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Física Extraña (2): El misterio del Horno y el papel de aluminio.




El otro día hablábamos del curioso efecto que se consigue con la aplicación de la fuerza centrífuga a un globo de helio y hoy nos vamos a dedicar a explicar otro curioso efecto de la física…

Para la receta de hoy necesitamos: un horno convencional (no de microondas), una lámina de papel de aluminio y unas castañas.

Castañas asadas

Madre mía, qué pintaza más rica...

..

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Vale, las castañas no hacen falta, pero, ya que estamos, por lo menos aprovechar el experimento ¿no?

Física Extraña: El misterio del Horno y el papel de aluminio.

Desde que éramos muy requeteniños una de las frases más repetidas que hemos escuchado es “no toques eso, que te vas a quemar”, e, inexplicablemente, nadie le hicimos nunca mucho caso a esas sabias palabras hasta que nos quemamos por primera vez… algunos, más de una.

¡¡Así es el ser humano!! Tonto como las piedras para las cosas más elementales.

Niña viendo al comida dentro de un horno

¿Que no toque eso? Sabras tú...

Así llegó ese maravilloso día en el que se abrieron los cielos, una luz cayó sobre nosotros, alzamos el puño y dijimos: ¡¡A Dios pongo por testigo de que nunca más tocaré nada del horno sin manoplas!!

Pero… ¿Existe algún material que desafíe al todopoderoso horno?

(A todos los que hayáis leído el título esto no os va a sorprender, pero…) ¡¡Sí que existe!! (redoble de tambor) ¡¡El papel de aluminio!!! (timbales y fanfarrias).

Os propongo el siguiente experimento: preparad una lámina de aluminio de “tamaño terciao” (DIN-A4 está bien, aunque un poco más grande no pasa nada), cargadla convenientemente de una ración de castañas (esto último es opcional, pero acordaros de hacerles una raja, que, si no, explotan) dejadlo directamente sobre la plancha inferior (directamente, la que aporta el calor) y encended el horno para que se caliente decentemente.

Deberéis de abrir el horno cada cierto tiempo para dar una vuelta a las castañas, que si se hacen siempre por el mismo sitio se queman… Ojo, esto sí que tenéis que hacerlo con manoplas u otro utensilio vario.

Observaréis dos cosas:

  • La primera (y más importante) es que os he contado un truco para que las castañas queden como las del castañero, incluso con esos quemazones negros que están tan ricos y que no se consiguen con sartenes o asándolas sobre la parrilla.
  • La segunda (la excusa para contaros la anterior) es que a la hora de extraer las castañas del horno podéis coger la lámina de aluminio por las esquinas sin quemaros, y no sólo eso, sino que ni siquiera parecerá estar caliente.

(NOTA: Para no quemaros es importante que la esquina de la lámina de aluminio esté elevada sobre la plancha de metal; suele quedar así de forma natural, pero si veis que la esquina que vais a coger está en contacto con la plancha o con alguna castaña, dadle un meneo hasta que se eleve la esquina para poderla coger con seguridad).

¿Cómo es posible que algo que estaba posado sobre una plancha a… ¿250? grados pueda cogerse como si nada?

¡¡¡Maldita sea el horno!!! ¡¡¡Nada de favoritismos!!! ¡¡¡En esta casa se respetan las leyes de la termodinámica!![1]

Como todo, tiene explicación.

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Y como la otra vez, te doy la oportunidad de pensarlo un poco antes de contártelo.

..

.

Si sigues un poco más, encuentras la respuesta.

..

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Antes de explicarte en concreto por qué la lámina de aluminio no quema, te diré que para quemarte un material tiene que cumplir tres condiciones:

  • La primera es que el material se encuentre a una temperatura lo suficientemente elevada como para causarte una quemadura.
  • La segunda es que el material contenga el suficiente energía térmica (energía: calorías, julios, kilowatios-hora… ya sabéis que hay muchas unidades para medir lo mismo) como para quemarte.
  • La tercera es que el material sea capaz de transmitirte esa energía a la suficiente velocidad.

Esto en muchos ámbitos no físicos suele representar una sorpresa. ¿No es lo mismo calor que energía térmica que temperatura?

Me temo que no, luego pondremos un símil para que se entienda mejor, pero la clave está en que no todos los materiales tienen la misma “capacidad calorífica”.

¿Y eso qué es? La capacidad calorífica es la relación que hay entre la temperatura que alcanza un cuerpo y la cantidad de energía calorífica que contiene. Hay cuerpos a los que hace falta darles mucho calor para elevar un poco su temperatura, mientras que otros con un poco de energía es suficiente para elevar mucho su temperatura.

La tercera condición se refiere a que no todos los materiales tienen la misma facilidad para soltar la temperatura, los metales cogen y sueltan energía térmica muy deprisa (y por eso son malos aislantes) mientras que la madera necesita más tiempo para calentarse o enfriarse (y por eso es un buen aislante), a esto se le llama “calor” que es la transmisión de energía térmica de un cuerpo a otro.

Ok, ya tienes toda la información que te hace falta, pero posiblemente todavía no hayas comprendido nada, así que te voy a  poner el símil de garrafón sobre cómo se comporta la temperatura, que es la forma mediante la que la mayoría de la gente ha entendido esta explicación.

Imaginémonos una serie de depósitos de agua.

Imaginémonos que los llenamos de agua hasta alturas arbitrarias (algunos los llenamos hasta que el agua alcanza un metro de altura y otros 3 ó 4, incluso algunos los dejamos vacíos).

Imaginemos que son de diferentes tamaños (unos finos como un vaso de tubo y otros gordos como un campo de fútbol).

Ahora imaginémonos que los unimos entre sí por una serie de tuberías (con las espitas cerradas por ahora), unas finas como una pajita y otras gordas como túneles de metro.

Llegado el momento dado abrimos las espitas todas de golpe y vemos qué es lo que ocurre.

Bueno, sabemos por el principio de los vasos comunicantes que el agua empezará a fluir desde los depósitos que tienen un nivel de agua mayor (altura de agua) hacia los que tienen una altura menor en sus niveles de agua.

Explicación grafica sobre los vasos comunicantes

Flujo de agua del vaso estrecho pero con mayor altura al vaso ancho

Fíjate que la cantidad de agua del depósito es irrelevante: si el campo de fútbol tiene una altura de 1 metro de agua y el vaso de tubo tenía 3 metros de altura, el agua fluirá del vaso de tubo al campo de fútbol, a pesar de que el campo de fútbol, contiene, en números absolutos, mucha más agua que el vaso de tubo.

Esto puede parecer anti-intuitivo y quizás dar pie a otro artículo de física extraña, pero en realidad funciona así siempre: los lagos descargan su agua en el mar a pesar de que el mar contiene mucha más agua porque… es cuesta abajo.

Igualmente, para el agua que está a tres metros de altura, fluir hacia el campo de fútbol con sólo un metro de agua… es cuesta abajo.

La velocidad a la que ese agua va a desplazarse depende del grosor de la tubería, cuanto más gorda sea más paso de agua va a admitir, y cuanto más fina, más dificultades pondrá al paso del agua y por lo tanto más despacio se hará la descarga.

Bien, ya lo tenemos todo: El movimiento de la energía térmica funciona igual.

La temperatura es “la altura de agua en los depósitos”.

La energía térmica es “la cantidad de agua en los depósitos” (que, como ves, depende de la altura que alcanza el agua y del grosor del depósito o, en nuestro horno, de la capacidad calorífica del  material).

La capacidad que el material tiene para transmitir la temperatura depende del grosor de la tubería que le une a otros materiales y eso va a determinar el “calor” que sientes por la transición de la energía.

Y nosotros nos quemamos cuando la temperatura supera un cierto umbral.

¿Qué tiene que ocurrir para que nos quememos?

  • Que el depósito que nos transmite la temperatura tenga una altura de agua (temperatura) por encima de nuestro umbral para quemarnos, si no, es imposible que lo consiga.
  • Que el depósito contenga la suficiente agua (energía) como para llenar nuestro depósito por encima del umbral de quemadura.
  • Que sea capaz de transmitirnos esa agua (velocidad de transmisión de energía, o sea, calor) más deprisa de lo que nosotros transmitimos el agua (energía) a otros depósitos

¡¡Ya casi estamos!! ¿Y por qué el papel de aluminio no sólo no nos quema, sino que parece que está a temperatura ambiente?

Bueno, la lámina se encuentra a la temperatura del horno, unos 250 grados, pero tiene 2 problemas a la hora de causar quemaduras.

  • El primero es que el aluminio, como la mayoría de los metales, es un mal almacén de energía calorífica, es decir, tiene una capacidad calorífica baja. Esto por sí sólo no explica por qué no te quemas, porque te aseguro que un lingote de aluminio sí sería capaz de freírte la mano.
  • El segundo es que es laminar, y dado que el aluminio no aporta grandes almacenes de energía, si encima hacemos que el almacén sea pequeño porque reducimos al mínimo la cantidad de material que hay, el problema se multiplica.

Me he molestado en buscar algunos datos. El grosor de la lámina de aluminio es de como mucho 0.2 mm mientras que la epidermis de tus dedos tiene un grosor de 1.5 mm, es decir, como poco unas 7 veces más.

La capacidad calorífica del aluminio es de 0.9  J/gr K, mientras que la del agua es de 4.18 J/gr K; no es cierto que nuestra piel sea sólo agua, pero valga como aproximación.

Eso quiere decir que para que la lámina de aluminio más gorda del mercado eleve toda nuestra epidermis un grado, debe de entregar energía que la reduzca en temperatura a sí misma 35 grados.

O sea que, groso modo, si la lámina estaba a 250 grados tiene capacidad para aumentar la temperatura de nuestra epidermis unos 6 grados centígrados (en realidad menos, pero no importa), insuficiente para producir una quemadura. ¡¡Y ni siquiera hemos llegado a atravesar la capa más exterior de la piel!!

¡¡Profe, profe!! ¿Puedes ponernos un ejemplo de cuerpo que no es capaz de transmitir la energía lo suficiente rápido como para quemarnos?

Me alegra que me hagáis esa pregunta, de hecho sí, te diría rápidamente que cualquier objeto que pudiera quemarte y no lo esté haciendo es porque el tubito que os une es demasiado delgado.

Pero pondré un ejemplo “de los gordos”.

El sol es un buen ejemplo de cosa que está lo suficientemente caliente como para quemarte (y hacerte muchas cosas más), contiene suficiente energía como para hacerlo (de hecho contiene energía como para no dejar de ti ni una triste ceniza) y sin embargo no lo hace porque no es capaz de transmitir su temperatura lo suficientemente rápido como para darte tiempo a disiparla.

Por seguir con el símil del agua, sería lo que podríamos llamar una mierdorromez de tubito de una cojonésima de diámetro.

Y hasta aquí llega un poco la física extraña de hoy. Os recuerdo que esta serie pretende ser colaborativa, así que el que quiera añadir sus propios conocimientos es más que bienvenido.

Por otro lado, he pensado que igual alguien tiene alguna física extraña para la que no conoce la respuesta, siempre podéis “dejarlo caer” en los comentarios a ver si hay suerte y podemos darle respuesta.

Un saludo. Y recordad: ¡respetad las leyes de la termodinámica! :P

  1. Ésta lleva camino de convertirse en la frase de la serie []

Sobre el autor:

Rantamplan (javier cuesta)

 

{ 38 } Comentarios

  1. Gravatar Brigo | 24/02/2011 at 02:44 | Permalink

    Me ha gustado. Te felicito por el artículo tan ameno y bien explicado.

  2. Gravatar J.E | 24/02/2011 at 02:48 | Permalink

    A mi me pasa lo mismico con las pizzas. Siempre las meto en el horno con papel aluminio (Por si el queso fundido gotea fuera) y las retiro cogiendo el papel por las esquinas.

    Pero nunca me había parado a pensar porque no me quemaba….

  3. Gravatar Sorrillo | 24/02/2011 at 03:24 | Permalink

    Con solo abrir la tapa del horno, y probablemente incluso antes, el aire del horno deja de estar a 250 grados y está a una temperatura muy inferior.

    En caso contrario antes de tocar el papel de aluminio el aire ya nos habría quemado.

    Por lo tanto en el momento de coger el papel de aluminio éste, al menos las partes que no están en contacto con la superficie del horno, estará a la temperatura del aire. Entiendo que ésto es así por su poca capacidad de almacenar calor, éste se disipa casi inmediatamente hacia su entorno, en este caso el aire del horno.

  4. Gravatar Juan Antonio | 24/02/2011 at 04:27 | Permalink

    MUY agradecido por el artículo. Habían intentado explicarme esto mismo ni sé cuantos millones de veces y, por fin, lo acabo de entender. Me has quitado un peso de encima.

  5. Gravatar Claudia | 25/02/2011 at 03:50 | Permalink

    Como siempre… excepcional la explicación! Gracias!

  6. Gravatar Elias | 25/02/2011 at 10:16 | Permalink

    Muy interesante el articulo, pero tengo alguna duda practica.

    ¿ Que material seria mas practico utilizar para llenar las bolsas o sacos termicos ? Esos que se utilizan para aplicarno calor o frio en nuestro cuerpo ?

    ¿ Agua, agua salada, arroz, lentejas , … el liquido ese de los acumuladores termicos de las neveras portatiles ?

  7. Gravatar Enrique | 25/02/2011 at 12:33 | Permalink

    Muy bien explicado. Me parece una serie genial.

  8. Gravatar Laertes | 25/02/2011 at 07:05 | Permalink

    Yo tengo una duda desde mis tiempos de estudiante, y ya hace de eso más de 10 años, respecto a la gravedad que no he conseguido resolver por más que leo libros de física. Si la luz de la Luna tarda un segundo en llegar a la Tierra y la del Sol unos pocos minutos, ¿cuánto tarda la gravedad? Es decir, si de repente la luna desapareciera, ¿cuánto tiempo tardaríamos en notar la falta de su atracción gravitatoria? ¿1 segundo como la luz? ¿más tiempo? menos supongo que no.

    No sé si esto es física extraña pero a mi me lo parece.

    El artículo muy educativo e interesante, seguid así.

  9. Gravatar chapu77 | 25/02/2011 at 09:20 | Permalink

    @Laertes: La gravedad no es instantánea ni nada cercano. Nada puede ir más rápido que la velocidad de la luz. El tiempo que tardaría en enterarse de que no está más sería lo mismo que lo que tarda la velocidad de la luz en el trayecto. La naturaleza de la gravedad (llamalo deformación del espacio/tiempo, etc) es tan misteriosas como la propia luz!!

  10. Gravatar Anónimo | 27/02/2011 at 04:13 | Permalink

    Algunos errores que creo haber encontrado:

    «lámina de aluminio este elevada» –> “esté”

    «cargarlo» –> Antes y después se utilizan imperativos, así que debería ser “cargadlo”

    «Observareis» –> “Observaréis”

    «Ok» –> Este… según opiniones; en cualquier caso, “bueno”, “bien”, etc. quedarían perfectos. O en cursiva

    «pero en realidad funciona así siempre, los lagos descargan» –> También es delicado. A mí me parece que si en lugar de coma hubiesen dos puntos, mejor.

    «0.2mm», «1.5mm» –> Los símbolos van prácticamente siempre precedidos de espacio.

    «0.9 (j/gr K)» –> No hacen falta paréntesis. “J” en mayúscula. Y ya puestos a pedir, no veo por qué no ponerlo en “J/K·Kg”, SI.

    «velocidad de transmisión de energía osea calor» –> “o sea”. Y entre comas.

    «darla» x2 –> La primera “dadle” y la segunda “darle”.

  11. Gravatar Rantamplan | 28/02/2011 at 10:03 | Permalink

    Saludos,

    Me alegro de que os gustara el artículo y que lo encontrarais interesante para comprender el por que de las cosas ;) .

    A anónimo solo decirle que siento que mis habilidades como escritor formal no sean las mejores del mundo, pero no os voy a engañar… no me importa lo más mínimo.

    En mi opinión el lenguaje debe servir para comunicar, y ese objetivo, viendo vuestros comentarios creo que esta más que logrado.

    Si yo no hubiera publicado esto por la razón de “oh dios mío, que pensarán de mi ortografía” no hubiera comunicado y por lo tanto las reglas “para una correcta comunicación” hubieran impedido la comunicación.

    En mi opinión cuando una regla compromete el propio objetivo para el que fue creada, debería eliminarse.

    Se que este es un debate diferente en el que mi visión del tema suele ser compartida por básicamente nadie y además es un tema en el que no quiero entrar, pero habiendo logrado la comunicación (que era el objetivo), lo demás me importa más bien poco.

    Un saludo ;)

    Rantamplan.

  12. Gravatar compotrigo | 28/02/2011 at 02:09 | Permalink

    Lo primero, Rantamplán, a mí también me gustó el artículo. Y cuando lo leí también vi algunos errores lingüísticos y estuve a punto de comentarlo, por echar una mano, pero se me adelantó el anónimo…

    No sé, al leer tu último comentario puede dar la impresión de que atrubuyes al anónimo una intención de denostarte por el simple hecho de indicarte unas erratas. A mí me cuesta pensar que esa haya sido su motivación, quiero pensar que únicamente pretendía ayudar mejorando el artículo, aunue sólo sea desde el punto de vista lingüístico.

    En todo caso, me parece errónea tu exposición en dicho último comentario, ahora te lo argumento.

  13. Gravatar Rantamplan | 28/02/2011 at 02:29 | Permalink

    Antes de que se lie…

    Je! Perdón, releyendo mi comentario efectivamente puede dar la impresión de que me había ofendido por el comentario de Anónimo, como dices Compotrigo tampoco creo que su motivación fuera dennostarme y no era mi intención que pareciera que yo me habia ofendido.

    Como dice un amigo: Siempre que escribes algo en un mail (extensible a comentarios en foros o artículos) todo suena mucho peor de lo que querrias que sonara.

    Así que, mis disculpas dirigidas a todo el que pueda haber malinterpretado mi correo, mi intención era únicamente la de dar una explicación al respecto de “por que” esa clase de errores ortograficos (y otros muchos que han sido corregidos previamente a la publicación del artículo por el equipo del tamiz/cedazo) se me siguen colando (y se me seguirán colando en el futuro) y por que aun siendo consciente de que los cometo, sigo publicando sin que me incomode especialmente.

    En el momento de escribir estas líneas aun no he leido la argumentación que mencionas que escribirás (supongo que al respecto del debate en el que comento que no quiero entrar).

    Te prometo que leeré la argumentación que escribas pero posiblemente no la responda precisamente por no entrar en un debate que no creo sea apropiado tratar aquí.

    Un saludo y mis nuevas disculpas a todo el que se haya podido dar por aludido/ofendido.

    Rantamplan

  14. Gravatar Pedro | 28/02/2011 at 02:48 | Permalink

    A mí (en El Tamiz) me corrigen todo el tiempo, y no hay cosa que me alegre más; por una parte, tras la corrección el artículo queda mejor que antes. Por otra, me da una sensación agradable de “trabajar con el lector”, en un proyecto común. Mola.

    (Rantamplán, supongo que sabes que puedes modificar un artículo una vez publicado, con lo que puedes corregir las erratas, si no, ahora ya lo sabes :) )

  15. Gravatar compotrigo | 28/02/2011 at 02:53 | Permalink

    1º >A anónimo solo decirle que siento que mis habilidades como escritor formal no sean las mejores del mundo, pero no os voy a engañar… no me importa lo más mínimo>. Pues yo te digo que el “no me importa” nunca me ha parecido un argumento válido: imagina una controversia acerca de los derechos humanos en la que cada una de las partes quiere llevar la razón, simplemente, porque no le importa lo que dicen las demás…

    2º A mi modo de ver, esa actitud de “no me importa” impide precisamente que puedas mejorar tales cualidades a las que te refieres.

    3º Si de verdad no te importa, el mismo trabajo te habría costado corregir las erratas que escribir un comentario acerca de algo que no te importa. No entiendo, entonces, por qué te empeñas en mantener aquello que no te importa.

    4º >Si yo no hubiera publicado esto por la razón de “oh dios mío, que pensarán de mi ortografía” no hubiera comunicado y por lo tanto las reglas “para una correcta comunicación” hubieran impedido la comunicación>. Creo que te equivocas: en tal caso, no serían las reglas lo que habrían impedido la comunicación, sino tu preocupación o tu sentido del ridículo ante la posibilidad de no cumplir con todas las reglas. Ése no sería un problema lingüístico, sino más bien psicológico.

    Por otra parte, no sólo son errores ortográficos los que te ha señalado el anónimo, sino también gramaticales.

    5º >En mi opinión cuando una regla compromete el propio objetivo para el que fue creada, debería eliminarse>. Es que ninguna de las “reglas” aquí “mencionadas” comprometen nada. ¿O acaso que afirmas que quien cumpla dichas reglas se comunica peor? Pero, en caso de que las cosas fuesen como dices, TODAS las reglas lingüísticas, absolutamente TODAS, deberían ser abolidas, porque siempre cabría la posibilidad de que alguien no conociese la forma apropiada de utilizar alguna de ellas y se viese coartado en su comunicación. Con perdón (y sin ánimo de ofender), el razonamiento me parece absurdo.

    6º Tú eres físico, supongo. Imagino que te chirriarán los oídos cuando alguien aborda un tema físico sin la debida preparación o con concepciones erróneas. De igual modo, si el anónimo es un lingüista, un filólogo, o simplemente alguien que pone bastante celo en el cuidado del lenguaje, le pueden rechinar los dientes al leer ciertas cosas. Y, de igual modo que tú nos señalas en tus artículos nuestras concepciones erróneas sobre la física, y nos ayudas a sustituirlas por otras más adecuadas a la realidad, supongo que el anónimo ha querido hacer lo mismo, pero en el campo lingüístico.

    7º Comparto con el anónimo la preocupación por la corrección en la escritura :a veces se me escapa algún error, y cuando reviso mis propios comentarios ya publicados me da rabia no poder corregirlos. Si yo publicase un artículo, agradecería que me ayudsen a detectar todos los fallos posibles, lingüísticos y no lingüísticos. Estoy de acuerdo contigo en que el fin primordial del lenguaje es la comunicación, por eso, en el lenguaje hablado se puede ser incorrecto e incluso utilizar anacolutos, pero también por la misma razón, el lenguaje escrito debe ser lo más preciso y correcto posible, porque carece de otras fuentes de información que sí se dan en el hablado como la entonación del habla, la expresión facial, la gesticulación con las manos… por lo que la escritura más dada a interpretaciones erróneas que el habla. Pretender mejorar la comunicación escrita escribiendo mal me parece un contrasentido en sí mismo.

    Dicho todo esto, pido perdón por entrar en el debate en el que no querías entrar. Y reitero mi ausencia de ánimo de molestar u ofender a nadie.

  16. Gravatar Macluskey | 28/02/2011 at 02:55 | Permalink

    A ver, tranquilidad…

    Este debate sobre la redacción de los artículos de Rantamplan lo hemos tenido internamente entre él y los editores de El Cedazo, y la conclusión a que llegamos era que si él no estaba dotado para la ortografía y tal (y además no le importaba gran cosa, y nos lo dijo), el contenido de los artículos tenía suficiente interés como para publicarlos, asumiendo nosotros la parte “formal” de la publicacíon, es decir, la edición y corrección de erratas.

    Desde este punto de vista, la culpa de la existencia de las erratas que amablemente citó “Anónimo” (que, eso sí, imaginación para ponerse un nick no tiene ;) ) es más bien nuestra, de los editores, a quienes se nos escaparon, que del propio Rantamplan.

    Las erratas han sido corregidas, y le agradecemos a Anónimo su indicación… pero no le echéis mucho la culpa al pobre Rantamplan, que no la tiene, sino más bien a J y a mí.

    Dicho esto, ¡qué buen artículo, pardiez!

    Saludos

    Mac

  17. Gravatar Rantamplan | 28/02/2011 at 03:02 | Permalink

    Yo personalmente, lo que mas lamento es el malentendido, no era mi intención crear polémica ni ofender a nadie y está visto que es lo que he logrado…

    Solo añadir una cosa más: Lo primero que hice tras escribir mi respuesta fue ir a mis artículos publicados y buscar los errores para corregirlos y de hecho, en estos momentos están corregidos, precisamente por lo que comentas… Como a mi me da igual y se que la Web no es mía y que Pedro si que quiere tener las cosas cuidadas las cambio que no me cuesta nada y todos contentos.

    Tengo que decir que no fuí yo quién los corrigió pues MacLuskey (Que por cierto me está corrigiendo muchos errores y yo se lo agradezco) se me adelantó y los corrigió previamente.

    Debido a eso yo le envié un correo interno de agradecimiento por las molestias que se está tomando.

    Dicho esto: Como prometí he leido tu argumentación, creo que en parte tienes razón, creo que lo ideal sería dejar el tema aquí.

    No se como lo vereis.

    Nuevamente mis disculpas y siento mucho el malentendido.

    Rantamplan.

  18. Gravatar compotrigo | 28/02/2011 at 03:06 | Permalink

    ¡Vaya, no esperaba tan pronta respuesta! O quizás es que, como me he extendido tanto en mi argumentación, ha dado tiempo a que pase de todo…

    Vale, Rantamplán, comprendida tu aclaración. Y haces bien en que el hecho de que se te cuelen algunos errores en el texto no te impida seguir escribiendo (¡chapeau!). Esa actitud es estupenda. Las personas demasiado perfeccionistas no terminan nunca nada (lo digo por experiencia), ya que nada está nunca totalmente a su gusto. Pero tampoco está mal aprender de las indicaciones que nos dan los demás.

    Me parece que el problema es que se tiene la conciencia de que cometer errores lingüísticos es algo avergonzante. Nada de eso: errar es humano. Pero si se puede ir aprendiendo y mejorando sobre la marcha, pues mejor, ¿no?

  19. Gravatar Pedro | 28/02/2011 at 03:07 | Permalink

    Pues sí pues sí… y a todo esto, la historia subiendo por menéame e incluso la gente que no conoce El Cedazo leyéndola, que es lo que importa: http://www.meneame.net/story/como-son-billetes-euro-otros-disenos-pudimos-haber-usado

  20. Gravatar compotrigo | 28/02/2011 at 03:15 | Permalink

    Mac, que yo no le he echado la culpa a nadie. Y, sí, también me parece un buen artículo. Y, por otro lado, tampoco es que me haya puesto muy nervioso. Simplemente es que, a mí, personalmente, me gusta escribir lo mejor posible (y aún y así, muchas veces se me cuelan cosillas hasta sabiéndolas). Y lo que, en un principio me ha parecido mal, no es el hecho de que haya erratas, que puede haberlas, sino el hecho de justificarlas arremetiendo contra las reglas lingüísticas. Pero que no quería yo destapar la caja de Pandora ni nada de eso, yo nada más quería argumentar (y no puedo evitar hacerlo extensamente) por qué mi postura es contraria a la que expuso Rantanplán en un principio.

    Bueno, me despido. Tampoco quiero acaparar. NO PROBLEMO. ;-)

  21. Gravatar Anónimo | 28/02/2011 at 09:16 | Permalink

    He aquí el anónimo (poco original, sí, pero para los esporádicos comentarios que hago…). :D

    Pese a estar ya todo aclarado, vengo aquí a testificar. Mi apuntes iban con la intención de mejorar el artículo (muy bueno, por supuesto… ¡por eso quise contribuir!) en el ámbito lingüístico, tal como dice compotrigo.

    En fin, nada más que añadir, ¡excepto que vengan más artículos! :P

  22. Gravatar boli | 28/02/2011 at 10:55 | Permalink

    Mi comentario lo es sobre otros anteriores con exigencias ortográficas fundalmentalmente.

    Son aquellos – con buena memoria visual-que no tienen “faltas de ortografía” y desde el PODER ESCOLAR les ponen buena calificación aunque su capacidad narrativa sea pésima.

    En cambio a otros – con mala memoria visual – los trituran a suspensos por una h por ahí o una v por acullá, aunque su capacidad linguística y narrativa sea relevante.

    Hasta el siglo XVIII no se normalizó en esta lengua la ortografía y se hizo sin hacer mucho caso a la etimología. Me temo que la grafía de muchas palabras se las jugaron a los dados.

    Ahora que el alfabetismo se universaliza, horas y horas escolares se dedican a conseguir que los infantiles cerebros se habituen a unas grafías anquilosadas en vez de dedicarse a actividades mas útiles y creativas.

    En el caso del idioma inglés el problema se agrava – menos mal que ahora hay procesadores de textos- ya que su grafía es para ponerse a llorar.

  23. Gravatar compotrigo | 28/02/2011 at 11:29 | Permalink

    Éste es un defecto que tengo: a veces no sé estarme callado. Así que, si crees que meto la pata (que procuraré no meterla), Pedro, bórrame el comentario tranquilamente.

    @_boli:

    1) no creo que nadie aquí haya tenido “exigencias ortográficas”. Éste no es el primer artículo que leo en El Tamiz o El Cedazo, y en algunos de ellos los lectores informan de erratas lingüísticas e incluso de contenido científico. No se trata de una exigencia, sino de una labor comunitaria, pienso yo. La gente que escribe los artículos lo hace por compartir, sin percibir nada a cambio y nos regala su tiempo y su conocimiento, de modo que nada se les puede exigir a ellos. Dan lo que quieren y buenamente pueden, de buena fe.

    2) Yo trabajo en un cole con niños. Soy maestro, de modo que pertenezco a lo que tú llamas “PODER ESCOLAR” (que, por cierto, de muy buena tinta te digo que en mi país tiene bien poco poder). Estoy en desacuerdo contigo, las calificaciones no son como tú dices: el proceso de evaluación es contínuo, se realiza mediante procesos diferentes y tiene en cuenta numerosos aspectos (conceptos, procedimientos, actitudes, competencias básicas, valores transversales). Se evalúa todo. La ortografia es un objetivo, pero también lo son la expresión oral y la expresión escrita entre otros muchos. En ningún sitio dice que la ortografía tenga que tener más peso que los otros.

  24. Gravatar compotrigo | 28/02/2011 at 11:39 | Permalink

    Continuando con _boli:

    3) Si de verdad friéramos a suspensos a todo aquel que tiene mala ortografía, ¿cómo te explicas que haya un nivel tan bajo, en lo que a ortografía se refiere, entre alumnos y graduados universitarios? Digo yo, que para llegar a la universidad, algún examen habrán tenido que aprobar…

    4) Ya que exaltas la capacidad narrativa, Anónimo encontró fallos que no pueden considerarse estrictamente ortográficos, como cambiar pronombres de complemento indirecto por otros de complemento directo, o sustituir imperativos por infinitivos. ¿Acaso no afecta eso a la capacidad narrativa?

    5) Por último, sí, puede que en algunas palabras se jugaran la ortografía a los dados, pero en muchos casos, la mayoría, la correcta ortografía de las palabras viene de una evolución lingüística (ya sabes, una h donde en Castellano antiguo había una j o una f, etc.). Conocer eso, es como conocer la historia de nuestras palabras. ¿Qué es si no la Filología?

  25. Gravatar compotrigo | 28/02/2011 at 11:45 | Permalink

    @ Rantamplán:

    Me he quedado preocupadillo con tu forma de zanjar el tema. No creo que aquí debas pedir disculpas, porque pienso que no ha pasado nada.

    1) Me dio la impresión de que tal vez te molestó que anónimo te señalase las erratas. Aclaraste que no fue así. Estupendo, no hay motivo para no creerte. Aquí se presupone la buena fe.

    2) Tú opinaste algo en contra del uso de ciertas reglas lingüísticas. Yo, que opino lo contrario, te argumenté mi posición. A pesar de eso, podemos pensar diferente y no pasa nada. Tan amiguitos.

    Un saludo a todos, y voy a intentar no abrir más la boca en este post.

  26. Gravatar Rantamplan | 01/03/2011 at 11:53 | Permalink

    Buenas Compotrigo.

    Entiendo que te diera la impresión de que estaba enfadadillo, esto es común en internet.

    Por otro lado, no te preocupes por la forma de zangar el tema, se que no se mucho de lingüística, pero si que se conozco como fuciona Internet y se que es como un bosque, en cuanto ves un conato de incendio lo mejor es acudir corriendo y apagarlo por los medios que sean lo más rápido posible.

    Fijate que escribí el siguiente mensaje explicando la situación y aun así ha habido otros 12 mensajes tratando un tema ajeno a la materia del artículo y han aparecido otros dos bomberos (que a mi solo de pensar en el amo del cabalozo corriendo por el bosque con casco amarillo me da la risa).

    Eso era lo que yo trataba de evitar.

    Fuera como fuere, que nadie se preocupe por que no tiene la menor importancia (Casi nada tiene la menor importancia).

    De todas maneras: Si quieres conocer mi opinión al respecto puedes escribirme a (Editado por que Compotrigo ya contacto conmigo por mail y si dejas tu correo or ahí luego los robots de rastreo te lo pillan y te llenan el correo de spam :P ) y te mando un texto con el por que creo lo que creo, lo tratamos en un foro mas apropiado… y reducido, que es interesante de cara a evitar ruido, cruces y follones.

    Un saludo.

    Rantamplan

  27. Gravatar federico | 01/03/2011 at 02:41 | Permalink

    Una breve opinión al respecto y sin ánimo de ofender a nadie: Escribir bien y claro es una habilidad que requiere práctica y trabajo. No estoy de acuerdo con los motivos de Rantamplan. Si quieres que TODA la gente te comprenda tienes que escribir bien, sin errores y de forma clara. No se trata de ser Neruda, Cervantes o Borges. Lo importante es que es MAS fácil entender un texto si está bien escrito que si no lo está. Piensa en el lenguaje de programación. Tienen sus reglas y buenas prácticas (convención de nombres de variables, métodos, clases, abrir/cerrar llaves etc.). Así cuando alguien lee tu código es más sencillo de comprenderlo. La estandarización es fundamental y facilita a los ordenadores, programadores, etc. pero esto seguro ya lo sabes. En este caso facilitaría la lectura de tus seguidores. Lo que tú consideras fácil de leer es pues porque lo has elaborado tu mismo y en tu procesamiento se comprende inmediatamente. A los lectores ese proceso no es inmediato. Saludos y ánimo, ¡a seguir escribiendo!

  28. Gravatar Mazinger | 02/03/2011 at 08:42 | Permalink

    Hola a todos.

    De toda esta polémica (sí, llego un poco tarde, ya lo sé) extraigo un corolario fundamental: la clientela de El Tamiz/El Cedazo es ilustrada y exigente. Ergo: ¡Qué gran sitio es éste, pardiez!

    Creo que los autores debemos de imponernos la tarea de estar a la altura de nuestros lectores, y de aceptar sus críticas de forma constructiva para integrarlas en nuestros textos, logrando entre todos que El Cedazo sea cada día un poquito mejor.

    Para muchos de nosotros El Tamiz/El Cedazo es una página de referencia: seria, rigurosa y didáctica (¿simplista? bueno, quizás en ocasiones, pero creo que todos los lectores de este sitio web están convenientemente avisados de eso y los motivos son claros). Aspiremos a que siga siéndolo para todos.

    Dicho esto, creo que nadie ha puesto en duda el interés y calidad (más allá de los aspectos meramente formales, perfectamente solucionables en un pispás) del artículo. A lo que añado que además me parece muy fresco y ameno. Quizás Rantamplán no esté muy dotado para la gramática, ¡pero el tono lo ha clavado! :-)

    Animo a Rantamplán a seguir con la serie (es fantástica) y a sus críticos a seguir criticando, porque sin crítica nos estancamos, pero también ¡a escribir sobre etimología, filología o lo que quieran! Seguro que será interesante. ;-)

  29. Gravatar Juan Carlos Giler | 02/03/2011 at 03:39 | Permalink

    “¿simplista? bueno, quizás en ocasiones”

    Yo creo que la CALIDAD de estos dos sitios web, hace que no nos importe lo de “simplista”.

    ¡A escribir!

  30. Gravatar Alx Zch Lzhm | 13/03/2011 at 10:44 | Permalink

    Respecto a lo que comentó alguien diciendo que el aire dentro del horno nos podría quemar antes de llegar a tocar el papel de aluminio no sería el aire como tal sino el vapor de agua que se encuentra en el aire. De todos modos yo lo entiendo asi y lo comento por si me equivoco pueda alguien corregirme. La temperatura del papel de aluminio es tan grande y sin embargo no nos quema porque para alcanzar a tener esa temperatura necesita absorver una cantidad de calor mucho menor a la que necesita absorver nuestra piel; aceptando la aproximación de Rantamplan al usar, para la piel, la misma capacidad calorífica del agua y asumiendo que la masa de la piel sea unas 6 veces mayor que la del papel, estamos hablando de una cantidad de calor unas 325 veces mas pequeña. PS: Que lástima que Rantamplan no le de la debida importancia a la ortografía y la gramática que harían el artículo mas agradable para los que si. Gracias a Mac y J por editar los artículos y tener en cuenta ese tipo de errores. PPS: Quiero tener un aimagen como Pedro y JUan Carlos :)

  31. Gravatar CtrlAltSupr | 13/04/2011 at 10:56 | Permalink

    ¡Absorber, absorber, absorber!!

  32. Gravatar Sergio B | 28/06/2011 at 01:43 | Permalink

    Bueno, gracioso articulo, pero me ha sorprendido en algo el tratamiento despectivo hacia las capacidades caloríficas del aluminio o de los metales en general. Vamos, en los depósitos hay que tener en cuenta lo alto que es también, algo así como la temperatura de fusión, por que si entramos en cambios de fase, que también se usa, pues bueno, seria otro tema. El aluminio y el berilio se utilizan como colectores de calor en satélites (sobre todo el ideal es el berilio, pero es caro e inaccesible), el agua o el alcohol se usa mas bien para transmitir calor, por que aunque tenga una buena capacidad calorífica, su capacidad de almacenar energía es menor por que se evaporaría en nada y mandaría todo al carajo. Pero vamos, eso si nos preocupamos mucho del peso, sino el típico acumulador de calor son los cerámicos (los hornos antiguos tenian tohos y las barbacoas de hierro suelen tenerlos) pero los metales no están tan mal (en si el acero kajun (no recuerdo bien si su nombre es forja pero vamos, el burro que se usa para pesos) se puede usar por lo barato que es). Vamos, que creo que lo importante es el hecho de que sea tan pequeño y que se pueden producir un calentamiento en la piel antes de alcanzar los nervios, (no se el espesor, pero supongo que algo si que se quemara).

    Un problema en el simil de los garrafones es que la transferencia en los garrafones es debido a la diferencia de altura, sin importar cuanta sea esta (consideraremos que la presión es la misma, supongo), osea que la transferencia de calor depende de la cañería. Pero en la transferencia de calor, si mal no recuerdo, no depende nisiquiera de la diferencia de temperaturas, sino de las temperaturas relativas, vamos, que si consideramos que nos quemamos a 330K, el aluminio esta a 530K, que no es ni el doble. ¿Una barra de aluminio grande con su buen transferencia calorifica nos quemaria si tuviera 1º mas que el limite de quemado? Yo diría que no.

    De rollos lingüísticos, mejor paso, por que aquí somos minoría jajaja.

  33. Gravatar xim | 30/07/2011 at 06:47 | Permalink

    hola.. mi pregunta es si quiero hervir agua y trasmitir el calor con aluminio en lugar de cobre… si uso papel aluminio es lo mismo q un pedazo de aluminio? si pongo varias capas de papel aluminio, se va a trasmitir mas calor o mas rapido?

  34. Gravatar Sergio B | 31/07/2011 at 11:33 | Permalink

    @xim ¿Usas ollas de cobre? Bueno, no es lo mismo papel de aluminio que un pedazo de aluminio sobre todo por que por mas que quieras es muy complicado llegar a que no haya una capa de aire, lo que limita mucho la transmision de calor. La cuestion es que tipo de transmision de calor quieras hacer, si hablamos de un horno, de un fuego, de una transmision por conduccion o por radiacion. Deberias de concretar un poco mas la pregunta.

  35. Gravatar Mar | 05/01/2012 at 10:45 | Permalink

    Gracias Javier por tu artículo, ameno y divertido, me encantó. Y grazia tanvien por la reseta de las castañas, je je

  36. Gravatar Jose López | 24/06/2013 at 07:57 | Permalink

    Gracias Javier por su artículo, es interesantísimo. Pero tengo la siguiente duda, sobre un proceso mecánico, a ver si me puede ayudar y dar luz con su saber físico. El problema es que en un proceso industrial de taladrado de unas placas de circuito Impreso, (la parte superior de la placa es de unas 35 micras de cobre, después asilante, y en la capa inferior otras 35 micras de cobre), bueno pues normalmente para su taladrado (industrial, claro) se utiliza una lámina muy fina en la parte superior de Aluminio, donde entra la broca para hacer el agujero. Esto es para disminuir el rozamiento, no sé si también la temperatura, y así alargar la vida útil de la broca (que por cierto está reforzada de tungesteno). ¿Me podría decir el por qué se realiza esto? (Claro necesito una base física). He estado investigando y el coeficiente de conductividad del Cu es mayor que el del Al, por lo que a priori parece que lo que se hace es contradictorio…

    Gracias. Gracias.

  37. Gravatar Jose López | 24/06/2013 at 07:58 | Permalink

    Por favor me puede contestar tanto aquí como por e-mail? Gracias.

  38. Gravatar juan jose avellaneda | 22/09/2016 at 11:51 | Permalink

    este foro básica mente nos habla de la función que el papel aluminio puede llegar a cumplir al momento de conservar o cocinar algo y básica mente nos dan el por que este objeto en especifico se puede cojer aunque estuviera sometido a una gran temperatura y es básicamente por la capacidad calorífica que este material posee y por lo que los metales cojen y sueltan energía calorífica muy deprisa lo que los hace unos malos conductores y nos dan un breve ejemplo con un vaso estrecho y un vaso ancho y con este nos explican las condiciones que un objeto debe de poseer para podernos causar una mínima quemadura y es que el objeto el cual estamos agarrando tenga una velocidad de traspaso de energía lo suficientemente rápida para que la energía se pase haci causándonos una temperatura

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