Tras la presentación de la serie, en este primer artículo voy a explicar la concepción inductivista de la ciencia. Podríamos decir que es la más popular fuera del mundo académico; incluso en la actualidad es compartida por un gran número de científicos. Esto resulta curioso, porque si sometemos esta concepción a un análisis serio y riguroso aparecen varios problemas, algunos de ellos de muy difícil solución. De hecho estoy convencido que ningún filósofo de la ciencia actual está dispuesto a defenderla.
Posiblemente esté tan extendida porque fue la primera en formularse, pero creo que la razón principal es su gran atractivo para los defensores de la ciencia porque la presenta como si fuera superior al resto de actividades humanas. De hecho, es la más utilizada cuando se pretende desacreditar la religión, los mitos o establecer diferencias entre la ciencia y una serie de disciplinas “intrusas” como el marxismo o la psicología.
El primero en formularla fue el empirista inglés Francis Bacon en el siglo XVII. De la misma forma que Aristóteles, pensó que el método científico constaba de dos momentos: la inducción y la deducción, pero contrariamente al griego, le dio mas importancia a la inducción. Bacon formuló estas ideas en el Novum organum scientiarum publicado en 1626; como veremos, sus ideas han llegado en muy buena forma hasta nuestros días. En el libro afirma que el hombre es capaz de poner la naturaleza a su servicio y la mejor forma de hacerlo es tener un conocimiento adecuado sobre ella. Si hasta entonces los resultados de la humanidad (magos, alquimistas, etc.) eran tan pobres -según Bacon- era por la falta de un método a seguir para la adquisición del conocimiento.
Podríamos resumir la concepción inductivista con la siguiente definición:
La ciencia se deriva de los hechos. Los hechos son afirmaciones sobre el mundo que pueden ser verificadas directamente utilizando los sentidos. Si la observación se realiza correctamente constituirá una base segura y objetiva del conocimiento.
Los empiristas y los positivistas son dos de las escuelas que han intentado formalizar esta visión de la actividad científica. Los representantes más ilustres, aparte de Bacon, son John Locke, George Berkeley y David Hume. Los dos pilares fundamentales se encuentran en la primera frase de la definición: los “hechos” y el “se deriva”.
Los hechos son afirmaciones sobre el mundo que se dan a un observador cuidadoso y sin prejuicios utilizando los sentidos (cualquiera de ellos, pero principalmente la vista porque es el sentido que mas utilizamos); estos hechos constituyen la base de la ciencia y son totalmente anteriores a la teoría e independientes de ella.
Así pues, el científico que se disponga a crear una nueva y revolucionaria teoría científica ha de respetar los requisitos anteriores. Las opiniones subjetivas no valen en absoluto, no pueden influir lo más mínimo en sus conclusiones y tiene que tener cuidado y ser riguroso con los experimentos que realice. Si el científico consigue esto, sus experiencias serán fiables, objetivas y supondrán una base correcta para la ciencia.
Una afirmación extendida es que la ciencia moderna apareció cuando la experiencia fue tomada en serio: Un axioma aceptado de la teoría aristotélica era que la velocidad de los cuerpos en caída libre era determinada por sus pesos. Así pues, una piedra que pesara 2 kg caería el doble de rápido que una que pesara 1 kg. Esta regla fue cuestionada por Galileo: para demostrar que no era cierta, el italiano realizó una serie de experimentos con bolas de diferentes masas y rampas. Sus experiencias demostraron que la idea de Aristóteles era incorrecta, y que la masa no influye en la velocidad de caída si no es a causa del rozamiento.
Una vez realizadas las observaciones han de derivarse las teorías científicas. Este “derivar” ha de entenderse como una deducción lógica, que llamaremos inducción. El inductivista piensa que si se realizan un gran número de observaciones es lícito generalizarlas y crear, a partir de ellas, leyes de carácter universal. Utilizando este procedimiento se traslada la seguridad y la objetividad de las observaciones hasta las leyes.
El científico partirá de un conjunto limitado de observaciones, por ejemplo: bolas que caen por rampas, satélites que giran alrededor de planetas, mareas, etc. Entonces el científico se dedicará a recoger datos y registrarlos de forma ordenada y minuciosa. Por supuesto que el investigador puede ampliar las capacidades de sus sentidos utilizando instrumentos como el telescopio o el microscopio. Bacon pensaba que si esto se realizaba de forma correcta, las leyes de los fenómenos se nos harían visibles comparando todos estos datos.
Entonces se generalizan los resultados obtenidos utilizando la inducción y se elaboran toda una serie de hipótesis para explicar el resultado, por ejemplo: todas los cuerpos caen hacia el suelo, el agua y la tierra tienden a ir hacia abajo porque es su movimiento natural, las masas se atraen, etc. Posteriormente se intentarán demostrar las hipótesis… si se realiza un gran número de experimentos en una gran variedad de situaciones distintas y ninguna de ellas contradice la hipótesis, entonces la inducción será válida y por lo tanto quedará constituida la teoría.
Como he dicho anteriormente, estas leyes serán seguras y describirán la realidad de forma correcta (demostrada).
Finalmente, con las leyes y las teorías obtenidas podemos hacer predicciones que serán legitimas porque utilizaremos otro procedimiento lógico: la deducción. Si establecemos una ley que diga “el agua pura se congela a 0ºC” entonces podríamos considerar el siguiente argumento: El agua pura se congela a 0 ºC; un vaso contiene agua pura, por lo que si la temperatura baja a 0 ºC el agua del vaso se congelará (si se le da el tiempo suficiente). Esta es una predicción lógicamente válida a partir de su premisa.
Hay mil ejemplos más sobre esto; posiblemente uno bastante claro sea la predicción de la existencia de las ondas hertzianas. A mediados de los años 1860, Maxwell formuló una teoría electromagnética que entendía los estados eléctrico y magnético como estados mecánicos de un éter omnipresente. Aunque Maxwell no se dio cuenta, esta teoría predecía la posibilidad de las ondas de radio y así fue: después de dos años de brillantes investigaciones experimentales, el físico alemán Heinrich Hertz consiguió producir ondas de radio en su laboratorio.
Así pues, si seguimos esta serie de pasos podemos decir que se ha definido un método científico. En resumen y sacándolo directamente de la Wikipedia:
- Observación: consiste en la observación de fenómenos bajo una muestra.
- Descripción: trata de una detallada descripción del fenómeno.
- Inducción: la extracción del principio general implícito en los resultados observados.
- Hipótesis: planteamiento de las hipótesis que expliquen dichos resultados y su relación causa-efecto.
- Experimentación: comprobación de las hipótesis por medio de la experimentación controlada.
- Demostración o refutación: de las hipótesis.
- Comparación universal: constante contrastación de hipótesis con la realidad.
Si el científico se salta algún paso, por ejemplo, da por válida una hipótesis habiendo observado un fenómeno que la contradice o no es del todo objetivo y se deja llevar por opiniones personales o intereses económicos, la teoría no será considerada científica y por lo tanto desechada.
Posiblemente esta descripción de la ciencia y del método que sigue parece lógica y razonable. En la siguiente entrega voy a tratar el concepto de “observación”, a ver si esta tan fundamentado y es tan coherente como parece a simple vista.
Fuentes:
- Ciencia
- Francis Bacon
- Alan F.Chalmers: ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?
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{ 14 } Comentarios
Awaca, ¡menudo nivel! Acabas de ganarte un seguidor incondicional. Lo de poner en entredicho un concepto tan aparentemente asentado de “observación” me va a gustar, estoy seguro. Además presiento que la Cuántica (actualmente trato de rumiarla) va a tener un destacado papel en la serie.
A riesgo de adelantarme, pero me has recordado una discusión en que me vi envuelto.
“Finalmente, con las leyes y las teorías obtenidas podemos hacer predicciones que serán legitimas porque utilizaremos otro procedimiento lógico: la deducción. Si establecemos una ley que diga “el agua pura se congela a 0ºC” “
El ejemplo del agua es típico, pero las temperaturas de ebullición y fusión se ven (o eso creo) afectadas también por la presión. El caso es que la repetición de un hecho no es garante de que se vuelva a repetir, como la aparición conjunta de dos fenómenos implican relación entre ambas.
Uno de los empiristas, Hume, abogaba por las leyes que enunciamos como intentos de nuestra mente de dar sentido a la naturaleza que nos rodea, estableciendo pautas en base a la experiencia que permitan operar en ella y hacer predicciones con visos de cumplirse, pero que en el fondo no eran demostrables logicamente.
Es por ello por lo que Popper desarrolla sus tesis falsacionistas.
Y por otro lado, broma obligada por el título:
¿ciencia? ¿Qué es la ciencia? dices mientras clavas en mi pupila tu artículo sagaz ¿ciencia? ¿y tu me lo preguntas? ciencia es el tamiz
Como complemento, hay toda una rama matemática dedicada al estudio de estas cuestiones. Tiene el sugerente nombre de “Teoría del aprendizaje” y viene a ser algo así como “el estudio de la cantidad de información que se puede inferir a partir de suscesos experimentales”. Vamos, si es posible deducir verdades científicas a partir de la experimentación como el método que se propone en la entrada. Los resultados no los conozco al dedillo pero parece ser que es IMPOSIBLE conseguir establecer leyes naturales meridianamente razonables por este método (solo aproximaciones que pueden ser suficientemente buenas para tus propósitos, o no)
@Mazinger,
Bueno, de momento no tenia pensado hablar de física cuántica, ¡no me pongáis mas trabajo! además mis conocimientos sobre física son mas bien escasos así que no la utilizaré mucho cuando ponga algún ejemplo. De hecho no hace falta recurrir a ella para justificar que la ciencia difícilmente se fundamenta en la observación y que no es segura ni objetiva… o quizá si, ya veremos.
@Fer
Por supuesto que la presión influye, era un ejemplo simple. Normalmente se dibujan unos gráficos muy ilustrativos que se llaman PVT (Presión-Volumen-Temperatura). Por ejemplo: http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Phase-diag.svg Lo curioso es que se puede dar cualquier situación, pasar de vapor (gaseous phase en el gráfico) a sólido, coexistir liquido-vapor, solido-liquido o incluso pueden estar los tres estados a la vez si se dan las condiciones de presión y temperatura adecuadas, este es el punto triple. Más allá del punto critico la substancia siempre se mantiene en estado gas, la comprimas, la enfríes, hagas lo que hagas.
Esta claro que la repetición no da garantía alguna, hablare de ello cuando trate la inducción. En cualquier caso una vez establecidas las leyes , un buen científico ha ser capaz de aislar las condiciones iniciales importantes y las que perturban el experimento para poder hacer una predicción correcta. Al fin y al cabo las naves llegan a Marte así que las predicciones no van desencaminadas.
Creo que la deducción si es lógica, lo que no es lógico es la forma de conseguir los enunciados universales (leyes), y aquí nacen todos los problemas que Popper intentará solucionar prescindiendo de la inducción.
Ciencia es el Tamiz… ¡Es un buen criterio! todo lo que aparezca en el Tamiz podemos estar seguros que es científico y esta bien fundamentado.
Mazinger: no veo necesidad de hablar de cuántica para cuestionar el concepto de observación… Normalmente, en filosofía de la ciencia se suele recurrir a ejemplos muy simples, faciles de comprender – aunque luego los razonamientos son bastante enrevesados en la mayoría de los casos -, y la mecánica cuántica no es que sea simple precisamente…
Fer: Becquer era un cursi…
Me uno al coro de alabanzas: muy interesante, y expresado de forma clara y didáctica. La verdad es que estáis añadiendo quilates a la página a un ritmo impresionante… y dicen que la red está llena de contenidos superficiales
Ya que ha salido el tema de la inducción y si es lógica o no, una cita de Hume que me gusta bastante:
Genial artículo. En nuestra era, basada en la ciencia es importante que la gente comprenda que es la ciencia y que “no deja de ser un producto humano, no es universal”
Kartoffel: Hume tiene un fallo de razonamiento con ese ejemplo, y es que para que sea mañana, tiene que salir el Sol. Vamos, que lo suyo sería decir que la inducción en este caso es que “el sol saldrá dentro de tantas horas” (datos precisos, como los que da la ciencia). Pero la noche no es tan larga en verano como en invierno, por lo que la inducción sería un error en ese caso.
Recuerdo una de las inefables clases de Filosofía del también inefable “Filemón”, en el Fray Luis, donde un inquieto alumno solo consideraba la ciencia como la única vía posible para la explicación del mismo Universo, incluido todo lo que hay en él…claro que allí apareció la opinión del creador de esta web para poner cordura y rigor…el creacionismo era otra vía posible. Sin embargo, pasados los años nos volvemos a encontrar…y a pesar de que eres un hombre de ciencia sigues dudando de la misma…el tiempo nos hace menos radicales, o más sabios, o “solo sabemos que no sabemos nada” según se mire…pero, hay que mantener el empuje de la jovialidad y no dejar de ser pioneros por lo que prefiero el “hay que ser lo suficientemente valiente para enfrentarse a lo que uno sabe” (y se podría añadir la singularidad socrática a esta máxima nietzscheana, antes mencionada…”o lo que no se sabe”)…y, ¿qué es el saber?…¿la ciencia? (desde luego tienen la misma raíz léxica)…o quizá habría que preguntarse si fue antes el huevo (saber) o la gallina (ciencia)…
Enhorabuena por este Tamiz tan acertado y enjundioso, Pedro y Geli…pero, viejo amigo, sigues tan cáuto como siempre y hecho de menos un poco más de “acción” donde te “mojes” y te arriesgues a contarnos lo que tu piensas al respecto, es decir, cuáles son tus teorías…seguro que brillarían en medio de la aridez de explicar las posiciones existentes (que sin duda son interesantes y sirven como introducción pero, menos que la tuya seguro). Por lo que, te animo a abrir una sección donde aparezca el Pedro pensador y no sólo divulgador como hasta ahora.
Un fuerte abrazo desde la Costa del Sol.
José Carlos Gil Jara.
@ REGECAROLO,
¡Hombre, cuanto tiempo! Eso sí, me estás dando un mérito que no merezco: este artículo lo ha escrito Awaca, no yo. De hecho, en El Cedazo no escribo nada, sólo edito.
Respecto a dudar, pues sí… dudo hasta de mis dudas, con eso te lo digo todo
Enhorabuena a Awaca y a todos los que escriben en esta sección también. Como se deduce acabo de descubrir esta web y no sabía muy bien como estaba organizada…
No seas tan modesto…el mérito lo mereces de todas formas.
Si mi tiempo lo permite, a ver si escribo algo revolucionario que “zarandee este árbol de la ciencia” por si algunas de la castañas que caigan no son todas un “castañazo”…animo a todos a que seamos más atrevidos y no tan “temerosamente correctos” aún a riesgo de dar algún que otro patinazo…o “castañazo”
Saludos a todos y otro fuerte abrazo para Pedro…y para Geli claro.
P.D. A ver cuando me la presentas cuando me acerque por los madriles pillín
@ REGECAROLO,
Si vienes por aquí, nos vemos cuando quieras (si me lo dices con tiempo, aviso a Alberto y Pablo y también los ves), mi dirección de correo está en http://eltamiz.com/acerca-de-el-tamiz/ .
Y escribe, escribe, que para eso está esto…
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