En esta humilísima serie sobre las monedas de euro llegamos, por fin, al país al que más ganas tenía de llegar. Después de visitar la República de Eslovenia, hoy escribiré sobre las caras nacionales de las monedas de euro del Reino de España.[1]
Aviso antes de comenzar: en esta ocasión me he emocionado y me ha salido un artículo kilométrico, más largo que una semana sin pan, muchísimo más largo que el resto de mis artículos, que ya de por sí suelen ser demasiado largos. No sé si hay alguien de naturaleza humana que pueda leerlo de cabo a rabo de una sentada. Avisado quedas.
El país
Para aquellos que me lean desde fuera de la «piel de toro»,[2] España se encuentra en la esquina sudoccidental de Europa. Hace frontera, al nordeste, con Francia y Andorra; al oeste, con Portugal, y al sur, con Gibraltar —perteneciente al Reino Unido—. Además, pertenecen a España las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla —haciendo frontera con Marruecos—, además de numerosas islas, entre las que destacan los archipiélagos de las Baleares —en el mar Mediterráneo, frente a las costas de Valencia— y las Canarias —en el océano Atlántico, junto al Sahara Occidental—. También es español el municipio catalán de Llivia, en los Pirineos, rodeado completamente por territorio francés.
Al igual que Bélgica, España —cuya capital es Madrid— es una monarquía parlamentaria, siendo su jefe de Estado un rey —Su Majestad Juan Carlos I de Borbón,[3] desde 1975— y su jefe de Gobierno un presidente del Gobierno —valga la redundancia— que es, desde 2004, José Luis Rodríguez Zapatero. En cuanto a la organización territorial del país, España está dividida en 17 comunidades autónomas y las dos mencionadas ciudades autónomas —Ceuta y Melilla—. Las comunidades —que están, a su vez, divididas en provincias— tienen, en general, un alto grado de autonomía respecto del Gobierno central, razón por la que España ha sido a menudo comparada con una federación, al estilo de Alemania o Austria.
España pertenece a la Unión Europea desde el año 1985, fecha en que entró junto con Portugal. Sin embargo, el acceso ya había sido solicitado en 1962, aún bajo la dictadura del general Francisco Franco. Entonces dicho acceso fue denegado, dado que para entrar en la Comunidad Económica Europea era requisito indispensable el contar con un régimen democrático.
Antes del euro: la peseta española
Breve contexto histórico
¡Ah!, la peseta, exclamo con una lágrima de morriña. La peseta, cuyo símbolo era ₧, fue introducida oficialmente mediante decreto el 19 de octubre de 1868, bajo el Gobierno Provisional del general Francisco Serrano. El nombre peseta, no obstante, se encontraba en uso mucho antes. Por ejemplo, el Diccionario de Autoridades del año 1737 afirma, en la página 243 de su tomo V:
PESETA. ſ. f. La pieza que vale dos reales de plata de monéda Provinciál [sic], formada en figura redonda. Es voz modernamente introducida.
Así, la primera peseta fue acuñada en 1869 y emitida en 1870,[4] entrando a formar parte del maremágnum de unidades monetarias que circulaban por aquella época: maravedís, reales, escudos… No sería hasta la época de la Segunda República Española (1931-1939) que la peseta se convertiría en la única moneda de España.
A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, la peseta estuvo sometida a una inflación bastante apabullante: mientras que una inflación superior al 3 % es hoy considerada alta, la inflación española estuvo rondando el 10 % la segunda mitad de la centuria, e incluso superó el 25 % a mediados de los años 1970. Para que te hagas una idea, el SEAT 600 salió a la venta en 1957 por 65 000 pesetas. En 2002, con 65 000 pesetas tendrías dificultades para comprar dos neumáticos. Y yo, que tengo un 600, puedo asegurar que, a ojo de buen cubero, trae cuatro ruedas. Además, al principio de su historia la peseta estaba dividida en 100 céntimos, pero éstos desaparecieron en 1983. Mazinger, en su muy recomendable El Universo Subprime, adjuntaba una elocuente gráfica de la inflación española entre 1960 y 2002, que puedes ver a la izquierda.
Por fin, el 1 de enero de 1999, la peseta puso fin a sus más de 130 años de historia, siendo sustituida por el euro a la razón de 1 € = 166,386 ₧.
Las monedas de la peseta española
Hale, vamos a disfrutar de un sano acceso de melancolía con las fotografías de la última serie de monedas de peseta, emitida en 1989 (imágenes tomadas de Wikipedia, excepto la de la moneda de 10 ₧, que es mía):
Observa la alternancia de colores: plateado-dorado-plateado-dorado… Además, no sé si por casualidad o intencionadamente, las monedas doradas —de broncealuminio— eran las más utilizadas, mientras que las de 1, 10, 50 y 200 pesetas —de cuproníquel, excepto la de una peseta de aluminio— eran más raras.
Tan sólo las monedas de 1 y 500 ₧ tenían un diseño homogéneo: las demás iban cambiando su diseño según el año —por eso he puesto su descripción entre corchetes—. Las monedas de 5 y 25 pesetas se iban dedicando a una comunidad autónoma diferente cada año; así, tenemos:
- 5 ₧:
- 1993: Galicia —Año Santo Jacobeo—.
- 1994: Aragón.
- 1995: Asturias.
- 1997: La Rioja y Baleares.
- 1999: Murcia.
- 25 ₧:
- 1990: Cataluña —Juegos Olímpicos de Barcelona 1992—.
- 1992: Andalucía —Exposición Universal de Sevilla 1992—.
- 1993: País Vasco.
- 1994: Canarias.
- 1995: Castilla y León.
- 1996: Castilla-La Mancha.
- 1997: Melilla.
- 1998: Ceuta.
- 1999: Navarra.
Las monedas de 10, 50, 100 y 200 ₧ también iban cambiando su diseño año tras año, conmemorando diversos acontecimientos.
También quiero llamar la atención sobre la moneda de 50 pesetas, de cuya forma ya hemos hablado: es la forma de «flor española», la misma de la actual moneda de 20 céntimos de euro. La moneda de 50 ₧ fue una de las primeras —si no la primera— en utilizar esta forma. Por otro lado, la moneda de una peseta, la única de aluminio, era una de las más pequeñas del mundo en su época, con un diámetro de tan solo 14 mm. La de 25 ₧, por último, tenía un taladro central, característica poco usual en las monedas occidentales —aunque antiquísima si nos vamos, por ejemplo, a China—.
Los euros españoles
Pues basta ya de mirar al pasado; volvamos la mirada al presente. Las ocho monedas que sustituyeron en la circulación a las pesetas el 1 de enero de 2002 fueron las siguientes:
Si comparamos con la caótica variedad de las monedas de peseta, las monedas españolas de euro nos producen —o, por lo menos, a mí— una relajante sensación de homogeneidad: siguen la norma «un-diseño-por-color» que ya vimos en Alemania, Chipre y Eslovaquia. ¿Y cuáles son esos diseños? Los explicaré brevemente a continuación.
En detalle
0,01 € – 0,02 € – 0,05 €: La Catedral de Santiago de Compostela
El motivo elegido para protagonizar las monedas de menor valor de la serie no es otro que la Catedral de Santiago de Compostela,[5] que constituye uno de los más importantes centros de peregrinación católica de todo el mundo, junto con la Basílica de San Pedro —en la Ciudad del Vaticano— y la Basílica del Santo Sepulcro —en Jerusalén, Israel—.
En concreto, la que aparece representada en las monedas de uno, dos y cinco euro cent es su Fachada del Obradoiro, que comunica con la plaza del mismo nombre.[6] La Fachada del Obradoiro, que data del siglo XVIII, es obra del arquitecto barroco Fernando de Casas Novoa (c. 1670-1750), quien falleció antes de verla acabada, y es, en realidad, una fachada «mártir».
¿Cómo que una fachada «mártir»? Pues sí, porque su función principal —y la razón que llevó a su construcción— es proteger la fachada original, el Pórtico de la Gloria, que se encuentra hoy detrás de la Fachada del Obradoiro, es decir, hay que traspasar la puerta para poder verlo. El Pórtico de la Gloria, románico, fue obra del Maestro Mateo (c. 1150-c. 1200), quien la realizó entre 1168 y 1188, y por la que cobró una importante pensión vitalicia por parte del rey Fernando II de León: 100 maravedís anuales, que, por lo visto, debía ser una pasta bastante gansa.
Además, también podemos ver en la moneda las dos torres que flanquean la Fachada del Obradoiro: la Torre de las Campanas —la de la derecha—, cuya leve inclinación hizo que se construyeran unos contrafuertes para estabilizarla en el siglo XVII, y la Torre de la Carraca, a la izquierda, que contiene una réplica de 2010 de la carraca original de madera de castaño que se utilizaba en lugar de las campanas cuando éstas no podían hacerse sonar —en la Semana Santa, por ejemplo—. Ambas torres tienen una altura de entre 75 y 80 m.
El papa Calixto II, en el año 1122, declaró que todos aquellos años en los que el 25 de julio cayese en domingo tendrían consideración de Año Santo Jacobeo. Esto significa que quien visite la Catedral en Año Santo Jacobeo obtendrá una indulgencia plenaria, es decir, la pena que merecen sus pecados le será perdonada, a condición de que rece alguna oración y reciba los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía.
El diseño de las monedas de 1, 2 y 5 céntimos de euro fue realizado por Garcilaso Rollán Sánchez (1957-), pintor y grabador de la RCM-FNMT —léase el apartado «Generalidades», más abajo—.
0,10 € – 0,20 € – 0,50 €: Miguel de Cervantes
Saltamos ahora desde un grande de la arquitectura a un grande de la literatura: don Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), representado en las monedas españolas por Begoña Castellanos García (1967-).
Cervantes es, casi sin discusión, el autor cumbre de la literatura española, y también uno de los autores canónicos de la literatura universal, situando su apellido junto a los de Shakespeare, Dante, Montaigne y Goethe. Participó, en 1571, en la batalla de Lepanto, en la que la Liga Santa —conformada por España, Venecia, los Estados Papales, Génova, Saboya y la Orden de Malta— combatió contra el Imperio otomano para frenar el expansionismo que éste estaba llevando a cabo por el mar Mediterráneo. Cervantes se mostró siempre orgulloso de haber participado en la batalla de Lepanto; de hecho, es muchas veces llamado «el Manco de Lepanto», ya que resultó herido en su mano izquierda en esta lid.
Fue llevado preso a Argel cuando volvía de la batalla, en 1575, y no fue liberado, tras el pago del correspondiente rescate, hasta 1580. Los últimos años del siglo XVI trabajó en Sevilla como comisario de abastecimientos, un empleo humilde que consistía en requisar alimentos para las expediciones del rey Felipe II de Habsburgo, y en 1597 fue encarcelado de nuevo; al parecer, por haberse apropiado de dinero público. Estas dos circunstancias —su estancia en la cárcel y su empleo como comisario— parecen haber sido sustanciales para su obra, pues le dieron la oportunidad de conocer a todo tipo de gentes, que serían más tarde personajes de sus obras literarias. De hecho, es en la Cárcel Real de Sevilla donde Cervantes afirmó haber «engendrado» su obra cumbre: Don Quijote de la Mancha.
Don Quijote de la Mancha es considerada la primera novela moderna, máximo exponente de la literatura española y una de las más importantes de la literatura universal. Fue publicada en dos partes: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, en 1605, y El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, diez años después. Se trata de una de las obras más traducidas del mundo: tan solo siete años después de la publicación de la primera parte apareció la primera traducción: The delightfull history of the wittie knight, Don Quishote vjd, realizada en 1612 por Thomas Shelton.
Como curiosidad, aunque suele decirse que Cervantes y Shakespeare fallecieron el mismo día —el 23 de abril de 1616— esto no es cierto por dos razones. La primera: el 23 de abril no es la fecha del deceso de Cervantes, sino la de su entierro, pues la muerte le sobrevino el día anterior. La segunda: Shakespeare falleció el 23 de abril… según el calendario juliano, que era el que se empleaba en la época en el Reino Unido, y que se corresponde en realidad con el 3 de mayo de nuestro calendario gregoriano. En resumen: once días separan las muertes de estos dos gigantes de la literatura universal.
Por último, también resulta curioso que ninguno de los retratos de Cervantes conocidos hoy en día sean retratos reales: todos están basados, en realidad, en descripciones del escritor redactadas por él mismo. Así que, quién sabe, a lo mejor en realidad era un cardo borriquero que se describía a sí mismo como un atractivo y engolado galán, y así ha pasado a la posteridad.
1,00 € – 2,00 €: Juan Carlos I
Las monedas de mayor valor de la serie española muestran la efigie de S. M. el rey de España, Juan Carlos I de Borbón (1938-), que ha sido diseñada por el grabador Luis José Díaz Salas (1967-).
Juan Carlos I nació en Roma el 5 de enero de 1938, estando su familia en el exilio desde la proclamación de la Segunda República Española. Tras la finalización, en 1939, de la Guerra Civil Española, accedió al poder en España el general Francisco Franco (1892-1975), que se había sublevado contra el gobierno republicano junto con otros miembros del Ejército y la Guardia Civil, y Juan Carlos se trasladó al Palacio de la Zarzuela (Madrid) en 1948, con diez años de edad, para ser educado en España. En 1968, Juan Carlos fue designado sucesor de Franco,[7] a condición de que jurara respetar y perpetuar los principios del régimen dictatorial franquista. No obstante, tras la muerte del militar, el recién nombrado Juan Carlos I apoyó la puesta en marcha de los mecanismos necesarios para iniciar una transición que llevara al país hacia un régimen democrático.
Hoy, Juan Carlos I es uno de los líderes mejor valorados de Iberoamérica, publicaba El Mundo en 2008, debido seguramente a que su función es eminentemente moderadora: sobre el rey español no recaen funciones directas de gobierno, sino que es una figura meramente representativa.
Casi se me olvida mencionar que el canto de la moneda de 2 € es el que hemos bautizado como Tipo 1: la secuencia «2 ★ ★» repetida seis veces, del derecho y del revés.
Generalidades
Ahora que ya he hablado de lo que diferencia a las monedas españolas, veamos lo que las une. Lo primero, cómo no, son las doce estrellas de la Unión, en su disposición correcta, tal y como mandan las Recomendaciones de la Comisión Europea de las que hablé en el artículo sobre las monedas del euro. Aparece también el identificador de país, que es la palabra «ESPAÑA», el año de acuñación —por eso las monedas vienen datadas desde 1999; si no sabes de qué hablo, consulta el artículo sobre Alemania— y la marca de ceca. La marca de ceca, una «M» coronada, se corresponde a la Real Casa de la Moneda – Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, abreviada como RCM-FNMT. La «M» viene de Madrid, de la época en que había varias cecas en España, cada una con su marca.[8]
Hay dos detalles sobre los que quiero llamar la atención, y que normalmente podrían pasar desapercibidos. En primer lugar, el año de acuñación aparece, en las monedas de 1 y 2 €, dividido en dos partes, con la estrella de las seis en punto en medio —por ejemplo: «19★99», «20★05», etc.—. En segundo lugar, no todas las estrellas son iguales: algunas de las doce estrellas aparecen en bajorrelieve, incluidas dentro de un sector en relieve. Esas estrellas son, en las monedas pequeñas, las de las 8, 9, 10, 11 y 12 en punto; en las medianas, las de las 12, 1, 2 y 3 en punto, y en las de 1 y 2 €, las de la 1, 2, 3 y 4 en punto, según las posiciones del reloj. Reclamo tu atención sobre estos detalles porque son los que diferencian las dos series españolas del euro.
Porque, sí, España tiene una segunda serie de monedas.
2010: La segunda serie
Foto al canto: la segunda serie de las monedas de euro de España.
Como se puede apreciar, las diferencias son mínimas. Para empezar, las estrellas en bajorrelieve han desaparecido, de modo que ahora todas son iguales y aparecen en relieve positivo. En las monedas de 1, 2 y 5 euro cent, el año aparece un poco más arriba que en la primera serie, pero eso es todo. Las monedas medianas son idénticas a la serie anterior, excepto por lo ya mencionado.
Las monedas de 1 y 2 €, por el contrario, cambian más: la palabra «ESPAÑA», que antes aparecía también en bajorrelieve, aparece ahora en relieve positivo. Además, la marca de ceca, la «M» coronada, que antes aparecía junto a la barbilla del rey Juan Carlos, se ha desplazado a su nuca, para hacer sitio al año de acuñación, que ya no se encuentra en el anillo externo de las monedas. Así que, como se ve, los diseños propiamente dichos permanecen inmutados.
Las monedas conmemorativas
Monedas conmemorativas de dos euros
Hablemos ahora, por fin, de las monedas conmemorativas de dos euros españolas. España ha emitido, hasta la fecha, cinco monedas conmemorativas. Dos de ellas son las emisiones conjuntas —«Tratado de Roma» y «10 años de euro»— y otra fue emitida en 2005 para conmemorar los 400 años de la publicación de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, novela de la que ya hemos hablado. Las otras dos monedas son más especiales, y antes de hablar de ellas estaría bien que echásemos nuestra vista atrás.
A principios de abril, en el artículo sobre las monedas de euro de Alemania, vimos que este país lleva emitiendo, desde 2006, una serie de monedas conmemorativas dedicadas a un Bundesland[9] cada una. Pues resulta que la RCM-FNMT tomó la idea y la adaptó, de modo que, en 2010, comenzó la serie Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Y, si Alemania no terminaría la serie de los Bundesländer hasta 2021, los españoles tendremos serie de la UNESCO hasta el año 2050, si se conmemoran los 41 Patrimonios de la Humanidad de que consta España. Olé nuestros h**vos. Las monedas de la serie de la UNESCO emitidas hasta la fecha han sido dos:
- 2010: Centro histórico de Córdoba. En el año 1984, la UNESCO declaró la Mezquita de Córdoba como Patrimonio de la Humanidad, y en 1994 expandió este honor a gran parte del casco antiguo de la ciudad. La Mezquita es, junto con la Alhambra de Granada, uno de los monumentos más importantes de toda la arquitectura islámica española, y fue convertida en el siglo XIII en catedral católica, uso que mantiene hoy. Otros monumentos que también están incluidos son el Palacio Episcopal o la Sinagoga de Córdoba, por poner algunos ejemplos. En la moneda aparece el interior de la Mezquita.
- 2011: Alhambra, Generalife y Albayzín, Granada. Aunque en la moneda sólo aparezca el Patio de los Leones de la Alhambra de Granada, que data de 1377, también están incluidos en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO el Generalife —villa ajardinada cercana a la Alhambra, de finales del siglo XIII— y el barrio granadino del Albayzín, que conserva el entramado urbano de las ciudades islámicas nazaríes.
Las emisiones programadas para los próximos años son la Catedral de Burgos, para 2012; el Monasterio y Sitio de El Escorial, en 2013; las obras de Antoni Gaudí, en 2014, y la Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del norte de España, en 2015.
Monedas de coleccionista
El asunto de las monedas de coleccionista españolas es tan extenso que no lo trataré en profundidad aquí, pues casi merecería otro artículo independiente. España ha emitido, hasta 2010, 141 monedas de coleccionista, de modo que es imposible detallarlas todas aquí, y además las denominaciones de dichas monedas son muy diversas. Como curiosidad, es costumbre de la RCM-FNMT poner nombres tradicionales a las monedas, dependiendo de su valor facial, como veremos ahora.
La denominación más alta es la de 400 € o, según la nomenclatura tradicional de la Real Casa de la Moneda, 8 escudos. Las monedas de 8 escudos están hechas de oro de 999 milésimas, y se han emitido en total 8 monedas: una cada año, excepto en 2004 y 2007 —que no hubo ninguna— y en 2006 —que se emitieron dos—. Y, ya que no puedo hablar de las ocho, diré por lo menos algo de la primera: emitida en 2002, celebraba el Año Internacional de Gaudí, y mostraba el busto del artista en su anverso y la Casa Batlló en el reverso.
A continuación tenemos el valor facial de 200 €, que son, lógicamente, 4 escudos según la nomenclatura tradicional. El metal es el mismo que el de las monedas de 8 escudos, oro 999, pero son el doble de abundantes: se han emitido 16 monedas en total, la primera en 2002. Ésta se acuñó con motivo de la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón 2002, dentro de una serie muy curiosa: la moneda de 4 escudos llevaba en su anverso una gran letra «G» mayúscula, que formaba la palabra «GOL» al juntarla con las otras dos monedas de aquella serie, ambas de 10 € de plata, una con la «O» y otra con la «L».
Las monedas de 100 euros, tradicionalmente 2 escudos —como el lector ya habrá adivinado— son la última de las emisiones en oro, también de 999 milésimas, si bien veremos excepciones más adelante: monedas de 100 euros que no son de oro y monedas de oro de menos de 100 €. Sólo han sido emitidas cuatro: una en 2003, dentro de la serie de la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006; otra en 2004, dentro de la misma serie; otra en 2009, en la serie de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, y otra en 2011 —aunque por orden ministerial de diciembre de 2010— dentro de la serie Joyas Numismáticas.
Esta última serie tiene como objeto conmemorar las piezas más importantes de la numismática hispana: las monedas de la serie Joyas Numismáticas tienen como motivo monedas importantes que circularon por territorio español a lo largo de la Historia. En concreto, los 2 escudos de 2011 muestran un triente[10] del rey visigodo Suintila, del siglo VII.
Ahora entramos a los valores de plata, siendo el primero el de 50 €, cuyo nombre tradicional no es «1 escudo».[11] Las monedas de cincuenta se llaman Cincuentines, y son de plata esterlina, es decir, de 925 milésimas. La RCM-FNMT ha emitido, hasta 2010, 13 Cincuentines, el primero en 2002, celebrando el Año Internacional de Gaudí —dentro de la misma serie que los ocho escudos de aquel año—. El Cincuentín de 2002, en lugar de la Casa Batlló, mostraba otra gran obra del Maestro Gaudí: el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.
Y nos vamos, por último, a las monedas de 8 reales, que es como llaman a las monedas de 10 €, fabricadas también en plata esterlina. Las monedas de diez euros son, con diferencia, las más abundantes: 69 monedas han sido emitidas entre 2002 y 2010. La primera de ellas, de 2002, celebraba la Presidencia española de la Unión Europea, y en ella aparecía un mapa de la Unión Europea, en su reverso, y la efigie de S. M. Juan Carlos I, en el anverso.
Bien, pues ya hemos recorrido todos los valores usuales de las monedas conmemorativas españolas. Sin embargo, hay excepciones:
- 300 €: La RCM-FNMT ha emitido, a lo largo de su historia, dos monedas de 300 euros, que son, tal vez, las más curiosas de la colección española. La de 2005 conmemora el Mundial de Fútbol de Alemania, y la de 2006 la victoria española en el Mundial de Baloncesto de Japón, y ambas llevan dibujado un balón en su diseño, lo cual es importante —ya verás por qué—. Su forma no es circular, sino dodecagonal, es decir, de polígono de doce lados. Además, son bimetálicas, pero no del tipo al que estamos acostumbrados. Normalmente, las monedas bimetálicas constan de dos campos: un anillo exterior y un disco interior —por ejemplo, la moneda de 2 € de toda la vida—. En cambio, las dos monedas españolas constan de tres campos: el anillo exterior es de plata esterlina, el disco interior es de oro 999… y el balón del diseño constituye un tercer campo, de plata esterlina también. Si no te queda muy claro, a la derecha tienes una imagen de una de las monedas.
- 100 €: Además de las monedas normales de 100 euros, en la serie Joyas Numismáticas se emitió otra que no era de oro, sino de plata esterlina bañada en oro. Conmemoraba un Centén o moneda de 100 escudos de la época de Felipe III de Borbón, así que esta moneda no recibió el nombre tradicional de «2 escudos» como las monedas de oro, sino que se le puso el nombre de Centén.
- 20 €: Se han emitido 6 monedas de veinte euros: cinco de oro 999 —una cada año desde 2007— y una de plata esterlina, en 2010, para conmemorar la victoria española en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Las monedas de 20 € de oro tienen la peculiaridad de ser diminutas: menos de 14 mm de diámetro, es decir, más pequeñas que las antiguas monedas de 1 peseta —y, por descontado, bastante más pequeñas que las de un céntimo de euro, que superan los 16 mm—.
- 12 €: La RCM-FNMT emite, cada año, una moneda de doce euros, en plata esterlina. Las monedas de 12 € son las sucesoras de las antiguas monedas de plata de 2 000 ₧, que se llevaban emitiendo desde 1994; de hecho, 2 000 ₧ son, exactamente, 12,02 €.
- 5 €: En 2010 comenzó la serie Capitales de Provincia y Ciudades Autónomas, constituida enteramente por monedas de 5 euros de plata esterlina. Esta serie dedica una moneda a cada una de las 52 capitales de provincia de España; en el año 2010 se emitieron las de Almería, Huesca, Las Palmas de Gran Canaria, Santander, Ávila, Albacete, Barcelona, Ceuta, Melilla, Madrid, Pamplona y Alicante.
En la página web de la RCM-FNMT puedes ver todas las emisiones de monedas de coleccionista. Y, con esto, finaliza —¡por fin!— este kilométrico artículo sobre las monedas de euro de España. Si han pasado menos de 24 horas desde que lo empezaste, háztelo mirar porque lo tuyo no es normal. Si no has perdido aún las ganas de vivir, en el próximo artículo tendremos más: hablaré de la República de Estonia, la «novata» en esto de los euros.
- Catalán: Regne d’Espanya; gallego: Reino de España; occitano: Regne d’Espanha; vasco: Espainiako Erresuma. [↩]
- Así llaman algunos poéticamente a España, o a toda la Península Ibérica, aunque supongo que más que porque parezca una piel despellejada, que podría ser la de casi cualquier animal, será porque el toro es un animal emblemático de la cultura hispánica. [↩]
- Su nombre completo es Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias. [↩]
- La moneda llevaba acuñado el año de emisión, no el de acuñación. [↩]
- Dedicada al apóstol Santiago el Mayor, que es considerado el Patrón de España. [↩]
- Obradoiro significa «taller» en gallego: parece ser que el taller de los canteros estaba situado en esta plaza durante la construcción de la catedral. [↩]
- Esto constituía una anomalía en la línea sucesoria al trono español, pues, de iure, el trono no le correspondía a él sino a su tío, Jaime de Borbón. Sin embargo, éste había renunciado a sus derechos para casarse con Emmanuella de Dampierre, que no pertenecía a la realeza, de modo que la sucesión recaía en el padre de Juan Carlos, don Juan de Borbón, Conde de Barcelona. Resulta, no obstante, que Franco y don Juan no se tragaban el uno al otro, así que Franco nombró a Juan Carlos y no a su padre como su sucesor. [↩]
- Desde el reinado de Isabel II, las marcas fueron: «B» para Barcelona, «MA» para Manila, «JA» para Jubia —en Neda, provincia de La Coruña—, «M coronada» para Madrid, «PP» para Pamplona, un acueducto para Segovia y «S» para Sevilla. [↩]
- Estado Federal. Alemania está dividida en 16 Bundesländer. [↩]
- El triente era una antigua moneda visigoda de oro. En la República Romana también existió una moneda denominada «triente», que valía la tercera parte de un as, pero los trientes visigodo y romano no parecen tener relación entre sí. [↩]
- Te pillé, ¿eh? [↩]
The El euro: España by Saúl Iglesias Prieto, unless otherwise expressly stated, is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Spain License.
{ 13 } Comentarios
¡Por fin llegamos a las monedas que más abundan en mi monedero…!
Un par de precisiones históricas:
Una: las monedas de 25 pesetas de la última serie tenían un agujero central, lo que heredaron de las monedas de uno y dos reales (o sea, 25 y 50 cts. de peseta, o sea, una sexta o una tercera parte de céntimo de euro, respectivamente, al cambio) que existían cuando yo era niño. O sea, hace cincuenta y pico años. Y la moneda de un real era bastante más grande, aunque más fina, que la de dos reales… cosas de la numismática. Entonces con 50 cts. de peseta te podías comprar algunas mercaderías muy importantes para los infantes de la época, como una bolsa de pipas, un sobre de cromos o una docena de caramelos…
Dos: Que la fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago se construyó para proteger el pórtico de la Gloria es una leyenda urbana. En realidad, en el barroco, Siglo XVIII, simplemente no gustaban nada, pero nada, las purísimas líneas románicas de la Catedral, así que procedieron a taparla sistemáticamente, rodeándola de una fachada acorde con el recargado estilo de la época: barroco. Y en la fachada principal echaron el resto… Todo esto se ve perfectamente desde las cubiertas de la catedral, donde se ve cómo la catedral románica está “envuelta”, o mejor, “ocultada” por una caja de piedra… Afortunadamente esto, además, protegió efectivamente el pórtico de la Gloria, pero no fue ésta su función original.
En cualquier caso, amigo Saúl… ¡Menudo artículo te has marcado!
¡Felicidades!
Mac
Excelente artículo, y si, me lo leí de un tirón!
Faltó esta: http://www.publico.es/140505/homer-simpson-tiene-su-propio-euro
por cierto, que es un “cardo borriquero” ?
Saludos
“Cardo borriquero”. Feo, basto (con b, no con v), persona de trato desagradable… lo contrario de bonito, vaya.
Supongo que sabes lo que es un cardo: una planta del campo que tiene un montón de pinchos y no vale para nada… salvo los que se comen los burros: “cardos borriqueros”. Todo el campo de la meseta central española está llenito de cardos en verano, es una planta muy nacional.
Una duda, cuando dices “Las monedas de 8 escudos están hechas de oro de 999 milésimas, y se han emitido en total 8 monedas” ¿Te refieres a ocho tipos de monedas o tan sólo ocho unidades, de tal forma que solo hay ocho monedas de 400€?
Pues yo tenía entendido que la considerada como «primera novela moderna de la Historia» era Tirant Lo Blanch, muy admirada por Cervantes por cierto (es una de las dos novelas que se salvan de la quema en El Quijote. Nunca me acuerdo de cuál es la otra…)
Pero vamos, que estoy seguro que en todos lados tienen «la primera novela moderna». Esto es un poco como las catedrales: ve a la que quieras, y seguro que te dirán que es la única/mayor/mejor en algo de todo el país/continente/mundo.
Bueno, es una lastima que no entre en la serie pararse en las pesetas, por que tienen bastante historia. Bueno, supongo que todas, pero esta me la conozco Como curiosidad que creo que ya dije, habia dos monedas de 100 pesetas cada año, segun donde apuntase la flor de lis (con las monedas de una libra tambien pasa) ademas las monedas de 25 y de 5 eran un autentico desastre y daban para tener varias cada año con la variedad de defectos (no recuerdo exactamente, pero en una de un caballo tenia como una “pata” mas), pero bueno, para coleccionarlas siguen vivas, yo me pasaria a coleccionar euros, pero la verdad es que llenar albunes y albunes cada año, no es tan gracioso. Ahora que caigo, supongo que sera comun en todos lados, pero existen las monedas de cuando hicieron las pruebas del euro, las de churriana, ¿siguen siendo de curso legal?
En cuanto a conmemorativas, no has comentado las que salieron antes, yo tengo las dos series de plata esas del 97 y del 98, las que molan son las de 25 euros que son un tochon gigantesco, bueno, de hecho creo que son igual de grandes que las que ponen ahora de 50, es curioso.
@ MrTrt:
Con “8 monedas” quiero decir ocho tipos diferentes, no ocho unidades. Las monedas conmemorativas son escasas, sí, pero no tanto Para que te hagas una idea, cada moneda tiene una tirada de unas 3000 – 5000 unidades.
¿Que hicieron con los millones de monedas que ya no están en circulación por “culpa” del Euro?
¿Fueron fundidas o están “por ahí”?
Saludos
La mayoria fundidas, recicladas posiblemente que esta de moda, pero muchas andan por ahi en manos de coleccionistas, diria que muchisimas, pero no tantas como circulaban, pero vamos, cuando una moneda deja de entrar en circulacion sus existencias van disminuyendo, a alguien se le cae en el retrete o el hijo del vecino se las mete en la boca dejando de ser nueva, por eso van aumentando de precio con los años. Pero la verdad es que quedan en manos de coleccionistas una cantidad enorme y estos suelen cuidarlas (yo tengo muchos miles de pesetas en duros, varios repetidos) asi que hasta que no hay cambio generacional y los hijos no desprecian la estupidez de los padres al guardar monedas no se revalorizan realmente. Aunque en la epoca actual, en que las monedas realmente valen poco, la gente se guarda muchas mas, es una lacra para la revalorizacion de las colecciones. Por ejemplo las monedas de franco eran realmente baratas, algunas no mucho mas de su valor facial y teniendo en cuenta la inflaccion, se puede considerar que algunas valian menos de lo que valian en su tiempo. Con todo siempre hay monedas raras aunque no lo parezcan, no monedas de coleccionistas, alguna monedas que circularon se hicieron pocas. Yo tengo una peseta de esas de cobre que la ultima vez que me informe de su precio eran cien mil pesetas (si, hace años de eso) y habia una de cincuenta pesetas de las ultimas en las que la cabeza del rey era mas grande (los cabezones) que tambien valia su pasta, tiene su gracia el mercadeo la verdad. Pero bueno, no preguntabas eso, pero recuerdo el regateo en la plaza real y me pongo nostalgico.
Pues si Cervantes se apropió de dinero público tenemos ladrones en seis de las ocho monedas.
¡Así va el país!
Hola, solo quería saber si la fotografía de la moneda de 10 pesetas de 1985, es la correcta, porque si es así, dispones de una moneda con un GRAN ERROR, te comento en 1985 todas las monedas tienen la CECA REDONDEADA a excepción de unas pocas como la que pones en la Web, si la imagen corresponde a dos monedas entonces NO, un saludo y ojala sea el ERROR, ya me contarás.
@Jesus:
Sí, ambas fotos son de la misma moneda, y acabas de informarme de algo de lo que no tenía ni idea He echado un vistazo por Internet y tienes razón, puede que tenga una pequeña joya en mi colección. Cosa rara, porque como coleccionista de pesetas soy muy modesto (mi «especialidad» son los euros).
¡Muchas gracias por tu comentario! Me has dado una alegría hoy. Y gracias por leerme
P.D.: Por cierto, que por lo que veo, parece que también tiene un ligero repintado en el reverso, ¿no? (pregunto porque no sé casi nada de errores y variantes).
Tengo la dos 2€ España 2009
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