Por fin, exhausto lector, llega la tercera parte de este artículo de actualización de la serie de El Cedazo sobre la Moneda Única Europea, el euro. Durante esta actualización final hemos hablado, en el primer artículo, de los nuevos países que entraron —o entrarán en el futuro— a formar parte de la Eurozona y de cómo son —o serán— sus monedas, y también vimos qué países han renovado este 2014 sus diseños nacionales. En el segundo artículo repasamos la normativa que regula los diseños de las monedas de euros y también descubrimos la segunda serie de billetes en euros, la serie Europa. La idea hoy, como broche final, era repasar de nuevo los países de la Zona Euro desvelando las nuevas monedas conmemorativas de 2 € que se han emitido desde 2012. No obstante, son tantas que, cuando acabé de escribir el artículo, resultó ser demasiado largo, así que, cual superproducción de Hollywood, voy a subdividir esta última entrega en dos: de Alemania a Grecia en este artículo y de Italia al Vaticano en el próximo. Nos espera, amigo lector, alguna que otra sorpresa. Allá vamos.
Tercera emisión conjunta: «Diez años del euro»
A lo largo de esta larga serie hemos visto dos emisiones conjuntas: la emisión «Tratado de Roma», de 2007, que conmemoraba el 50.º aniversario de la firma de dicho tratado, y la emisión «Unión Económica y Monetaria», de 2009, que recordaba el 10.º aniversario de la creación de dicha unión. Pues bien, en el año 2012 se celebró el décimo aniversario de la entrada en circulación del euro en 2002 y se decidió realizar una nueva emisión conjunta con ese motivo, con un diseño del grabador de la Münze Österreich Helmut Andexlinger. En esta emisión conjunta participaron todos los países que realizaron las dos anteriores además de Estonia, que entró en el euro en 2011, y San Marino, que decidió participar de esta iniciativa por primera vez a pesar de no pertenecer a la Unión Europea. El diseño muestra un globo terráqueo con el símbolo del euro grabado en él, sobre cuya superficie pueden verse dos aerogeneradores, una fábrica, un barrio residencial, un grupo de personas felices alzando los brazos, un barco navegando en el mar y la Eurotorre de Fráncfort del Meno (Alemania), sede del BCE.
Emisión compartida: «Tratado del Elíseo»
En el año 2013 se celebró el 50.º aniversario de la firma del Tratado del Elíseo[1] o Tratado de Cooperación Franco-Alemana, firmado en 1963 en el Palacio del Elíseo (París) por el presidente Charles de Gaulle, por Francia, y el canciller Konrad Adenauer, por Alemania Occidental, para poner fin definitivamente, de forma oficial, a la rivalidad secular existente entre estos dos países. Para conmemorar esta efeméride Francia y Alemania decidieron realizar lo que yo he llamado una «emisión compartida»: parecido a las emisiones conjuntas que ya conocemos, pero llevada a cabo solamente por estos dos países. Como la decisión no fue adoptada por el Consejo de la Unión Europea para todos los países, esta moneda cuenta como emisión conmemorativa normal y no como emisión conjunta, por lo que Francia y Alemania solo pudieron emitir una moneda conmemorativa más cada uno ese año.
En la moneda aparecen los textos TRAITÉ DE L’ÉLYSÉE, en francés, y ÉLYSÉE-VERTRAG, en alemán, y 50 ANS / JAHRE, «50 años» en francés y alemán. Puedes ver también los retratos y las firmas de ambos dirigentes signatarios: De Gaulle, a la izquierda, y Adenauer, a la derecha. La variante francesa muestra la abreviatura RF —por République Française, «República Francesa»— abajo a la derecha, y las marcas de ceca y del director de ceca. La variante alemana, por su parte, sustituye la marca RF por la abreviatura «D», de Deutschland —«Alemania»—, e incluye junto al retrato de Adenauer la marca de ceca en cuestión: A, D, F, G o J.
Monedas conmemorativas desde 2012
Y, ahora sí que sí, comenzamos nuestro recorrido final por los países de la zona Euro, en orden alfabético, comme il faut. Comencemos por los teutones.
República Federal de Alemania
Durante estos últimos años Alemania ha continuado con su Serie Bundesländer: cada año se dedica una moneda conmemorativa al estado federal, o Bundesland, que preside el Bundesrat o Consejo Federal. En el artículo sobre Alemania ya vimos las seis primeras monedas de esta serie, dedicadas a Schleswig-Holstein, Mecklemburgo-Antepomerania, Hamburgo, Sarre, Bremen y Renania del Norte-Westfalia. Pues bien, en 2012 llegó la moneda dedicada al siguiente Bundesland de Alemania: Baviera.[2] En esta moneda, diseñada por Erich Ott —quien firmó como «Œ»—, aparece el castillo de Neuschwanstein,[3] o en alemán Schloss Neuschwanstein, construido entre 1869 y 1886 por el rey Luis II de Baviera en honor a su buen amigo, el compositor Richard Wagner. Ninguno de los dos llegaría a verlo terminado.
Al año siguiente, en 2013, la moneda fue dedicada al estado de Baden-Württemberg y diseñada por Eugen Ruhl. Esta moneda estuvo protagonizada por la abadía cisterciense de Maulbronn, inscrita como Patrimonio de la Humanidad desde 1993. Los edificios principales del monasterio datan de los siglos XII al XIV. Si has visto recientemente Cosmos, de Carl Sagan, es posible que te suene este edificio: aquí estudió durante varios años Johannes Kepler a finales del siglo XVI. También en 2013 se acuñó, como he mencionado ya, la emisión compartida con Francia «Tratado del Elíseo», gracias al reglamento de 2012 que permite emitir dos monedas conmemorativas al año.
Por último, en 2014 le tocó el turno a la Baja Sajonia.[4] El diseñador de esta moneda fue, nuevamente, Erich Ott (Œ), y en ella aparece la iglesia de san Miguel —Michaeliskirche— de Hildesheim, también Patrimonio de la Humanidad desde 1985. Esta iglesia fue construida entre 1010 y 1031 por san Bernward de Hildesheim y su sucesor en el obispado de esta ciudad. Se trata de una joya del Renacimiento Otoniano, que resultó destruida durante la Segunda Guerra Mundial y fue reconstruida entre 1950 y 1957.
Recordemos que, para el futuro, aún quedan siete monedas de la Serie Bundesländer. Estarán dedicadas, por este orden, a Hesse, Sajonia, Renania-Palatinado, Berlín, Sajonia-Anhalt, Turingia y Brandeburgo.
Reino de Bélgica
Bélgica ha emitido una moneda conmemorativa de 2 € cada año desde 2005, y no ha abandonado la tradición hasta el momento. En 2012 la moneda se dedicó al 75.º aniversario del Concurso Internacional de Música Reina Isabel,[5] diseñada por Luc Luycx. El origen de este concurso se remonta al violinista, compositor y director belga Eugène Ysaÿe (1858-1931), quien había fallecido antes de poder cumplir su sueño de fundar un concurso internacional de música. La reina Isabel de Baviera, esposa de Alberto I y buena amiga de Ysaÿe, decidió inaugurar el concurso en su memoria en 1937 y ya desde su origen conoció gran éxito. En 1951 fue renombrado «Concurso Reina Isabel» en honor a su fundadora. Las competencias que se evalúan en este concurso son, dependiendo del año, Violín, Piano, Canto o Composición.
El diseño de la moneda de 2013 fue llevado a concurso público, y la temática era el centenario del Real Instituto Meteorológico de Bélgica.[6] El diseño ganador fue el de Peter Denayer, que representó un número 100 junto con diversos símbolos meteorológicos: los rayos de un sol, gotas de lluvia, un mapa de isobaras… También aparecen las siglas del instituto en los dos idiomas oficiales de Bélgica: KMI —en neerlandés— e IRM —en francés—. También para 2013 se proyectó una segunda moneda, conmemorando el centenario del Tour de Flandes, pero finalmente se canceló.
En este año 2014 sí se emitirán dos monedas. La primera, que ya está diseñada, conmemorará el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, un acontecimiento que, en mi opinión personal, no me parece digno de conmemorar[7] —aunque los belgas no son los únicos que se han subido al carro—. Acontecida entre 1914 y 1918, la Gran Guerra —como se la llamó hasta la llegada de la Segunda— fue el segundo conflicto más mortífero de la historia del mundo occidental, con más de 16 millones de víctimas mortales.[8] La moneda —con las leyendas en inglés, curiosamente— está protagonizada por una amapola, símbolo de los caídos en esta guerra.
La segunda moneda proyectada para 2014 se dedicará al 150.º aniversario de la Cruz Roja de Bélgica. Su diseño consiste, únicamente, en la conocidísima cruz que representa a la organización, junto con sus nombres en francés, CROIX-ROUGE, y neerlandés, RODE KRUIS. Aparecen también la marca de ceca —arriba a la izquierda—, la marca del director de ceca —arriba a la derecha—, el identificador nacional —la abreviatura «BE», abajo a la izquierda— y el año de emisión, abajo a la derecha. En el centro resalta el número del aniversario, «150».
República Eslovaca
Llegamos a Eslovaquia con una de las «monedas de la polémica»: la de 2013, que conmemora los 1 150 años de la llegada de la misión de Constantino y Metodio a la Gran Moravia. Su diseñador fue Miroslav Hric, que firmó con las siglas mh. A simple vista no se aprecia ninguna polémica posible: se trata de un retrato de los santos Constantino —o Cirilo— y Metodio, Konštantín a Metod en eslovaco, monjes hermanos que fueron enviados a la región de la Gran Moravia —las actuales Chequia y Eslovaquia— para evangelizar en la fe cristiana a sus habitantes. Para ello los hermanos comenzaron la tarea, en 863, de traducir la Biblia al idioma que se hablaba en la zona, el antiguo eslavo eclesiástico, y para eso idearon un nuevo alfabeto: el alfabeto glagolítico, precursor del actual alfabeto cirílico. Entre ambos santos puede verse el símbolo nacional de Eslovaquia: la cruz patriarcal sobre tres colinas. Pero ¿por qué hubo polémica con esta moneda? Pues observa que, como santos, Constantino y Metodio están nimbados: tienen un nimbo o aureola tras sus cabezas. Observa también las cruces latinas en la estola de Metodio. Símbolos religiosos todos ellos, que la Comisión Europea quiso eliminar para cumplir con su principio de neutralidad religiosa. Esta petición provocó gran revuelo en Eslovaquia cuando se conoció, y finalmente la Comisión cedió y aceptó el diseño original.
En el año 2014, por el otro lado, se cumplieron diez años de la entrada de Eslovaquia en la Unión Europea, en aquella gran ampliación de 2004, junto con otros nueve países. Para conmemorar este evento, Mária Poldaufová —que firmó con sus iniciales, MP— decidió mostrar las siglas «EÚ» de la Unión Europea en eslovaco —Európska únia— y, sobre la «U», el escudo de Eslovaquia. El texto reza 10. VÝROČIE VSTUPU DO EURÓPSKEJ ÚNIE, «10.º aniversario de la adhesión a la Unión Europea».
República de Eslovenia
La República de Eslovenia optó por no emitir ninguna moneda conmemorativa de 2 € en 2012 —aparte de la emisión común «Diez años del euro»—, por lo que la primera que mencionaré aquí es la de 2013. Ese año fue el 800.º aniversario de la primera visita a la cueva de Postojna,[9] y el diseñador de la moneda correspondiente fue Matevž Zalar. La cueva de Postojna es el segundo sistema de grutas kársticas más grande del país, incluye un tren en el que hacer el recorrido turístico e incluso una sala de conciertos. En la moneda, esta cueva está representada de forma muy minimalista, a partir de una espiral, y aparecen dos de sus típicas estalagmitas.
En este año 2014 se cumple, por su parte, el 600.º aniversario de la coronación de Bárbara de Celje.[10] Bárbara, nacida en la actual Eslovenia pero que entonces pertenecía al Reino de Hungría, fue reina consorte de Hungría por su matrimonio con Segismundo de Luxemburgo, rey de Hungría. En 1433 su marido fue coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, por lo que ella se convirtió en emperatriz consorte. En la moneda, diseñada por el estudio Studiobotas puedes ver, además de su retrato, las tres estrellas de seis puntas del escudo de armas de la casa de Celje, que todavía hoy figuran en el escudo nacional de Eslovenia.
Reino de España
En España no nos hemos apuntado aún a la moda de emitir dos monedas conmemorativas anuales. Esto significa que, gracias a nuestra interminable Serie Patrimonio de la Humanidad, la Real Casa de la Moneda no necesitará meditar la temática de una moneda hasta dentro de varias décadas.
En el artículo sobre España vimos las dos primeras monedas de esta serie: la de la mezquita de Córdoba, de 2010, y la de la Alhambra de Granada, de 2011. La moneda de 2012, la tercera de la serie, se dedicó a la Catedral de Burgos con una imagen de la fachada de dicho templo: la catedral de santa María de Burgos, construida entre los siglos XIII y XVI. Se trata de la única catedral española que tiene el rango de Patrimonio de la Humanidad de forma independiente, es decir, sin compartir el «título» con un casco histórico —como la de Santiago de Compostela— o edificios anejos —como la de Sevilla—.
El siguiente monumento Patrimonio de la Humanidad que protagonizó una moneda fue, en 2013, el Monasterio y Sitio de El Escorial. Diseñado por Juan Bautista de Toledo y continuado por Juan de Herrera, el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial encarna la transición del recargado estilo plateresco al más austero y elegante Renacimiento clasicista.[11] Fue encargado por Felipe II de España en plena Contrarreforma: el rey dedicó una gran cantidad de recursos a luchar contra la Reforma protestante de Lutero. La inscripción del Real Sitio en la lista del Patrimonio de la Humanidad data de 1984.
En cuanto al año 2014, está dedicado a las obras de Antoni Gaudí. Siete de las obras barcelonesas de Gaudí están inscritas en la lista de la UNESCO: la Casa Vicens, el Palacio Güell, el Parque Güell, la Casa Milà, la Casa Batlló, la cripta de la Colonia Güell y el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. En vez de optar por la Sagrada Familia para protagonizar la moneda de 2014, que tal vez hubiera sido la opción fácil y previsible, el motivo de esta pieza es el Park Güell de 1900-1914, más concretamente la salamandra conocida popularmente como el drac —«el dragón»— y uno de los pináculos que hay en el tejado de los pabellones de entrada al parque.
Por último, es de esperar que, tras la abdicación del rey Juan Carlos I el 18 de junio y el subsiguiente ascenso al trono de su hijo, Felipe VI, España decida aprovechar la posibilidad de emitir dos monedas conmemorativas el mismo año. La FNMT ha confirmado que se emitirá una moneda para celebrar el relevo en el trono, pero su diseño se desconoce por el momento. Lo que sí es seguro es que nuestras actuales monedas de circulación de 1 € y 2 € —en las que aparece don Juan Carlos— serán sustituidas por otras con la efigie del nuevo rey, aunque no se espera que cambien también las de céntimos. Veremos a ver si nos sorprenden con un diseño innovador, como el neerlandés o el luxemburgués,[12] o nos colocan un retrato más tradicional, como el belga o el monegasco. O, a lo peor, nos colocan al rey de frente, como en las monedas vaticanas o en nuestras propias monedas actuales. El tiempo dirá.
República de Finlandia
En el artículo sobre Finlandia solo llegué a describir las monedas conmemorativas emitidas hasta 2010, ya que no se había acuñado la correspondiente a 2011 cuando redacté el artículo. La moneda de 2011 conmemoró el 200.º aniversario del Suomen Pankki o Banco de Finlandia,[13] y su diseñador fue Hannu Veijalainen. El Suomen Pankki es uno de los bancos centrales más antiguos del mundo: fue fundado en el año 1814 por el zar Alejandro I. En la moneda aparece un cisne en vuelo: el cisne es, como vimos en el artículo sobre Finlandia, el ave nacional de este país.
La moneda de 2012 fue emitida con motivo del 150.º aniversario del nacimiento de Helene Schjerfbeck. Esta moneda diseñada por Erja Tielinen —que firma con una «T»— muestra [modo opinión personal ON] una representación poco afortunada de uno de los autorretratos menos favorecedores [modo opinión personal OFF] de la pintora Helene Schjerfbeck (1862-1946), más en concreto el Autorretrato con paleta I, de 1937. Schjerfbeck es conocida principalmente por su obra realista y sus autorretratos.
En el año 2013 Finlandia se subió al carro de las dos monedas anuales. La primera recuerda el 150.º aniversario de la Dieta de 1863 y está diseñada por Petri Neuvonen. En el artículo que dediqué a Finlandia hablé de la Dieta de Porvoo de 1809, la primera reunión de la Asamblea Legislativa de este país. Pues bien, lo cierto es que dicha asamblea no volvió a reunirse en más de medio siglo. En realidad es esta, la Dieta de 1863 —convocada por Alejandro II de Rusia—, la que marcó el inicio de las reuniones periódicas de la Dieta de Finlandia. Durante estas reuniones, entre otras medidas, se estableció el markka —la moneda nacional— y se oficializó el idioma finés.
La segunda moneda emitida para 2013 celebra los 125 años del nacimiento del escritor Frans Emil Sillanpää, con un diseño de Reijo Paavilainen. Representante del Neorrealismo psicológico, Sillanpää (1888-1964) fue el primer finlandés en ganar un premio Nobel: en el año 1939 fue galardonado con el Nobel de Literatura. Después de la Segunda Guerra Mundial y hasta su muerte, Sillanpää aparecía todos los años por la radio en Navidad, relatando recuerdos nostálgicos de su infancia. Estos relatos, junto con su afable personalidad, contribuyeron a que se lo acabara conociendo como el «abuelo de Finlandia».
Por último, para 2014 Finlandia ha programado otras dos monedas. La primera es para el centenario del nacimiento de Tove Jansson (1914-2001), novelista, pintora e ilustradora finesa. A Jansson se la conoce sobre todo por su obra para público infantil y, más concretamente, los mumins, seres fantásticos mullidos y redondeados que se convirtieron, tras su primera publicación en 1945, en uno de los personajes finlandeses más populares a nivel internacional. En cuanto a la moneda que la rememora, muestra un autorretrato pintado por la propia autora[14] en 1975, según la interpretación de Jari Lepistö, que no firmó la moneda.
Aún hay otra moneda programada para 2014, celebrando los 150 años del primer marco finlandés, pero su diseño no se conoce por el momento.
República Francesa
La moneda de 2012 de Francia, diseñada por Yves Sampo, recuerda el centenario del nacimiento del abate Pierre.[15] El sacerdote francés Henri Grouès (1912-2007) fue una persona muy popular en Francia, donde se lo conocía como el «ángel de los pobres» o el «abate Pierre». Grouès fue el fundador, en 1947, del movimiento Emaús, mouvement Emmaüs en francés, que financió con su sueldo de diputado primero —Pierre fue diputado entre 1945 y 1951— y, tras la renuncia a su acta, mendigando en la calle. Tras su fallecimiento se le rindió homenaje nacional en presencia del presidente de la República, Jacques Chirac, el primer ministro y otras personalidades de Francia. Hoy día, el movimiento Emaús recoge 310 grupos en treinta y ocho países distintos alrededor del mundo.
En 2013 Francia emitió dos monedas conmemorativas. La primera ya la hemos visto: se trata de la emisión «Tratado del Elíseo» compartida con Alemania. En cuanto a la segunda, diseñada por Yves Sampo, celebra los 150 años del nacimiento de Pierre de Coubertin. Nacido en una familia noble, Pierre Fredy de Coubertin (1863-1937), barón de Coubertin, es conocido internacionalmente como el fundador del Comité Olímpico Internacional. Durante toda su vida fue un firme defensor de la utilidad del deporte para unir a gente de culturas diferentes, y esa convicción resultó en 1896 en la celebración de los primeros Juegos Olímpicos en Atenas. Él mismo fue medallista: ganó la medalla de oro ¡en Literatura!, en los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912. En efecto: las Artes fueron «deporte olímpico» desde 1912 hasta Londres 1948, en las especialidades de Arquitectura, Literatura, Música, Pintura y Escultura.
Vámonos a 2014. Como Bélgica, los franceses también se han apuntado a la guerra, pero en este caso se trata de la Segunda Guerra Mundial. Este año se cumplen 70 años del Desembarco de Normandía, también conocido como Operación Overlord, Día D o, en francés, Jour J. En esta moneda han optado por el inglés: D-Day. La pieza está cargada de simbolismo: la letra «Y» se asemeja a la proa de los barcos que llegaron a Normandía ese día, y de la letra «D» sale un cañón similar a los de los tanques Sherman empleados por los aliados. En la parte inferior se ven pisadas de botas militares sobre la arena, y un fragmento de un poema de Verlaine que fue codificado por los aliados el día del desembarco.
La segunda moneda conmemorativa de 2014 estará dedicada al Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra todos los años el 1 de diciembre por iniciativa de la ONU, desde el año 1988. El símbolo de esta jornada es el lazo rojo, que también protagoniza la moneda que nos ocupa. En esta aparecen tres lazos, dos de ellos colocados al revés de tal modo que se asemejan a una «V»: el símbolo de la tan esperada victoria de esa lucha contra el sida.
República Helénica
Cuando visitamos Grecia no se conocía todavía información sobre su moneda de 2 € conmemorativa de 2011. Esta fue dedicada a los XIII Juegos Olímpicos Especiales de Verano, que se celebraron ese año en Atenas, la capital griega. Esta celebración, organizada por Special Olympics, puede considerarse análoga a los Juegos Paralímpicos, pero está dirigida a personas con discapacidad intelectual en lugar de física. En concreto, en la edición de 2011 participaron más de 7 500 atletas de 185 países. En la moneda aparece el logotipo de esta edición.
En 2012 no se emitió ninguna moneda conmemorativa, así que nos encontramos las siguientes en 2013. La primera de ellas recordaba los 2 400 años de la fundación de la Academia de Atenas, fundada por Platón y conocida también en su honor como Academia Platónica.[16] El filósofo enseñaba sus doctrinas en esta escuela, que estuvo en funcionamiento desde el año 387 a. C. hasta el año 529 de nuestra era, pero la dinámica de las clases estaba más allá de las distinciones tradicionales «profesor»/«alumno». Se dice que sobre la puerta había escrita una frase: ΑΓΕΩΜΕΤΡΗΤΟΣ ΜΗΔΕΙΣ ΕΙΣΙΤΩ, «Nadie entre que no sepa geometría». Fue en esta institución donde estudió el más ínclito alumno de Platón: Aristóteles.
Grecia emitió otra moneda en 2013, dedicada esta al centenario de la unión de Creta a Grecia, lo que se conoce en griego como Énosis (Ένωσις), «Unión». Ya en el artículo sobre Grecia, cuando hablamos de Elefthérios Venizélos —que aparece en las monedas de 50 euro cent del país heleno—, mencioné que fue uno de los grandes impulsores de la unión del Estado de Creta con Grecia. Este objetivo se consiguió finalmente tras la firma, en 1913, del Tratado de Londres, que ponía fin a la Primera Guerra Balcánica. En la moneda aparecen los rebeldes cretenses enarbolando la antigua bandera del Reino de Grecia, que era azul con una cruz blanca.
Por último, para el año 2014 también están proyectadas otras dos monedas. La primera de ellas se emitirá en recuerdo del 400.º aniversario del fallecimiento del Greco, cuyo nombre real era Domínikos Theotokópoulos o, en griego, Δομήνικος Θεοτοκόπουλος (1541-1614). En efecto: el Greco, como su propio nombre indicaba, era original de la isla griega de Creta, por entonces perteneciente a la República de Venecia. Se trasladó a Venecia capital en 1567 y a Roma alrededor de 1570, antes de llegar a Toledo (España) en 1576. Y fue precisamente en España donde se convirtió en una leyenda: su estilo pictórico cambió radicalmente durante su estancia en Toledo, desde la técnica italianizante que empleaba cuando llegó —muy al estilo de Tiziano— hasta la que resulta más característica del pintor cretense, con cuerpos delgados y alargados, ambientes oscuros con luces estridentes, escenas atestadas de personajes… Su óleo El entierro del conde de Orgaz, obra maestra del Bajo Renacimiento español, es un fiel reflejo de todas estas características estilísticas.
La segunda moneda griega proyectada para 2014 conmemorará el 150.º aniversario de la unión de las islas Jónicas a Grecia. La historia de esta anexión es la siguiente: durante todo el siglo XIX, las islas Jónicas habían constituido un estado semiindependiente, en forma de protectorado de varias potencias europeas. Hasta 1815 se trataba de la República Septinsular, bajo dominio napoleónico —que te sonará del artículo de Grecia, cuando hablé de Ioánnis Kapodístrias—, y a partir de 1815 pasó a dominio británico conformando los Estados Unidos de las Islas Jónicas, reconociéndose por primera vez el griego como lengua oficial. Paralelamente, el primer rey de Grecia, Otón, de la casa Wittelsbach, era depuesto del trono en 1862 y sustituido por un miembro de la casa Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg: Jorge I.[17][18] Resulta que los Glücksburg eran mucho más cercanos a los intereses británicos que los Wittelsbach, así que, como gesto de buena voluntad y siguiendo la máxima del «hoy por ti y mañana por mí», el Reino Unido cedió en 1864 las islas Jónicas al Reino de Grecia mediante el Tratado de Londres. La moneda que celebra esta anexión está protagonizada por una estrella de siete puntas, que simbolizan las siete islas del archipiélago.
Todas las monedas griegas están diseñadas por Geórgios Stamatópoulos, en griego Γεώργιος Σταματόπουλος, que firma las monedas con sus iniciales, «ΓΣ», o bien con las primeras letras de su apellido, «ΣΤΑΜ».
Y aquí lo dejamos por el momento. Dentro de poco tiempo tendremos ocasión de admirar las nuevas monedas conmemorativas de 2 € del resto de países, por orden alfabético, comenzando por Italia y acabando por la Ciudad del Vaticano. Nos vemos entonces.
- En francés: Traité de l’Élysée; en alemán: Élysée-Vertrag. [↩]
- En alemán: Bayern. [↩]
- Se pronuncia «noishvánshtain». [↩]
- En alemán: Niedersachsen. [↩]
- En francés: Concours Reine-Élisabeth; en neerlandés: Koningin Elisabethwedstrijd. [↩]
- En francés: Institut Royal Météorologique de Belgique; en neerlandés: Koninklijk Meteorologisch Instituut van België. [↩]
- El final de una guerra debería ser conmemorado, no su comienzo. [↩]
- Superada únicamente por la Segunda Guerra Mundial, como seguro que imaginabas ya. [↩]
- En esloveno: Postojnska jama. [↩]
- En esloveno: Barbara Celjska. [↩]
- La importancia de este edificio es tal, que a este nuevo estilo arquitectónico se lo denomina «escurialense», en su honor, o bien «herreriano» por su arquitecto principal. [↩]
- Sí, yo critico mucho a Luxemburgo por su absurda ley de que el Gran Duque aparezca en todas las monedas. Pero no se puede negar que el retrato que aparece en las monedas de circulación —exceptuando el de las de cobre— es innovador comparado con el de las monedas españolas. [↩]
- En sueco: Finlands Bank. [↩]
- Autorretrato que tampoco me gusta mucho, personalmente, aunque sí más que el de Schjerfbeck. [↩]
- En francés: abbé Pierre. [↩]
- En griego: Ακαδημία Πλάτωνος, «Akadimía Plátonos». [↩]
- En griego: Γεώργιος Αʹ. [↩]
- Nuestra ahora reina madre, Sofía de Grecia, pertenece también a la casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, que suele abreviarse —por razones evidentes— como casa de Glücksburg. [↩]
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