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Historia de un ignorante, ma non troppo… Claro de Luna, de Claude Debussy




El artículo de hoy de esta longeva serie musical trata de una conocida pieza para piano solo, muy utilizada en anuncios comerciales, series de televisión o películas: El Claro de Luna, de la Suite Bergamasque,[1] de Debussy. De hecho, esta pieza es la tercera de la Suite, que tiene en total cuatro movimientos: Preludio, Minueto, Claro de Luna y Passpied.

A los inasequibles seguidores de esta serie quizás os extrañe que me refiera exclusivamente a esta pieza y no a la suite completa… La razón es sencilla: no conozco ninguna de las otras tres piezas. Prácticamente no se publican, es casi como si no existieran, han sido literalmente volatilizadas por la fama inmensa de este omnipresente Claro de Luna, que ha sido utilizado, ya digo, extensamente en bandas sonoras de multitud de filmes, siendo el caso más extremo el de la película Frankie y Johnny, donde la obra completa (más de cinco minutos) acompaña el desenlace final de la película, sin cortes ni elusiones, cosa, por lo que yo sé, bastante extraña para una obra de esta duración.[2] También el Claro de Luna de Debussy iba a formar parte de la película Fantasía de Walt Disney, la original, la de 1940, pero cuando ya estaba casi completamente rodada (o sea, dibujada), se decidió eliminarla, debido a que había que cortar metraje de una película que estaba quedando demasiado larga… En 1996 se recuperó la escena, se restauró junto con el resto de escenas que componen la peli y se incluyó como bonus track en la edición en DVD del film.

Claude Debussy. Fotografía de Félix Nadar, hacia 1908

Claude-Achille Debussy nació en 1862 en Saint-Germain-en-Laye, a orillas del Sena, cerca de París. En este caso nada hacía presagiar que nuestro Claudio-Aquiles fuera a convertirse en uno de los más importantes compositores del siglo XX, y además uno de los más influyentes, puesto que su padre, Manuel-Achille Debussy, era dueño de una tienda de porcelana y trabajaba además en una imprenta. Durante la Comuna de París llegó a capitán de la guardia nacional, por lo que cumplió cuatro años de cautiverio. En fin, nada de clases de piano desde su más tierna infancia ni padres con amplios conocimientos musicales en los que mirarse.

Bueno… padres no, pero sí tía. Fue su tía Clementina quien le dio sus primeras clases de piano hacia 1870 o 1871, y tras una intensa preparación consiguió aprobar con brillantez su examen de acceso al prestigioso Conservatorio de París. Y allí… allí, lo de siempre: por una parte obtuvo brillantes calificaciones, mientras que por el otro tenía serias discusiones con sus profesores acerca del modo de componer y de armonizar las composiciones. Todo esto es lógico, claro está, porque en música primero viene el compositor genial que cambia la percepción sobre la música, y luego el método que intenta protocolizar la forma de hacer música del gran compositor.

Es decir, todo gran innovador del género lo ha sido siempre en contra de los preceptos de quienes hasta entonces habían sido los grandes compositores reconocidos en el mundo. Los innovadores tienen así garantizada una juventud dedicada a arduas discusiones con todos los profesores que defienden el “método tradicional”… y que no se dan cuenta de que ese intocable método basado en los hallazgos del Gran Compositor X, sólo se convirtió en intocable tras derribar al no menos “intocable” método anterior… Y así hasta nuestros días.

En fin, Debussy, junto con Maurice Ravel, se convirtieron en los grandes adalides del impresionismo musical, movimiento paralelo al impresionismo pictórico que, igual que Manet, Monet o Degas, que intenta de alguna forma transmitir una idea o sentimiento de manera en cierto modo insinuado. La mayor cualidad del impresionismo es la libertad en la composición, tanto rítmica como armónica, que se desvincula tanto de las formas clásicas como de las románticas que imperaban hasta entonces. Como consecuencia, la música impresionista, de forma parecida a la propia pintura impresionista, es un tanto… cómo decirlo… “brumosa”, misteriosa, insinuante.

Su estilo compositivo fue parte del movimiento de rechazo al Romanticismo alemán que, por otra parte, dominaba en aquella época la enseñanza oficial en los conservatorios europeos. Esto le valió un rechazo sistemático en el Conservatorio de París, hasta el punto de que un alumno del conservatorio fue expulsado tan sólo por haberse descubierto que tenía en su poder una partitura de Debussy.

Los motivos para tal ensañamiento eran muy fuertes. El entonces joven estudiante sostenía la individualidad de los acordes por su “color” y no aceptaba – como era lo tradicional – que estos fueran enlazados unos con otros. En cambio, los hacía marchar en forma paralela, así fuesen disonantes, con tal de conseguir esas “atmósferas de color” tan características del impresionismo musical. Por supuesto, todo esto iba en contra de todas las reglas tradicionales para componer y fue insoportable para los académicos. Peor todavía: los acordes, así manejados, perdían la función tonal… y eso ya fue el colmo, y como tampoco respetaba la regularidad de los ritmos tradicionales, llegó a decirse que su música carecía por completo de ritmo.

Además, Debussy utilizó a menudo escalas tonales nada usuales a la música occidental, inspiradas en la música oriental que tuvo la ocasión de escuchar con motivo de la famosa Exposición Universal de París de 1889 en París. Estas escalas tonales (hexatónicas o escalas de tono entero) ya habían sido esporádicamente utilizada por compositores como Mussorgsky o Glinka, incluso Mozart las usó en su “Broma Musical”. Sin embargo, se asocian siempre a Debussy, pues él fue quien las puso en el mapa. Hay solamente dos posibles escalas hexátónicas: la que parte desde DO y la que parte desde DO#.[3] Y sólo hay dos posibles escalas hexatónicas porque, teniendo como tiene la escala temperada doce notas separadas entre sí por un semitono (DO-DO#-RE-RE#-MI-FA-FA#-SOL-SOL#-LA-LA#-SI-DO), sólo hay dos formas de tomarlas de tono en tono, es decir, de dos semitonos en dos semitonos, o sea, tomar las notas de la escala temperada una-sí, una-no hasta volver a la misma nota inicial. Por lo tanto, ambas escalas contienen seis notas (de ahí lo de “hexatónicas”) separadas por un tono entero. La de DO contiene las notas DO-RE-MI-FA#-SOL#-LA#-DO (falta el SI, alguna de las siete tenía que faltar), y la de DO# contiene las notas DO#-RE#-FA-SOL-LA-SI-DO# (falta el MI).[4]

En la imagen siguiente puede verse la distribución de ambas escalas que, como se ve, no comparten ni una sola nota.

Escalas de tonos enteros. Hay dos: la de DO y la de DO# (o de SI). Y entre ellas no comparten ni una sola nota.

Por cierto, por si os lo estabais preguntando, la obra de hoy no es en absoluto hexatónica.

Claude Debussy falleció, víctima de un cáncer, el día 25 de marzo de 1918, cuando faltaban apenas unos meses para el fin de la Gran Guerra.

Su influencia es notable. Después de Debussy, la propia forma de componer música “clásica” cambió, y prácticamente todos los músicos posteriores han bebido en más o en menos de las innovaciones temáticas y estilísticas del “impresionismo” musical.

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La obra de hoy, junto, seguramente, a su Preludio para la siesta de un fauno y su poema sinfónico El Mar, es una de las más famosas del compositor francés. Indudablemente, la obra transmite una sensación contemplativa, por momentos melancólica, y, en ocasiones, también sensual. Compuesta en 1890, está basada en un poema homónimo de Paul Verlaine, “Claro de Luna”, que forma parte de su obra “Fêtes galantes” (Fiestas galantes), publicada en la década de los sesenta del siglo XIX. Para aquellos de vosotros que gustéis de la poesía ochocentista, aquí os dejo el texto original del poema y su traducción, realizada por el también poeta Manuel Machado.

Clair de Lune, de Paul Verlaine

Votre âme est un paysage choisi

Que vont charmant masques et bergamasques

Jouant du luth et dansant et quasi

Tristes sous leurs déguisements fantasques.

 

Tout en chantant sur le mode mineur

L’amour vainqueur et la vie opportune

Ils n’ont pas l’air de croire à leur bonheur

Et leur chanson se mêle au clair de lune,

 

Au calme clair de lune triste et beau,

Qui fait rêver les oiseaux dans les arbres

Et sangloter d’extase les jets d’eau,

Les grands jets d’eau sveltes parmi les marbres.

 

Traducción de Manuel Machado

Vuestra alma es un exquisito paisaje,

Que encantan máscaras y bergamascos,

Tocando el laúd y danzando y casi

Tristes bajo sus fantásticos disfraces.

 

Siempre cantando en el tono menor,

El amor triunfal y la vida oportuna

Parecen no creer en su felicidad

Y sus canciones se unen al claro de luna.

 

Al tranquilo claro de luna, triste y bello,

Que hacen sonar los pájaros en los árboles,

Y sollozar extáticos a los surtidores,

Surtidores esbeltos entre los blancos mármoles.

 

En fin, un poema rabiosamente romántico que Debussy convierte en algo medio romántico-medio impresionista pero, en cualquier caso, bellísimo. Por cierto, la referencia que Verlaine hace a “los bergamascos” dio origen al título de la suite completa, como parece obvio.

Vamos ya a escuchar el Claro de Luna de Claude Debussy, de unos cinco minutos de duración, pero esta vez no os dejaré una versión solamente, sino tres. Veremos por qué:

La primera de ellas es un video convencional, donde se escucha la famosa melodía amenizada por el retrato fijo del compositor. No he tenido forma de saber quién es el intérprete de esta versión, pero suena muy bien y por ello la enlazo:

La segunda de las versiones es el video de una interpretación de la obra, pero desde un ángulo poco frecuente. Se trata de Paul Barton, y es una grabación cenital de las manos ejecutando la obra, donde se puede apreciar su relativa dificultad de ejecución (pienso que ésta no debe ser una de las obras más difíciles del repertorio). He aquí ese video:

Y por fin, la tercera es una auténtica gozada, desde mi punto de vista. Se trata de la versión de Stephen Malinowsky, donde podemos deleitarnos con un seguimiento gráfico de la obra, al estilo de “The Music Machine”. Hipnotiza ver cómo las diferentes líneas melódicas se van alternando, cruzando, apareciendo y desapareciendo… Aquí tenéis el video:

Espero… no, estoy completamente seguro que esta joyita os ha gustado.

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Existen bastantes grabaciones de esta obra, aunque muchas menos de la propia Suite Bergamasque completa, como ésta de Klara Kormëndi para Naxos. De hecho, el Claro de Luna de Debussy se encuentra prácticamente siempre en discos de recopilaciones varias de artistas varios por autores varios. Por recomendar una, citaré ésta, que no es ni mejor ni peor que otras muchas otras, pero suena bien.

Y para terminar, sí, el mismo tostón de siempre. En directo todo suena mucho mejor que enlatado. Y el piano solo, también.

Disfrutad de la vida, mientras podáis. A ser posible, escuchando música.

  1. El artículo de la Suite Bergamasque de la Wikipedia española es, por decir algo, manifiestamente mejorable. Recomiendo vivamente que naveguéis a las wikipedias inglesa o francesa si queréis obtener más información… o más bien alguna información. []
  2. Quizás tenga que ver que el guión de la peli sea una adaptación de la obra teatral Frankie and Johnny in the Clair of Lune, de Terrence Malik. []
  3. En la literatura suele hablarse de que esta segunda escala parte desde el SI… pero en realidad es exactamente lo mismo. []
  4. Recordemos que en la escala temperada coinciden los sostenidos y los bemoles, por ejemplo DO# y REb, que son notas enarmónicas, lo que quiere decir que se llaman de forma distinta, pero sonar, lo que se dice sonar, suenan igual. Ésa es la razón de que se pueda decir que La#-Do funciona como un “tono”: es porque, a pesar de que se cuentan tres notas de La a Do en vez de dos, suena igual a cualquier tono en la escala temperada. []

Sobre el autor:

Macluskey ( )

Macluskey es un informático de los tiempos heroicos, pero no ha dejado de trabajar en Informática y disfrutar con ella hasta la fecha. Y lo que el cuerpo aguante. Y además, le gusta la música...
 

{ 11 } Comentarios

  1. Gravatar franco | 22/03/2015 at 02:38 | Permalink

    fantástico ; te felicito Macluskey . soy un admirador de la buena música y si ademas te explayas en un dato técnico , en una anecdota ; mejor todavía . hace tanta falta gente como tu que aprecie la cultura y tenga la generosidad de compartirla .

  2. Gravatar Macluskey | 22/03/2015 at 09:27 | Permalink

    Muchas gracias, franco, por tus (inmerecidos) elogios. Comentarios como éste hacen que ya esté pensando en qué obra inmortal va a ser la próxima… ;)

  3. Gravatar Bevender | 22/03/2015 at 06:01 | Permalink

    Me gusta esta serie. Puede ser que te hallas dejado un # en la segunda escala hexatonica? Justo antes de la nota 4, do# en vez de do

  4. Gravatar Macluskey | 22/03/2015 at 06:24 | Permalink

    Efectivamente, Bevender… ¡qué ojo!

    La segunda escala hexatónica, l que comienza en DO#, debe acabar no en DO, sino en DO#, como es lógico… si no, menuda porquería de escala… Ay, las erratas!

    Gracias por la apreciación, ya está corregido.

  5. Gravatar Oílmpia | 22/03/2015 at 11:35 | Permalink

    Muchísimas gracias, todo un placer leerte y aprender. Se agradece el esfuerzo y se saborean los fragmentos con la misma emoción que los transcribes. Un cordial saludo.

  6. Gravatar franco | 30/03/2015 at 11:39 | Permalink

    mac : hace poco escuchando música barroca , clásica y del periodo romántico descubrí lo marcado en el barroco de lo religioso en el romántico la exaltación del sentimiento , la gesta heroica ( byron) los compases de guerra (obertura 1812) , pero el periodo clásico de haydn a beethoven no me suena a nada asi de rotundo , marcado ; puede que mi subjetivismo he ignorancia supina en el tema me impida captar mas allá de mis pabellones auditivos ajenos aún a las sutilezas y matices de este maravilloso mundo de la música , pero tengo la suerte de haber llegado aquí y leer como analizas tan bien una obra y amenizas con anécdotas y otros ; el tema es que me gustaíra -en pedir no hay engaño – si pudieras hacer un resumen o un análisis de los distintos periodos en que se divide la historia de la música , porque asi a uno que es lego en la materia le puede resultar mas fácil entender lo que oye y disfrutarlo realmente , si tiene referencias de época , contexto histórico etc etc .

  7. Gravatar Oldman | 21/04/2015 at 03:56 | Permalink

    Mac, por favor, ¿Cómo se encuentra Pedro? Transmítele mi afectuoso saludo y ánimo!.

  8. Gravatar Pedro | 22/04/2015 at 06:41 | Permalink

    Oldman, estoy bien, aunque siga sin dar señales de vida… gracias por preocuparte. En un par de días digo algo en El Tamiz para que no os preocupéis por mi salud :)

  9. Gravatar Oldman | 22/04/2015 at 01:08 | Permalink

    Pedro, me alegro.

  10. Gravatar Gabo | 04/03/2018 at 05:00 | Permalink

    la suite Bergamasque por el “conjunto de percusión de Lyon” la oí hace unos días por casualidad en una radio y me encantó , ahora mi problema es donde encontrarla . agradecería si alguien me da una pista . gracias y felicitaciones por todo lo bueno de este Blog tanto la música como el análisis y anécdotas que se cuentan .

  11. Gravatar Macluskey | 05/03/2018 at 09:37 | Permalink

    Hola, Gabo.

    No creo que sea muy difícil encontrarla en Amazon u otros lugares similares. Otra cosa es el precio, claro…

    Saludos

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