “la mejor novela de ciencia ficción de todos los tiempos” fue… pues sí, acertaste: Los Propios Dioses.
En fin: todo esto lo leí hace eones, en la época pre-internet, en alguna de las numerosas revistas, libros o publicaciones que yo leía en la época, así que estoy seguro de, al menos, haberlo leído en algún lado. El problema es que, ejem, ahora, buscando en la red de redes no encuentro absolutamente nada que lo refrende. Así que ya no sé si lo he soñado o qué, aunque los que me conocéis sabéis que mi memoria es excelente para cosas que ocurrieron hace treinta o cuarenta años… eso sí, no me preguntéis qué cené ayer…
En cualquier caso, sí que es cierto que Los Propios Dioses es una de las diez únicas novelas que han sido galardonadas simultáneamente con los tres premios más importantes de la ciencia ficción mundial: Hugo (concedido por votación entre aficionados y lectores); Nebula (concedido por la Asociación Americana de Escritores y Editores de Sci Fi) y Locus (otorgado por los críticos de la revista del mismo nombre), es decir, las tres patas de la industria: autores, críticos y aficionados, así que se trata de, si no la mejor, por lo menos una de las mejores, ¿no?
Pero bueno, en cualquier caso: ¿Es Los Propios Dioses, de Isaac Asimov, la mejor novela de ciencia ficción de todos los tiempos?
Caramba, una pregunta difícil de contestar, ¿no? Es como cuando surge el a veces inevitable debate sobre ¿quién fue el mejor músico de la historia?, o ¿el mejor futbolista (o tenista, o ajedrecista…)?, o ¿el mejor cuadro? Según cómo y quién opine, serán unos u otros o, lo más probable en el caso de un escéptico redomado, la respuesta sería… depende. Pues lo mismo ocurre con las novelas de ciencia ficción: depende. ¿Es mejor Hyperion, de Dan Simmons que El juego de Ender, de Orson Scott Card? ¿O Pórtico, de Frederick Pohl, que Crónicas Marcianas, de Ray Bradbuy? ¿O quizás Dune, de Frank Herbert, que Cita con Rama, de Arthur C. Clark? Pues eso: depende.
Lo que sí es cierto es que la publicación en 1972 de esta novela de hoy marcó un hito en la carrera de Isaac Asimov, un antes y un después… y el dominio de Asimov en el género de ciencia ficción de los años sesenta y setenta era abrumador: todos seguían al maestro del Yo, Robot o de las Fundaciones. Un hito en varios aspectos que, cómo no, voy a enumerar a continuación… a mi manera, claro, dentro de estos artículos sueltos “¿Has leído?” publicados en El Cedazo.
Sigue leyendo ›