Bienvenido al penúltimo artículo de la serie El euro, en la que vamos, país por país, aprendiendo cosas nuevas sobre las caras nacionales de la moneda común europea. Tras un verano agotador y un semestre especialmente duro en la universidad, durante el cual he tenido que abandonar provisionalmente esta serie —muy a mi pesar, debo añadir—, vuelvo con energías renovadas y ganas de terminar esta serie de una vez: lo que nos queda por delante promete ser apasionante. En el artículo anterior habíamos llegado a la República Portuguesa, cuyos euros analizamos a fondo; en esta ocasión volaremos a la península itálica para dar allí las últimas pinceladas de esta serie. Hablemos, querido lector, de la Serenísima República de San Marino.^[1]

Localización de la República de San Marino en Europa. (Bosonic dressing/CC BY-SA 3.0 Unported)

El país

San Marino, el tercer país más pequeño de Europa, es un territorio que podría dar mucho que hablar. Fundada en el año 301 sobre el monte Titano, dentro de lo que hoy es Italia, fue la segunda república de la Historia —la primera fue la República Romana, fundada en 509 a. C.—, por lo que hoy es la república más antigua que sobrevive. Esta antigüedad se refleja en su nombre oficial, «Serenísima República» de San Marino: lo de «Serenísima República» puede sonar hoy gracioso, pero tiempo atrás fue la última moda en Italia.^[2]

La organización del Estado también es testigo de la tradición atesorada durante más de milenio y medio. En herencia de las costumbres de la Antigüedad, la jefatura del Estado no es asumida por una persona, sino por dos, llamadas Capitanes Regentes.^[3] Los Capitanes Regentes son elegidos cada 6 meses, en abril y octubre; ocupan el cargo desde el 1 de octubre de 2013 Anna Maria Muccioli y Gian Carlo Capicchioni. Curiosamente, suele darse el caso de que ambos Capitanes Regentes sean de partidos políticos distintos, causando lo que se denomina cohabitación.^[4] Por otro lado, la figura del jefe de gobierno no existe formalmente: sus funciones son asumidas por los capitanes regentes o por el Congreso de Estado,^[5] aunque últimamente es el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Políticos quien ha comenzado a interpretar este papel.

San Marino se encuentra dividido, a pesar de su pequeño tamaño, en nueve castelli —«castillos», en italiano—: la Ciudad de San Marino^[6] —que es la capital del país—, Acquaviva, Borgo Maggiore, Chiesanuova, Domagnano, Faetano, Fiorentino, Montegiardino y Serravalle —en el que se encuentra la mayor ciudad del país: Dogana, con 7 000 habitantes—. E, igual que sucedía con Mónaco, no pertenece a la Unión Europea: usa el euro en virtud de un acuerdo con la República Italiana.

Antes del euro: la lira sanmarinense

Breve contexto histórico

Vista del monte Titano desde Italia. (Annunziata/CC BY-SA 3.0 Unported)

La historia de la lira sanmarinense^[7] —cuyo símbolo es «₤» o bien «L.»— es paralela a la de la lira italiana. Al hablar de Italia vimos que, en 1861, se producía la Unificación Italiana y se creaba la lira. San Marino, que se libró de la Unificación —veremos más adelante por qué—, recogería el relevo cuatro años después, en 1865, emitiendo sus primeras monedas con las mismas características que las italianas, de acuerdo con las especificaciones de la Unión Monetaria Latina. Tras varias interrupciones, la serie definitiva de la lira sanmarinense comenzó en 1972: las monedas eran de los mismos metales y tamaños que las italianas, pero cambiaban de diseño cada año, lo que demuestra que el principal fin de estas emisiones era el coleccionismo y no la circulación ordinaria.

Así pues, la lira de San Marino, intercambiable 1:1 con la italiana y circulable en San Marino, Italia y el Vaticano, fue sufriendo los mismos cambios que la de Italia, fruto de la inflación: la introducción de la moneda de ₤ 200 en 1978, las bimetálicas de ₤ 500 en 1982 y de ₤ 1 000 en 1997, etcétera. Y, una vez más, entra en escena el euro: a partir de 2002 Italia dejaría de emplear la lira para comenzar a emitir euros. ¿Qué pasaría con los acuerdos monetarios entre Italia y San Marino una vez que la lira italiana desapareciese? Por ello, en 1998, la Unión Europea encargó a Italia la tarea de reformular sus acuerdos y firmar un nuevo convenio con la república del Titano, mediante el cual se concedía a San Marino la capacidad legal de acuñar euros propios; por lo tanto, cuando el euro entró en circulación, la tasa de cambio fue igual que en Italia: 1 € = ₤ 1 936,27.

Las monedas de la lira sanmarinense

A continuación puedes ver las imágenes de las monedas de San Marino antes del euro, correspondientes a la serie de 1990 —excepto la moneda de ₤ 1 000, que es de la serie de 1997—. Las imágenes proceden de La Maison Numismatique, excepto la de mil liras, que es de Wikipedia.

Denominación	Imagen	Denominación	Imagen
L. 1		L. 50
L. 2		L. 100
L. 5		L. 200
L. 10		L. 500
L. 20		L. 1 000

Puedes observar que las características de la serie sanmarinense son idénticas a las de la serie de liras italianas: las monedas de 500 y 1 000 liras bimetálicas, las doradas de 20 y 200 liras y las demás plateadas. Además, el hecho de que las monedas de San Marino estuvieran enfocadas más especialmente al coleccionismo ha provocado que, en esta ocasión, sí esté presente la moneda de una lira, que en Italia llevaba años sin emitirse cuando entró en circulación el euro.^[8]

En esta ocasión no he añadido la descripción de cada moneda en la tabla, puesto que los diseños cambiaban cada año. Sin embargo, hay características comunes a todos los años: en los reversos siempre aparecía el valor facial, y en los anversos se mostraba el nombre del país —«Repubblica di San Marino»— y nunca faltaba, de uno u otro modo, el escudo de armas completo o alguna representación de las tres torres. Y ¿qué significan esas tres torres, que también aparecen en el escudo nacional? Paciencia, lo veremos muy pronto.

Los euros sanmarinenses

Aquí tienes, first things first, una imagen de la serie sanmarinense del euro:

Los 8 valores del euro: caras nacionales sanmarinenses. (Imagen: Wikipedia, editada por Saúl Iglesias)

San Marino sigue la misma dinámica que Austria, Eslovenia, Grecia e Italia: un diseño diferente para cada valor, aunque todos realizados por el germano-checo František Chochola (1943-) y grabados por el italiano Ettore Lorenzo Frapiccini (1957-). Así que ya puedes adivinar que este artículo va a ser… tirando a largo. Pero San Marino es un país del que no se escucha hablar demasiado —debido a su pequeño tamaño y a que no tiene estaciones de esquí como Andorra, casinos como Mónaco ni papas como el Vaticano—, así que este viaje por sus monedas de euro nos servirá para conocer mejor este pequeño estado. Andiamo, pues.

En detalle

0,01 €: La torre Montale

Vista de la tercera torre, Montale. (Alaexis/CC BY-SA 2.5 Generic)

El monte Titano, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2008, posee tres picos en los cuales hay construidas tres torres: de norte a sur, Guaita, Cesta y Montale. Estas tres torres son uno de los símbolos más identificativos del país: aparecen en sus monedas, su bandera y su escudo de armas, en los nombres de sus equipos de fútbol, en los logotipos de sus partidos políticos, en su gastronomía… Todo San Marino está inundado de referencias a estas tre torri. La moneda de 1 euro cent, en concreto, está dedicada a la tercera torre, la más meridional: la torre Montale.

Con planta pentagonal y una prisión de ocho metros de profundidad en su interior, la esbelta torre Montale constituyó un importantísimo sistema de defensa de la ciudad de San Marino contra la familia Malatesta, procedente de la ciudad costera italiana de Rímini^[9] y dueña del castello de Fiorentino, hoy en el extremo sur de la república. Como cualquier estructura defensiva, vivió su auge mientras la familia enemiga supuso una amenaza, en este caso durante los siglos XIV y XV. Sin embargo, el poder de los Malatesta fue declinando con el tiempo^[10] y, en 1479, el castillo de Fiorentino es destruido, con lo que el Montale ve desaparecer la causa principal de su existencia y es abandonado. Sufriría varias restauraciones desde el siglo XVIII, hasta que en 1935 se le devuelve su forma original. Hoy, es la única de las tres torres que no puede ser visitada por dentro; sin embargo, su entorno ofrece —al igual que sus hermanas— una hermosa panorámica de la República de San Marino.

0,02 €: La Estatua de la Libertad

Las tre torri no son el único símbolo de San Marino —aunque sí el más importante—. En la Piazza della Libertà, en el centro de la Ciudad de San Marino, podemos ver una de las más conocidas representaciones alegóricas de la República: la Statua della Libertà o Estatua de la Libertad, de Stefano Galletti.

La Estatua de la Libertad de Galletti, en la Piazza della Libertà. (Dominio público)

Stefano Galletti (1832-1905) era de orígenes muy humildes, lo que no le impidió destacar pronto en el mundo de la escultura. Con solo 15 años consiguió una beca del municipio de Cento, su ciudad natal, para desplazarse a la cercana ciudad de Bolonia a continuar sus estudios artísticos. Seis años después aprovechó una nueva ayuda económica para ingresar en la Accademia di San Luca, en Roma, donde perfeccionará su técnica escultórica bajo las órdenes de Pietro Tenerani.^[11] Mediando los años 1870 recibirá el encargo de una estatua para la república del Titano, pero para llegar a comprenderla completamente nos vendrá bien revisar un instante el contexto histórico en el que se realiza.

Estamos hablando del siglo XIX, época en la que un importantísimo movimiento sociopolítico marcó la península itálica: el Risorgimento y, como consecuencia de este, la Unificación Italiana. Desde 1815 hasta 1871 hubo una serie de revoluciones, guerras e insurrecciones que perseguían como objetivo principal unificar todas las pequeñas naciones que componían la península en un solo país: Italia. Durante este período San Marino se posicionó claramente a favor de la unificación y sirvió como refugio político a muchos partidarios del Risorgimento. Gracias a este apoyo, Giuseppe Garibaldi, uno de los principales líderes del movimiento, quiso recompensar a la república… paradójicamente, accediendo al deseo de esta de mantener su independencia —y así continúa hasta la fecha—. No corrieron la misma suerte, por ejemplo, los Estados Pontificios, que fueron incorporados a Italia en 1870 y Roma fue nombrada nueva capital del país en 1871 —como ya mencioné, por cierto, en el artículo sobre Italia—.

Así que volvamos a nuestra historia. San Marino, 1876. La alemana Otilia Heyroth Wagener es nombrada duquesa de Acquaviva^[12] y, como buena mecenas ochocentista, decide celebrarlo donando una estatua al país que la había ennoblecido, estatua que le fue encargada a nuestro buen Galletti. Este se hizo eco rápidamente de los sentimientos nacionalistas y patrióticos que inundaban San Marino, el país que Italia no devoró, y esto se aprecia rápidamente en su obra. Para comenzar, el nombre: «Estatua de la Libertad». No es un nombre casual, ni mucho menos: la Serenísima República permanecía, en efecto, libre de la Unificación Italiana. La mujer —alegoría de la república—, cuyos ropajes retrotraen al espectador a las esculturas clásicas griegas y romanas, avanza con serenidad y decisión hacia un futuro que se le presenta halagüeño, mientras tiende la mano a la vecina Italia en señal de concordia. Amigos, sí, pero no fundidos: San Marino permanece independiente, y queda demostrado por la bandera que sostiene en su mano izquierda, símbolo de la patria.

Y queda otro símbolo más: la alegoría está tocada por una corona mural, símbolo de soberanía —también presente en la Italia Turrita, ¿recuerdas?—. Una corona mural de… ¡oh, sorpresa! Efectivamente: tres torres. Resulta obvio que el símbolo más importante de San Marino, las tre torri, no podían faltar en cualquier alegoría nacional que se precie.

0,05 €: La torre Guaita

La fortaleza sanmarinense de la Guaita. Puede verse, a su izquierda, la torre campanaria. (Max_Ryazanov/CC BY-SA 3.0 Unported)

La prima torre, primera torre, Rocca o Guaita es la protagonista de la moneda de 5 euro cent. La Guaita es, con diferencia, la más antigua de las tre torri: su núcleo central ronda los mil años aproximadamente, aunque su aspecto exterior data de mediados del siglo XV, y fue concebida como puesto de guardia para proteger a los habitantes del Titano. Esta torre, cuya planta es pentagonal —como la del Montale—, está protegida por una doble muralla, y es la más famosa y visitada de las tres —y también la más bella, por lo menos para un servidor—. Además de como fortificación, desde el siglo XVIII sirvió también como cárcel para penas de hasta medio año: los convictos condenados a más de seis meses debían ser desplazados a alguna cárcel italiana. Este uso se mantuvo hasta el año 1970 —ayer por la tarde, como quien dice—.

Además, al contrario que las otras dos torres, la Guaita no está sola: junto a ella hay otros torreones de menor tamaño, entre los cuales destaca la torre campanaria. Esta torre, que en la moneda puede verse a la izquierda debajo del año, debe su nombre a la campana que alberga, el Campanone, que desde el siglo XVI se hacía sonar para advertir a los sanmarinenses de los peligros. Hoy en día, sin embargo, sólo se hace sonar durante las fiestas nacionales. Otro de los torreones próximos a la Guaita aloja un pequeño altar dedicado a santa Bárbara, patrona de los artilleros —además de los mineros—, ya que es precisamente en la Guaita donde se conservan multitud de piezas de artillería históricas, entre las que se cuentan los cañones de 1907 con los que la Guardia di Rocca —la sección de artillería del ejército sanmarinense— dispara las salvas durante las fiestas nacionales.

0,10 €: La basílica de san Marino

La República de San Marino es una nación eminentemente católica: más del 90% de los sanmarinenses son cristianos, y la práctica totalidad de este porcentaje se declara católica. No obstante, el país del Titano no es religiosamente independiente, pues pertenece a la diócesis de San Marino-Montefeltro con sede en el pequeño pueblo italiano de Pennabilli. Por lo tanto, San Marino carece de catedral: el centro de la vida religiosa de la república es la basílica concatedral de san Marino, situada en el Piazzale Domus Plebis —muy cerca de la Piazza della Libertà—.

Fotografía de la basílica concatedral de san Marino, la iglesia más importante de la república. (Radomil/CC BY-SA 3.0 Unported)

La basílica de san Marino está dedicada, como su propio nombre indica, al patrón nacional, san Marino diácono el Constructor, de quien hablaré dentro de un momento —pues la moneda de 20 euro cent está dedicada a él—. La historia de esta iglesia se remonta al siglo IV, en los orígenes de la república, cuando se levantó en el mismo lugar un pequeño templo —una pieve o iglesia rural— dedicado al santo patrón, enterrado en su interior. A lo largo de los siglos esta primitiva iglesia fue cobrando importancia y tamaño poco a poco… pero también fue envejeciendo, hasta el punto de que, a principios del siglo XIX, ¡mil quinientos años después de su primitiva construcción!, se encontraba en un estado lamentable. Es por ello que, en 1807, es derruida para construir una nueva iglesia, más grande y moderna, encargada al boloñés Achille Serra.^[13] Este proyectó un edificio neoclásico, acorde con el estilo en boga en aquella época, en el que destaca el pórtico octástilo^[14] de orden corintio. Las columnas sostienen un entablamento en cuyo friso se lee la siguiente inscripción:

DIVO·MARINO·PATRONO·ET·LIBERTATIS·AVCTORI·SEN·P·Q

que significa «A san Marino, patrón y portador de libertad, el Senado y el pueblo». En el interior de la basílica, bajo el altar, se encuentran las reliquias del santo patrón, encontradas en el siglo XVI.

0,20 €: San Marino diácono

En la moneda de veinte céntimos de euro aparece el ya mencionado fundador legendario de la república: san Marino de Rab, cuya vida fue, por cierto, bastante movidita.

San Marino bendice la ciudad, B. Gennari, s. XVII. (Dominio público)

Marino era un cantero cristiano nacido en la segunda mitad del siglo III en la isla adriática de Rab, situada hoy en Croacia pero entonces perteneciente a la provincia romana de Dalmacia. A finales de siglo emigró, junto a un colega de profesión, León de Rab, a Rímini para ayudar a reconstruir sus muros, huyendo de la persecución a la que se comenzaba a someter a los cristianos durante el mandato del emperador Diocleciano. Como canteros, ambos fueron enviados al monte Titano para trabajar la piedra.

Pasados unos años, los caminos de ambos se separan: León se retiró al monte Feltro, donde construyó una iglesia y se gestó un asentamiento que hoy es la villa italiana de San Leo en su honor.^[15] Marino, por el contrario, volvió a Rímini, donde viviría durante unos años. Sin embargo, un buen día apareció por allí una mujer, dálmata como él, que afirmaba ser su esposa legítima, llegando incluso a recurrir a las autoridades romanas. El caso es que, o bien la mujer mentía, o bien se trataba del matrimonio peor avenido de la Historia, porque Marino decidió huir y refugiarse durante un año en una gruta junto al río San Marino —que, imagino, aún no se llamaría así entonces—. Con el tiempo la buena mujer se dio por vencida y Marino de Rab salió de su refugio, retirándose al Titano, donde construyó una pequeña iglesia dedicada a san Pedro.

Pero no acaba aquí la historia: resulta que la finca donde se encontraba esta iglesia pertenecía a la madre de un tal Verissimo, quien muy enfadado se plantó en el monte para pedirle explicaciones. Según la leyenda, sin embargo, el Señor acudió en auxilio de Marino, haciendo enmudecer a Verissimo. Este cayó a tierra paralizado, y no recuperó la movilidad hasta que él y su madre le donaron al cantero el terreno donde se encontraba la iglesia, convirtiéndose ambos al cristianismo junto con 53 de sus parientes.

La noticia debió de correr como la pólvora, pues poco después se presentó en la zona el obispo, Gaudencio de Rímini, y ordenó diácono a Marino y sacerdote a su colega, León, que también debía de haber hecho maravillas en su monte. Así, Marino se dedicó el resto de su vida a trabajar la tierra y extender la palabra de Dios, hasta su fallecimiento en el año 366. E incluso el momento de su muerte forma parte de la leyenda, pues según se cuenta, antes de morir mandó llamar a los moradores de la aldea que había ido creciendo alrededor de la iglesia fundada por él, y les dijo:

Relinquo vos liberos ab utroque homine

Lo que viene a significar «Os dejo libres de ambos hombres», refiriéndose probablemente al papa de Roma y al emperador del Sacro Imperio. Casi nada, ¿eh? ¿Estaba san Marino adelantándose a las luchas del siglo XIII entre güelfos y gibelinos, de las que tanto hemos hablado? ¿Quién sabe?

Lo que sí se sabe —porque se ha descubierto recientemente— es quién realizó el óleo original en el que se basa el diseño de la moneda de 20 céntimos: se trata del pintor de Cento Bartolomeo Gennari (1594-1661), alumno y colaborador del Guercino. Gennari representó al santo, cómo no, sosteniendo con su mano izquierda las tres colinas del monte Titano, con sus ubicuas tre torri.

0,50 €: Las tres torres

Tras haber puesto la terza torre en la moneda de 0,01 € y la prima torre en la de 0,05 €, la moneda de medio euro está protagonizada por una bella panorámica de las tres. Y, como ya hemos hablado de dos de ellas, arrojemos un poco de luz sobre la que nos queda: la seconda torre, segunda torre, Fratta o Cesta.

Fotografía de la Cesta, la segunda torre de San Marino. (Max_Ryazanov/CC BY-SA 3.0 Unported)

La Cesta es la torre más elevada de la Serenísima República de San Marino, construida a una altitud de 755 m sobre el nivel del mar. Aunque este lugar ya se empleaba como zona de avistamiento en época romana, debido a su altura, la muralla y la torre a la que rodea datan de los siglos XIII o XIV. De planta también pentagonal, aloja en su interior una estancia habitable —por lo menos, habitable en aquella época— y una prisión.

Tanto la torre como las murallas cayeron en abandono con el tiempo, hasta que en 1934 fueron restauradas intentando darles una apariencia lo más semejante posible a la estructura original. Hoy y desde 1956, la Cesta alberga el Museo delle Armi Antiche —«Museo de Armas Antiguas»—, en el que no sólo pueden verse armas reales sino, incluso, prototipos de armas experimentales del XVIII.

1,00 €: El escudo de San Marino

¿Cuál es el motivo principal que aparece en el escudo nacional de San Marino? Si tu respuesta no es, inmediatamente, «las tre torri», permíteme que sugiera que vuelvas a empezar a leer este artículo. Efectivamente: la Guaita, la Cesta y el Montale también están en el escudo de armas sanmarinense.

Escudo de armas de la Serenísima República de San Marino.

Si se emplea el lenguaje de la heráldica, la descripción del escudo sería algo así como:

De azur, tres montes de sinople, sumado cada uno de una torre de plata aclarada de sable y sumada de una pluma de avestruz de plata.

Esto, traducido a lenguaje normal, sería

Sobre fondo azul, tres montes verdes, cada uno con una torre blanca con vanos negros y, encima, una pluma de avestruz blanca.

Los tres montes, no hace falta decirlo, son las tres cimas del Titano, y las tres torres son las omnipresentes tre torri. En cuanto a las plumas, hacen referencia a unas veletas en forma de pluma de avestruz que hay en los tejados de las torres. Desconozco si las plumas o el avestruz tienen algún significado simbólico^[16] o es simplemente tradicional… y, de hecho, tampoco me sorprendería que el escudo de armas fuese anterior a las veletas de las torres.

Hay algo más: el escudo, con forma de corazón, está coronado, pero esa corona no es símbolo de monarquía —pues San Marino nunca lo fue—, sino simplemente de soberanía. Enmarcando el conjunto, una rama de laurel y otra de roble, ambas frutadas de oro. El simbolismo del roble ya lo vimos en el artículo sobre Alemania —hace ya más de dos años y medio, parece mentira—, mientras que el laurel simboliza la victoria ya desde la Antigua Roma. Por último, bajo el escudo hay una cinta de plata con el lema de la república: Libertas, «libertad».

2,00 €: El Palazzo Pubblico

En la moneda más grande de todas, la bimetálica de 2 €, se muestra el edificio administrativo más importante —o, al menos, el más conocido— de San Marino: el Palazzo Pubblico, el Palacio Público, sede del ayuntamiento de la Ciudad de San Marino y también sede del gobierno de la república. En España, sería el equivalente a meter el Palacio de la Moncloa, el Congreso de los Diputados, el Senado, la Asamblea de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid en un solo y pequeño edificio. Muy pequeño: mirándolo desde Google Maps y echando cuentas, cada una de sus tres plantas es de, aproximadamente, 350 metros cuadrados.

Fotografía de la Piazza della Libertà. Frente al Palazzo Pubblico puede verse la Estatua de la Libertad de Galletti. (Krdan/CC BY-SA 3.0 Unported, modificada por Saúl Iglesias)

El Palazzo Pubblico es neogótico, es decir, que aunque por el estilo pueda parecer tan antiguo como el Palazzo Vecchio de Florencia o el Palacio Ducal de Venecia, el edificio es en realidad mucho más moderno: diseñado por el italiano Francesco Azzurri (1827-1901), comenzó a construirse en 1884, tras derribar la antigua sede del gobierno que ya amenazaba ruina,^[17] y fue inaugurado diez años después. En su fachada de arenisca destacan, principalmente, la arcada inferior, el balcón central, las almenas y la torre del reloj.

La arcada inferior, compuesta por tres arcos apuntados, da paso al soportal de entrada al Palazzo. Entre los arcos pueden verse cuatro escudos de armas: pertenecen a Serravalle, Fiorentino, Faetano y Montegiardino, los cuatro castelli tradicionales de San Marino.^[18] En el cuerpo superior de la fachada  se ven tres ventanales, también con arcos apuntados a la moda gótica, y en el centro un balcón de piedra apoyado sobre ménsulas. A este balcón, en cuyo balaustre puede leerse el lema de la Serenísima República —Libertas—, es desde el que se anuncian, dos veces al año, los nombres de los Capitani Reggenti elegidos para el semestre siguiente.

A la izquierda sobresale la torre del reloj, y sobre el tejadillo que lo protege puede verse un tríptico de mosaicos con sendas imágenes de santos. Dos de ellas representan a los canteros dálmatas, san Marino y san León, de quienes ya hemos hablado. El tercer mosaico nos muestra a santa Águeda de Catania, patrona de San Marino junto al santo homónimo, y cuyo desagradable martirio consistió en ser torturada y cortados sus pechos por haberse negado a yacer con cierto procónsul romano. De hecho, suele representársela sosteniendo una bandeja con sus propios senos cortados.

Pero volvamos al Palazzo Pubblico. El último elemento sobre el que quiero llamar la atención son las almenas, muy del gusto gótico pero poco útiles en un edificio de finales del XIX: fueron incluidas con un propósito únicamente ornamental. Lo más curioso de todo esto es que en Italia es común clasificar las almenas, según su forma, en «güelfas» —de silueta rectangular— o «gibelinas» —con un corte en «V» que les da una forma de cola de golondrina—. Sí, incluso a la arquitectura llega la eterna lucha de güelfos contra gibelinos. Y, tratándose la sanmarinense de una población mayoritariamente católica, no debería sorprender que las almenas del Palazzo Pubblico… sean «güelfas».

Terminamos la descripción de la moneda de dos euros mencionando el grabado del canto. Como adelanté en el artículo de Italia, San Marino también lleva un canto Tipo 2: la secuencia «2 ★» repetida seis veces, del derecho y del revés.

Generalidades

A pesar de que cada valor tenga su propio diseño, todas las monedas tienen, como siempre, algunos rasgos en común. Para comenzar, aparecen siempre las doce estrellas de la Unión rodeando el diseño, en las doce posiciones del reloj. Aparece también el identificador nacional, que en este caso es el nombre «SAN MARINO», y el año de emisión —desde 2002—, además de las marcas personales del diseñador y del grabador: «Ch» para Chochola y «ELF INC.» para Frapiccini.

Por último, hay que indicar que San Marino es un país demasiado pequeño como para tener una casa de la moneda propia, así que las monedas se acuñan en Italia, en el Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato. Su marca, que como ya vimos es la «R» de Roma, también aparece en todas las monedas sanmarinenses.

Las monedas conmemorativas

Monedas conmemorativas de dos euros

San Marino —y también, como veremos en el próximo artículo, el Vaticano—, al contrario que el Principado de Mónaco, ha emitido monedas conmemorativas de dos euros todos los años desde que apareció esta posibilidad en 2004. Estos son los ejemplares acuñados hasta 2011:^[19]

• 2004: Bartolomeo Borghesi. Diseñador: Ettore Lorenzo Frapiccini (E.L.F.). ¿Qué persona merece una moneda conmemorativa más que uno de los mejores numismáticos del siglo XIX? En efecto, San Marino dedicó su primera moneda conmemorativa de 2 € a Bartolomeo Borghesi (1781-1860), uno de los más destacados estudiosos numismáticos de su época y que ayudó a sentar las bases de la Numismática como ciencia auxiliar de la Historia. Bajo el mecenazgo del papa Pío VII clasificó numerosas colecciones de monedas, entre ellas las del Vaticano. Durante los inicios del Risorgimento, Borghesi fue uno de los muchos que fueron a refugiarse a San Marino, llegando a formar parte del gobierno del país durante algún tiempo y falleciendo allí en 1860.
• 2005: Año Mundial de la Física. Diseñadora: Luciana De Simoni (LDS). En 2005 se cumplieron 100 años del que tal vez sea considerado el año más importante para la Física contemporánea: 1905, en el que un jovencísimo Albert Einstein publicó en la revista Annalen der Physik cuatro artículos que romperían con la concepción anterior del mundo: uno sobre el efecto fotoeléctrico,^[20] otro sobre el movimiento browniano,^[21], el tercero sobre la relatividad especial^[22] y el último sobre la equivalencia masa-energía,^[23] conceptos los cuatro que deberían resultar familiares a cualquier asiduo de El Tamiz. Como celebración, la IUPAP^[24] decidió nombrar al 2005 Año Mundial de la Física. La moneda muestra una representación alegórica de Galileo Galilei enmarcada por la silueta de un átomo.^[25]

Colección de monedas conmemorativas sanmarinenses de 2 €.

• 2006: 500.º aniversario del fallecimiento de Cristóbal Colón. Diseñadora: Luciana De Simoni (LDS). Los sanmarinenses dedican su moneda de 2006 al explorador europeo Cristóbal Colón, descubridor de América.^[26] ¿Lazos de Colón con San Marino? Ninguno en absoluto, aunque sí con Italia: la mayor parte de los historiadores coinciden hoy en que Colón nació en la Serenísima República de Génova, hoy parte de la moderna Italia. Colón realizó cuatro viajes a las Américas: uno entre 1492 y 1493, otro al año siguiente, el tercero entre 1498 y 1500 y el último entre 1502 y 1504. En la moneda, además de su retrato, puede verse una imagen de los tres barcos con los que realizó su primer viaje: la Pinta y la Niña, dos carabelas, y la Santa María, una nao.
• 2007: 200.º aniversario del nacimiento de Giuseppe Garibaldi. Diseñador: Ettore Lorenzo Frapiccini (E.L.F.). Si el Risorgimento tiene un símbolo, ese es Giuseppe Garibaldi. Tras participar en 1834 en las insurrecciones de Piamonte por la unificación, es condenado a muerte, por lo que debe huir a Sudamérica. Y Sudamérica a mediados del siglo XIX resultó ser un entorno muy apetitoso para un guerrero como Giuseppe: entre 1835 y 1848 luchó en numerosas revueltas en Brasil —donde conoció a su esposa, Anita— y Uruguay, volviendo a Italia en medio de las revoluciones de 1848 contra el Imperio Austriaco —Primera Guerra de la Independencia—. En 1860 encabeza la Spedizione dei Mille, la «Expedición de los Mil», hacia el reino de las Dos Sicilias, consiguiendo incorporarlo también a Italia. Finalizada la Unificación fue elegido diputado del nuevo Reino de Italia, cargo al que renunció: sentía que no se habían llegado a concretar las ideas republicanas por las que había luchado.
• 2008: Año Europeo del Diálogo Intercultural. Diseñador: Ettore Lorenzo Frapiccini (E.L.F.). Esta efeméride fue propuesta por las instituciones de la Unión Europea para remarcar la importancia del diálogo dentro de la diversidad de culturas de Europa. El diseño de la moneda muestra, sobre un globo terráqueo, cinco siluetas humanas y cuatro libros: las cinco siluetas representan las cinco regiones de Europa —septentrional, meridional, occidental, oriental y central— y los cuatro libros representan los textos sagrados de las principales religiones del continente: la Biblia para el cristianismo, el Corán para el islamismo y la Torá y el Talmud para el judaísmo.
• 2009: Año Europeo de la Creación y la Innovación. Diseñadora: Annalisa Masini (A.M.). Poco que decir, realmente. En la moneda aparecen unas plumas, un compás, un libro con el diseño de una espiral áurea, una probeta y un matraz aforado.
• 2010: 500.º aniversario del fallecimiento de Sandro Botticelli. Diseñador: Roberto Mauri (M). La moneda de 2010 está dedicada a Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi (1445-1510), a quien todos conocemos como Sandro Botticelli.^[27] Botticelli es uno de los pintores más sobresalientes del Quattrocento, o Primer Renacimiento, y sin duda el más conocido. Con 19 años entró como aprendiz en el taller de fray Filippo Lippi, quien resultaría ser una de sus mayores influencias estilísticas. Trabajó también bajo las órdenes de Andrea del Verrocchio, teniendo como compañero al mismísimo Leonardo da Vinci, y cuando aún no contaba 30 años ya era lo suficientemente famoso como para que lo llamaran desde Pisa para pintar un fresco en su catedral. A pesar de todo, tras la caída de sus mecenas, los Médicis, acabó muriendo en la pobreza y fue olvidado durante siglos, hasta su «redescubrimiento» en la Inglaterra de finales del XIX. Un fragmento de una de sus obras más conocidas, La primavera, es el protagonista de esta moneda conmemorativa.
• 2011: 500.º aniversario del nacimiento de Giorgio Vasari. Diseñadora: Claudia Momoni (C.M.). De todo lo que acabo de decir sobre Botticelli, la inmensa mayoría lo sabemos gracias al historiador y biógrafo aretino Giorgio Vasari (1511-1574) y a su obra magna, Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos,^[28] conocida normalmente como Le Vite. Su relevancia llega hasta el extremo de que se lo considera el primer historiador del arte italiano, y fue él quien acuñó el término «Renacimiento» —Rinascita, en italiano—. Al contrario que nuestro anterior protagonista, Vasari sí amasó una considerable fortuna a lo largo de su vida, debido también a su trabajo como pintor y, sobre todo, como arquitecto. No obstante, en estos ámbitos fue uno de esos artistas que, por suerte o por desgracia, fueron más reconocidos en vida que tras su muerte. Una de sus pinturas es la que protagoniza la moneda conmemorativa de 2 € sanmarinense de 2011: Judit decapitando a Holofernes o, en italiano, Giuditta decapita Oloferne, hoy en el museo estadounidense de Saint Louis.

Monedas de coleccionista

San Marino es un país muy interesante en lo que a monedas de coleccionista se refiere. Tal vez recuerdes —aunque ha pasado ya mucho tiempo— que los Países Bajos emitían anualmente unas monedas especiales llamadas dukaten —«ducados»— además de las monedas normales en euros, y dije que veríamos algo parecido al llegar a San Marino. Pues bien, ya estamos en San Marino y nos toca hablar de esas «monedas especiales»… pero antes, veamos las emisiones ordinarias en euros.^[29]

Moneda de 2 scudi de oro emitida en 2006, conmemorando el Arengo general de 1906 en el que los ciudadanos de San Marino terminaron con el régimen oligárquico que regía la república.

San Marino ha emitido, entre 2002 y 2011, 49 monedas de coleccionista diferentes en cuatro denominaciones distintas:

• 5 €: Son de plata esterlina, de 925 milésimas. Cada año se emiten dos: una se incluye en los eurosets^[30] anuales que vende la república y otra se vende de forma independiente, junto con una moneda «hermana» de 10 €. En el euroset de 2002 no se incluyó la moneda de 5 €, por lo que solo hay un diseño para ese año.
• 10 €: Estas monedas también son de plata 925 ‰, y se emite una cada año junto con una «moneda hermana» de 5 €. Las llamo «hermanas» porque suelen venderse juntas y, aunque tienen diseños diferentes, inicialmente ambas conmemoraban el mismo acontecimiento importante: la entrada del euro en 2002, los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 en 2003 (!) y el Mundial de Fútbol de Alemania en 2004. Desde 2005, sin embargo, han pasado a rememorar acontecimientos diferentes.
• 20 €: Las monedas de 20 € también se emiten a un ritmo de una al año, pero son de oro de 900 milésimas. Al igual que las anteriores, las monedas de 20 € suelen venderse con una «moneda hermana» de 50 €.
• 50 €: También una anualmente, y también de oro 900 ‰. Las monedas de 20 y 50 € también suelen venderse juntas, y también suelen conmemorar siempre el mismo acontecimiento —si bien con diseños diferentes—. Por ejemplo, en 2010 el tema fue «Tesoros sanmarinenses»: en la de 20 € se mostraba un busto policromado de santa Águeda del siglo XVI, mientras que en la de 50 € aparece un retrato de san Marino, también del XVI.

Y ahora llega lo interesante. San Marino tiene la tradición, desde 1974, de emitir monedas de oro denominadas en escudos o, en italiano, scudi. Estas emisiones estaban especialmente dedicadas a coleccionistas, y rescataban el antiquísimo scudo como moneda de San Marino: las denominaciones emitidas eran de ½, 1, 2, 5 y 10 scudi. Cuando llegó el euro, en 2002, la Comisión Europea indicó explícitamente, en su convenio con San Marino, que todas las modificaciones que se produjeran en los tratados con Italia en materia monetaria no se aplicarían a las monedas de oro en scudi. Así pues, se siguieron emitiendo scudi a partir de 2002 —y hasta hoy—, solo que desde la entrada del euro solo se han emitido en monedas de 2 scudi. Una al año, en oro 900 ‰. Estas monedas, igual que las emitidas en euros, son de curso legal en San Marino pero, una vez más, solo un loco las usaría para pagar en el supermercado: 2 scudi equivalen nominalmente a 75 €, pero contienen más de 200 € en oro. Puedes ver una imagen de una moneda de 2 scudi aquí al lado, pero hay muchas más en el sitio de la Azienda Autonoma di Stato Filatelica e Numismatica.

Y aquí me despido hasta el próximo artículo. Será el último de esta serie sobre el euro, y en él hablaré del país más pequeño del mundo y de sus monedas de euros. Visitaremos juntos el Estado de la Ciudad del Vaticano. Hasta entonces.

1. En italiano: Serenissima Repubblica di San Marino. [↩]
2. Así lo atestiguan la Serenísima República de Venecia (697), la Serenísima República de Génova (1005) o la Serenísima República de Lucca (1160). Incluso al príncipe de Mónaco se le sigue tratando hoy como «Alteza Serenísima». [↩]
3. En italiano: Capitani Reggenti. [↩]
4. Se hacía de modo parecido en la República Romana: cada año se elegían dos cónsules, cada uno con poder de veto sobre su colega. Por otro lado, no quiero imaginar lo que pasaría si, por ejemplo, en España tuvieran que gobernar a la vez Rajoy y Rubalcaba… [↩]
5. En italiano: Congresso di Stato. [↩]
6. En italiano: Città di San Marino. [↩]
7. En italiano: lira sammarinese. [↩]
8. Su valor era ínfimo: aproximadamente la vigésima parte de un céntimo de euro. [↩]
9. Los Malatesta se hicieron con la ciudad de Rímini, y tantas otras, en el contexto de las luchas entre güelfos y gibelinos, de las que ya hemos hablado en otros artículos de la serie. [↩]
10. Se ve que entraron en litigios con el papado y, en 1500, fueron expulsados de Rímini por César Borgia, hijo natural —qué cosas— del papa Alejandro VI. Años después, la ciudad de Rímini sería absorbida por los Estados Pontificios. [↩]
11. Tenerani, por cierto, no era un don nadie precisamente: es considerado uno de los fundadores del Purismo, había estudiado con los dos grandes maestros de la escultura neoclásica italiana, Antonio Canova y Bertel Thorvaldsen, y entre sus numerosas obras se encuentra, por ejemplo, la primera estatua jamás realizada de Simón Bolívar, hoy en la plaza homónima de Bogotá. [↩]
12. Desconozco los lazos de Frau Otilia con San Marino que pudieran motivar este nombramiento. De hecho lo desconozco todo sobre esta mujer: lo único que consta en la red de redes sobre ella es su nombramiento como duquesa de Acquaviva en 1876. Si no fuera por esto, ni existiría. [↩]
13. Según algunas fuentes, su nombre era Antonio Serra. [↩]
14. De ocho columnas. [↩]
15. En San Leo se encuentra, además, la concatedral de san León, perteneciente a la misma diócesis que la concatedral de san Marino y, como ésta, subordinada a la catedral de san Bartolomé de Pennabilli. [↩]
16. Wikipedia en italiano afirma que las plumas siempre han sido un símbolo de libertad de vínculos, como si fuera evidente… por lo que no cita ninguna fuente para tal afirmación. Y, de todos modos, ¿por qué de avestruz? [↩]
17. De hecho, existen fotografías reales del antiguo palacio, la Domus Magna Comunis. [↩]
18. Cuando se construyó el Palazzo Pubblico estos eran los únicos castelli de San Marino: los otros cinco sólo tenían categoría de «parroquias». [↩]
19. Sí, lo sé, es exasperante que, comenzando el año 2014, siga refiriéndolo todo a 2011. Dentro de dos artículos publicaré una actualización en la que te pondré al día de todo lo que ha pasado desde entonces. Palabrita del Niño Jesús. [↩]
20. Über einen die Erzeugung und Verwandlung des Lichtes betreffenden heuristischen Gesichtspunkt, «Sobre un punto de vista heurístico relativo a la producción y transformación de la luz». [↩]
21. Über die von der molekularkinetischen Theorie der Wärme geforderte Bewegung von in ruhenden Flüssigkeiten suspendierten Teilchen, «Sobre el movimiento de pequeñas partículas suspendidas en un líquido estacionario, según la teoría cinético-molecular del calor». [↩]
22. Zur Elektrodynamik bewegter Körper, «Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento». [↩]
23. Ist die Trägheit eines Körpers von seinem Energieinhalt abhängig?, «¿Depende la inercia de un cuerpo de su contenido en energía?». [↩]
24. Para los que, como yo, estén más familiarizados con el mundo de la Química que con el de la Física, la IUPAP es la «prima hermana» de la IUPAC en el ámbito de la Física. [↩]
25. En concreto, un átomo según el modelo de Rutherford. No deja de resultar curioso que, con la de modelos atómicos que han aparecido después, el átomo del imaginario popular siga siendo hoy el átomo de Rutherford. [↩]
26. «Descubridor» con matizaciones: para comenzar, no fue el primer europeo en llegar —los vikingos, presumiblemente, ya lo habían hecho cinco siglos antes— y, para seguir, él nunca llegó a saber que había llegado a un nuevo continente, convencido como estaba de que se trataba de Asia. No obstante, fue la llegada de Colón a América la que marcó un antes y un después en la historia de Europa, así que puede decirse que fue realmente Colón quien descubrió América a los europeos. [↩]
27. El seudónimo «Botticelli», parece ser, procede del apodo de su hermano mayor, Giovanni: su gordura, o bien su amor por la bebida, le granjearon el apelativo de Botticello —«barril»—. [↩]
28. En italiano: Le vite de’ più eccellenti pittori, scultori, e architettori. [↩]
29. «Ordinarias» entre comillas, porque seguimos hablando de monedas de metales preciosos. [↩]
30. Los eurosets son «estuches» emitidos por las casas de la moneda de cada país que contienen todas las monedas de circulación correspondientes a ese año, desde 1 euro cent hasta 2 €, en acuñaciones de alta calidad. En ocasiones se incluyen también otras monedas, como las conmemorativas de 2 € de ese año, o alguna moneda de coleccionista —como es el caso de San Marino—. [↩]

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