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Música y ciencia. 1) Prólogo

Quiero dedicar esta serie a Macluskey, inspirador entusiasta de la fantasía humana con su insuperable serie sobre la mejor música del mundo.

 

La música acompaña la historia de la humanidad.

La relación entre la ciencia y la música no es un fenómeno contemporáneo, sino todo lo contrario. La ciencia tuvo, y tiene, mucha influencia para poner en camino diversas tendencias de los artistas. Y, aunque ustedes no lo crean, todo empezó en la prehistoria.

Seguramente muchos quedarán intrigados, preguntándose cómo se puede creer que en la prehistoria ya había… ¿científicos? Podrá parecer muy extraño, pero si por ciencia entendemos una observación metódica de ciertos hechos, luego la organización de experimentos basados en las observaciones, y, finalmente, la descripción de métodos que permitirán repetir resultados en condiciones dadas, puedo asegurarles a ustedes que no tardarán en comprender que el método científico, aplicado a la música, es mucho más antiguo de lo que suele creerse.

Esta serie comenzará entonces por la prehistoria de la humanidad, para saber cómo se originaron los primeros instrumentos. También indagaremos algo en la mente de los músicos para tratar de entender, en lo posible, qué es lo que les impulsa a expresarse tan sólo con sonidos. Luego hablaremos de los fundamentos de las diferentes teorías para componer música y tocaremos, a propósito de ello, algunos temas de Acústica que ayudarán a comprender mejor uno de los aspectos más intrincados de este arte.

En nuestro recorrido por el tiempo pasaremos a través de antiguas civilizaciones, como la de la Antigua Grecia, y veremos los orígenes de la escritura moderna de la música, que arraigan en la Edad Media. Seguiremos de cerca la evolución que hubo de ahí en adelante, veremos varias de las causas de esa evolución y llegaremos finalmente hasta nuestros días.

Y en ese momento habremos llegado al final de esta serie. Frente al legado de la historia, reflexionaremos entonces acerca de algunas incógnitas que hay acerca del futuro de este medio de expresión que, hasta hoy, sigue inevitablemente acompañando a los seres humanos.

Muchas cosas quizá discutibles serán dichas aquí, pero prometo que serán un reflejo de controversias entre músicos y habrá un análisis desde el punto de vista de la ciencia. Veremos los temas más controvertidos que fueron provocando inevitablemente la evolución del arte de los sonidos, a veces de manera tajante y hasta porfiada, arrasando conceptos establecidos y hasta desdeñando la crítica y el gusto del público.

¿Un ejemplo para ir saboreando desde ya…?

Pues bien, a partir de la segunda y tercera décadas del siglo XX, en las salas de conciertos se empezó a producir  una separación violenta entre el público y la música contemporánea. Por primera vez en la historia, la música del tiempo presente resultó incomprensible. Alrededor de las causas hay una discusión, en ocasiones de ribetes sarcásticos, que todavía permanece. No han faltado sátiras e insultos elegantes (o no tan elegantes) publicados en los diarios, revistas y otros medios de comunicación.

Y ustedes querrán saber de qué se trata y por qué ocurre esto.

Pero vayamos paso a paso. La historia de la música es un rompecabezas complicado, que nunca termina de armarse, pues a cada día que pasa le inventamos una pieza nueva.

Bienvenidos entonces a esta serie, espero que resulte interesante.

 

 

El euro: Irlanda

Bienvenidos a un nuevo artículo de esta humilde serie sobre las monedas del euro. En la entrada anterior visitamos el (económicamente) maltrecho país de Grecia; hoy visitamos el extremo opuesto de la Eurozona: la República de Irlanda,[1] que tampoco ha salido indemne de la crisis económica —aunque ya no se oye hablar de ella tanto como de Grecia o de nosotros mismos, los españoles—.

Mapa

Localización de la República de Irlanda en Europa. En verde clarito, la Unión Europea. (NuclearVacuum/Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported)

Antes de comenzar el artículo, me gustaría escribir una breve nota: ya hace rato que empezó el año 2012, y han comenzado a aparecer noticias sobre nuevas monedas que se emitirán a lo largo del año —como, por ejemplo, una nueva emisión conjunta, conmemorando los diez años de circulación del euro, desde 2002—. Sin embargo, ya que la serie se está alargando mucho en el tiempo, no incluiré en ella nada posterior a 2011 para que la serie no quede desequilibrada —por ejemplo, si comenzara a incluir la nueva emisión conjunta de 2012, tendría que reescribir todos los artículos viejos, o aceptar que la serie quedase «coja»—. Nada después de 2011, por tanto. Dicho esto, comenzamos.

El país

BanderaEscudoLa República de Irlanda ocupa la mayor parte de la isla de Irlanda, a excepción de la pequeña fracción nordeste de la isla —la «nación constitutiva» de Irlanda del Norte—, que pertenece al Reino Unido. La organización administrativa de Irlanda es compleja, aunque, a grandes rasgos, puede decirse que se encuentra dividida tradicionalmente en veintiséis condados.[2] En cuanto a su gobierno, se trata de una república parlamentaria, gobernada por el presidente Michael D. HigginsMicheál D. Ó hUigínn, en irlandés— como jefe de Estado desde 2011 y el primer ministro Enda Kenny —en irlandés, Éanna Ó Cionnaith— como jefe de Gobierno desde el mismo año. Sigue leyendo ›

  1. En irlandés: Poblacht na hÉireann; en inglés: Republic of Ireland. []
  2. Los condados, en irlandés contaetha —singular: contae— y en inglés counties, son divisiones tradicionales que no se ajustan con exactitud a las divisiones administrativas actuales irlandesas: hoy existen 29 divisiones administrativas, además de las cinco ciudades administradas independientemente —Dublín (la capital), Cork, Galway, Limerick y Waterford—. []

Historia de un ignorante, ma non troppo… NiFe, de Flores Chaviano.

Estoy prácticamente seguro de que ninguno de vosotros ha oído hablar de Flores Chaviano, ni mucho menos de su obra NiFe. Pero obra y compositor se merecen un artículo estupendo de esta estupenda serie musical, y espero que tras leerlo y oír la obra, de apenas trece minutos, estaréis de acuerdo conmigo. Porque, veréis, éste es un artículo especial, muy especial, y no sólo para mí…

Cómo llegué a conocer NiFe tiene su propia historia. Que voy a contar rápidamente, claro, hasta ahí podríamos llegar.

Hace como cuatro o cinco años fui a un concierto de la ORCAM, la Orquesta de la Comunidad de Madrid, que compré porque su programa me gustaba.[1] Creo recordar que constaba del Concierto de piano número 3 de Prokofiev y la Sinfonía número 1, Primavera, de Schumann. Y un estreno mundial, que resultó ser NiFe en versión para orquesta sinfónica y coro. Pues vaya…

Yo había comprado las entradas por Prokofiev y Schumann, claro, y no me defraudaron en absoluto, pero ya sabéis que los estrenos me dan repelús, y lo digo por experiencia propia: de cada cinco estrenos que he escuchado, por lo menos cuatro son para mí una tortura para el oído, y sólo uno se salva, lo que tampoco quiere decir que me entusiasme. Claro que de vez en cuando, con mucha menos frecuencia de la que me gustaría, asisto a un estreno que me deja conmocionado, como me pasó con el Concierto de Piano de Michel Camilo, que ya conté hace tiempo… o como me ocurrió con la obra de hoy, sin ir más lejos. ¡Y eso que, según vi el instrumental necesario para ejecutar la obra, casi me voy a la cafetería, directamente!

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  1. No suelo yo comprar conciertos de la ORCAM, a pesar de que es una excelente orquesta y que programa anualmente un ciclo de más o menos una veintena de conciertos… pero es que los programas que selecciona normalmente no me llaman nada. Pero nada. Mucho estreno, muchísima obra contemporánea, mucho autor desconocido… vale, sé que me estoy perdiendo grandes obras, pero también me estoy ahorrando muchos tostones. []

¿Cómo demonios funciona el KERS (II)?

Un Fórmula 1 con volante, pero sin KERS (flickr de emergency111, cc-by)

Recientemente publicamos un artículo en que se repasaba el principio físico en el que se basaban los KERS de los Fórmula 1.

Alguno de los contertulios nos recordaba que algunos equipos, en vez de usar un KERS basado en la acumulación de energía eléctrica, usaban uno basado en el volante de inercia, así que vamos a dedicarle unas líneas.

Si no tienes fresco aquel artículo, quizá deberías releerlo.

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Cayo Julio César (VII)

Infantería romana formando el testudo

Infantería romana formando el testudo (Wikipedia)

Continuamos hoy con la guerra civil en la que se enfrentan César  y sus enemigos encabezados por Pompeyo y Catón el joven. En la entrega anterior vimos cómo César  tomó la dura decisión de cruzar el Río Rubicón con su ejército y por ende rebelarse a los dictámenes del Senado. También vimos que la facción optimate huyó de Italia y se reagrupó en Grecia. César  es el amo y señor de Italia y también, tras una breve campaña, de los ejércitos de Pompeyo en Hispania. Hoy veremos enfrentamientos entre dos colosos militares. César  tendrá que esforzarse al máximo para vencer al gran Pompeyo Magno.

Como siempre hago, aclaro que relato acontecimientos que sucedieron antes de la llegada de Cristo, por lo que las fechas mencionadas serán todas asumidas como a. C. Sólo aclararé con d. C. si algún hecho ocurrió después de Cristo.

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Eso que llamamos Lógica (VI) La escurridiza Implicación Lógica.

Tras el magnífico paréntesis de J sobre la Lógica Digital, recordemos que en el artículo anterior de esta serie sobre Lógica, que estoy escribiendo sobre los añejos apuntes de la asignatura de “Metodología” de mi virtualmente olvidado Segundo de Informática, allá por 1973, impartida por Don José Cuena Bartolomé, vimos cómo las proposiciones (frases a las que sin duda alguna podemos asignar un valor de verdad o de falsedad), junto con las operaciones “O” e “Y” formaban un álgebra de Boole.

Una vez fijado este extremo, ya podemos operar tranquilamente con proposiciones para ver qué hay y qué no en cada una de ellas. Una vez que tenemos una frase o un conjunto de frases, podemos construir su Forma Normal Disyuntiva y determinar cuál es su fórmula final, aplicando únicamente los axiomas y teoremas ya demostrados para el álgebra de Boole, aunque hablando de proposiciones decimos más bien “tablas de verdad”.

Lo complicados que somos los humanos...

Esto está muy bien para proposiciones simples. Ya podemos decir “Llueve”, “O no llueve o voy al cine”, “Soy español y me gusta el atletismo y el fútbol pero no el béisbol”… y cosas así, y podemos saber si la proposición, por muy compleja que sea, es o no cierta en función de los valores de verdad de cada proposición individual, valores que podemos determinar mirando, por ejemplo, si la calle está mojada o no. Pero esto no es suficiente para poder comunicarnos. De ninguna manera. Porque, claro…

Si habláramos así, entonces esta frase sería imposible. ;)

Necesitamos algo más. Y ese algo más es, como poco, la implicación lógica. La escurridiza y tantas veces discutida implicación lógica. Escurridiza, porque cuando parece que uno por fin ha entendido bien el concepto, de pronto se topa con un caso que parece desbaratar lo entendido. Y discutida… no os podéis imaginar la de amigables discusiones que propicia debatir sobre ella.

A intentar desbrozarla dedicaré este artículo, siguiendo las explicaciones de Pepe Cuena en aquel lejanísimo enero o febrero de 1974… Artículo en el que ha colaborado activamente, más aún, decisivamente, nuestro editor, J. Suyos son algunos ejemplos y explicaciones, y suyas muchas de las ideas para organizar el artículo y que lo que quede se entienda…

Así que, por mucho que como autor del artículo diga “Macluskey“, en justicia debería decir “J y Macluskey“… Gracias por tu esfuerzo, J, aunque Pedro también intervino lo suyo en las discusiones. El artículo es mucho mejor ahora. ¡O eso creemos!

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Aviones de combate de la II Guerra Mundial (VIII): Boeing B-17 Flying Fortress

El Memphis Belle, el primer B-17 en terminar 25 misiones de bombardeo.

Continuamos hoy nuestra celebérrima serie de aviones con otro avión mítico de la fuerza aérea de los Estados Unidos. En general, los aviones estadounidenses siempre son más conocidos que los aviones volados por las potencias europeas debido a la gran habilidad que posee esta nación para extraer todo el posible jugo dramático a su historia. Películas, series, libros y documentales se producen año tras año, y la gran mayoría de toda esta producción es una exportación gloriosa de sus valores sociales y su cultura. Como son los mayores productores del mundo de historias post-segunda guerra mundial, han conseguido que las imágenes de sus aviones estén grabadas en lo más profundo de la cultura popular.

Una vez aparecen estos aviones en películas importantes de nuestra infancia y juventud,[1] estos son recordados entre los aficionados como auténticos clásicos.

En este contexto, es el avión que nos ocupa hoy el que más cantidad de páginas, tinta y metros de película ha conseguido copar durante los últimos 70 años. El que es, probablemente, el avión más conocido de la segunda guerra mundial es también uno de los más apreciados y estudiados por los aficionados a la historia bélica.

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  1. Como el P-51 Mustang en El Imperio del Sol, o el B-17 Flying Fortress en Memphis Belle. []

Historia de un ignorante, ma non troppo… Concierto para Piano y Orquesta núm. 2, de Tchaikowsky

Obras de Tchaikowsky han aparecido ya por dos veces en esta serie musical tan ignorante, hace ya un montón de tiempo: su maravilloso Concierto para Violín y Orquesta y la Obertura Festival 1812. Artículo este último que proponía la visualización de un video (en realidad de dos videos, partidos de aquella manera) que, a pesar de no ser gran cosa, fue retirado de youtube debido a “flagrante violación de los derechos de autor” o algo así. ¿Violación de los derechos del autor, cuando el autor falleció en 1893, y sin descendencia…? No sé, pero yo creo que habría que revisar en serio esto de los derechos de autor, para que los creadores de verdad puedan cobrar lo que es justo por su trabajo, pero que evite situaciones ridículas como que una obra de un compositor muerto hace ciento y pico años, en una grabación de hace treinta años, siga devengando derechos de autor… ¿Qué autor?, me pregunto.

En comparación, las farmacéuticas, una vez que sacan al mercado un medicamento nuevo, tras años de investigación, rediseño, pruebas, autorizaciones, etc, sólo tienen diez años para disfrutar en exclusiva de los derechos industriales de su invento, a partir de los cuales el medicamento pasa al dominio público y cualquiera puede fabricarlo (es lo que se llama “genéricos”). La asimetría es tan tremenda que no me extraña que estas farmacéuticas dediquen cada vez más recursos a la investigación en cosmética y menos a crear medicamentos nuevos…

Pero dejemos este espinoso tema, y vayamos a lo que me trae hoy aquí: el Concierto para Piano y Orquesta núm. 2 de Piotr Ilich Tchaikowsky. Y no, no me he equivocado de número: es el número 2, en sol mayor, Op.44, no el archiconocido número 1, Op.23, que todo el mundo conoce (aquí tenéis un video del principio del concierto número 1 interpretado por Daniel Barenboim, con Zubin Mehta dirigiendo una orquesta desconocida, por si no sabéis de que hablo, para que veáis que efectivamente todo el mundo, incluidos vosotros, amables lectores, lo conoce). Porque el caso es que al ignorante de mí le gusta más, bastante más, el número 2. Si al número 1 le quitamos su arrollador comienzo, los tres o cuatro primeros minutos, le dejamos en el chasis, siempre según mi opinión, claro. Este número 2 de hoy, en cambio, está mucho mejor balanceado entre sus tres movimientos, destacando sobre todo el Andante, su espectacular movimiento lento, el segundo, una auténtica sorpresa, ya veréis por qué.

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Eso que llamamos Lógica (Anexo B) Lógica digital

Mientras Macluskey escribía su serie sobre lógica, nos ha contado lo importante que era esa asignatura para los informáticos en ciernes, y hemos visto algunos ejemplos por el camino, como su aplicación a la redacción de los if de los lenguajes de programación.

Una de dichas aplicaciones es el diseño y fabricación de los circuitos digitales, que permiten tomar un conjunto de entradas digitales binarias y obtener un resultado 1 ó 0. Pero como Macluskey está siguiendo los apuntes de hace un porrón de años, en aquel momento no se contaba nada de eso en la escuela. Cuando él estudió aquello, les contaron interruptores (pero no puertas lógicas) probablemente porque se pensaba que muchos ingenieros informáticos tendrían que dedicarse al hardware, y el tiempo ha demostrado que… se equivocaron. La inmensa mayoría de los ingenieros informáticos se dedican al software. De hecho, yo soy teleco y también estudié interruptores en la carrera (aunque unos pocos años después de Mac) y después puertas lógicas, pensando en que probablemente los telecos, esos sí, se iban a dedicar al hardware… pero jamás lo he usado en mi vida profesional.[1]

Finalmente, aprovechando que me dais un púlpito al que subirme a largar, repasaremos un poquito las principales tecnologías hardware para hacer esto.

Este artículo puede enlazar detrás de casi cualquiera de los artículos introductorios de la serie de Macluskey, pero como probablemente el sitio natural sea justo después del del cálculo proposicional, ahí es justamente donde lo publicamos. Para seguir este artículo supondremos, además, conocimientos del artículo de álgebra de Boole y el del álgebra de circuitos. Revísalos si no los tienes frescos.

 

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  1. En la vida privada sí, pero es que soy muy friki. []

El euro: Grecia

Mi querido, estimado y por siempre loado lector, en los últimos artículos de esta pretenciosa serie vimos cómo eran las monedas de Francia, y hablamos de la Unión Monetaria Latina, para descansar. Hoy, viajamos al que quizás sea —pero sin el «quizás»— uno de los países europeos que están saliendo peor parados de la crisis económica desde el año 2008. Hablemos, pues, de la República Helénica[1] o, en román paladino, Grecia.[2][3]

Mapa

Localización de la República Helénica en Europa. En verde clarito, la Unión Europea. (NuclearVacuum/Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported)

El país

BanderaEscudoTras Chipre y España, Grecia es el tercer país que visitamos dentro de la Europa más meridional, y no será el último. Grecia, cuya capital es la ciudad de Atenas,[4] comprende la península del Peloponeso y el sur de la península balcánica, compartiendo fronteras con Albania, al noroeste; Macedonia y Bulgaria, al norte, y Turquía, al nordeste. Se abre, además, al mar Jónico al oeste y al mar Egeo al este. Y es en el Egeo donde se encuentra la mayoría de las numerosísimas islas griegas: 9 000, ni más ni menos. La mayor de ellas es la isla de Creta,[5] que marca el límite sur del mar Egeo, y destacan también los archipiélagos de las Jónicas,[6] en el mar Jónico, y el Dodecaneso[7] y las Cícladas,[8] en el mar Egeo. Además, su costa es tremendamente irregular, hasta tal punto que Grecia es el undécimo país del mundo con más kilómetros de costa, por delante del Reino Unido y justo por detrás de China —que, dicho sea de paso, es setenta veces más extensa—. Sigue leyendo ›

  1. En griego: Ελληνική Δημοκρατία, «Ellinikí Dimokratía». []
  2. En griego: Ελλάδα, «Elláda». []
  3. «República Helénica» es el nombre oficial de Grecia, como consta en el World Factbook de la CIA estadounidense. []
  4. En griego: Αθήνα, «Athína». []
  5. En griego: Κρήτη, «Kríti». []
  6. En griego se las conoce como el Heptaneso: Επτάνησα, «Eptánisa». []
  7. En griego: Δωδεκάνησα, «Dodekánisa». []
  8. En griego: Κυκλάδες, «Kykládes». []