El euro: San Marino
Bienvenido al penúltimo artículo de la serie El euro, en la que vamos, país por país, aprendiendo cosas nuevas sobre las caras nacionales de la moneda común europea. Tras un verano agotador y un semestre especialmente duro en la universidad, durante el cual he tenido que abandonar provisionalmente esta serie —muy a mi pesar, debo añadir—, vuelvo con energías renovadas y ganas de terminar esta serie de una vez: lo que nos queda por delante promete ser apasionante. En el artículo anterior habíamos llegado a la República Portuguesa, cuyos euros analizamos a fondo; en esta ocasión volaremos a la península itálica para dar allí las últimas pinceladas de esta serie. Hablemos, querido lector, de la Serenísima República de San Marino.[1]
El país
San Marino, el tercer país más pequeño de Europa, es un territorio que podría dar mucho que hablar. Fundada en el año 301 sobre el monte Titano, dentro de lo que hoy es Italia, fue la segunda república de la Historia —la primera fue la República Romana, fundada en 509 a. C.—, por lo que hoy es la república más antigua que sobrevive. Esta antigüedad se refleja en su nombre oficial, «Serenísima República» de San Marino: lo de «Serenísima República» puede sonar hoy gracioso, pero tiempo atrás fue la última moda en Italia.[2]
La organización del Estado también es testigo de la tradición atesorada durante más de milenio y medio. En herencia de las costumbres de la Antigüedad, la jefatura del Estado no es asumida por una persona, sino por dos, llamadas Capitanes Regentes.[3] Los Capitanes Regentes son elegidos cada 6 meses, en abril y octubre; ocupan el cargo desde el 1 de octubre de 2013 Anna Maria Muccioli y Gian Carlo Capicchioni. Curiosamente, suele darse el caso de que ambos Capitanes Regentes sean de partidos políticos distintos, causando lo que se denomina cohabitación.[4] Por otro lado, la figura del jefe de gobierno no existe formalmente: sus funciones son asumidas por los capitanes regentes o por el Congreso de Estado,[5] aunque últimamente es el Secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Políticos quien ha comenzado a interpretar este papel.
San Marino se encuentra dividido, a pesar de su pequeño tamaño, en nueve castelli —«castillos», en italiano—: la Ciudad de San Marino[6] —que es la capital del país—, Acquaviva, Borgo Maggiore, Chiesanuova, Domagnano, Faetano, Fiorentino, Montegiardino y Serravalle —en el que se encuentra la mayor ciudad del país: Dogana, con 7 000 habitantes—. E, igual que sucedía con Mónaco, no pertenece a la Unión Europea: usa el euro en virtud de un acuerdo con la República Italiana. Sigue leyendo ›
- En italiano: Serenissima Repubblica di San Marino. [↩]
- Así lo atestiguan la Serenísima República de Venecia (697), la Serenísima República de Génova (1005) o la Serenísima República de Lucca (1160). Incluso al príncipe de Mónaco se le sigue tratando hoy como «Alteza Serenísima». [↩]
- En italiano: Capitani Reggenti. [↩]
- Se hacía de modo parecido en la República Romana: cada año se elegían dos cónsules, cada uno con poder de veto sobre su colega. Por otro lado, no quiero imaginar lo que pasaría si, por ejemplo, en España tuvieran que gobernar a la vez Rajoy y Rubalcaba… [↩]
- En italiano: Congresso di Stato. [↩]
- En italiano: Città di San Marino. [↩]