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La trampa del dólar




En esta entrada hablaré de economía, y explicar un poco su complicado funcionamiento. En lugar de exponer la teoría y llenar la entrada de conceptos fundamentales, procuraré hablar de un caso real. He intentado que el caso del que os hable no sea un caso muy conocido y con el que todos y cada uno de nosotros haya sido bombardeado con información mediática; así mismo procuraré una cierta simplicidad y objetividad. El caso que expondré es “la trampa del dólar”.

Pero, antes de nada, me temo que algún que otro concepto fundamental es necesario. Así que el artículo estará dividido en tres partes: la primera parte versará sobre conceptos fundamentales para entender la trampa del dólar, la segunda es la trampa del dólar en sí, y la tercera son posibles soluciones para esa trampa.

Conceptos fundamentales

Monedas y billetes de banco, dos de las formas más comunes del dinero.

Monedas y billetes de banco, dos de las formas más comunes del dinero.

El dinero es un método de intercambio, ni más ni menos, pero para entender el artículo nos interesan dos características principales del dinero:

1ª: Es escaso. Si cualquiera pudiera fabricar dinero o éste se encontrara debajo de las piedras, nadie lo aceptaría como moneda de cambio. El dinero es útil porque hay una cantidad limitada de él.

2ª: Alguien se responsabiliza de avalar su valor. Me explico: el dinero nos es útil a los ciudadanos porque todos aceptamos dinero a cambio de bienes y servicios, y lo hacemos dado que alguien nos asegura que su valor queda respaldado y aceptado para pagar cosas con él. En el caso de España, y de nuestra moneda, el euro, son los gobiernos de la zona euro y el Banco Central Europeo. Y, consecuentemente, todos los habitantes de la zona euro.

¿Qué sucede, sin embargo, cuando se realizan intercambios monetarios entre dos países con distinta moneda? Sucede que ambos quieren cobrar en su moneda, dado que en España la libra esterlina o cualesquiera otras monedas no son aceptadas por la mayor parte de la población. Para solucionar este problema, las autoridades nacionales crearon lo que se denomina “mercado de divisas”.

El mercado de divisas es un mercado (perdón por exponer lo obvio) donde se compran y venden monedas, y donde, como en todo mercado que se precie, su precio depende de la oferta y la demanda. Si todo el mundo quiere euros, como la cantidad que hay es limitada, su precio subirá; por el contrario si todos los europeos ofrecen euros a cambio de cualquier otra moneda, su precio bajará.

El sencillo hecho que todos quieran cobrar con su propia moneda tiene una consecuencia: las exportaciones e importaciones de un país tienen que estar en equilibrio. Me explico: si España no compra nada más que tomates a Marruecos,[1] los marroquíes querrán cobrar en dirhams, pero, para hacerlo, España les tiene que comprar primero esos dirhams y, claro, les tiene que pagar con euros, que es la moneda nacional española. Ahora bien, esos euros que obtiene a cambio de sus tomates Marruecos sólo los puede usar en España (para hacerlo más sencillo, supondremos que el euro sólo está en España, aunque se puede sustituir la palabra España por países de la Unión Económica y Monetaria, y nada cambia), hecho que a la larga obliga a Marruecos a comprar bienes y servicios a España, o a un tercer país que compre bienes y servicios a España, y así utilizar sus flamantes euros.

Dirham marroquí: Aunque el plural oficial es darahim, la forma dirhams se acepta en español y francés.

Vamos a ver cómo el mercado de divisas soluciona esto. Supongamos que a Marruecos tan sólo le interesa el pescado español mientras que España tan sólo compra tomates a Marruecos. Y vamos a poner un ejemplo cuantitativo para ejemplificar lo que ahora voy a explicar.

Un kg de tomate marroquí vale un dirham, mientras que un kg de pescado español vale un euro. Si España quiere comprar un millón de kilos de tomates, tendrá que comprar un millón de dirhams para pagarlos, pero… ¿cuánto valen estos dirhams? El precio dependerá del pescado que quiera Marruecos. Si Marruecos, a su vez, quiere un millón de kg de pescado, entonces un dirham será aquivalente a un euro. Dado que Marruecos sólo quiere comprar un millón de kg, le interesa adquirir exclusivamente la cantidad de euros que le permita comprar ese millón de kilos, y eso es… un millón de euros. Así vemos cómo la oferta y la demanda de dirhams y euros se equilibra. Si, por el contrario, Marruecos sólo quiere medio millón de kg de pescado, venderá ese millón de dirhams por medio millón de euros, con lo que cada euro costará medio dirham. Espero que se entienda.

Este sencillo ejemplo ha de extrapolarse a la inmensa cantidad de países que hay comerciando entre sí en el mundo y las múltiples relaciones que hay entre ellos para entender cómo y por qué oscila el valor de las monedas. En la realidad, Marruecos no tiene pesos argentinos ni Argentina tiene dirhams, sino que se usan unas monedas “fuertes” como fuente de divisas para intercambios, básicamente la libra esterlina, el euro, el yen y el dólar… aunque no precisamente en este orden.

Estas monedas “fuertes” son las llamadas divisas convertibles. Son monedas cuyo uso está extendido y permitido en todo el mundo, y cualquiera, acudiendo a su banco, puede cambiar su propia moneda por estas divisas. Las demás, llamadas divisas no convertibles o exóticas, no son generalmente aceptadas por los bancos de otros países, excepto en algunos casos cuando hay convenios bilaterales con los países vecinos. Marruecos, por ejemplo, prohíbe por ley sacar cualquier billete o moneda marroquí de su país. Sin embargo esto no significa que desde tu casa tú no puedas comprar pesos argentinos o cualquier otra divisa no convertible; aunque no se pueda comprar dinero metálico de un país con una divisa no convertible (excepto en el propio país), sí es posible, por distintas vías, comprar esa divisa. Si por ejemplo acudes a tu banco y le pides que invierta en una empresa que cotiza en el mercado de valores de Buenos Aires, o de Ankara, lo que hará tu banco será, en primer lugar, comprar con € (si fueses marroquí tu banco primero compraría € o dólares, etc), la divisa de ese país en el mercado de divisas propio del país y sin que tú veas físicamente las monedas y billetes, pues seguramente ni siquiera se usarán monedas y billetes físicos para la operación, sino que te comprarán las acciones, con lo que tú tendrás acciones convertibles en el ya poco valorado peso argentino. Es importante entender que los billetes y las monedas son tan sólo una forma de dinero, pero existen otras formas, y que, pese a que si invertimos en Argentina desde casa nunca veremos ni un solo peso, hemos influenciado en el cambio €/peso, pues por un momento hemos incrementado la demanda de pesos, es decir hemos aumentado su valor.

La trampa del dólar en China

Como hemos visto en el ejemplo de los tomates y los pescados, el dirham ha visto aumentado su valor con respecto al euro dado que exporta más bienes y servicios de los que importa. El dirham ha pasado de valer un euro a valer dos. Esto hace que a España le resulte más caro comprar en Marruecos y que a Marruecos le cueste más exportar.

El nombre oficial es Reminbi. Se divide en 10 jiao y 100 fen.

El nombre oficial es Reminbi. Se divide en 10 jiao y 100 fen.

Entendido esto, centrémonos ahora en China. China ha sido un país con un crecimiento espectacular los últimos veinte años. Para hacerlo se ha convertido en un exportador voraz y ha exportado mucha más cantidad de bienes y servicios de los que ha importado. Si el yuan fuera una moneda cuyo valor dependiera de la oferta del mercado, esto habría provocado inevitablemente que la moneda china incrementase su valor respecto al dólar (o a cualquier otra moneda “fuerte”). Pero el yuan chino no cotiza libremente en ningún mercado de divisas[2], y para evitar la pérdida de competitividad las autoridades chinas han mantenido el yuan “artificialmente” por debajo de su valor de mercado, y lo han hecho comprando dólares o vendiendo yuanes a mansalva, que a la sazón es lo mismo.

Volviendo al ejemplo anterior, si Marruecos no quiere que el dirham pase a valer dos euros lo que tiene que hacer es comprar un millón de euros (aunque sólo use la mitad, y la otra mitad queda en como reserva de divisas en el banco central). Y esto es precisamente lo que llevan haciendo las autoridades chinas los últimos veinte años, amasando una fortuna en dólares (que no pueden usar en su país). No os penséis, sin embargo, que en China hay escondida una gran caja fuerte con toneladas y toneladas de billetes de dólar, sino que en realidad han usado esos dólares mayoritariamente para comprar deuda soberana a los Estados Unidos, es decir, letras del tesoro. En una palabra, China ha financiado y financia gran parte del déficit exterior de Estados Unidos (que importa más de lo que exporta).

En un principio cualquiera de nosotros podría pensar que eso es una gran idea, pues ahora Estados Unidos debe mucho dinero a China y esto beneficia a China, y quizá esto es lo que pensaron las autoridades chinas al principio, pero, amigos, las sendas del libre mercado son inextricables… y la situación no es en realidad tan beneficiosa para China. Si China (que actualmente se estima que tiene entre el 65% y el 75% de sus gigantescas reservas de divisas en dólares USA) quiere convertir los dólares en yuanes, y por tanto poder usarlos en su propio país, lo que tiene que hacer es comprar yuanes, es decir vender dólares, pero si China pone en circulación una gran cantidad de dólares esto hará que el precio del dólar se devalúe (pues no será entonces tan escaso y la gente pagará menos por él). Esto es muy malo para China dado que, si el dólar se devalúa, China, que tiene gran parte de sus reservas de divisas en dólares, verá como su gran fortuna se devalúa.

Y esto es lo que se conoce como la trampa del dólar, en la que se encuentra China. Si el dólar se devalúa y el yuan aumenta su valor, China será menos competitiva y además perderá gran parte de sus ahorros.

Y entonces… ¿Qué opciones tiene China?

Posibles soluciones

Una de las soluciones que nos pueden venir a la cabeza más rápidamente es que China empiece a vender poco a poco sus reservas de dólares, aprovechando los momentos en que éste tenga un valor elevado (y consecuentemente su fortuna también), y si lo hace lo suficientemente poco a poco no afectará en demasía sobre la cotización del dólar. Pero resulta que el problema de China es aún mayor, pues no sólo su política expansionista le ha llevado a amasar una gran fortuna, sino que en la actualidad la sigue amasando… y lo peor de todo es que no puede parar. Para dejar de amasar divisas debería dejar que el yuan fluctuase libremente (con lo que no tendría ya que comprar dólares) pero eso haría que se incrementara el valor del yuan y (de hecho es exactamente la situación contraria en la que se encontro Argentina cuando aconteció la crisis del Peso) consecuentemente perdería competitividad en el mercado internacional, dejaría de exportar, y empezaría una espiral de paro, estancación económica, etc. Seguramente perdería su posición (recientemente alcanzada) de segunda potencia mundial, dejando otra vez paso al estancado Japón.

Como vemos, las cosas no están nada bien para la pobre China. De hecho es muy probable que algunos de vosotros hayáis leído las continuas declaraciones del presidente de Estados Unidos Barack Obama (y antes a Bush, hijo, y antes a Clinton, y antes a Bush, padre…) pidiendo a China que permita la libre cotización de su moneda. Esto, evidentemente, sería extremadamente beneficioso para Estados Unidos, ya que todo lo que debe a China disminuirá en la proporción en que aumente el valor de la moneda china.

Sede del banco popular Chino.

Sin embargo, hace un año los chinos se dieron cuenta del problema en el que se encontraban e hicieron un llamamiento encubierto de auxilio a la comunidad internacional. El presidente del Banco Central de la República Popular China, Zhou Xiaochuan, hizo unas declaraciones en las que pedía que se creara una moneda internacional para las transacciones internacionales en lugar de usar el dólar. Dejando de lado que esto supone un reconocimiento de la “trampa del dólar” donde se encuentra China, más que un ataque a la moneda americana (como se interpretó en Estados Unidos) lo que los chinos pretendían es convertir sus reservas de dólares en una moneda ficticia controlada por el FMI como los actuales Derechos Especiales de Giro (que, por cierto, no son ninguna moneda, sino una mezcla de las monedas “fuertes”). Sin embargo eso no sucederá en un horizonte cercano de sucesos, dado que ningún país con voz y voto quiere perder influencia internacional para ayudar a China.

¿Cuál es, entonces, la solución que tiene China a la “trampa del dólar”?

Parece que los chinos se han puesto las pilas, han hecho los deberes y han empezado una estrategia para salir de ella. Esta estrategia es convertir el yuan en una divisa convetible, es decir, convertir el yuan en una moneda de intercambio internacional como son el dólar, el euro, el yen o la libra esterlina. Al convertir el yuan en una moneda de cambio, los pagos que se le realicen por las exportaciones chinas no serían en dólares, sino en yuanes, mientras simultáneamente vende poco a poco sus abundantísimos dólares para no alterar su fortuna ni revaluar el yuan. De hecho, ya han empezado a hacer convenios con países de Asía y América Latina para que usen el yuan como reserva de divisas.

Pese a todo, el problema de China sigue siendo el mismo: exporta mucho más de lo que importa, y la ilusión que crea manteniendo el yuan devaluado sólo puede pasar por un reajuste de su economía interna, aumentando el consumo interno de sus centenares de millones de habitantes, para que una disminución de sus exportaciones no produzca una caída de su producción, PIB, y demás.

Espero que todo haya quedado claro, y también que hayáis disfrutado leyendo el artículo tanto como yo he disfrutado escribiéndolo.

Tan sólo terminar agradeciendo a Macluskey su brillante corrección (como siempre) que convierte mis toscas palabras en poesía,[3] y también a Pedro por convertir eltamiz y elcedazo en un hecho.

  1. Utilizo los nombres de los países para simplificar, pero en reallidad las transacciones se realizan generalmente entre empresas o particulares de los respectivos países. Aquí debería decir: si las empresas españolas no compran nada más que tomates… y así sucesivamente []
  2. Aquí esta la clave de la trampa del dolar, aunque compres yuanes en China o acciones chinas desde tu casa, el banco central chino, para evitar que suban de valor, te los vende más baratos []
  3. Nota del editor: Que conste que tampoco es para tanto. Ya era poesía antes de pasar por mis garras… []

Sobre el autor:

Belerofot (Xavier-Andoni Tibau Alberdi)

Ambientlologo & Ambientalista. Creo que solo una visión simultánea del conocimiento de todo lo que nos rodea nos permite entender completamente el mundo. Si solo abarcas un campo de la ciencia, tienes un rompecabezas incompleto.
 

{ 23 } Comentarios

  1. Gravatar Macluskey | 11/07/2010 at 10:58 | Permalink

    Excelente artículo, Belerofot, y casi tan radioactivo como el resto de tu serie… China tiene en estos momentos u gran dilema, pero igual nos ocurre a los europeos con el euro, etc, etc.

    Lo único que es claro es quiénes son los vencedores de todo este rollo: el imperio del dólar, evidentemente. ¡Qué gran suerte tienen, comprar todo lo que les viene en gana con su propia moneda…! Igualito que el Imperio Romano con sus sextercios y sus ases, igualito… ;)

    Saludos. Mac.

  2. Gravatar Sergio Costas | 11/07/2010 at 11:19 | Permalink

    Genial, como siempre. Solo un detallito chorras, pero que como buen talibán ortográfico no puedo dejar pasar :) En el cuarto párrafo por el final pones “convetible” en lugar de “convertible”.

    Un saludo y, por favor… ¡¡¡¡Danos más!!!!

  3. Gravatar Eagle | 11/07/2010 at 12:30 | Permalink

    Me ha gustado mucho el artículo, clarifica bastante el concepto de las divisas y su uso.

    Como dice Mac, los americanos son ahora los romanos de entonces, pero todos los imperios acaban cayendo, es solo cuestión de tiempo.

  4. Gravatar Cristhian | 11/07/2010 at 03:30 | Permalink

    Excelente artículo, me ha clarificado qué es lo que tanto tiene China de llamativo en cuanto a su dinero.

    En cuanto a estas características del dinero:

    1ª: Es escaso 2ª: Alguien se responsabiliza de avalar su valor

    Es curioso que en cuanto al primer punto, el dinero se fabrica en los bancos centrales, y al segundo punto, el patrón oro se ha dejado de usar hace ya un tiempo. El dinero no es dinero según esas características, y todo por culpa de Keynes :-D

    Al igual que Sergio Costas, en el cuarto párrafo contando de abajo, en la última oración, dice Asía, debería ser Asia :-)

  5. Gravatar J | 12/07/2010 at 07:01 | Permalink

    Hola,

    un par de aportaciones. Recomiendo un vídeo llamado “El dinero es deuda” (http://es.wikipedia.org/wiki/Dinero_es_deuda, el enlace al vídeo está al final).

    Y me gustaría comparar la situación descrita con la Alemania actual, para ayudar a entender por qué, a pesar de las protestas de sus ciudadanos, Alemania ha ayudado a Grecia y ayudará a otros si lo necesitan. Como China, Alemania basa buena parte de su economía en unas grandes exportaciones… pero no basadas en bajo coste, sino en alta calidad. Eso hace que buena parte de su mercado sea la propia Europa.

    Si no hubiera euro, sino monedas nacionales, Alemania se encontraría respecto al resto de Europa en la misma situación monetaria en que se encuentra China respecto al resto del mundo: demasiada moneda extranjera (debido a sus exportaciones), que si convierte a marcos hace subir su precio, reduciendo su competitividad. Al existir el euro, Alemania no tiene que convertir esa moneda, ya es su moneda.

    Por eso Alemania está tan preocupada por una posible ruptura del euro, y hará lo que esté en su mano para evitarlo.

  6. Gravatar Mazinger | 12/07/2010 at 10:24 | Permalink

    ¡Pedazo de artículo! Enhorabuena Belerofot, es magnífico.

    Por motivos que no vienen al caso, estoy muy interesado en China. De hecho viajo con cierta frecuencia allí (contribuyo a la apreciación del yuan dentro de su escaso margen de fluctuación, y entre mi colección de monedas cuento con unos cuantos yuanes, jiaos y fens) y estoy familiarizado desde hace tiempo con la situación a la que aludes en tu artículo. China es una cultura sumamente atractiva, admirable en muchísimos aspectos (a pesar de sus también innegables sombras). Su historia, mitología, filosofía, literatura y arte son fascinantes.

    En el aspecto económico, como bien se desprende de tu artículo y Mac dice en su comentario, China tiene un enorme dilema que está intentado resolver con imaginación y un enorme pragmatismo. No sé si tendrán éxito en su intento de metamorfosear el yuan en una moneda convertible, pero en cualquier caso es una salida envidiablemente ocurrente que demuestra su sagacidad. Pero no es el único dilema.

    China es, si se me premite la expresión, un enorme laboratorio económico, plagado de retos que dejarían sin respiración al más pintado de los economistas. Entre sus retos más inmediatos está el hacer frente a una emigración del campo a la ciudad sin precedentes, creo, en la historia de la humanidad. Las ciudades, las fábricas, las empresas… tienen que digerir una ingente cantidad de campesinos que abandonan la agricultura (cada vez más mecanizada y tecnológica, y por tanto menos necesitado de mano de obra) buscando otras salidas. En Occidente nos maravillamos con frecuencia de las altas tasas de crecimiento de China (en tono al 10% desde hace una década), pero es que no se puede permitir crecer menos si pretende dar acomodo a esta gran masa de ciudadanos (hace cinco años una cuarta parte de la población, alrededor de 400.000 millones de chinos vivían del campo). Sencillamente crecer a una tasa inferior al 7% u 8% sería un auténtico desastre para China.

    China no ha titubeado en poner en marcha un fabuloso estímulo económico en los peores momentos de la crisis para empujar la demanda interna, sabedora de que o sigue “colocando” a toda esa gente, o tendrá serios problemas. De hecho, ese potente paquete económico ha dado sus frutos y ha sido una de las primeras economías en sortear la crisis, creciendo otra vez a tasas superiores al 8%.

    Por si todo esto fuera poco, tiene que hacer frente a los problemas medioambientales que el fuerte crecimiento económico está ocasionando. China sabe que más tarde o más temprano tendrá que enfrentar este problema (muy grave allí), lo que ya intenta hacer incentivando las empresas de energías renovables. Veremos qué pasa.

    Encima ha de reformar sus sitema sanitario y de seguridad social, muy poco creíble para los ciudadanos chinos. De hecho, una de las razones por la que los chinos son tan ahorradores (hasta el punto de financiar el enorme déficit de EE.UU. al que aludes en tu artículo), es precisamente su escasa confianza en los sistemas de protección chinos, en dónde la “sociedad del bienestar” o algo lejanamente parecido brillan por su ausencia. Los chinos han de pagarse la sanidad y no confían en disponer en el futuro de una renta para su jubilación, así que trabajan y ahorran. El gobierno chino debe convencerles de que tienen razones para cambiar de opinión, y para ello no hay otro camino que la reforma.

    Como digo, sus retos son variados y de enormes dimensiones (como el propio país). Cualquier economista (o interesado en la economía, como es mi caso), observa a China con enorme curiosidad e interés.

    Reitero, excelente artículo.

  7. Gravatar Mazinger | 12/07/2010 at 10:30 | Permalink

    Perdón, quería decir 400 millones de chinos (no 400.000 millones).

  8. Gravatar Valentin | 13/07/2010 at 12:00 | Permalink

    Hola, perdon por interrumpir a los genios aqui que estan trabajando, (lo digo en serio, admiro al ser humano que tiene ese previligio: inteligencia) … y si los chinos prueban lo que hicimos nosotros con Calitos Menen? un peso, un dolar… ?

  9. Gravatar Naeros | 14/07/2010 at 10:52 | Permalink

    Justo hace un rato leía esta columna de Krugman que trata de esta trampa y de sus consecuencias:

    http://www.nytimes.com/2010/06/25/opinion/25krugman.html?partner=rssnyt&emc=rss

  10. Gravatar J | 14/07/2010 at 12:16 | Permalink

    Valentín:

    “¿O sea que un peso es lo mismo que un dolar? Puse casi mejor págame en dólares. No no, pesos de esos no, mejor dólares, que valen igual. Como valen igual no te importará, ¿no? ¿A que sí que te importa? Bueno, pues si me quieres pagar en pesos, allá tú, pero que sepas que ya no vale 0,50 sino 2,00.”

  11. Gravatar chapu77 | 14/07/2010 at 03:53 | Permalink

    @valentin.. en el articulo dice : “Y esto es lo que se conoce como la trampa del dólar, en la que se encuentra China. Si el dólar se devalúa y el yuan aumenta su valor, China será menos competitiva y además perderá gran parte de sus ahorros.”

    En otras palabras China es competitiva y gran exportador porque tiene sueldos bajos en relacion al dolar.. si dolariza su economia y los sueldos pasan a ser caros sus productos dejarian de ser baratos y no se los podrian vender a nadie… todas las fabricas cerrarian, habria más desempleo, etc.. eso si.. habria muchos chinos visitando Miami y Cancun (como paso en la Argentina!!!)

  12. Gravatar Macluskey | 14/07/2010 at 05:58 | Permalink

    @J: No, no, no es cierto. Yo estuve varias veces en Argentina en la época Menem, y sí que era cierto que un peso = un dólar. Podías pagar indistintamente en una moneda o en otra y todo el mundo aceptaba indistintamente ambas monedas. Taxistas, restaurantes, vendedores de frutos secos en la calle Florida… todos Eran divisas intercambiables a todos los efectos.

    Claro que, a largo plazo, era completamente insostenible: sólo había dos formas de mantener ese cambio: Una, que Argentina se convirtiese en el Estado 52 de la Unión. Dos: que su economía fuera igual de competitiva que la estadounidense. O sea, al final, corralito al canto. Se veía venir… a amigos míos argentinos no les pilló desprevenidos, sino que tenían todo su caudal en dólares (o marcos, o libras…) y muy poco en el banco. ¿A quién empobreció el corralito? A los pringaos, claro, a los de siempre…

    No creo que China caiga en la misma trampa, ni sé cómo va a acabar. COmo bien dice Mazinger (y tú mismo en el artículo), tiene un montón de retos que afrontar, pero un innegable poderío economico que quizá en un futuro a medio plazo haga temblar a las economías occidentales.

    Y J ha resumido excelentemente lo que pasa con el euro: sin él, los alemanes estarían pasándolas canutas. Sin más. Curioso que sean los que mejor han evadido la crisis hasta ahora, a pesar de que sus bancos fueron los primeros en “petar” y tener que ser salvados in extremis… bueno, no. Los segundos. Los primeros fueron los del Reino Unido, que en estos momentos sólo tiene una baza en su mano para evitar la bancarrota: depreciar la lilbra. Nosotros no podemos depreciar el euro… Veremos dónde nos lleva todo esto.

  13. Gravatar J | 15/07/2010 at 07:05 | Permalink

    Macluskey: como bien dices, la ley obliga a eso. Pero como bien dices también, el que pudo acumuló sus ahorros en dólares, no en pesos. Lo que demuestra que valían lo mismo, pero (parafraseándote), valer, lo que se dice valer, no valían lo mismo. Y al final salió perdiendo el que no tenía posibilidad de elegir: asalariados, pequeños comerciantes, pymes,… De ahí a la conspiranoia hay un paso.

  14. Gravatar duhu | 16/07/2010 at 11:51 | Permalink

    Muy instructivo y muy entretenido, ójala todo en internet fuera así.

    Y bien por el tamiz y el cedazo, claro.

  15. Gravatar Jerbbil | 19/07/2010 at 01:05 | Permalink

    Buenas a todos.

    Una preguntita que no tiene mucho que ver, pero que ha surgido… ¿alguien sabe si el nombre de la moneda china, YUAN, proviene de aquella familia que alcanzó gloria cuando las postrimerías de la dinastía Han, allá por el 190-200 después de Cristo? Los que primero lideraron las tropas chinas contra los Turbantes Amarillos y después abanderaron la lucha contra el tirano Dong Zhuo… ¿viene de esa familia el nombre de YUAN?

    Bueno, es igual, ya lo buscaré por ahí. Un artículo increíble, sobre todo para aquellos que en su momento no entendimos lo del corralito (yo aún no tengo la seguridad de haberlo entendido del todo, aunque el artículo ayuda un “puñao”).

    ¡Saludos grandes!

  16. Gravatar Pedro | 19/07/2010 at 06:19 | Permalink

    Jerbbil, si te fías de Wikipedia (http://en.wikipedia.org/wiki/Chinese_yuan#Etymology_and_characters), parece que no tiene que ver, sino que significa simplemente algo así como “moneda/objeto redondo”. Tal vez Mac, Belerofot o J sepan algo más.

  17. Gravatar Luis | 20/07/2010 at 08:27 | Permalink

    Hola:

    Enhorabuena por el artículo. En mi caso, ni tengo ni idea de economía ni me interesa demasiado. Pero tu artículo me ha parecido a la vez instructivo e interesante. Espero que sigas ilustrándonos con este tema.

    Un saludo.

  18. Gravatar Jose | 23/08/2010 at 11:31 | Permalink

    Muchas gracias por el excelente y clarificador artículo.

    .

  19. Gravatar Roberto | 06/01/2011 at 12:17 | Permalink

    Acabo de encontrar este artículo y me parece muy interesante pero no entiendo la siguiente frase: “Si, por el contrario, Marruecos sólo quiere medio millón de kg de pescado, venderá ese millón de dirhams por medio millón de euros, con lo que cada euro costará medio dirham.” Yo creo que cada euro costará dos dirhams (ya que la relación es 1 millón de dirhams por medio millón de euros, luego 1 dirham es 0,5 euros, y por tanto 2 dirhams es 1 euro) con lo que el artículo se me desmonta un poco. Si no estoy en lo cierto, ¿podría alguien ayudarme y explicarme por qué 1 euro es 0,5 dirhams? Estoy pensando mucho en el tema y no encuentro la solución.

  20. Gravatar Jacqueline | 13/05/2011 at 12:19 | Permalink

    Muchas gracias por tomarte el tiempo en escribir este articulo has dejado todas mis dudas claras como el agua y claro gracias a tus amigos Macluskey y Pedro por apoyarte.

  21. Gravatar Rafa Dreisch | 29/10/2012 at 05:08 | Permalink

    Estimado Roberto: Para resolver tu problema tiene que aplicar la regla de 3. Sí esa regla de 3 simple que te enseñan desde la escuela básica. Belerofot explicó muy bien como se manejan las balanzas comerciales internacionales. La forma más simple que se me ocurre para aclararlo es: si exportas mas de lo que importas tu dinero se hace más fuerte, por el contrario si importas más de lo que exportas el valor de tu moneda cae. Como en ej. de Marruecos: España exporta 1/2 millón de Euros en pescado a Marruecos pero estos le vender 1 millón de Dirhams en tomates. 0.5 Dirhams ———- 1 Euro ===> 1 Dirhams ———- X Euros ====> (1 Dirham x 1 Euro) / 0.5 Dirham = X Euro ====> Dirham se simplifica con Dirham , y queda 1 Euro/0.5 = 2 Euros. Rta. 1 Dirham= 2 Euros. Saludos a todos y gracias por la ilustración y los aportes.

  22. Gravatar nestor | 14/01/2015 at 07:53 | Permalink

    muy explicado por lo mismo mi duda . si tiene toneladas de divisas dolares su gente debe de ser de mucho poder adquisitivo perono lo es basta con ver las clases sociales que existen. es ilucion su ecomomia !!!!

  23. Gravatar Jimmy Olano | 13/08/2015 at 02:51 | Permalink

    Un tema que está en plena vigencia hoy 12 de agosto de 2015: el Banco Central Chino devaluó hoy el yuan por segundo día consecutivo Y PUSO A TEMBLAR AL MUNDO. Nota: aquí en Venezuela los chinos nos pagan petróleo con puros dólares, un aliviadero a la gran fortuna verde del gigante asiático, AÚN ESPERAMOS QUE EL YUAN SEA DIVISA CONVERTIBLE A NIVEL MUNDIAL y “otro gallo cantará”…

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  1. Gravatar La trampa del dólar | 10/07/2010 at 10:00 | Permalink

    [...] La trampa del dólar eltamiz.com/elcedazo/2010/07/10/la-trampa-del-dolar/  por sorrillo hace 4 segundos [...]

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