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Mitos, Leyendas y otros Desvaríos – El Diluvio (segunda parte)

En el artículo anterior repasamos el mito del Diluvio desde la perspectiva griega y romana. Seguimos hoy con el Diluvio según la Biblia y el Corán.

El Diluvio. Noé.

Muy bien, según el Corán, el Profeta Noé fue enviado para advertirnos de las consecuencias de no servir al dios único y verdadero, Alá. (C. 7:59) Enviamos Noé a su pueblo. Dijo: «¡Pueblo! ¡Servid a Alá! No tenéis a ningún otro dios que a Él. Temo por vosotros el castigo de un día terrible». Pero pese a las insistentes advertencias del Profeta, pocos son los que le creen, razón por la cual el pueblo de Noé sucumbe bajo las tempestuosas aguas. (C. 26:116-120) Dijeron: «¡Noé! Si no paras, ¡hemos de lapidarte!» Dijo: «¡Señor! Mi pueblo me desmiente.  ¡Falla, pues, entre yo y ellos, y sálvame, junto con los creyentes que están conmigo!». Les salvamos, pues, a él y a quienes estaban con él en la nave abarrotada. Luego, después, anegamos al resto. En el arca, construida por Noé según las indicaciones de Alá, llevó también un animal de cada especie: (C. 11:40) «Carga en ella a una pareja de cada especie (…)».

El Diluvio, Octavo fresco pintado por Miguel Ángel en la bóveda de la Capilla Sixtina. Fuente Wikipedia.

Finalmente el arca tocó tierra en el Chudi, pero existen diferentes opiniones respecto de si esto se refiere al Monte Cudi (o Judi), situado en Turquía, o simplemente a “un lugar elevado”.[1] (C. 11:44) Y se dijo: «¡Traga, tierra, tu agua! ¡Escampa, cielo!», Y el agua fue absorbida, se cumplió la orden y se posó en el Chudi. Y se dijo: «¡Atrás el pueblo impío!»

Si dejamos de lado la localización específica del desembarco, podemos notar que hasta aquí el relato es muy similar al de la Biblia. Pero en este resumen he omitido un pequeño episodio narrado en el Corán, que no se menciona en la Biblia: La muerte de uno de los hijos de Noé, del cual no se menciona su nombre. (C. 11:42,43) (…) Noé llamó a su hijo, que se había quedado aparte: «¡Hijito! ¡Sube con nosotros, no te quedes con los infieles!» Dijo: «Me refugiaré en una montaña que me proteja del agua». Dijo: «Hoy nadie encontrará protección contra la orden de Alá, salvo aquél de quien Él se apiade». Se interpusieron entre ambos las olas y fue de los que se ahogaron. Más allá de este pequeño episodio, la diferencia más sustancial entre ambos textos, es que el diluvio narrado en la Biblia, es universal y el narrado en el Corán, es regional. Curiosamente la misma diferencia que separa a los textos: “Biblioteca Mitológica” y “Timeo” de “Metamorfosis”, también separa al Corán de la Biblia.

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  1. En librodot.com pueden encontrar otra traducción del Corán, donde se dice que el arca desembarca en “la montaña Al-Djudi” y se dan algunas aclaraciones respecto de este tema. Lamentablemente he encontrado varios errores en la digitalización de este libro, pero aún así creo que provee un interesante material. En el artículo cuyo enlace dejo aquí, se sostiene en cambio, que “el Chudi” hace referencia a un lugar elevado []

Historia de un ignorante, ma non troppo… El Concierto de Violín de Tchaikowsky

Tras la última entrada dedicada a uno de los dos mejores conciertos de violín del repertorio, al menos al gusto de este ignorante parlanchín (el Concierto de Mendelssohn), hoy le toca el turno al otro de esos dos superconciertos de violín, el del genial Piotr Ilich Tchaikowsky. Cuál es mejor o peor, yo no lo sé: ambos son impresionantes, sobrecogedores. Y curiosamente, ni Mendelssohn  ni Tchaikowsky eran en absoluto conocedores de este instrumento, bueno, sí que lo conocían como todo buen músico lo hace, pero no eran violinistas, no sabían tocar el violín. Y ambos compusieron sólo un concierto para violín en toda su vida, por eso no hablo del concierto número 1 de Tchaikowsky… Es curioso cómo la historia se repite a veces. Sigue leyendo ›

Entendiendo un depósito bancario

Tras unas semanas de pausa, seguimos la serie de conceptos básicos que creemos que todo ciudadano debería conocer. Hasta ahora hemos cubierto la nómina, la declaración de la renta (en cinco partes) y los préstamos; hoy vamos a seguir con los depósitos bancarios.

Un depósito es como un préstamo, pero visto desde el punto de vista del prestamista… fin del artículo.

Bueno, habrá algo más, ¿no?

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Historia de un ignorante, ma non troppo… El Concierto de Violín de Mendelssohn

Hace algunos capítulos de esta ignorante serie, dediqué cuatro artículos consecutivos a disfrutar (bueno, quizá a destripar) algunos de los maravillosos conciertos para piano del repertorio musical. Conciertos para piano hay muchos, y de una enorme calidad. Me dejé en el tintero, naturalmente,  algunas obras maravillosas (que quizá revisite en un futuro), en primer lugar porque tampoco quería estar muchos artículos seguidos con el mismo género musical, y en segundo, porque de alguno que sí quería incluir no encontré una representación decente en youtube.

Stradivarius del Conjunto Palatino

Y, después de la última entrada, la Balada si Joc, de György Ligeti, para dos violines, ahora toca, creo yo, dedicar algunos artículos a algunos de los grandes conciertos para el otro gran instrumento solista: el violín.

Surgido como una evolución en pequeño de la viola (obviamente, violín significa viola pequeña), la forma y función del violín quedaron definitivamente fijadas en la forma en que lo conocemos hoy en el Siglo XVII, cuando unos artesanos de Cremona, Italia, a base de ensayo y error, o por pura suerte quizá, consiguieron el diseño perfecto para construir un instrumento musical perfecto. Me refiero a luthiers como Amati, el auténtico creador del violín moderno a mediados del siglo XVI,  Guarnieri y, por supuesto, a Antonio Stradivari por encima de todos, pues fue él quien llevó a la perfección la confección de violines. Sus stradivarius[1] pasan por ser los instrumentos musicales más perfectos jamás construidos… y los más caros, eso sin duda. Un stradivarius normalito (eeh, normalito, normalito, lo que se dice normalito, no hay ninguno, pero bueno) como el del Palacio Real de Madrid de la ilustración, tiene un precio por encima del millón de euros, y algunos de ellos simplemente no tienen valor.

Así que el violín se adueñó a lo largo del Siglo XVIII del papel preponderante en las orquestas de la época, y así sigue en nuestros días, donde es con gran diferencia el instrumento con mayor número de profesores en las orquestas modernas, y la base de la mayoría de la música sinfónica.

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  1. Stradivarius: Violín fabricado por Antonio Stradivari []

Los dioses de Pegāna – Las obras de Mung

Tras conocer las reflexiones de Slid, la historia de hoy es sombría, más aún que la de Sish y su sabueso, el Tiempo, pues versa sobre Mung. Y cuando Mung hace el signo de Mung ante tus ojos, eso será lo último que veas.

LAS OBRAS DE MUNG

(Señor de todas las Muertes entre Pegāna y el Borde)

Mung

En una ocasión, mientras Mung viajaba a lo largo y ancho de la Tierra y por sus ciudades y a través de sus llanuras, Mung se encontró con un hombre que se asustó cuando Mung anunció: “¡Soy Mung!”

Y Mung dijo: “¿Han sido los cuarenta millones de años antes de tu aparición intolerables para ti?”

Y Mung dijo: “¡Pues no menos tolerables serán los cuarenta millones de años siguientes!”

Entonces Mung hizo sobre él el signo de Mung y la Vida del hombre dejó de estar atada a manos y pies.

Al final del vuelo de la flecha está Mung, y en las casas y las ciudades de los Hombres. Mung camina por todas partes todo el tiempo. Pero lo que más le gusta es caminar en la oscuridad y el silencio, por las nieblas de la ribera cuando el viento se calma, momentos antes de que la noche se encuentre con la mañana en el camino entre Pegāna y los Mundos.

A veces Mung entra en la cabaña del pobre; Mung también se inclina profundamente ante el Rey. Y entonces las vidas del pobre y del Rey los abandonan y vuelan entre los Mundos.

Y Mung dijo: “Muchas vueltas da la senda que Kib ha otorgado a cada hombre para que camine sobre la Tierra. Tras una de estas vueltas descansa Mung.”

Un día, mientras un hombre caminaba por la senda que Kib le había otorgado para caminar por el mundo, se encontró de pronto con Mung. Y cuando Mung anunció: “¡Soy Mung!”, el hombre exclamó: “¡Ay, qué lástima que tomé esta senda, pues si hubiera ido por otro camino no me hubiera encontrado con Mung!”

Y Mung dijo: “Si hubiera sido posible que fueras por otro camino, entonces el Designio de Todas las Cosas hubiera sido diferente, y los dioses otros. Cuando MANA-YOOD-SUSHAI se olvide de descansar y cree nuevos dioses, tal vez Ellos te envíen de nuevo a los Mundos; y entonces podrás elegir algún otro camino, y no encontrarte con Mung.”

Entonces Mung hizo el signo de Mung. Y la Vida de aquel hombre escapó con los remordimientos del ayer y las penas del pasado y las cosas olvidadas — a dónde, sólo Mung lo sabe.

Y Mung siguió con su tarea de separar la Vida de la Carne, y Mung se encontró con un hombre que se postró, víctima del pesar, cuando vio la sombra de Mung. Pero Mung dijo: “Cuando, ante el signo de Mung, tu Vida se aleje de ti, también desaparecerá tu desgracia por abandonarla.” Pero el hombre exclamó: “¡Oh, Mung! Espera un poco, no hagas aún el signo de Mung sobre mí, pues tengo una familia sobre la Tierra para la que sí permanecerá la desgracia, aunque la mía desaparezca bajo el signo de Mung.”

Y Mung dijo: “Para los dioses siempre es Ahora. Y antes de que Sish haya desterrado muchos años, el pesar de tu familia por ti habrá seguido el mismo destino que la tuya.” Y el hombre vio a Mung hacer el signo de Mung ante sus ojos, que ya no vieron más.

Mitos, Leyendas y otros Desvaríos – El Diluvio (primera parte)

Cuando comencé a escribir este artículo, y ésta es la tercera vez que lo hago, estaba muy entusiasmado por la tarea que tenía por delante. Se me ocurrían tantas cosas para analizar y hay tantos mitos que hablan sobre diluvios que sólo me preocupaba en cuántas partes iba a dividirlo. Pero una vez emprendida la tarea, revisando una y otra vez el material en que me baso, tomé conciencia de que si no descartaba algunas cosas, podría llegar a terminar naufragando.

Opté entonces por concentrarme en aquellas perspectivas que me parecen más “originales”, por estar menos difundidas, y dejar de lado, o reducir a pequeñas menciones, algunas otras. Dejando, además, varios enlaces hacia otros artículos que creo que pueden complementar muy bien el tema, incluso pese a que la mayoría tienen puntos de vista completamente distintos a los míos. También he dividido el artículo en muchas partes, en general más cortas que lo habitual, para hacerlos más amenos y darles tiempo a leer los enlaces en caso de que les interese abordar el tema desde múltiples perspectivas.

El Diluvio. Deucalión y Pirra.

Deucalión y Pirra. Grabado de Virgil Solis para Las metamorfosis de Ovidio. Fuente: Wikipedia.

En la mitología griega existen varios relatos que hacen referencia a catastróficas inundaciones, pero sólo en uno de ellos se afirma que abarcó a todo el mundo. En realidad dicha afirmación no es compartida por todos los autores, ya que por ejemplo: Apolodoro, afirma que, una vez desatada la lluvia, ésta inundó la mayor parte de la Hélade, de manera que perecieron todos los hombres, excepto unos pocos que se refugiaron en las cumbres de las montañas próximas. Además de estos afortunados, también eludieron la muerte un hombre llamado Deucalión, quien reinaba sobre las regiones próximas a Ftía, y su esposa Pirra, hija de Epimeteo y Pandora.

Siguiendo la versión de Apolodoro podemos situar estos trágicos acontecimientos en la Edad de Bronce[1] y, como ya deben estar acostumbrándose a escuchar, los dioses, en este caso Zeus, ha decidido borrar del mapa a la humanidad. Y lo hubiera hecho, de no ser por la oportuna intervención del Titán Prometeo, quien tantos sufrimientos ha afrontado por nosotros, y que ahora advierte a su hijo Deucalión sobre las intenciones del monarca olímpico. Prometeo, dios al cual yo no dudaría en fabricarle un par de templos, o como mínimo dedicarle un club de fans, le aconsejó entonces a Deucalión construir un arca y disponer dentro de ella lo necesario para su subsistencia. Así lo hizo éste, y para cuando el agua comenzó a caer, él y su esposa ya tenían lo necesario para afrontar el diluvio.

En general suelo eludir en esta serie las fuentes romanas, pero como las referencias a este mito en las fuentes griegas son bastante escuetas[2] voy a utilizar también algunos fragmentos tomados de “Las Metamorfosis”, de Ovidio, para complementar el relato y, ya que está, apropiarme de su elocuencia. Veamos entonces cómo es el diluvio “a la romana”.

En esta versión, Zeus,[3] antes de desatar la matanza, celebra un consejo entre los dioses, que se asemeja al que ya he narrado en el poema Atrahasis, donde los dioses avalan, o al menos consienten, la decisión. Pero Zeus dudó en un principio si aniquilarnos con sus rayos o, como finalmente hizo, con una terrible lluvia. Además, Zeus no se ocupó solo del asunto, sino que contó con la ayuda de Poseidón[4] quien soltó también la furia de los mares sobre la tierra. Si alguna casa quedó y pudo resistir a tan gran mal, no desplomada la cúpula, aún así, más alta de ella, la onda la cubre, y hundidas se esconden bajo el abismo sus torres. Y ya el mar y la tierra ninguna distinción tenían: todas las cosas ponto eran (…).

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  1. Recordar el “Mito de las Edades” narrado en la primera parte del artículo anterior []
  2. Fuentes griegas: Fragmentos del “Catálogo  de las mujeres” de Hesíodo (posiblemente), Diálogo de Platón, “Timeo”, “Biblioteca Mitológica” de Apolodoro. Homero, menciona a Deucalión, pero no narra el Diluvio. []
  3. Júpiter, según los romanos []
  4. Neptuno []

El Cedazo en marzo de 2010

Aunque supongo que pocos leeréis esto hasta después de Semana Santa, aquí tenéis las estadísticas del mes de marzo (artículos publicados, los más leídos, visitas, suscriptores RSS, etc.). Este mes estamos cambiando algo importante: como sabéis, una gran parte de nuestros lectores nos leen a través de RSS. Por lo tanto, cuando mostramos únicamente el tráfico en la propia página estamos dando una idea parcial de lo que la gente lee. Como ejemplo, si sólo hubiésemos usado las estadísticas de la web, los artículos de J de este mes ni siquiera aparecerían en el “top 5″, cuando realmente han sido los más leídos de todo el mes.

Como estos artículos estadísticos los leéis probablemente los autores más que ningún otro, para que os sirva mejor para saber cuánta repercusión están teniendo vuestros artículos, a partir de ahora –aunque sea un soberano peñazo elaborarlo– mostraremos los resultados agregados de página web + lecturas RSS. Esto modificará algo la estadística del mes de los artículos más leídos, pero es más realista, ya que hay entradas que se leen casi exclusivamente por parte de suscriptores RSS.

Artículos

Por segundo mes consecutivo mantenemos el récord de entradas publicadas: otras once entradas salieron a la luz durante el mes de marzo, aunque varias de ellas son las cortísimas historias de Pegana, lo que resta algo de mérito al récord. Hemos alcanzado los 185 artículos publicados, obra de 24 autores distintos. Este mes se ha unido a nosotros randomize con un artículo bastante delirante sobre los Sims y la mecánica cuántica.

Una vez más, ha habido un poco de todo: música de la mano de Macluskey, mitos de la se sebacine, historia de parte de chapu77, economía de J, todo contaminado por Pegana de vez en cuando. Es decir, justo el objetivo de El Cedazo, desasnar en todos los campos posibles.

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Sims cuánticos

Aunque no se pretende demostrar si existen diferentes orígenes y razones de ser para las leyes físicas que conocemos, el siguiente artículo intenta, a modo de reflexión, hablar sobre la “realidad” de nuestras percepciones, para después utilizar como ejemplo el videojuego de simulación de los Sims y cómo ellos podrían crear su conocimiento físico a partir de la descripción de su realidad, que contrastándola con nuestro conocimiento de su verdadera existencia virtual nos permitiría llegar a contemplar la física desde un punto de vista diferente, al menos estableciendo un punto de partida sobre si las propiedades de nuestro entorno pudieran provenir de diferentes orígenes. En cualquier caso el objetivo es pasar un buen rato, sin fórmulas y a buen seguro con menos rigurosidad científica de la quizás sería aconsejable ;) , todo ello en 10 sencillos pasos!

Empecemos hablando un poco sobre nuestra realidad.

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Historia de un ignorante, ma non troppo… Balada si Joc, de Ligeti

En esta ignorante serie, hoy toca una entrada muy cortita para una deliciosa pieza corta (tres minutos, no más)…[1]

Hace quizá un par de años asistí a un Concierto en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Madrid. Esta sala es mucho más pequeña que la Sinfónica, y es donde tienen lugar normalmente los conciertos de música de cámara. Ese concierto en concreto constaba de un precioso cuarteto de Bramhs, varias obras de Haydn (el auténtico inventor de la música de cámara como hoy la conocemos), que es siempre garantía de belleza musical,  y otras varias de György Ligeti. Como veréis, compositores separados entre sí por casi dos siglos, y su música, por tanto, es radicalmente diferente. Muy diferente.

De Ligeti, el cuarteto Meta4 (cuatro italianos portentosos, quienes estuvieron a cargo del concierto) nos “deleitó” con su Cuarteto núm.2 (un conjunto de chirridos, aullidos, gatos a los que se le pisa la cola, tranvías pasando por la calle y cosas de ese tenor: una de las obras más espantosas que he tenido la ocasión de escuchar en mi vida), alguna otra pieza que no recuerdo ni por buena ni por mala… y la Balada si Joc. Cuando se aprestaron a interpretarla, la mayoría de la asistencia hizo el gesto de taparse los oídos… ¡Pero no hizo falta! ¡En absoluto! Es una deliciosa pieza cortita, a la que dedicamos el artículo de hoy.

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  1. Sí, es cierto, rompiendo mis ancestrales costumbres, la entrada de hoy no tendrá las tres o cuatro mil palabras de siempre []

Los dioses de Pegāna – Las reflexiones de Slid

En la delirante serie sobre Los dioses de Pegāna, la semana pasada conocimos al siniestro Sish y a su sabueso, el Tiempo. Hoy nos encontramos con un dios que creo que os resultará bastante más simpático; al igual que Kib, un poco juguetón y no demasiado obediente… y a veces, como todos ellos, terrible, porque muchos son los humores de los dioses.

LAS REFLEXIONES DE SLID

(Cuya Alma está en la Mar)

Slid dijo: “Que ningún hombre rece a MANA-YOOD-SUSHAI, pues ¿quién va a molestar a MANA con las preocupaciones de los mortales o incomodarlo con las penurias de todas las casas de la Tierra?”

“Que nadie haga tampoco sacrificios a MANA-YOOD-SUSHAI, pues ¿qué gloria encontrará en los sacrificios o los altares, Él que ha creado a los propios dioses?”

“Rezad a los dioses menores, que son los dioses de la Acción; pero MANA es el dios de la Acción Realizada — el dios de la Acción Realizada y el Descanso.”

“Rezad a los dioses menores y esperad que os oigan. Pero ¿qué misericordia pueden tener los dioses menores, los mismos que han creado la Muerte y el Dolor? ¿O es que deberían detener a su viejo sabueso, el Tiempo, por vos?”

“Slid es sólo un dios menor. Pero Slid es Slid — así está escrito y así ha sido dicho.”

“Rezad, pues, a Slid, y no olvidéis a Slid, y tal vez Slid no se olvide de enviaros a la Muerte cuando más la necesitéis”.

Y las gentes de la Tierra dijeron: “Hay una melodía en la Tierra como si diez mil arroyos cantasen todos juntos sobre los hogares que abandonaron en las colinas”.

Y Slid dijo: “Soy el Señor de las aguas que fluyen y de las aguas espumosas y las aguas en calma. Soy el Señor de todas las aguas del mundo y la de todos los arroyos que la recogen en las colinas; pero el alma de Slid está en la Mar. Allí va todo lo que fluye sobre la Tierra, y el fin de todos los ríos es la Mar.”

Y Slid dijo: “La mano de Slid ha jugado con cataratas, y los pies de Slid han recorrido los valles, y los ojos de Slid han mirado desde el fondo de los lagos de las llanuras; pero el alma de Slid está en la Mar.”

Slid recibe mucha devoción entre las ciudades de los hombres, y son agradables los caminos de los bosques y los caminos de las llanuras, y son agradables los altos valles donde él baila en las colinas; pero Slid no permite que lo detengan fronteras ni orillas — así que el alma de Slid está en la Mar.

Pues allí puede Slid descansar bajo el sol y sonreír a los dioses sobre él con todas las sonrisas de Slid, y ser un dios más feliz que Aquellos que modelan los Mundos, cuyo trabajo es la Vida y la Muerte.

Allí puede sentarse y sonreír, o moverse entre los barcos, o gemir y suspirar entre las islas para su gran satisfacción — el mísero señor de riquezas incontables en gemas y perlas.

O allí puede, cuando Slid desea desfogarse, alzar sus grandes brazos en alto, o sacudir la poderosa cabeza cubierta de pelo, y cantar en voz alta terribles canciones fúnebres de naufragio, y sentir por todo su cuerpo el tremendo poder de Slid, y mover el propio Mar. Entonces el Mar, como legiones venturosas en la víspera de la guerra que se exaltan aclamando a su líder, hace acopio de su fuerza bajo todos los vientos que rugen y sigue a Slid, y canta y estalla para vencer a todas las cosas — y todo ello a una voz de Slid, cuya alma está en la Mar.

Hay paz en el alma de Slid y hay calma en la Mar; también hay tormentas en el mar y preocupaciones en el alma de Slid, pues los dioses tienen muchos humores. Y Slid está en muchos lugares, pues se sienta en Pegana. También por los valles camina Slid, en cualquier sitio en el que el agua está quieta o se mueve; pero la voz y el canto de Slid provienen de la Mar. Y a cualquiera que alcanza ese canto debe seguirlo y seguirlo, dejando atrás todas las cosas estables, para estar por siempre con Slid en todos los humores de Slid, para no encontrar descanso hasta llegar al Mar.

Con el canto de Slid ante ellos y las colinas de su hogar tras ellos han llegado cientos de miles al Mar, y sobre sus huesos se lamenta Slid con la voz de un dios que llora por su pueblo. Incluso los arroyos de las tierras interiores han oído el lejano canto de Slid, y todos ellos han olvidado praderas y árboles para seguirlo hasta donde Slid reúne a los suyos, para regocijarse cuando Slid se regocija, para cantar el canto de Slid, de igual modo que lo harán en el Fin todas las Vidas de las Gentes a los pies de MANA-YOOD-SUSHAI.