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Explorando el álgebra geométrica – Introducción




Éste es el primer artículo de una serie que pretende dar a conocer el álgebra geométrica, una fascinante y poderosa herramienta matemática creada por el matemático alemán Hermann Günther Graßmann (1809-1877) y por el matemático inglés William Kingdon Clifford (1845-1879), con el propósito de realizar la idea de Leibniz (1646-1716) de un cálculo cuyos símbolos representaran objetos geométricos (como puntos, líneas, superficies o volúmenes) y se pudieran manipular algebraicamente de forma independiente de las coordenadas.

William Kingdon Clifford (Wikimedia, dominio público)

Mi primer contacto con el álgebra geométrica fue un libro en francés, engañosamente titulado L’algèbre vectorielle, escrito por Gaston Casanova, y que cayó en mis manos poco antes de que comenzara a estudiar la carrera. Era un libro de bolsillo, publicado en la colección Que sais-je? de Presses Universitaires de France. En sus 128 páginas, el autor introducía el álgebra de Clifford (el autor no utilizaba la expresión “álgebra geométrica”, e incluso no tenía inconveniente alguno en utilizar representaciones matriciales) y mostraba diferentes aplicaciones a la Física. A pesar de su brevedad, el libro era muy denso, una cosa ultraconcentrada, demasiado para un pipiolo como yo en aquella época: en la página 33 ya dejaba atrás el álgebra del espacio tridimensional e iniciaba el tratamiento del álgebra de Dirac del espacio-tiempo de la relatividad especial, para pasar a hablar de espinores en el capítulo siguiente y, después del estudio de la teoría de Dirac (la versión relativista de la ecuación de ondas de la mecánica cuántica) y del estudio del átomo de hidrógeno, trataba en sus últimos capítulos temas a los que el autor había dedicado sus investigaciones, como una ecuación relativista del nucleón y estimaciones de las diferencias de masa entre multipletes de hadrones…

Se trataba,en fin, de un libro para especialistas con interés en introducirse en el tema. Sin embargo, a pesar de los defectos del libro, me dejó fascinado la elegancia con que se trataban las rotaciones en tres dimensiones con cuaterniones y cómo aquella álgebra era mucho más poderosa que el álgebra vectorial convencional, la que se enseña en educación secundaria y primeros años de universidad. En aquella época todavía no había acceso a Internet en los hogares y no volví a encontrarme con el álgebra geométrica hasta cuarto curso de carrera, en la figura del profesor de Mecánica Clásica, entusiasta propagandista del álgebra geométrica y con fama de ser el outsider de la facultad. Todavía recuerdo cómo en aquellas clases el álgebra geométrica se utilizaba en el tema de los ángulos de Euler. Ahí se renovó mi interés por este tema, que ha durado desde entonces.

El álgebra geométrica fue olvidada tras la prematura muerte de Clifford, y el que habría de haber sido su lugar en los planes de estudio fue ocupado (y así sigue siendo hasta la fecha) por el álgebra vectorial de Josiah Willard Gibbs (1839-1903). El álgebra vectorial de Gibbs presta sus buenos servicios en física e ingeniería, pero tiene limitaciones: si bien el producto escalar de vectores existe en cualquier dimensión, el producto vectorial de Gibbs es exclusivo del espacio tridimensional. El álgebra geométrica de Graßman y de Clifford, en cambio, no está limitada por el número de dimensiones del espacio en que se trabaje. Por otro lado, en el álgebra de Gibbs sólo hay escalares y vectores, mientras que en el álgebra geométrica hay además bivectores, trivectores, cuadrivectores…((Por si eres físico, lo que en álgebra geométrica se llama trivector y cuadrivector no es lo mismo que aparece con esas denominaciones en los libros sobre relatividad.)) lo que haga falta, hasta la dimensión del espacio vectorial sobre el que se trabaje. También, por ejemplo, proporciona el álgebra geométrica rotores, con los que podemos realizar la rotación de cualquier multivector (y de hecho, como tendremos ocasión de ver en el caso tridimensional,  con ventaja sobre el empleo de matrices).

El álgebra geométrica fue rescatada (bajo la denominación de álgebra de Clifford) por P. A. M. Dirac (1902-1984) para su ecuación relativista del electrón. Pero también es una álgebra de Clifford la llamada álgebra de Pauli, unas matrices utilizadas en mecánica cuántica en el contexto del espín. Sin embargo, la sofisticadas y abstractas representaciones matriciales empleadas por Pauli y Dirac, que naturalmente, también encontré en otras asignaturas de la carrera, dejaban oculta la transparente interpretación geométrica de la formulación original de Graßmann y Clifford. No ha sido sino hasta hace relativamente poco tiempo que David Hestenes (1933-), el principal defensor e impulsor del redescubrimiento del álgebra geométrica de Graßmann y Clifford, ha venido destacando su papel como lenguaje unificado para las matemáticas y la física.

Esta serie que hoy empieza trata de una herramienta matemática todavía no muy conocida, pero que atrae cada vez más líneas y grupos de investigación, y que además ofrece un enorme interés desde el punto de vista pedagógico.

Y es que, aunque ciertamente el álgebra geométrica es más compleja que el álgebra vectorial de Gibbs, su formidable riqueza le permite hacer una larga exploración de diferentes temas de matemáticas (como la teoría de determinantes, o la geometría proyectiva), de aplicaciones en Física (mecánica clásica, electromagnetismo y relatividad, mecánica cuántica), o aplicaciones a la ingeniería y robótica. Dada mi formación como físico, tras comenzar por una extensa introducción a los antecedentes y principales conceptos del álgebra geométrica, me limitaré a exponer temas de Física (mecánica clásica, electromagnetismo y relatividad), o de matemática con aplicabilidad más directa a la Física, para ir exponiendo las ideas más relevantes.

Nos vemos.


Sobre el autor:

jlese (Juan Leseduarte)

Soy licenciado en Ciencias Físicas y profesor de Matemáticas de Educación Secundaria en excedencia. Además de la Física y de las Matemáticas, me gusta la música antigua y trastear en el sistema operativo GNU/Linux. También intento que mis conocimientos de alemán no se oxiden.
 

{ 5 } Comentarios

  1. Gravatar jreguart | 29/04/2018 at 08:38 | Permalink

    Hola Juan, bienvenido al club de publicadores de El Cedazo. Gracias por compartir tus conocimientos que me devuelven a la juventud de la Universidad. La serie promete a pesar del grado de abstracción que conlleva el tema.

  2. Gravatar jlese | 01/05/2018 at 02:53 | Permalink

    Hola Jaime. Pues sí, al fin comienza esta serie, con la que espero despiertar el interés entre los lectores de El Cedazo. El tema conlleva abstracción, y el ritmo de publicación puede que no sea el mismo que en otras series, a causa del generoso uso de LaTeX para generar las fórmulas, pero iremos avanzando. Gracias a ti, a Mac, a Pedro y a todos los editores.

  3. Gravatar diego | 11/05/2018 at 06:13 | Permalink

    No conocía el álgebra geométrica, pero después de curiosear un poco por la web sorprende la elegancia y potencia de esta herramienta. Gracias y suerte con la serie.

  4. Gravatar Cecilia | 07/03/2020 at 02:29 | Permalink

    Hola! existe una versión pdf de esta serie de artículos? están buenísimos y me gustaría imprimirlos para leerlos con más detalle. Un saludo, Cecilia

  5. Gravatar jlese | 09/03/2020 at 11:31 | Permalink

    Hola Cecilia, Pues de momento, no, todavía no me lo había planteado. De hecho, aún quedan muchos artículos para completar la serie, y me estoy concentrando en irlos publicando. Quizás debería pensar en ir haciendo un primer pdf antes de pasar a las aplicaciones a la Física que tengo previsto realizar (mecánica clásica y relatividad). Encantado de que te guste la serie. Muchas gracias por tu comentario. ¡Saludos!

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