Biografía del Universo 04: Inflando el Universo I
de 10-35 segundos a 10-32 segundos desde el inicio
(Revisión 2025) (pdf)
Volvemos a la faena con la serie que llevamos entre manos y que hemos bautizado como “Biografía del Universo“. En la anterior entrada nos movimos por un suspiro temporal menor a 10-35 segundos, cuando el Universo era muy joven y también muy pequeño. Se encontraba en la vecindad del mundo de Planck, aunque mayor que él. Las ecuaciones muestran que la pepita solo debía ser de 10-26centímetros.[1] Todo se comprimía en un mundo de tamaño de un protón reducido a escala de 10-13. La energía del momento era unas 10-5 veces la energía de Planck o, lo que es lo mismo, unos 1019 veces la energía equivalente de la masa de un protón. En estas pequeñeces deambulamos cruzando los dedos, apoyados por la física cuántica de campos que maneja lo que conocemos como campos relativistas.[2] Cruzamos los dedos, aunque pensamos que con cartas marcadas.
Pero ¿qué es un campo relativista? Pues es una entidad física/matemática que permea todo el espacio/tiempo y que sólo podemos conocer de su existencia por sus interrelaciones y sus excitaciones. Lo que en familia llamamos interacciones -fuerzas- fundamentales y ondas-partículas respectivamente. Los campos relativistas no son como el resto de campos que precisan de un medio para ser,[3] sino que son físicamente reales y físicamente valiosos en el Universo, en el que gracias a sus ondas se transmite energía e información de un lado a otro, siendo así que las ondas de un campo pueden afectar a las de otro y pueden cambiar procesos que en su ausencia ocurrirían de otra manera. Los hay de muchos y diferentes tipos, al menos en el mundo de las matemáticas y la física más compleja.
![Feynman_at_Los_Alamos](http://eltamiz.com/elcedazo/wp-content/uploads/2017/01/Feynman_at_Los_Alamos1.jpg)
Un magnífico superfísico de los campos cuánticos: Richard Feynman, que co-recibió el premio Nobel de física en 1965 por el desarrollo de la electrodinámica cuántica (Wikimedia, dominio público)
El mero hecho de que el campo exista conlleva que en cualquier punto del espacio/tiempo haya una relación entre su valor y su potencial, es decir, entre su valor y la capacidad que tiene el campo para realizar “algo”. Simplemente estamos hablando de una derivada de su función de onda. Pensemos como ejemplo en el campo gravitatorio, tomando arbitrariamente su referencia en la superficie de la Tierra: más arriba hay más potencial, más abajo hay menos potencial. Con este potencial, el campo gravitatorio puede mover una masa. De un punto con mayor potencial a un punto con menor potencial.
- Según afirma Brian Green en su libro “La realidad oculta”, capítulo 10 Para crear un universo. [↩]
- Que son los que intervienen en la mayoría de los fenómenos físicos de esta historia: electromagnético, gravitatorio, electrónico, … [↩]
- Aunque no tenemos que confundir ambas entidades: el campo describe y caracteriza una de las muchas propiedades relevantes del medio. [↩]