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Teoría de juegos VII – Juego del ciempiés

En este capítulo de la serie presentaremos un juego introducido por primera vez por Robert Rosenthal: el juego del ciempiés.

Para ser un bicho, es de los más entrañables. ¿Quién no ha intentado alguna vez encontrar uno para contarle las patas? (Image*After)

La reglas del juego son las siguientes:

  • Dos jugadores, Ana y Alberto, que además de jugar con espejos, rayos láser y pelotas superrápidas, también se dedican a los ciempiés en sus ratos libres.
  • Empieza con dos montones de monedas de 1€. En el primer montón hay 2 monedas y en el segundo, 0 monedas (bueno, son montones pequeñitos, ya crecerán), y se ponen delante de Ana.
  • En cada turno, el jugador tiene dos opciones:
    1. 1.- Puede quedarse con el montón grande y darle el pequeño al otro jugador.
    2. 2.- O puede pasar ambos montones al otro jugador y que empiece otra ronda.
  • Cada vez que un jugador elige la opción 2, los montones crecen: 1 moneda en cada montón.
  • Si el juego llega a los 100 turnos y nadie ha decidido nunca la opción 1, el juego termina y nadie gana nada.

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El Universo Subprime – La Gallina de los Huevos de Oro

“[Hugo Stinnes] Justificó la inflación como el modo de garantizar el pleno empleo, no como algo deseable, sino simplemente como el único camino abierto a un gobierno benévolo. Era, según él, la única forma mediante la cual la vida de la gente podría ser sostenida.”

Adam Fergusson, When Money Dies: The Nightmare of the Weimar Collapse.[1]

Ernest Hemingway

Ernest Hemingway escribió sobre la hiperinflación alemana para el Toronto Daily Star. Fuente Wikipedia.

19 de septiembre de 1922. El título de un artículo publicado en el Toronto Daily Star, Crossing to Germany is way to make money,[2] capta momentáneamente la atención de un anónimo lector canadiense que pasea su mirada por la sección internacional del diario. “Veamos… Las cosas no parecen ir muy bien para los alemanes… Triste anécdota… Un hombre mayor no puede permitirse ni siquiera unas manzanas que al cambio no cuestan ni 2 céntimos de dólar… El marco por los suelos… Cafeterías alemanas llenas de franceses que cruzan la frontera para atiborrarse de pasteles baratos…“. Levanta la vista del periódico y bosteza perezosamente. ”Qué lejos queda todo eso…“–piensa.

El autor del artículo, un joven periodista canadiense con extraordinarias dotes literarias aún por explotar, ha cruzado la frontera desde Francia, dónde trabaja como corresponsal, para ser testigo directo de la excepcional crisis económica que se ha instalado en la sociedad alemana. En Estrasburgo no ha podido cambiar francos por marcos. La fuerte demanda por parte de los franceses, que pasan la frontera continuamente para consumir a precios de saldo, ha acabado con las existencias de marcos de los bancos locales. Una vez en el país vecino, en Kehl, hace un alto para cambiar 10 francos. Recibe 670 marcos. Abandona la estación del ferrocarril y se fija en el buen aspecto de las manzanas que se venden en un puesto de frutas cercano. Compra cinco. Inmediatamente se le acerca un hombre mayor, de buena presencia, que educadamente le pregunta cuánto le han costado. Nuestro corresponsal, tras contar el cambio, responde: “12 marcos”. El anciano sonríe tristemente y mueve la cabeza cadenciosamente de un lado a otro: “No puedo pagar eso, es demasiado” –dice, casi para sí, mientras se aleja calle abajo.

La escena conmueve a Ernest Hemingway, pues no otro es el reportero al que nos referimos, y deja una huella indeleble en su memoria. Una más, acaso no tan impresionante como otras que habrán de venir a impregnar su retina, pero no menos vívida. Lejos en el tiempo están aún por llegar las corridas de toros en Las Ventas y los coñacs en el Chicote, Pamplona y los Sanfermines, la Guerra Civil y aquellos por quiénes doblarán las campanas, El viejo, Cuba… y el mar.

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  1. Literalmente: “He justified inflation as the means of guaranteeing full employment, not as something desirable but simply as the only course open to a benevolent government. It was, he maintained, the only way whereby the life of the people could be sustained”. When Money Dies: The Nightmare of the Weimar Collapse, página 43, de Adam Fergusson. []
  2. Pese a haber buscado el artículo, no lo he encontrado en Internet. El texto original puede encontrarse en Dateline: Toronto, un libro que recopila los artículos que Hemingway escribió para el Toronto Daily Star entre 1920 y 1924. Adam Fergusson, en la página 80 de su obra When Money Dies: The Nightmare of the Weimar Collapse, recoge un fragmento de este artículo. []

Historia de un ignorante, ma non troppo… Maese Pérez el Organista, de Julio Gómez.

Comienza la nueva etapa de esta serie musical con una deliciosa obra prácticamente desconocida de un autor tan desconocido o más que la propia obra… Se trata del poema sinfónico Maese Pérez el Organista, basado en la leyenda homónima de Gustavo Adolfo Bécquer, y parte de sus Rimas y Leyendas, compuesta por el músico madrileño Julio Gómez[1] en 1940.

Poquísimo se conoce (yo, al menos, nada conocía hasta hace muy poco) de Julio Gómez como compositor, primero por ser español y vivir en una época muy complicada, con Guerra Civil de por medio, lo que le valió una nula proyección internacional (lo poco que estrenaba lo hacía exclusivamente en España, y la España de la República y no digamos luego la de la Dictadura no tenían mucho prestigio musical fuera de nuestras fronteras… si es que tenían alguno) y segundo por su escasa producción: en total no llegó a componer más allá de un par de horas y media de música sinfónica, repartida en unas diez o doce obras de diferente factura, cortas casi todas ellas.

Y sin embargo, sus obras son todas ellas deliciosas, siendo quizá la mejor de ellas ésta que hoy aparece en estas páginas.

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  1. Sorprendentemente, la única página sobre Julio Gómez en la Wikipedia reside en la Wikipedia… ¡holandesa! Sorpresas te da la vida… []

Teoría de juegos VI – Contar (y II)

En el artículo anterior de la serie planteamos un juego y os pedimos que participarais: contar desde 1 hasta 20 entre todos.

Nos costó 120 comentarios (una eficiencia del 17%) y tuvimos que intentarlo 12 veces.[1]. ¡E incluso alguno siguió contando después de llegar a 20! ¡Qué afición!

Parece que la mayor parte de los reseteos fueron debidos a que alguien leía el artículo, leía los comentarios y decía su número, sin darse cuenta de que en los 15 minutos que tardó en leer el artículo probablemente alguien ya había dicho algún número más. Hubo alguno que dijo dos números, sin darse cuenta de que eso estaba prohibido por las reglas, aunque el resto lo detectó y recomenzó. Me ha agradado mucho ver el comportamiento cívico, cómo esta vez habéis respetado mi deseo de no usar los comentarios para comentar la jugada (no más allá de algún chiste inofensivo, al menos). En este artículo podéis explayaros si queréis. Y también me ha agradado saber que tenemos tantos lectores que no suelen comentar, pero están ahí leyendo y jugando si se les pide.

¿Existe una estrategia ganadora para jugar a este juego?

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  1. Aunque sé que chapu lo dice en broma, no me importa deciros lo que hemos ingresado por publicidad entre los días 20 y 21,  que es cuando jugábamos: la impresionante cantidad de… ¡tachán! 0,00€. No sé si Pedro habrá ingresado algo… []

Los dioses de Pegāna – Sobre Roon, el dios de la Partida, y los mil dioses domésticos

Tras un brevísimo cuento dedicado a Yoharneth-Lahai, hoy volvemos a Pegāna con uno mucho más largo. La primera parte nos presenta a Roon, el dios del vagabundeo, que es tan buena como muchos otros cuentos… pero la segunda, dedicada a los dioses domésticos, es soberbia, y la poesía contenida en ella es difícil de analizar: hay que experimentarla.

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Teoría de juegos V – Contar (I)

Llevamos cuatro artículos cortitos para introducir poco a poco conceptos básicos de la teoría de juegos.

Hoy vamos con un juego sencillo: vamos a contar hasta 20.

Pero como nuestros lectores apenas saben nada de números, vamos a hacerlo entre todos, que así será más fácil. ¿No?

Por si acaso algún día podéis y queréis jugar presencialmente con amigos, vamos a contar primero las reglas clásicas, luego las modificaciones más habituales y luego las reglas adaptadas para poder jugar a través de los comentarios de este artículo.

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Las conquistas de Alejandro Magno (II)

Alejandro en la batalla de Issos

Alejandro en la batalla de Issos (Wikipedia)

Retomemos esta apasionante historia. Hasta el momento vimos cómo Alejandro pasó de ser apenas un niño a un joven rey de Macedonia. Tuvo su bautismo de fuego en Queronea bajo las órdenes de su padre, de quién aprendió el arte de la guerra. Pero ahora se enfrenta a una situación precaria: acaba de ser proclamado rey de Macedonia, pero al ser tan joven nadie cree que tenga la energía necesaria para mantener unido al pueblo griego bajo la capa de Macedonia. Como veremos,  su primer paso es dejar bien en claro que él es digno hijo de su padre. Aclaro que este relato sucede durante el siglo IV antes de Cristo, por lo que las fechas mencionadas serán todas asumidas como A.c. Sólo aclararé con D.c. si algún hecho ocurrió después de Cristo.

Campañas en Tracia e Iliria

Tras el asesinato de su padre comienzan los problemas. El otrora aliado y vecino al de Macedonia, Tesalía, famosa por su caballería, se rebela y le bloquea el paso de sus fuerzas hacia el sur. Alejandro con una pequeña fuerza los rodea mientras acampan de noche y al amanecer los tesalianos se encontraron con Alejandro a sus espaldas. Inmediatamente se rinden y lo reconocen como hegemon de Grecia.  En el año 335 ocurren sublevaciones por parte de algunas tribus de Tracia en el norte de Macedonia. En una serie de batallas Alejandro vence brillantemente a los rebeldes tracios en el Monte Hemo. Decide incluso avanzar hasta el río Danubio, límite del mundo conocido para los griegos, del otro lado sólo había misterios y leyendas. Allí quiere demostrar su poderío a los Getas. Cruza el río y los enfrenta en una escaramuza. Luego de ello, ya descansando, unos delegados de tribus celtas se le acercan y Alejandro en conferencia les pregunta qué es lo que mas teme un celta (esperando que dijeran “… a Alejandro…”) a lo que respondieron “¡Que el cielo se caiga sobre nuestras cabezas!”. Esa fanfarronería le causó gracia. Esta campaña en Tracia tenía por objetivo demostrar su fuerza para que ninguna tribu se animara a invadir sus dominios mientras él esté en Asia.

De Tracia se dirige a Iliria (oeste de Macedonia), donde el enemigo había organizado un formidable ejército de duros guerreros. En otra serie de brillantes movimientos de la caballería pesada (conocidos como los Compañeros, los hetairoi, miembros de la nobleza) y de la caballería liviana (los prodromoi),  coordinados con su infantería, Alejandro logra otra impresionante victoria en Pelión, ratificando sus dominios en esas tierras. El joven rey lideraba cada ataque, incluso desafiaba a sus propios escoltas a que lo superaran en valor. Si bien era arriesgado, esta actitud tenía un efecto inmediato y vigorizante en sus tropas, que ya empezaban a amarlo como hacían con su padre.

Las victorias en el norte y el oeste fueron muy importantes, ya que produjeron una fuerte influencia de la cultura griega, de la mano de macedonia, en esas tierras. Estas victorias permitieron asegurar una expansión en el comercio marítimo entre las ciudades griegas. Se aseguró la ruta del trigo, que atravesaba el estrecho del Bósforo a través del mar de Mármara, garantizando la provisión de trigo del que tanto dependían todos los griegos. Además, Alejandro tenía que dejar claro su poder para evitar que invadieran Macedonia en su ausencia. Pero no terminaría aquí la cosa, ahora tocaría apaciguar a los griegos.

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Teoría de juegos IV – Piedra, papel, tijera

En el artículo de hoy de esta serie dedicada a la teoría de juegos, vamos a presentar un juego muy sencillo, para ir introduciendo algunos conceptos.

Supongo que todos hemos jugado a piedra-papel-tijera. Por si acaso, vamos a resumir las reglas:

  • Juegan dos jugadores. Pueden jugar más, pero eso puede dar lugar a círculos de victoria y es más difícil decidir qué hacer en caso de empates parciales.
  • Ambos jugadores sacan a la vez la mano, con uno de los siguientes símbolos:
    • Piedra: el puño cerrado.
    • Papel: la palma extendida.
    • Tijera: los dedos índice y corazón extendidos y separados (como una tijera abierta) y el resto de dedos cerrados.
  • La victoria se decide del siguiente modo:
    • Piedra gana (machaca) a tijera.
    • Tijera gana (corta) a papel.
    • Papel gana (envuelve) a piedra.
  • Si los dos jugadores sacan lo mismo, empatan. Dependiendo del objetivo del juego, pueden volver a jugar, o simplemente han empatado y ya está (dependiendo de qué es lo que se quiera conseguir con el juego).

Esquema de piedra-papel-tijera (Wikipedia, Orgullomoore)

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Historia de un ignorante, ma non troppo… Una pausa para tomar carrerilla…

Este artículo no es un artículo como los demás de la serie. En éste no voy a destripar ninguna obra maravillosa, ni regular, ni mediopensionista. No.

En este artículo simplemente quiero deciros que por fin he tomado la decisión que ya había comentado antes y que llevaba algún tiempo dándole vueltas. Voy a cambiar la forma de escribir los artículos de esta ignorante serie. No espero que cambie mucho la forma (espero que los artículos sean básicamente iguales que los precedentes en cuanto al formato), pero sí que cambiará bastante el fondo.

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Teoría de juegos III – La subasta del dólar (y II)

En el artículo anterior presentamos las reglas de una subasta un poco particular, y dejamos que los lectores pujaran… La gracia de esta subasta era eso, que era un poco especial: no solo paga quien gana la subasta, sino también el segundo y el tercero (pero ellos no obtienen el premio).

Las pujas realizadas han sido (salvo que yo me haya equivocado):

  1. Hottie, comentario 1, 0,25$.
  2. Eugenio, comentario 4, 0,95$.
  3. Fernando, comentario 16, 1$.
  4. Christian, comentario 21, 1,25$.
  5. Fernando, comentario 22, 2,00$.
  6. Christian, comentario 24, 2,10$.
  7. acido, comentario 30, 2,15$.
  8. Patriot, comentario 48, 2,20$.
  9. Kratso, comentario 51, 2,35$.
  10. Tintilla, comentario 52, 2,40$.
  11. Alx Lzhm, comentario 53, 2,45$
  12. Kratso, comentario 54, 2,65$  (en este punto terminamos la subasta).

Y el ganador es…Kratso, que ha conseguido el dólar que subastábamos por solo 2,65$. El segundo y el tercero han sido respectivamente Alx Lzhm y Tintilla, que han pagado 2,45$ y 2,40$. J ha ganado 6,50$ organizándolo (7,50$ que pagan los 3 primeros menos 1$ que le da al primero).

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