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La Biografía de la Vida 17. Paréntesis filogénico colofón del Proterozoico




Ésta es ya la entrada número 17 de la serie sobre la Biografía de la Vida. A lo largo de todas las anteriores nos hemos paseado por unos 4.000 millones de años de biosfera.

Hemos contemplado cómo a través de un camino continuo la simple química de átomos y moléculas se iba convirtiendo en algo cada vez más complejo que llamamos bioquímica y, a fin de cuentas, Vida. Desde un principio los elementos primordiales seguían escuetamente en sus interrelaciones los dictámenes de la segunda ley de la Termodinámica, buscando siempre una situación de estabilidad que encontraban en estructuras que comportaban un mínimo de energía. Pero la creciente complejidad les llevó a formar intrincados sistemas químicos en los que la anterior estabilidad termodinámica ya no era el objetivo final. Sin faltar a la segunda ley mencionada, estos sistemas adoptaban comportamientos dinámicos que los llevaban hasta posiciones que rozaban la inestabilidad, en donde se mantenían gracias a una nueva habilidad adquirida: gestionar la energía. Así, de una química de estabilidad termodinámica pasaron a una química de inestabilidad dinámica, en donde se premiaba la eficiencia en el mantenimiento de la maquinaria. Quien lo hiciera mejor  sobreviviría más. Quien más habilidades obtuviera, lo que se plasmaba en una mayor complejidad, podría jugar con ventaja. Se pasó de la química “conformista”, en donde la “ambición” de los actores era la mínima energía, a una química activa en donde la “ambición” de los sistemas era sobrevivir más que el vecino en un entorno donde funciona la replicación y la competencia. Y esta química activa, sin lugar a dudas, perdió su identidad y se confundió con la Vida. Lo ha expresado de forma perfecta el biólogo australiano Addy Pross en un libro que recomiendo: “What is Life?: How Chemistry Becomes Biology“.

Hasta ahora el viaje a lomos de la Química nos ha llevado desde el organismo más elemental hasta el que poseía ya unas habilidades tales como la multicelularidad e incluso la especialización de sus células en tejidos funcionales. Parece como si ya quedara poco, tan sólo unos 542 millones de años.

Pero no va a ser así. Nos queda mucha historia por delante. En el último eón, el Fanerozoico, con sus 542 millones de años, no sólo pasaron muchas cosas y se desarrollaron muchos avances, sino que por suerte hay muchas pistas de lo que pasó. El registro fósil, dada lógicamente  la “juventud” de los restos, es muy abundante. Pero voy a dejar el hilo de la curiosidad en el aire.

Antes de entrar en el detalle de esta época de florecimiento exponencial, voy a hacer un nuevo paréntesis teórico, que espero os guste por su importancia en la descripción y desarrollo de esta ciencia que es la Paleontología. Hoy nos dedicaremos a dar unas pinceladas sobre la clasificación filogenética.

Nos encontramos a finales del Proterozoico cuando ya se había tramado una red de divergencias evolutivas, como nos enseñó Richard Dawkins en la entrada anterior, que nos llevarán a las formas animales actuales.

Con aquellos mimbres y mediante la selección de los que mejor se iban adaptando a las presiones ambientales, la Evolución con mayúscula podía iniciar las tareas de completar el árbol de la Vida, hasta ahora compuesto simplemente por las ramificaciones de las familias bacterianas. Se habían asentado las bases necesarias para que comenzara a expandirse el abanico de las especies, ampliando, complicando, haciendo cada vez más espesas las ramificaciones, cubriéndolas de nuevos brotes verdes… y secando a la mayoría de ellos. Se estima en mil millones el número de especies que han vivido desde los inicios sobre la Tierra, aunque tan sólo conozcamos unas 300.000 especies fósiles y sólo diez millones las que la pueblan hoy.

Los brotes finales del árbol filogenético son las especies. El concepto biológico de especie lo definió el notable biólogo alemán Ernst Mayr ya en 1942, según el cual una especie es un grupo natural de individuos que pueden cruzarse entre sí, pero que están aislados reproductivamente de otros grupos afines. Él mismo reconoció que esta definición entraba de refilón para definir a organismos asexuados, pero el concepto tal como lo estableció ha tenido un gran éxito y es el que entiende casi todo el mundo.

Árbol filogenético de la Vida (Wikimedia, dominio público)

El afán clasificatorio de los humanos nos ha llevado a intentar encontrar el orden en los seres vivos. Carlos Linneo fue posiblemente el primero que lo consiguió de forma inteligente, dejando sus ideas en el libro “Systema naturae”  (1758).[1] Muchos han seguido a Linneo, y a medida que el conocimiento se hacía mayor, las bases de clasificación se han tenido que ir cambiando. Y como en toda actividad humana, en este campo también ha habido una viva polémica sobre cómo se deben clasificar los organismos vivos que son y que han sido. De todas formas no vamos a entrar en este detalle pues creo que es intrascendente para nuestros propósitos.

Lo realmente importante es que, a pesar de las divergencias y a pesar de lo que costó aceptar que bacterias y arqueas tenían historias evolutivas bastante distintas, hoy en día se maneja una división de los seres vivos en tres Dominios: Bacteria, Archaea y Eukarya. La figura anterior representa un reconocido árbol filogenético basado en esta última clasificación. A partir de la próxima entrada sobre el Cámbrico comenzaremos a ver y a disfrutar de la actuación del magnífico rol de actores que coronan su copa.

Un árbol filogenético como el anterior no tiene nada que ver con la datación exacta de la aparición de especies, sino que su objetivo simplemente es clasificar según el momento de aparición en escena, dando una idea de quién es el antecesor y quién el que le sigue. El punto de inicio es la base de un tronco común por donde deambuló un ser vivo padre universal de todos los siguientes, para con posterioridad irse expandiendo en múltiples ramificaciones que representan también el historial de ancestros comunes. Es sorprendente la gran importancia de las bacterias en este árbol, que se difuminan si en vez de Dominios hablamos de las antiguas clasificaciones según Reinos, que suman seis: a los dos de las Bacterias y Arqueas, las eucariotas añaden cuatro más: Protistas (básicamente eucariotas unicelulares), Hongos, Plantas y Animales.

Haré una mención a la categoría de división que queda inmediatamente por debajo de Reino, ya que es un concepto importante que asomará en las siguientes entradas en las que se desarrollará la “explosión de vida” ocurrida en el Cámbrico temprano. Se trata de los filos, las agrupaciones de animales basadas en su plan general de organización corporal, es decir, atendiendo a los planos constructivos de detalle de sus cuerpos. Aunque hay unos cuarenta filos, la mayoría de animales se encuentran en cuatro de ellos. Los artrópodos agrupan el 80% del total de especies, los moluscos un 7%, los cordados, entre los que nos encontramos los vertebrados, un 4,5%, y los gusanos de todo tipo otro 4,5%. En estos cálculos, las bacterias procariotas no entran. Injustamente, el ser pequeño e invisible no da muchos puntos en el ranking de la popularidad.

Pero la Vida es una caja de sorpresas. La clasificación está definida pero, como todo en el mundo de la ciencia, nada es inmutable. Los últimos estudios sobre unos extraordinarios seres conocidos como Macrovirus o virus gigantes apuntan a que la amable figura del árbol filogenético quizás deba hacer un hueco a tan extraordinario personaje, hasta hoy fuera del club de los organismos vivos.

Megavirus chilensis (Wikimedia, CC BY-SA 3.0)

Los virus son unas pequeñas máquinas que están en el límite entre el ser vivo y un sofisticado gadget bioquímico, aunque el pensamiento más común es que realmente son esto último. Para entenderlos hay que saber que se les puede describir en pocas palabras como una molécula genética, tipo ARN, y una cápsula exterior proteínica que le sirve de nave espacial. En su ARN está la codificación para su propia replicación, pero no es capaz de sintetizar por sí mismo las enzimas necesarias para ello. Curiosamente sí es capaz de organizar la síntesis de dos familias de proteínas, una, con las que fabrica su cápsula exterior, y otra, con las que perfora las paredes de otras células y penetra en sus núcleos. Claramente navega, se ancla sobre una célula, la penetra y engasta su material genético en el ADN de la célula hospedadora. Allí su ARN se replica a la par del ADN de la célula (y gracias a éste), comenzando a sintetizar proteínas dañinas para el hospedador, con las que construye nuevos virus hijos que salen del citoplasma de la célula para reiniciar nuevos periplos.

Lo sorprendente empezó durante el estudio de un brote de neumonía en Inglaterra, allá por los inicios de los 90’s del siglo pasado. Buscando la bacteria causante se encontró a Bradfordcoccus. En microbiología clínica se utiliza la pista de la macromolécula ADN ribosómico 16 S para identificar bacterias: es el recurso más sencillo. Pues bien, nuestra amiga Bradfordcoccus carecía de esta pieza de material genético. Misterio, misterio. Entonces, al observarla con más precisión, los patólogos se percataron de que no era una bacteria sino un virus.

Con posterioridad se han descubierto seres semejantes, como el Mimivirus, el Megavirus, el Pithovirus o el CroV. Pero estos “señores” aún sorprendieron más: a pesar de ser considerados virus, ellos mismos eran capaces, con su propio ARN, con sus propios genes, de codificar funciones que siempre se habían considerado propias de las células, sintetizando a través de ellos diversas proteínas: nada más alejado a lo que es un virus.

El problema es ¿cómo consiguieron estos virus gigantes los genes que les facilitaban tales funcionalidades y que no les correspondían? Hay varias interpretaciones. Una dice que por transferencia horizontal de genes,[2] tal como hacen muchas procariotas. Otras, que durante un proceso de simbiosis, de mecanismo semejante al que creó a las mitocondrias, fue perdiendo la práctica totalidad de su genoma quedando como lo que ahora vemos.  Esta última interpretación resulta la más probable.

Todo ello necesariamente ha suscitado un debate científico para tratar de explicar el origen de los virus gigantes y la necesidad de redefinir lo que es un “virus”. Incluso algunos autores afirman que corresponderían a un cuarto dominio de la Vida. Quién sabe si en un futuro el árbol de la Vida presentará un nuevo aspecto. Como el siguiente:

Árbol de la vida con cuatro dominios

¿Donde queda el hombre? Desde la lejanía que nos da la perspectiva del Proterozoico, resulta claramente meridiana nuestra posición en el árbol filogenético de la Vida: un pequeño brote, que ni está dibujado, de una pequeña rama del reino Animal, en el dominio Eukarya. Un brote que se pierde en el inmenso mar de los números. Transcribo al naturalista Colin Tudge de su libro “The variety of life”:

“El número de especies que han vivido en la Tierra desde que comenzó la Vida fácilmente puede llegar a la cifra de…  4 millones de millones… prácticamente mil especies por cada año de existencia de la Vida sobre la Tierra. Desde luego esta estimación puede estar equivocada en un factor de un orden de magnitud, o incluso por varios órdenes de magnitud. Pero incluso si la cifra fuera exagerada un millón de veces, el total sigue siendo inmenso,  demasiado vasto para ser aprehendido por ninguna mente humana”.

Una especie perdida entre millones de ellas, esto es el Homo sapiens.

Puesto correctamente el foco, abramos ahora el zoom: llega el Fanerozoico. Nos espera una interesante nueva entrada.

  1. Ya Pedro habló de él en una entrada de la serie de El Tamiz “Hablando de…“. []
  2. La transferencia genética horizontal es el movimiento de material genético entre organismos unicelulares y/o pluricelulares, que no es a través la transmisión vertical (la transmisión del ADN de padres a su descendencia). []

Sobre el autor:

jreguart ( )

 

{ 8 } Comentarios

  1. Gravatar palojora | 11/11/2013 at 09:41 | Permalink

    Gracias por tan interesante artículo.

  2. Gravatar Sergio B | 11/11/2013 at 10:50 | Permalink

    Fantastico como siempre, espero que aun nos queden muchos…. pero empiezo a preguntarme, hay algun otro tema en que hayas hecho alguna “humilde” recoplilacion de datos y que vayas a compartir con nosotros? Por que la verdad es que el nivel es excepcionalmente bueno y tu nivel de atencion a todos los comentarios es realmente encomiable. Lastima que como te tomes un descanso nos vas a dejar con muchas ganas, que nos estas malcriando!

    En fin, que la filogenetica me parece muy interesante y has hecho una introduccion muy correcta. He mirado por ahi y cuando hablamos de los grandes reinos, se que ya vi para el ultimo articulo que no parece estar claro como se configura ese arbol, son las archaeas y las eukariotas partes de la misma rama o las archaeas son de la rama de las bacterias?

    Por que tanta mania con los virus? Nunca he llegado a entender tanta reticencia para considerarlos vida. No hay otras celulas incapaces de producir todas las proteinas necesarias? Que es lo que nos pasa a nostros con algunas vitaminas? En fin, me parece que es un gran cumulo de prejuicios el termino megavirus, que yo sepa esa escala de tamanos se da en el resto de tipos de celulas y no he oido hablar de megaeucariotas. En fin, a ver a que llega esto.

    Se que es inevitable un poco de antropocentrismo, pero me parece que en gran medida la vida en general puede ser considerada la vida bacteriana o quiza bacteriana y archaea por lo que en lo que a exito de vida se refiere, quiza la multicelularidad sea un invento fallido, como ya paso con la ediacara, y en algun momento la rama que tenemos ahora tambien se vaya al garete, quiza hasta nosotros ayudemos. Lo que duda mucho es que eso erradique la vida. Hay muchos cataclismos que pueden acabar con todos los seres multicelulares del planeta, pocos que puedan acabar con la vida del planeta. Pero bueno, cuando avancemos mas ya me quejare mas en serio, pero me gustaria saber mas cosas sobre la evolucion bacteriana, de esas bacterias listas que no decidieron meterse en el marron inutil de la multicelularidad.

    A si, no es muy importante, pero en un lugar comentas mil millones de especies desde los inicios de la vida, al final pones una cita con 4 millones de millones, desde mi punto de vista un numero gordo, que se expecifica que puede tener errores hasta de dos ordenes de magnitud es mas ilustrativo si no se encuentran dos. Esos “hasta dos ordenes de magnitud” tambien afectan al mil millones? por que eso nos podria dejar en 10 millones, que son las que conocemos que pueblan hoy (en serio? hemos catalogado 10 millones de especies que viven?).

    Una reflexion mas sobre el ultimo comentario, he leido que se estima que 99,9% de las especies que han existido estan extintas. En fin, los individuos mueren, bastante rapidamente, y las especies desaparecen, tambien a un ritmo bastante endiablado. Aunque nos cueste salir de nuestro antropocentrismo, y ya sea un paso que hablemos del homo sapiens sapiens (y que cualquier estudio de biologia parece que la vida se origino con el objetivo de hacer en algun momento monos con habilidades comicas) a mi me parece que hablar de especies como unidad de informacion para entender la vida no es la mejor opcion, que hacerlo roza el absurdo de hacerlo con individuos. Habria que ver si todo tendria mas sentido habando de filos o quiza de ecosistemas. En fin, que entre esto y lo de los virus, al menos queda claro que no estoy muy contento con como se considera la vida hoy en dia.

  3. Gravatar jreguart | 11/11/2013 at 06:22 | Permalink

    Hola Palojora, gracias a ti por tu comentario. Sois todos vosotros los que me ayudáis a hacer la serie cada día mejor.

  4. Gravatar jreguart | 11/11/2013 at 11:45 | Permalink

    Hola Sergio B. Las archaeas y las bacterias lo que tienen en común es que son unicelulares procariotas. Parece que cada vez está más claro el hecho de que la ramificación archaea/eucariota está más próxima que la radiación bacteria/archaea. Genéticamente las archaeas están más próximas a nosotros que a las bacterias. Las archaeas tiene personalidad propia y distinta a la de las bacterias. Tienen soluciones metabólicas distintas, utilizan para sus membranas lípidos distintos, la estructura de sus membranas celulares son distintas… así que parece ser que no tienen nada que ver unas con otras.De todas formas te transcribo un párrafo del libro de Colin Tudge que menciono en la entrada: “La discusión [acerca de la relación entre bacterias, archaeas y eucariotas] continúa pero es terriblemente técnica, y sólo un pequeño número de personas en el mundo están cualificadas para tomar parte en ello”. Así que tu mismo. Con respecto a los virus resulta también muy controvertido el tema. Yo personalmente, aunque no tenga ni idea, me parece más plausible la idea de que sí son parte de la Vida. A fin de cuentas son como seres heterótrofos muy elementales. No disponen de todas las herramientas para sobrevivir y reproducirse (como nosotros que tampoco somos capaces de captar la energía solar y nos aprovechamos de las plantas con su fotosíntesis y sus azúcares y proteínas y demás) pero la evolución les ha llevado a una solución, apoyándose en el exterior, para conseguirlo. Son genes que pelean en la dura lucha de la existencia con los medios y a los niveles que corresponden a su simplicidad “orgánica”. Incluso algún árbol filogenético los sitúan como el LUCA común de todos los seres vivos. En lo que dices de las bacterias, y si nos olvidamos de todo el rollo anterior de los virus, es el invento más simple que ha producido la evolución y como funciona pues ahí están en el combate diario. Y ahí se quedará porque es una muy versátil célula única. Creo que tienen unas 10.000 especies aunque a nivel organismo que no necesita mezclarse sexualmente para reproducirse no sé muy bien que quiere decir “especie” en su caso. Supongo que tendrá que ver con diferencias estructurales y de metabolismo. Está claro que sobrevivirán con gran diferencia a los seres vivos más complejos. El sol se nos acaba en unos 5.000 millones de años más. Y con él sus planetas. Pero antes habrá vaporizado nuestras aguas y achicharrado a nuestras piedras. Se me ocurre que los últimos supervivientes serán bacterias extremófilas a unos cuantos kilómetros de profundidad embebidas en las rocas. Después ni eso. Y si la humanidad logra tecnología para huir y colonizar otros mundos, con ella irán las bacterias. La cita del final de la entrada sobre el número de especies evidentemente contiene una licencia literaria que el mismo autor, Colin Tudge, admite. Lo importante es el mensaje. ¿Mil millones de especies? quién sabe. Lo que si es cierto es lo de los diez millones catalogadas hoy en día. Pero quién pondría la mano en el fuego ¿el doble? pues puede que sí ¿Cuántos insectos sin descubrir se moverán por las selvas húmedas de Brasil, África o Asia? Y entrando en otra de tus consideraciones, hablar de especies es una buena decisión para entendernos y entender la evolución y los más íntimos mecanismos de la Vida. Es como trabajar en álgebra desde los números enteros, racionales,… permita hacer abstracciones muy útiles. Clasificar no sólo es una necesidad de nuestra curiosidad sino que creo es una magnífica herramienta para entender las cosas, tener los mínimos errores y sacar conclusiones lo más próximas posibles a lo que puede ser la realidad. Al menos así lo veo yo. Un saludo y hasta el próximo contacto.

  5. Gravatar Sergio B | 12/11/2013 at 05:07 | Permalink

    La verdad es que yo solo comentaba algo que ley en la wikipedia sobre que esa discusion existe, supongo que deberia entrar un poco mas en materia si de verdad quisiera posicionarme yo mismo en una opcion. Comentarios como ese que senalas de Colin Tudge son en realidad bastantes negativos, sino eres capaz de hacer que cualquiera tome parte en tus discusiones no es por que haya pocas personas cualificadas para entenderlo, es por que tu no estas cualificado para explicarlo. Creo que alguien dijo algo por el estilo de que quien no sea capaz de explicar una teoria a mi abuela, es que no la conoce tanto como cree. El Tamiz y el Cedazo son ejemplos buenisimos de que si se quiere y se tiene la capacidad y la voluntad para ello, todo es entendible.

    Respecto a las bacterias, yo mas bien hacia referencia a todo lo contrario, la solucion unicelular no tiene por que ser mas simple que la multicelular (no tiene por, no quiere decir no es). Al fin y al cabo, con el ritmo de generaciones que tienen los seres unicelulares, mucho mas rapido que el de las seres multicelulares, sus “especies” deben de ser de una sutileza y perfeccion asombrosa, me imagino.

    Entiendo la cita como literaria, pero entiendo la primera cita en cantidad como literaria tambien y lo que queria comentar es precisamente eso, que dos citas literarias tienen que ser consistentes o pueden despistar. Es solo mi opinion, desde luego.

    Me gusta que hayas tirado por ese ejemplo, ya que has hablado de numeros, que es aritmetica, no variables, que es algebra, como acaba de explicar pedro. Desde luego que es importante trabajar con numeros, empezar a trabajar con variables nos abrio muchas puertas. Y los numeros han tenido sus propias revoluciones, como el 0, eso si debio ser algo grande. Desde luego clasificar esta bien, creo que un metodo de desarrollar teorias se basa en acumular y asimilar un monton de ejemplos hasta que realmente ves la teoria subyacente y pasas a la verificacion de esa teoria, sin todo el trabajo de clasificar datos y relacionarlos anterior al de ver que hay un teoria subyacente no es sencillo empezar. Clasificar me parece una cosa muy practica y bonita, pero no basta.

    Me refiero sin duda a reflexiones que he debido sacar de vete tu a saber que lectura y que no tengo claro de donde por lo que me cuesta tener claro si son teorias hace tiempo aceptadas o si tratan de problemas ya superados, pero en fin, mi nivel de conocimiento es el que es. Me refiero por ejemplo a que el saber popular de que sobreviven las especies mas aptas al entorno resulta sumamente ironico siendo nosotros una especie dedicada a adaptar entornos a nosotros y no la unica que lo hace. Por ejemplo la selvas son en gran medida responsables del clima que necesitan, que decir de las barreras de coral, los insectos cultivando flores, o las flores cultivando insectos. Por otro lado, creo que los ecosistemas son mucho mas habiles en comportarse como un todo que una simple especie y que sus idas y venidas segun los cambios climaticos y el paso de diversas especies por ellos no quita que se mantengan expandan y hasta extingan como les pasa a las especies, pero quiza con otro significado mas clarificador para que la vida sea como es. Cual es el mejor vehiculo para explicar la evolucion de la vida? las especies o los ecosistemas? En fin, que si estamos empezando a pensar en el homobionte, quiza no nos quede mucho para dar un salto mas. Creo que se ha demostrado que si tenemos dos animales de especies cercanas que viven en distintos ecosistemas, si introducimos individuos del ecosistema A en el ecosistema B, si no se mueren, sufren un cambio bastante acelerado y terminan pareciendose en gran parte a sus parientes del sistema A, pero siguen siendo especies distintas. Es decir que si por ejemplo alguna catastrofe (por ejemplo nosotros) matara a todos los lobos, probablemente otras especies de la familia de los canidos coparian facilmente sus nichos ecologicos y sufririan alteraciones para acabar siendo algo muy parecido a los lobos.

  6. Gravatar jreguart | 14/11/2013 at 10:14 | Permalink

    Hola de nuevo Sergio B. Agradezco el que me aclares tus reflexiones ya que a veces en esta ida y vuelta de conversaciones escritas es fácil despistarse. Al menos eso me pasa a mí. No es lo mismo que una charla común frente a una cervecita. Me encanta el pensamiento científico porque no es dogmático. Estamos seguros que lo que sabemos puede que no sea lo cierto pero apostamos por lo más plausible en cada momento y nos encanta nuevos problemas o nuevos descubrimientos que nos ayudan a avanzar en la corrección de lo que se sabe. Aunque hay científicos “star” creo que todos comparten esta idea de que el saber no es inmutable. Digo todo este pedazo de rollo teniendo en la cabeza que hay cosas de las que no tenemos ni idea y no es malo reconocer las dificultades. Idea con la que yo personalmente intento “justificar” el desconocimiento de cosas como lo de las archaeas o de los millones de especies. Es que no tenemos mucha idea de estos temas. Permíteme que rompa una lanza en favor de Tudge ya que de verdad se confiesa desconocedor de la solución archaea y además nos dice que aún estamos muy lejos de encontrarla. Comparto contigo la admiración por las bacterias. Y siendo una maquinaria más sencilla que la de un mamífero creo que evolutivamente son más potentes ellas que nosotros. Tienen un curriculum de más de 3.500 millones de años y nosotros, como mamíferos, de tan sólo unos 200 más o menos. Y estamos casi convencidos de que una bacteria será la que aprovechará la última mota de materia del último mamífero de la saga. Es decir, que nos sobrevivirán. Algo tendrá su rápido metabolismo. Así que respeto con las pequeñas. Comparto también tu idea de que son los sistemas los que evolucionan como un conjunto. Y es que la evolución es eso. Un entorno en donde se producen cambios azarosos (quizás bajo la lupa de la termodinámica no lo son tanto, pero lo voy a dejar aparte por si hay alguien saca a Schroedinger) que en cada momento dibujan un escenario en el que sólo pueden vivir los que por casualidad en este momento se encuentran con unas condiciones orgánicas como para aguantar este particular entorno del momento. Y claro, ellos también son parte del escenario que condicionan a otros seres vecinos. Y así todo es un conjunto que inconscientemente avanza en el tiempo acomodándose unos con otros. Esto es la evolución. El que no esté amoldado al barrio desaparece del barrio, simplemente no tiene hueco. La duda que me queda es de hasta dónde llega el sistema. En el mundo de la biología aún se están tirando de los pelos unos a otros los que opinan que si la unidad evolutiva es el gen, el individuo, la especie, el grupo tribal, el sistema general, Gaia o el Universo. Gracias de nuevo por tus comentarios. Un saludo y hasta la próxima.

  7. Gravatar Venger | 14/11/2013 at 12:35 | Permalink

    jreguart, ya te alcancé leyendo. Ya quedo a la espera de las próximas entradas. Está siendo una serie estupenda, de las mejores del Cedazo. Además, los artículos van mejorando con el tiempo y se agradece mucho tu entrega a la hora de responder los comentarios. Me encanta cómo terminas los artículos, dejando al lector con la emoción de leer el siguiente. Como las telenovelas, ja ja. Un saludo y enhorabuena por el trabajo

  8. Gravatar jreguart | 14/11/2013 at 02:37 | Permalink

    Hola Venger, te tengo que decir que me encanta el sentido desenfadado en los blogs como lo hace el maestro Pedro en El Tamiz que te cuenta las cosas más tremendas y te las tragas tan a gusto. En mi serie hay a veces dosis de plomo en abundancia. Así que intento aliviarlas un poco aunque soy más serio que un antiguo presidente del gobierno de España. Bueno, no tanto. Je,je… Spain is diferente, je, je… Adivina.

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