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Radioactividad (V): La otra cara de la moneda, los accidentes nucleares




En entradas anteriores abordamos distintos aspectos de la radioactividad, generalidades, radioactividad natural, el fall out de los tests nucleares y el uso de la energía del átomo para producir electricidad. Dado que he tenido esta serie aparcada durante mucho tiempo, te recomiendo que leas las entradas anteriores para refrescarte la memoria. En la última entrada vimos un aspecto positivo del uso de la radioactividad. Sin embargo, existe la otra cara de la moneda: los accidentes nucleares.

Antes de detallar los accidentes nucleares que, por una razón u otra, considero suficientemente importantes para explicaros, una advertencia: en esta entrada no hallarás propaganda ni pronuclear, ni antinuclear, sino simplemente una explicación lo más objetiva que me sea posible sobre algunos de los accidentes nucleares más importantes del último siglo.

En lo referente a las víctimas de estos accidentes, estoy convencido que una visita a Mr. Google os dará unos datos un par de órdenes de magnitud superiores a los que yo os dé… ¿Quién miente? Nunca lo sabremos. Estimar afectados en estos accidentes es arduo y difícil, por lo que yo sólo expondré datos aceptados en la comunidad científica, es decir, estudios publicados en revistas de rigor. Si alguno habéis estudiado estadística sabréis que es mucho más difícil demostrar que una enfermedad se produce por una causa, que no, que no podemos afirmar que se deba a dicha causa (hipótesis nula). Por esta misma razón los números que pueda dar en el artículo puede parecer que sean “a la baja”, y sin embargo son los únicos científicamente ciertos. Un claro ejemplo es la siguiente tabla, extraída de Johnston’s Archive:

País incidentes Muertos Afectados
Algeria 1 1 6
Argentina 11 1 13
Australia 1 0 2
Belgium 2 0 2
Brazil 2 5 23
China (PRC) 15 8 108
Costa Rica 1 7 81
France 9 2 24
Germany (FRG) 11 1 13
Germany (GDR) 10 0 11
Georgia 3 1 14
Iran 1 0 1
Iraq 1 0 1
Japan 3 2 5
Mexico 2 5 5
Morocco 1 8 3
Netherlands 1 0 1
Nigeria 1 0 26
Norway 1 1 0
Panama 1 17 11
Peru 3 0 10
Poland 1 0 5
Russia (post-Soviet) 28 10 37
South Africa 3 0 6
Spain 1 18 9
Switzerland 2 1 3
Thailand 1 3 7
Turkey 1 0 10
United Kingdom 12 3 21
United States 53 42 298
U.S.S.R. 167 89 671

Como podéis observar, en el conjunto de la U.R.S.S (que incluye dos de los accidentes nucleares más dañinos de la historia, los de Chernóbil y Mayak), sólo cuenta con 89 muertos debidos exclusivamente a accidentes y/o incidentes nucleares. Esto creo que es bastante ilustrativo de la poca existencia de datos fiables que existen. Un último apunte: esta tabla no contempla los muertos causados por las armas atómicas usadas en la Segunda Guerra Mundial.

Como esta entrada trata de desmentir lo que dicen los medios de comunicación, empezaremos por definir accidente nuclear, ya que no todas las incidencias son accidentes nucleares. En realidad, existe una escala del 1 al 7 para clasificarlos, considerándose sólo accidentes nucleares aquellos en los que:

  • a) Personas de la instalación reciben radiación por encima de los niveles legales, debido a alguna anomalía en el funcionamiento de la Central.
  • b) Se produce una fuga de material radioactivo, debido a alguna anomalía en el funcionamiento de la Central.

En los accidentes de tipo siete se produce una fuga masiva de material radioactivo con vidas medias muy diferentes. Para que esto ocurra es necesario que se rompan las barras de contención del combustible o bien que el accidente se produzca en una Central de Reprocesamiento del Combustible Irradiado. Hablaremos del reprocesamiento de combustible en la próxima entrada. Si alguno de los conceptos que he citado a continuación se escapan a tu compresión… ¡éste es el momento para leerte las entradas anteriores!.[1]

ACCIDENTE DE PALOMARES. 17 de Enero de 1966

Hablaremos del accidente de Palomares, ya que es un accidente que acontenció en suelo español y también porque es el accidente de “broken arrow” (Pérdida de Armamento Nuclear) más grave de la historia.

Dos bombas de Palomares en el National Atomic Museum de Albuquerque, Nuevo México. Fuente: Wikipedia.

17 de Enero de 1966, un bombardero norteamericano B-52 se dirige desde Turquía a Carolina del Norte, llevando en su bodega cuatro bombas termonucleares.[2] Sobrevolando la costa española, intenta, junto a un avión cisterna KC-135 una maniobra, por otra parte habitual, para llenar el depósito de combustible del B-52 en pleno vuelo. Un error del piloto produce la colisión de los dos aviones. Se liberan las 4 bombas termonucleares sobre España.

Sólo una de ellas abre el paracaidas y cae intacta sobre la costa. Otra cae en el mar, y será recuperada unos meses más tarde gracias a la colaboración de un pescador, a quién le cayó a escasos metros de su barco. Las otras dos impactan sobre el suelo, y aunque, afortunadamente, no se produce una explosión nuclear ni termonuclear, se libera todo el material radioactivo, cuya finalidad es producir las condiciones idóneas para que se produzca la fusión.[3]

Este accidente libera óxidos de Uranio 239 y 240, aunque también había trazas de 238. Y unos veinte kilos de Plutonio. Casi nada. Gracias a Dios, la contaminación estaba muy localizada, lo que permitió a los norteamericanos tratar el “asunto” discreta y eficientemente. En primer lugar se selló el perímetro, luego se clasificaron todas las hectáreas afectadas en dos categorías: aquéllas que estaban por encima de 1,2 MBq/m2 (es decir, 1.200.000 desintegraciones por segundo y metro cuadrado), a las que se les extraerá toda la tierra, se almacenará en bidones y será transportada hasta Oak Ridge, Tennessee (una vez allí, es ya problema de los norteamericanos qué hacer con ella), y aquellas zonas que estaban por debajo de esa actividad (dejo a vuestro criterio decidir si eso es mucha actividad o poca), que serán labradas y regadas abundantemente para diluirlas, aunque el plutonio no es precisamente muy soluble en agua.

No debeis olvidar el año del accidente, 1966, año en que en España sigue vigente el régimen franquista, que quiere que todo esto se sobrelleve con la mayor discreción. Si un accidente así hubiera acontecido en nuestros días, el límite de actividad que hubieran usado los amerianos para clasificar y enviar la tierra contaminada hubiera sido muy distinto. Sin embargo, todo se sella de la forma más confidencial, acompañado de una serie de actos propagandísticos del régimen, entre los cuales se incluye el famoso baño del aún en activo político español Manuel Fraga Iribarne, a la sazón ministro de Información y Turismo, en las costas almerienses (había que preservar a toda costa la gallina de los huevos de oro del entonces incipiente turismo de sol y playa español).

Si hoy analizamos ese baño sabemos que no representó ningún riesgo para su salud, debido a que efectivamente los niveles de radiación del agua de mar no estaban por encima de los límites hoy legales. Sin embargo, me gustaria destacar el hecho de que el Sr. Fraga no se bañó exactamente donde tuvo lugar el accidente, sino un poco más al norte. ¿Casualidad? Quién sabe. Lo que sí se sabe es que existe una corriente paralela a la costa que empuja el agua de norte a sur, con lo que si se hubiese contaminado el mar, el Sr. Fraga nunca se hubiera visto afectado, aunque se hubiera bebido el agua del mar. Eso sí, frío debió pasar un rato: en enero y en Almería, el Mediterráneo está bastante frío.

Por razones que desconozco nunca se ha realizado ningún estudio epidemiológico ni en la población de la zona ni entre los guardias civiles que participaron en la limpieza (que, para su sorpresa, no dispusieron de ninguna protección especial, aunque sí sus colaboradores norteamericanos). Esto nos impide estimar si hubo muertos, exceptuando los tripulantes de los aviones fallecidos en el accidente. Sin embargo, en 1986 el gobierno español hizo públicos los seguimientos médicos que se realizaron a los agentes que participaron en las tareas de limpieza y a la población de Palomares en general. Aproximadamente un 30% de la población tenía trazas de plutonio en su organismo.

El principal problema que produjo el accidente de Palomares son las denominadas “Partículas calientes“, que son pequeñas particulas donde una ha adsorbido mucho plutonio, y tienen una actividad específica exageradamente alta. Es decir, aunque la actividad de un gramo de arena sea muy pequeña, pueden existir granos minúsculos de esa arena que supongan el 10% de la radiación de todo el gramo.

Finalmente, destacar que no existen urbanizaciones cerca de la zona donde se produjo el accidente, y que el CSN ha prohibido en ciertos lugares la circulación con coche, dado que levantan polvo al circular, y estas partículas calientes presentes en el polvo se incorporan al sistema de ventilación del vehiculo y pueden ser inhaladas por sus ocupantes.

MAYAK, Chelabinsk (Маяк, Челя́бинск)

En realidad, en Mayak no sucedió un único accidente nuclear, sino muchos. Es la zona del planeta más castigada por el uso humano de la radioactividad, y aunque depende de qué criterio se use para definir “El peor accidente nuclear de la historia” muchos autores afirman que “el peor accidente nuclear de la historia” es el conjunto de accidentes que se sucedieron en Mayak. Pero vamos primero a situarnos un poco.

Mayak es un complejo nuclear construido por la U.R.S.S para fabricar armamento nuclear durante la guerra fría. Situado en Siberia, cerca de la actual Kazakstán, fue construido entre 1945 y 1948 bajo un secreto absoluto que se mantuvo hasta muchos años después. Consta de 5 reactores nucleares, cuya finalidad era enriquecer uranio y fabricar plutonio; más tarde se convirtió en una instalación para tratar los residuos de otras plantas de la Unión Soviética y recientemente el gobierno ruso ha propuesto hacerse cargo de los residuos radioactivos de otros paises para tratarlos en su planta de Cheliabinsk (lógicamente, existe una cierta sana desconfianza de otros países a entregar sus residuos nucleares a los rusos).

Al tratarse de instalaciones militares de alto secreto, podéis imaginar que su último objetivo era la seguridad de los ciudadanos de la zona o de los sistemas ecológicos circundantes. Para que os hagáis una idea, la central de Mayak depositó parte de sus residuos nucleares en un lago cercano, el lago Karachay, y estuvo durante años arrojando el tritio de los circuitos primario y secundario de las centrales al río Techa, un río del que se abastecen de agua potable 24 municipios, y ni tan siquiera se avisaba de los vertidos a las cuatro poblaciones más importantes.

Ahora veamos los incidentes acontecidos… aunque antes me gustaría mencionar que en Occidente se sabe de la existencia de este complejo nuclear desde 1976, cuando el biologo ruso Jauarès Medvedev emigró[4] al Reino Unido. Más tarde, durante el régimen de apertura iniciada por el presidente ruso Gorbachov, se aportaron más datos sobre los incidentes. Aún así no es sencillo obtener permisos para investigar en la zona. El primer “accidente” nuclear producido en Mayak fue entre 1949 y 1956. Unas 125.000 personas se vieron afectadas por los vertidos incontrolados de tritio al rio Techa. En 1997 (48 años después del primer vertido) se evacuó una población de 4.000 habitantes. Estas personas habían recibido una dosis estimada de 2,8 Sv (0,38 – 17 Sv ). Recordaros que el limite legal de radioactividad que una persona puede recibir es de 1mSv/año (en 48 años unos 0,048 Sv).

Más tarde, en 1957, la explosión de un tanque de residuos afectó a unas 275.000 personas; de éstas, sólo la mitad fueron evacuadas unos años más tarde. Luego, en 1963 una fuerte tormenta resuspendió los sedimentos radioactivos depositados a lo largo del tiempo en el lago Karachay, afectando a unas 43.000 personas.

SATÉLITE SNAP 9A. 24 Abril 1964

Albert Arnold Gore, Jr. Premio Nobel de la Paz 2007.

En la década de los sesenta la NASA empezó a sacar provecho a los miles de millones que había invertido en crear un cohete nuclear que fuera autonómo. En realidad, en ese momento se pensaba que la energía nuclear sería el futuro de la era espacial: esto queda perfectamente reflejado por las palabras del padre del hoy tan conocido Al Gore, Albert Gore, cuando afirmó que : “[La exploración espacial] depende en gran medida del destino común del espacio y el átomo“. En aquellos momentos se preveía un futuro dominado por los cohetes y satélites nucleares.

Aunque el accidente del SNAP 9A no fue el primer accidente de satélites nucleares, sí que marcó un antes y un después. Después de este accidente la NASA se convirtió en pionera en el desarrollo de la energía solar. Y aunque siguió enviando satélites con material nuclear (como la sonda Cassei), mejoró el sistema de las pilas nucleares para que fuera difícil su combustión y/o desintegración en caso de accidente. Ahora, centrémonos en el accidente y sus consecuencias:

El 24 de Abril de 1964 la NASA lanza su satelite 5BN (fabricado por General Electrics), equipado con un generador nuclear auxiliar montado a bordo (SNAP 9A). Antes de entrar en órbita ocurre un problema y el satélite cae, desintegrándose en la atmósfera, sobre el cielo del Oceano Índico (Mozambique). Este accidente es importante por dos razones, fundamentalmente: la primera es que propició el desarrollo de la energía solar, la segunda es que llenó la atmósfera de Pu-238, escaso hasta ese momento en la superficie terrestre. Pese a que no se le pueden atribuir muertes directas, se estima que la dosis de radiación recibida fue de 2,4Sv por persona, nada menospreciable.

THE THREE MILE ISLAND. 28 de Marzo de 1979

Hasta ahora no he hecho hincapié en los accidentes más graves, ni tampoco en los que más víctimas han producido. Siguiendo con esta dinámica de exponer sólo aquellos accidentes que se caracterizan por tener una importancia distinta a su gravedad (exceptuando el de MAYAK, que lo he expuesto por ser el más grave de la historia), hablaremos del accidente de The Three Mile Island. Antes de seguir necesito que localicéis la central de The Three Mille Island. Está situada en el estado de Pennsylvania (EEUU), en una isla en el río Susquehanna, cerca de Harrisburg, la capital del estado. Estamos hablando de un estado básicamente demócrata, con 12.000.000 de habitantes, donde las clases más bajas no son básicamente predominantes, siéndolo la clase media. Es decir, lo que diferencia este accidente de los demás es que sucedió en un lugar poblado, y poblado por gente con recursos. Allí, en este lugar civilizado del primer mundo, se produjo un accidente de grado 5 en la escala internacional de accidentes nucleares.

El 28 de marzo de 1979 se produce un error (el primero, no humano) en el circuito secundario del reactor TMI-2 (nuevecito: tenía sólo 90 días de funcionamiento). El error en las bombas de extracción evita la retirada de agua caliente del sistema secundario de refrigeración. Para evitar un calentamiento del núcleo, se abre una válvula en el presurizador que libera el agua del circuito secundario; cuando la presión disminuye la válvula, en lugar de cerrarse como debería, permanece abierta (segundo error, no humano). Para más inri, los detectores indican al operario que la válvula sí se ha cerrado (tercer error, no humano). Se pierde mucho líquido del sistema refrigerante y la presión disminuye peligrosamente. Aquí debería haber entrado en funcionamiento el sistema de agua de emergencia del circuito secundario, pero durante los ensayos realizados 42 horas antes se olvidaron de abrir las válvulas una vez terminado el test (cuarto error, humano). Empieza el nerviosismo. Tardaron ocho minutos en descubrir que la válvula del sistema de agua de emergencia estaba cerrada. Se abre por fin, pero durante esos ocho fatídicos minutos se crearon burbujas de vapor, con lo que al entrar el nuevo líquido refrigerante, éstas obturan los aparatos de medición, con lo que el operario percibe indebidamente que hay suficiente líquido refrigerante (quinto error, ¿humano?). El líquido refrigerante del circuito primario es literalmente vapor a gran presión, rompe las bombas y escapa a la sala de contención. La mitad del núcleo ha quedado sin refrigeración, el circonio que recubre las barras empieza a reaccionar con los materiales radioactivos del combustible. Explota el hidrógeno liberado en el núcleo, pero por algún motivo la explosión pasa inadvertida. A las 16 horas del comienzo del accidente consiguen poner en funcionamiento el circuito primario y las temperaturas empiezan a bajar, pero la mitad del núcleo del reactor está en ese momento fundido o vaporizado.

Uno de los aspectos más polémicos del accidente fue que se liberaron la mayor parte de los gases radioactivos del accidente a la atmósfera. He querido hablar de este accidente porque, aunque se liberaron 2,5 millones de curios, no hay datos empíricos de efectos directos sobre la población de los alrededores (25.000 personas residían a menos de 8 Km). Sin embargo, lo que sí que sucedió fue el inicio de un fuerte movimiento civil antinuclear, tan característico de los ochenta. Además, a nivel técnico se revisó la formación de los operarios de las centrales; hasta entonces los operarios estudiaban para localizar el problema, a partir de entonces su educación se centro más en actuar rápidamente en situaciones de presión analizando la información recibida.

GOIÂNIA, 28 de Octubre de 1987

En Goiânia, Brasil, se produjo el siguiente accidente a comentar. La mayor parte de los accidentes anteriores tienen su entrada, su explicación, en Wikipedia. Éste no. Esto es debido a que no fue un accidente catastrófico, y sin embargo lo expongo aquí porque creo que es un claro ejemplo de qué sucede cuando no se cuidan como es debido los materiales radioactivos de las instalaciones que los usan.

Un dispositivo de radioterapia con forma de rueda, con un colimador para aunar la radiación en un pequeño rayo. La fuente de cloruro de cesio radiactivo es el cuadrado azul, y los rayos gamma están representados como el haz que emerge de la ventana de iridio, coloreada de fucsia. Fuente: Wikipedia

Situémonos: Un miércoles de 1987 dos hombres entran a robar en un edificio abandonado de un hospital. El chivatazo es realmente bueno, en ese hospital se halla esperándoles un armatoste de 600 Kg de metal, principalmente plomo. Con un martillo destrozan la máquina hasta que algo les llama la atención: rodeado y muy bien protegido por plomo, encuentran 100 gramos de un polvito azul que emite una fuerte luz (se trata de 51 TBq Cs-137[5], aunque ninguno lo sospecha).[6]

Les ha tocado la lotería, no sólo tienen 600 Kg de plomo que vender, sino que además se llevan un bonito recuerdo. En casa ponen el polvo azul en un tarro, para que ilumine la casa por las noches. Sin embargo, la noticia se extiende como la pólvora y al día siguiente algunos vecinos acuden para que les den un poco de polvo. Algunos incluso se lo ponen en la cara y por el cuerpo para brillar por la noche al salir de fiesta. Menuda fiesta… Porque la fiesta no dura mucho, concretamente 50 horas. Pasado ese tiempo las primeros afectados empiezan a sentir náuseas, mareo y fuertes dolores. Nadie sabe qué hacer. La mujer del chatarrero artífice del robo acude a la única autoridad sanitaria de la zona, un vecino que es veterinario. Éste le recomienda que lleve el polvito azul al hospital de la ciudad. La mujer toma un autobús y hace cola durante 5 horas en el hospital. Durante todo el trayecto al hospital, e incluso dentro del hospital, se ha estado no sólo exponiendo a la gente a radiación, sino que se han contaminado muchas personas. Los médicos descubren de qué se trata, salta la alarma y evacúan a los afectados al hospital de Río de Janeiro. Lo hacen en ambulancias normales, pasarán dos días hasta que alguien se acuerde de descontaminar las ambulancias, con lo que una enfermera y un médico se verán también afectados. Al poco se desplegaron los agentes especiales del cuerpo de élite del Consejo de Seguridad Nacional brasileño, ninguno de ellos con máscaras ni protección ni nada de nada. Hallaron restos de Cs-137 a más de 1 Km de distancia del foco de emisión.

En resumen, 500 personas fueron puestas en observación,  21 personas contaminadas internamente, convirtiéndose ellas mismas en fuentes de emisión radioactiva, una persona perdió el brazo y cuatro murieron. Aquí puedo contar una anécdota: durante el funeral de las personas que fallecieron, asistió una muchedumbre enfurecida que los recibió a pedradas. ¿Por qué? pues porque enterraron residuos radioactivos (aunque antes hubieran sido personas y el ataúd fuese de 600 kg y de plomo), de hecho los médicos tardaron algunos días en decidir qué hacer con el brazo que le amputaron al hombre, pues se preveía que siguiese siendo activo durante 300 años más.

CHERNÓBIL 26 de Abril de 1986

Éste es, sin duda alguna, el accidente radioactivo más famoso de la historia de la humanidad, en gran parte combinado con sus efectos (aunque, como hemos dicho antes, no es el peor), y seguramente lo fue porque los países del norte se vieron afectados y la radiación llegó a muchos kilometros… pero todo a su tiempo. Como antes, un poco de situación: La central de Chernóbil se haya en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania, a orillas del río Pripyat y cerca de la ciudad con el mismo nombre, de 45.000 habitantes. La capital de Ucrania, Kiev, está a 100 Km al sur. Pero en la época todos estos países formaban parte de la U.R.S.S.

Aunque el supervisor de seguridad se encontraba dando unas conferencias en Kiev, el 26 de Abril de 1986 se iniciaron, tal y como estaba previsto, los ensayos de seguridad en el reactor nº4 de la central nuclear de Chernóbil. La prueba consistía en simular un corte de energía local y comprobar si los turbogeneradores de emergencia eran capaces de suministrar energía suficiente a las bombas de refrigeración hasta que los generadores diésel arrancasen. La prueba se inicia disminuyendo la potencia del reactor, para ello bajan las barras del moderador de grafito para aislar las barras de combustible, y activar los turbogeneradores. La potencia se reduce hasta el 1%, y saltan todas las alarmas del ordenador. Además, para simular mejor la perdida de potencia desactivan la mitad de las bombas de refrigeración (4 de 8). El circuito primario se calienta demasiado y se activa un sistema de refrigeración, que también es desactivado manualmente. En este punto el ordenador procede al asilamiento completo del núcleo, pero para no arruinar el experimento lo pasan de modo automático a manual. Pese a ello el ordenador sigue registrando datos e indicando las ilegalidades de las operaciones realizadas. Cuando la producción de electricidad es de 1600 Mw, los turbogeneradores de emergencia arrancan, seguidos de los generadores diésel: la prueba ha sido un éxito.

Saltando y cantando de alegría, deciden centrarse en el trabajo e iniciar de nuevo el reactor, así que quitan las barras de grafito que impiden la reacción. Sin embargo, algo no va bien. El reactor pasa del 1 al 7% de potencia, pero no aumenta más. Ahora sabemos que el núcleo del reactor ha caído en lo que llamamos pozo del Yodo. Durante el rato en que el núcleo trabajó al 1% la reacción no era “limpia”, con lo que se produjo I-135 en grandes cantidades, éste decae a Xenón, el cual absorbe los neutrones impidiendo la reacción en cadena, pero simultáneamente el Xenón, que es un gas, impide la transferencia de calor de las balas de combustible al agua del circuito primario, es por eso por lo que el reactor no superaba el 7% de su potencia. Los operarios deciden darle un empujoncito al reactor quitando las barras del moderador de reserva neutrónica (encargadas de regular la potencia del generador) para acelerar la reacción. El calor acumulado en las barras de combustible las fractura y se rompen, liberando parte del combustible por el circuito primario. La potencia pasa entonces bruscamente del 7% al 800%. Salta la alarma, y esta vez, en lugar de ignorarla, pulsan el botón de emergencia, grande y rojo, como en las películas, que libera las barras de grafito que aíslan las barras y frenan la reacción en seco, y pone a funcionar las bombas de agua del primario a máxima potencia. Sucede sin embargo que los orificios por donde bajan las barras de grafito se han deformado por el calor, con lo que las barras sólo bajan un 30% antes de quedar atascadas. Empiezan a darse pequeñas explosiones en el núcleo por la acumulación de material fusionable, se inicia el embalado neutronico, estallan completamente las barras de combustible y todo el agua del circuito primario se convierte en vapor de agua a muy alta presión (flash-boiling).

Se produce una tremenda explosión (cuidado, no una explosión nuclear, sino una explosión producto de contener vapor de gas a muy alta presión en un recipiente cerrado), y salta por los aires la tapa del reactor primario con sus 1000 toneladas de protección. La potencia de la explosión estaba entre 1 y 4 tones, produciendo un movimiento sísmico detectable en todo el mundo. En este momento el reactor está sin tapa y dejando todo el uranio fundido al descubierto.

Medalla entregada a los liquidadores representando las tres clases de radiaciones junto a una gota de sangre. Fuente: Wikipedia.

Se emitieron más de 1000 radionucleos distintos (es decir más de 1000 tipos de isótopos distintos), la mayor parte de ellos de vida corta, pero algunos, como el estroncio, el cesio, el yodo o el plutonio, de vida media o larga. Las consecuencias inmediatas del accidente de Chernóbil fueron la muerte inmediata de dos trabajadores, y la de 28 bomberos miembros de los equipos de limpieza en los siguientes tres meses. Más de 6000 liquidators intervinieron en las tareas de limpieza, que básicamente consistían en recoger con una pala el material combustible fundido que hubiera alrededor del reactor y ponerlo otra vez dentro para poder cerrar la tapa, esto, equipados únicamente con una bata de ropa y una máscara de hospital. Durante las siguientes 36 horas se evacuó a 50.000 personas, otras 67.000 personas más durante los tres meses que siguieron y 200.000 entre 1990 y 1995.

Como he comentado al principio, la repercusión de este accidente fue importante porque se vieron involucrados países occidentales, sobre todo los países escandinavos. Pero, para que os hagáis una idea del ambiente en la URSS en la época, dos días después del accidente el entonces presidente de Ucrania (es decir, el político de la URSS encargado de esa zona), preguntó por qué había cortes de electricidad en Kiev, la capital ucraniana. Lógicamente el técnico le contó que, dado el accidente, se habían cerrado todos los reactores restantes de la central, a lo que el otro, el político, contestó que si no funcionaba un reactor, vale, pero… ¡que no pararan los demás!

En lo que respecta a la salud, se apreció un aumento en los casos de cáncer de tiroides en menores de 15 años,[7] de hecho el 35% de casos de cáncer de tiroides en menores de 15 años de todo Ucrania correspondían a zonas contaminadas. Además, se detectó un aumento de casos de malformaciones, retraso mental, cáncer de mama… en las zonas afectadas por el accidente. 187 pueblos quedadon abandonados y los costes económicos del accidente se estiman en 12 billones (europeos) de dólares ($12.000.000.000.000).

En los primeros 10 días la pluma de gases radioactivos viajó por prácticamente todo el hemisferio norte, siguiendo los caprichos de la meteorología. Los primeros días la pluma atravesó Bielorusia y Lituania, llegando a los países escandinavos, que fueron los que en primer lugar se percataron del accidente, el segundo día se movió hacia el oeste, a Polonia, el tercer día en la dirección contraria, llegando hasta Rusia, y los tres siguientes se fue hacia el sur, atravesando todo Ucrania.

Aunque la los movimientos de la pluma radioactiva que he descrito arriba corresponden al grueso de dicha pluma, como he dicho la contaminación llegó a la mayor parte del hemisferio norte.[8]

Para terminar el artículo me gustaría añadir que no te quedes sólo con esta entrada. La radioactividad es mucho más que accidentes nucleares, pero mucho. Con esto no quiero ni infundir un espíritu antinuclear ni pronuclear, sólo quiero que, al terminar la serie, todo aquel que la haya leído tenga argumentos verídicos y suficientes para tomar (o no) una postura, y defenderla con criterio. El próximo artículo de la serie será sobre los residuos nucleares… aunque no sé cuándo lo escribiré.

Gracias por leer el artículo y espero que leerlo os guste tanto como a mí escribirlo. También gracias a Macluskey por su infinita paciencia, corrigiendo mis artículos.

  1. Los enlaces los tienes al principio del artículo. []
  2. Bombas de Hidrógeno o “Bombas H”. Qué rayos hacía un B-52 cargadito de bombas H yendo de Turquía a Carolina en tiempos de paz es algo que sólo los que vivieron la guerra fría pueden entender, que no comprender. []
  3. El detonador de una bomba termonuclear es una bomba atómica de fusión, o bomba A. Sólo esa detonación produce las condiciones de temperatura y presión adecuadas para que se produzca la fusión nuclear explosiva. []
  4. desertó/escapó/… []
  5. Que es mucho, pero mucho, mucho cesio []
  6. Y aunque lo hubiesen sospechado… un chatarrero ladrón no es probable que esté versado en física nuclear. []
  7. Pasó de 5 (1982-1985) a 45 (1986-1997). []
  8. De hecho, en el 2009, en una actividad de la Universidad tomamos muestras de suelo de Mataró (Barcelona), y encontramos restos del Cs-137 de Chernóbil… ¡flipa! []

Sobre el autor:

Belerofot (Xavier-Andoni Tibau Alberdi)

Ambientlologo & Ambientalista. Creo que solo una visión simultánea del conocimiento de todo lo que nos rodea nos permite entender completamente el mundo. Si solo abarcas un campo de la ciencia, tienes un rompecabezas incompleto.
 

{ 16 } Comentarios

  1. Gravatar Macluskey | 15/06/2010 at 10:28 | Permalink

    Belerofot: Un artículo excelente, aunque se haya hecho esperar un poquito. ;)

    Aunque has descrito muy bien el accidente de Chernóbil, creo que sería bueno incluir aquí un comentario que en su día alguien incluyó en un post sobre el tema en el extinto curiosoperoinutil, que me pareció interesantísimo. Corto y pego…

    “La secuencia de acontecimientos que condujo al accidente de Chernóbyl-4 está perfectamente documentada y estudiada: obedeció a una serie de manipulaciones negligentes, casi criminales, del reactor de unas 40 horas de duración que culminaron en un embalamiento neutrónico de alta energía a las 01:26 de la madrugada del 26 de abril de 1986. Esta es una abreviadísima cronología de la secuencia de eventos que dieron lugar al desastre:

    24.04.1986 09:00 – El director y el ingeniero eléctrico del grupo nº 4 de la Central Nuclear de Chernóbyl, situada en las proximidades de Pripyat (Ucrania), toman la decisión de realizar una prueba de seguridad programada a pesar de que el ingeniero nuclear responsable, Grigori Medvédev, se halla en Moscú dando unas conferencias. En esta decisión irresponsable pudieron confluir de manera significativa factores psicológicos organizacionales basados en el exceso de confianza y la presión, pues el grupo Chernóbyl-4 era muy moderno (2 años), estaba bien mantenido, carecía de historial de incidentes y había ganado varios premios al trabajo por tener el récord de productividad para reactores de su clase; pero por otro lado, si no la realizaban ya tendrían que esperar un año para repetirla. La idea era reducir la potencia del reactor para determinar si uno solo de los turbogeneradores automáticos era capaz de suministrar potencia suficiente a las bombas de refrigeración mientras los generadores diesel arrancaban y aceleraban, en caso de un corte local de energía.

    24.04.1986 12:00 – En contra de la opinión de los técnicos intermedios, se inicia la prueba. Comienzan a introducir barras de moderador-grafito en el reactor para reducirle la potencia por debajo del nivel medio de seguridad [1600-1700 Mw(t)] para provocar el arranque automático del turbogenerador.

    24.04.1986 14:00 aprox – El controlador de la red de distribución eléctrica de Ucrania llama a Chernóbyl-4 para preguntar qué rayos ocurre. Le explican lo que hay y éste exige más energía, pues la necesita para sus operaciones normales. Mientras discuten si sí o si no, el reactor permanece casi dos horas en estado anómalo, “a medio frenar”, momento en que empiezan a producirse microburbujas y contaminación por yodo en el núcleo.

    24.04.1986 16:00 – El turno del director se aproxima a su fin. Masculla un “a la mierda”, y acepta el requerimiento de los controladores de la red para devolver el grupo al 100% de potencia nominal [3.200 Mw(t)], advirtiéndoles que estén listos porque repetirán la prueba esa misma madrugada, de noche, cuando los requerimientos de energía son menores. Cuando devuelven el reactor a su potencia nominal, se producen oscilaciones leves de potencia térmica (resultado de las microburbujas de hidrógeno y de la contaminación por yodo), a las que no se da excesiva importancia. El reactor continúa operando durante las 9 horas siguientes en un contexto anómalo, produciendo más hidrógeno y yodo. Un ingeniero nuclear habría deducido inmediatamente lo que estaba pasando, pero como no había ninguno, las leves anomalías en los indicadores se tomaron como cosa poco relevante y se ignoraron olímpicamente.

    25.04.1986 01:00 – Se inicia la prueba de nuevo. Van con retraso y desean acabar lo antes posible, así que tratan el reactor nuclear como si se tratase de la caldera de una central térmica de gas-oil (siguiendo instrucciones del director y de los ingenieros eléctricos). El diseño permitía una operación mínima en torno al 22-32% de la potencia máxima. En vez de eso, la potencia se reduce al 1%, fuera de todas las envolventes y especificaciones de diseño, pese a las múltiples alarmas y advertencias del ordenador.

    25.04.1986 14:00 – Desconectan la mitad del sistema de refrigeración del primario (4 de 8 turbobombas) para “simular mejor la pérdida de potencia local”. El sistema de refrigeración de emergencia del primario se dispara automáticamente. El director, mosqueado… ¡¡¡ordena desactivar también el sistema de refrigeración de emergencia del reactor!!! Entonces, el ordenador dispara la alarma y se dispone a cerrar automáticamente el núcleo. En ese momento, ¡¡¡el equipo directivo ordena desprecintar el armario de emergencia y conmutar de “NORMAL/AUTOMÁTICO” a “MANUAL/EMERGENCIA”!!!. Con este acto, el ordenador pierde todo control directo sobre el núcleo, si bien seguirá registrando datos, disparando alarmas y notificando la ilegalidad de las operaciones realizadas hasta el último momento.

    25.04.1986 14:30 – Cuando la potencia cae por debajo de 1600 Mw(t) (50% del nominal), el turbogenerador arranca perfectamente, seguido de los generadores diesel, aportando energía al grupo en cantidad y forma suficiente. La prueba de seguridad ha sido todo un éxito. El ordenador permanece off-line. Por tanto, el segundo cierre de emergencia del reactor, que debería haberse producido al dispararse el turbogenerador tampoco ocurre.

    25.04.1986 15:30 – El director ordena devolver el reactor a su estado nominal y abandona la sala de control. Los ingenieros eléctricos y los técnicos intermedios se disponen a hacerlo, extrayendo de nuevo las barras de moderador-grafito. Sin embargo, algo extraño ocurre. El núcleo no acelera como debiera. Uno de los ingenieros eléctricos llama de nuevo al director, que vuelve de inemdiato a la sala de control.

    25.04.1986 23:00 – En el momento en que sólo quedan introducidas las 32 barras de la reserva neutrónica de emergencia (que es la que permite “reconducir” la reacción en casos así y que JAMÁS se deben extraer salvo en una emergencia), la potencia del reactor es tan sólo del 7% del nominal. Hay preocupación. ¿Qué demonios ocurre? (Es como si pisaras el pedal del acelerador a fondo y sólo obtuvieras el 7% de potencia). Comienzan a pensar en alguna avería del cambiador de calor; no comprenden que el núcleo del reactor está herido de muerte. El ingeniero nuclear sigue en Moscú, sin saber nada de lo que pasa.

    Lo que está ocurriendo es que, al caer por debajo de los 1.600 MW(t) fuera de sus especificaciones de diseño y sin corrección computerizada alguna, el núcleo ha empezado a producir yodo-135 en grandes cantidades, y ha caído en el llamado “pozo del yodo”. Es más: el yodo ha decaído también en forma de xenón. El núcleo Chernóbyl-4 está en esos momentos sufriendo el llamado “envenenamiento por xenón” en torno a los elementos combustibles. El xenón absorbe neutrones e impide que la reacción en cadena se produzca normalmente, lo que hace decaer la tasa de producción térmica inter-elementos de combustible.

    Mientras tanto, la central lleva ya 9 horas funcionando con sólo la mitad de la refrigeración del primario activa, y el sistema de emergencia desconectado. Esta carencia de refrigeración produce grandes burbujas en el agua del primario e incrementa la actividad intra-elemento de combustible (por reactividad positiva). Es decir: aunque aún queda flujo de refrigerante, hay elementos combustibles enteros que no están siendo refrigerados. Lejos de los sensores, en el corazón de los elementos de uranio de las barras de combustible, se viene produciendo una acumulación masiva de energía térmica no controlada ni monitorizada. Esto es: por un lado se está produciendo mucha energía dentro de los elementos combustibles (térmica y neutrónica) por falta de refrigeración suficiente, pero el envenenamiento por xenón y la presencia de grandes burbujas en el circuito impide la transferencia de esta energía excesiva al agua del circuito primario. En consecuencia, los operadores y directivos de la sala de control veían que la potencia térmica y eléctrica generada subía muy despacio, y no hacían más que sacar más barras de moderador, inconscientes de que buena parte de toda esa energía se estaba acumulando en los elementos combustibles.

    26.04.1986 01:00 h – El director ordena extraer las barras de moderador de la reserva neutrónica de emergencia para tratar de acelerar el reactor (obsérvese que siguen tratándolo como si fuera una caldera normal de gas, o un motor de coche… “¡¡¡písale, coño!!!”), lo que no hace más que empeorar la situación anterior. El reactor lleva ya más de una hora por debajo de la potencia mínima crítica. Las envolturas de zirconio-niobio de los elementos de combustible comienzan a fracturarse por el calor. En esos momentos, la sala de control parece un árbol de navidad y las alarmas son ensordecedoras. El director… ¡¡¡ordena desactivarlas también!!! Esta habría sido la última oportunidad de detener el desastre, pulsando en este momento el botón de parada en frío de emergencia.

    26.04.1986 01:24 h – El agua del primario entra en ebullición. Los umbrales de transferencia aérea se superan. En ese momento, los indicadores detectan un embalamiento de la potencia térmica: en menos de un minuto, el reactor pasa de un 7% de su potencia nominal a ¡¡¡un 800 %, y subiendo!!! La confusión y el miedo reinan en la sala de control. Nadie entiende qué ocurre. Un técnico intermedio, ante la evidencia de que debe ser algo muy muy malo, pulsa el botón de parada en frío de emergencia (que es como en las películas: grande y rojo… no es coña). Todas las turbobombas del primario entran en acción a la máxima potencia y las barras de moderador comienzan a descender.

    26.04.1986 01:25 h – Los canales tecnológicos se han deformado por el calor. Por ello, las barras de moderador quedan detenidas a un 30% de inserción. Al desplazar el agua pero no completar su función, el 30% del reactor queda sumergido en una nube de vapor de agua y oxígeno e hidrógeno hidrolizados. El flujo neutrónico es ahora similar al de una bomba atómica. El xenón que antes absorbía neutrones, ahora se quema prácticamente de golpe, lo que dispara de golpe la tasa de reacción inter-elementos.

    26.04.1986 01:26 h – Se escuchan una serie de pequeñas explosiones. Las fundas de zirconio-niobio han saltado en trozos y los elementos combustibles de dióxido de uranio se están fundiendo. Los topes inferiores de las barras de moderador, fabricados en acero inoxidable (un metal ferromagnético), quedan atrapados en aquella pesadilla neutrónica y se ponen a irradiar a su vez, aportando el último medio beta necesario para la catástrofe. Inevitablemente, se produce el embalamiento neutrónico. Los canales de combustible estallan. El agua de refrigeración se transforma instantáneamente en vapor de muy alta presión (“flash-boiling”).

    26.04.1986 01:26:30 h – La presión del vapor asciende por encima de 1.000 psi (más o menos, como a 10 o 12 metros de una bomba atómica). Las sondas y sensores están destruidos y todos los indicadores caen a cero; modelos computacionales realizados con posterioridad deducen que la potencia alcanzó entre el 10.000 y el 40.000% del nominal. Se produce una enorme explosión. La tapa superior del reactor salta como la de una olla express, llevándose con ella 1.000 toneladas de protección biológica y los 1.600 tubos de presión. La pared exterior del edificio revienta y se derrumba, dejando al descubierto el reactor “destapado” lleno de uranio furiosamente enriquecido y fundido, radiando como el infierno.

    Durante muchas horas aún, los directores de la central creerán que lo que ha estallado es el cambiador de calor, y toman las medidas apropiadas para este caso… lo que no hará otra cosa que empeorar aún más la contaminación radiactiva. No es hasta las 08:30 AM que se evidencia la explosión del reactor, cuando los niños de Pripyat están ya de camino al cole…

    Esto fue lo que ocurrió en Chernóbyl-4, a grandes rasgos. La potencia de la explosión estuvo entre 1 y 4 tons, lo que produjo un efecto sísmico detectado en todo el mundo. Como podéis ver se trató de un accidente tecnológico muy complejo, resultado de una acción sostenida de sabotaje involuntario. No tuvo nada que ver con las explicaciones al respecto que suelen dar los medios de comunicación occidentales.

    Hasta aquí la descripción de los hechos. Sólo queda decir que “nunca pasa nada… hasta que pasa”.”

    Fin del comentario cortipegado. Perdón por el mega-comentario…

    Mac

  2. Gravatar Mazinger | 15/06/2010 at 10:31 | Permalink

    ¡Ha vuelto un clásico de El Cedazo! Bienvenido a casa otra vez, Belerofot. No es posible que te haya gustado a ti más escribirlo que a mí leerlo. Muy buen artículo, en tu línea. Creo que has logrado además la objetividad y el rigor que te proponías, lo cual es encomiable tratándose de un tema tan polémico.

    La crónica de estos accidentes me he dejado muy impresionado. Por más que lo pienso no puedo comprender cómo es posible que se trate con tan poco respeto a la población. Vertir residuos nucleares en los ríos… Y sin informar. Rediós. Más que el accidente en sí, que también, lo que más me entristece es la actitud de partida que tenían respecto la población, como si no fuesen seres humanos.

    Lo de recoger el material nuclear a paladas en bata para devolverlo al reactor en Chernobil me ha dejado sin palabras. Me pregunto si los “liquidadores” al menos sabrían a lo que se exponían. En bata y máscará de hospital… Triste equipo para unos héroes. Bonita medalla, eso sí.

    Saludos.

  3. Gravatar Raque | 15/06/2010 at 10:46 | Permalink

    Es una pena que se diga “radiactividad”, y no “radiOactividad”…

  4. Gravatar Macluskey | 15/06/2010 at 01:49 | Permalink

    @Raque: Eeeeh… Sí que es una pena, sí, pero… ¿dónde habla Belerofot de radiactividad? Siempre usa el término correcto, radioactividad, y si alguna vez se le ha escapado algún “radiactivo”, seguro que ha sido por error (y lo mismo me aplica a mí como corrector).

    Igual te referías a que “muchos usan…” y tienes razón. Pero los que publicamos aquí en Elcedazo procuramos no ser parte de esos “muchos que usan…” ;) Con mejor o peor éxito, eso sí.

  5. Gravatar Pedro | 15/06/2010 at 03:05 | Permalink

    Mac, que yo sepa, ambas están aceptadas.

    Raque, no es por ser malvado, pero ¿has consultado el DRAE antes de comentar?

    http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=radiactividad

    http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=radioactividad

    http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=radiactivo

    http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=radioactivo

  6. Gravatar Anónimo | 15/06/2010 at 04:31 | Permalink

    La RAE incluso prefiere la forma «radiactivo».

    http://buscon.rae.es/dpdI/SrvltConsulta?lema=radioactividad

    PD: En el Diccionario panhispánico de dudas suelen estar este tipo de cosas, diciendo qué palabra es mayoritaria o más preferible.

  7. Gravatar Sergio B | 15/06/2010 at 06:35 | Permalink

    Buen articulo, pero tanto como para llamarle la otra cara de la moneda, yo creo que los accidentes nucleares no son para tanto, al menos a la luz del coste que tienen los medios organicos de conseguir electricidad. Quiero decir, una muerte por hambruna provocada por una sequia debida al cambio climatico, ¿se considera una accidente de una central de carbon? Una victima de guerra en iraq, ¿se considera una victima de una central de petroleo? No quiero obviar que es explicativo el articulo y que no quieres posicionarte en contra ni a favor, pero el titulo le da una importancia exagerada (en mi opinion (yo no soy tan neutral)) a los accidentes. Yo creo que no considerarla como una energia barata es alejarse de la realidad y, la verdad (y no llego a entender por que), no se suele escuchar nunca sobre la existencia de problemas politicos relacionados con el uranio (¿no los hay o no los cuentan?).

    Respecto a lo que dices del satelite SNAP 9A decir que propicio el desarrollo de la energia solar me parece un poco exagerado. Mas alla de la orbita de marte no sirven los paneles solares y para la generacion de electricidad se utiliza la radiactividad en generadores termoeléctricos de radioisótopos, conocidos como RTG como el (SNAP). Estos RTG son muy seguros y llevan un encapsulado muy bien preparado para que en caso de accidente no se libere material radiactivo, esta seria la principal influencia de ese accidente. El desarrollo de los paneles solares para los satelites actuales era irremediable debido a que necesitan unas cantidades enormes de energia que un RTG es incapaz de proporcionar (podrias colocar muchos, pero el satelite pesaria tanto que no daria despegado). Ademas para la mayoria de satelites de orbita terreste hay que tener en cuenta la inmensa cantidad de eclipses que sufren, por lo que las baterias sufren ingentes cantidades de ciclos de descarga y carga, tecnologia que tambien se ha tenido que desarrollar para poder usar paneles solares. Ademas el satelite accidentado se llamaba Transit 5BN. En la wikipedia (http://es.wikipedia.org/wiki/Generador_termoel%C3%A9ctrico_de_radiois%C3%B3topos) en el articulo sobre los RTG se pueden ver varios accidentes mas y para nada da la impresion de que su uso se limitara en ningun momento.

    Respecto al tema de ortografia y aparte de lo que diga el diccionario, si hablamos de la actividad de ciertos elementos de emitir radiacion y no de emitir ondas de radio, ¿no es mas logico que sea radiactividad y no radioactividad? ¿no se usara radioactividad simplemente por que suena mejor?

  8. Gravatar Belerofot | 15/06/2010 at 07:21 | Permalink

    Bueno, veo que se ha generado un debate en torno a la ortografía. Seguramente si no fuera por @Mac, este debate seria mucho más acalorado. Aunque las dos formas se aceptan y por lo que que nos comenta el colega @Anónimo la RAE prefiere Radiactividad, a mi personalmente me gusta mas Radioactividad, quizá si, es más cool, pero no por ello menos correcto. Supongo que ambas de aceptan dado que las ondas de radio no dejan de ser radiación.

    @Mac gracias por tu aportación, sin duda mi entrada esta basado en ese comentario, aunque me he percatado que cometí un error, el técnico no estaba en Kiev, sino en Moscú.

    @Sergio B, creo que precisamente has confundido el titulo como un tipo de posicionamiento, que es precisamente lo que quería evitar. El titulo viene como consequencia del capítulo anterior, en el cuál se presentaba el uso de la radioactividad como una herramienta (herramienta que es) muy útil para la humanidad y para generar electricidad. Este titulo viene a decirnos que como todas las demás formas de generar electricidad tiene sus costos, es decir, si alguien se quedo con la idea en la anterior entrada que la radioactividad era buena y útil, aquí esta la otra cara de la moneda. Respecto a la víctimas he intentado suavizarlo al máximo, y si miras la tabla de muertos del principio, esta realmente infravalorada, todos sabemos que hay muchos más muertos. Sin embargo no lo podemos demostrar, por lo tanto esto es con lo que nos quedamos. Es decir, precisamente lo que he intentado es poner los accidentes radioactivos como lo que son, solo eso (compara los muertos de los accidentes nucleares de toda la historia de la humanidad, con los de accidentes de trafico de España en un año, las cifras están ahí, dejo al pública el leerlas) Si eres pronuclear, quizá te gustara la próxima entrada, residuos radioactivos, donde procuraré desmitificar y desestigmatizar un poco el tema (hace poco tan de moda por el ATC) de los residuos. Respeto al satélite, tienes toda la razón en afirmar que al producirse este accidente, se aumento la seguridad de las pilas de combustible, sin embargo segun algunas fuentes (mis apuntes de física de las radiaciones de la universidad), dio un empujoncito a la energía solar, aunque seguramente me equivoco (creéme mis apuntes son harto caóticos e inexactos) y tal y como indicas no contribuyo a un proceso que se daba de forma natural.

    El tema de la energía nuclear es un debate con sus pros y sus contras y el estar a favor o en contra es simplemente o falta de información o (con suficiente información) una escala de valores diferente.

  9. Gravatar Pedro | 15/06/2010 at 07:46 | Permalink

    @Sergio, aunque llego tarde porque Belerofot ya ha comentado, la manera en la que yo lo interpreto no es que tenga igual peso una cosa que la otra, sino que por un lado nos ha contado cómo la radioactividad está al servicio de la sociedad, y por otro qué sucede cuando las cosas van mal. El artículo me parece encomiablemente neutral… pero estoy seguro de que habrá mucha gente que no esté de acuerdo (ojalá por los dos lados, lo cual sería una buena señal).

  10. Gravatar Sergio B | 15/06/2010 at 10:13 | Permalink

    Desde luego el articulo me ha parecido del todo neutral, incluso, para lo que suele estilarse, algo pronuclear (o a mi forma de ver, simplemente coherente) por que para nada trata los tipicos miedos de la gente (mucha gente cree que una central nuclear puede explotar como una bomba). Supongo que malinterprete el tono del titulo y eso es todo. He leido la serie y no guardo recelos de tu imparcialidad en tus explicaciones. El tema de la radiactividad me es muy familiar por que en el instituto realice un trabajo de investigacion sobre el tema (hasta gane un premio por el) y recuerdo ir con el geiger por ahi midiendo la radiacion. Lo mas interesante fue en el hospital en la sala de radiografias, sobre todo por los medicos mirando curiosamente cuando despues de hacer la prueba fuera la hicimos en la sala donde se colocan ellos (perfectamente aislada, por cierto).

    Respecto a lo de los RTG, yo tambien he leido comentarios al respecto en ese sentido simplemente que con los argumentos que ya te he expuesto no me parece razonable darle importancia por eso (no se exactamente donde pero he leido que el cancer de pulmon mundial aumento por culpa de ese accidente, si es cierto, debe de ser totalmente indemostrable). Si leistes en la wikipedia han habido varios accidente mas en los que han estado involucrados estos dispositivos sin provocar desastres como este, aunque a mi me resulta inquietante pensar que hay un dispositivo de estos en la fosa Tonga esperando a destruirse en unos 800 años y parece que ese plazo es totalmente complaciente, ¿es que ya no habra nadie entonces para sufrir por ello?

  11. Gravatar Adan | 16/06/2010 at 10:52 | Permalink

    Sergio B, debes tener en cuenta que la energia nuclear no es tan “limpia” como aparenta ser. El uranio enriquecido no se encuentra debajo de las piedras, sino de las montañas. Hace falta mineria movida por maquinaria a gas-oil, procesos de enriquecimiento que no son gratis energeticamente hablando, de manera que la cadena de gasto energetico para la produccion de ese combustible anula gran parte de sus ventajas.

  12. Gravatar Belerofot | 16/06/2010 at 03:03 | Permalink

    @Adan, ten paciencia, en el próximo artículo tendrás todos los números que necesitas para contrastar esa afirmación, pero vas por el buen camino.

  13. Gravatar Umbreak | 07/07/2011 at 08:57 | Permalink

    Felicidades por los 5 artículos de la serie. Yo sabía algunas cosas acerca del tema, pero muchas otras se me escapaban y me ha quedado más claro con tus explicaciones.

    Pero, para mi, la pregunta del millón es la siguiente: Por qué, si el 80% de la radiación que recibe un ser humano proviene de origen natural (el radón), la enfermedad de nuestro siglo es el cáncer? Solo se me ocurren dos respuestas: 1) Que la gente antes tenía cáncer igual que ahora pero no se detectaba con la medicina de la época. 2) Realmente ese 80% no es un 80%.

  14. Gravatar J | 07/07/2011 at 12:21 | Permalink

    Umbreak: se me ocurre una opción más (que no tiene por qué ser correcta, pero hay que pensar en ella): antaño la gente se moría de cualquier otra cosa (gripe, accidente, peste, disentería o simplemente de hambre) antes de haber podido desarrollar ningún cáncer.

    No obstante, me parece que la radiación no es la única forma de producir cáncer. Pienso por ejemplo en el tabaco, que no es radiactivo, pero produce cáncer.

  15. Gravatar josecb | 24/04/2012 at 09:32 | Permalink

    Muchas gracias por la serie, siempre ha sido un tema que me ha interesado y aunque muchas cosas ya las conocía (sobretodo gracias a Fukushima, desgraciadamente) algo he aprendido.

    Gracias también a Pedro por enlazar estos artículos con los 3 primeros.

    Pero, para mi, la pregunta del millón es la siguiente: Por qué, si el 80% de la radiación que recibe un ser humano proviene de origen natural (el radón), la enfermedad de nuestro siglo es el cáncer? Solo se me ocurren dos respuestas: 1) Que la gente antes tenía cáncer igual que ahora pero no se detectaba con la medicina de la época. 2) Realmente ese 80% no es un 80%.

    Es una mezcla del primer punto y lo que comenta J junto con el envejecimiento de la sociedad.

    Pienso por ejemplo en el tabaco, que no es radiactivo, pero produce cáncer.

    Uff, el tabaco tiene de todo, por tener tiene hasta polonio (y no es broma). Aunque en tan poca cantidad que realmente el mayor agente cancerígeno es el alquitrán.

    Sobre lo que se comentaba de radiactividad/radioactividad, mi profesor de física me dijo que lo más correcto era radiactividad porque venía de “radiar”, no del elemento químico “radio”. Pero se aceptan ambas, como ya han señalado.

  16. Gravatar Venger | 17/11/2012 at 10:09 | Permalink

    Belerofot, mi más sincera enhorabuena por esta serie. Muy instructiva y muy bien escrita.

    Respecto al debate energía nuclear sí/no, yo creo que el futuro energético de la humanidad pasa por el desarrollo de la pila de hidrógeno. Para todo: coches, barcos, hogares, industria… Y para “recargar” las pilas de hidrógeno se van a necesitar muchos reactores nucleares de fisión. Y luego, como cosas curiosas, las fuentes renovables de energía.

    Y no hay más debate

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