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Historia de un ignorante, ma non troppo… Eternal Light, a Requiem, de Howard Goodall




Comencé a escribir este artículo de hoy, un artículo muy especial, pues al menos para mí éste no es simplemente uno más de esta serie musical, el día 22 de marzo pasado, nuevamente consternado por un sangriento atentado, esta vez en Bruselas, un atentado más de los que golpean este mundo que cada vez entiendo menos, un atentado que ha costado la vida a más de treinta personas y que ha provocado centenares de heridos.

Howard Goodall, 2009. John Lucas (dominio libre)

También Howard Lindsey Goodall, el autor de la obra de hoy, se sintió lógicamente consternado el día 7 de julio de 2005, cuando atentados similares en el Metro y en varios autobuses sembraron el terror en Londres y segaron la vida de 52 personas y dejaron también centenares de heridos. Tal como todos igualmente nos sentimos aquel 11 de marzo de 2004, cuando cuatro trenes de cercanías explotaron en la estación de Atocha y aledaños en mi ciudad, Madrid, y en Nueva York en 2001, París o Túnez el año pasado y en tantos, desgraciadamente tantos otros lugares.

Howard Goodall es un compositor británico especialista en teatro musical, música para series de televisión, anuncios, etc. Un jornalero de la música actual, como lo fueron en su día compositores que admiramos, como Bach, Vivaldi, Mozart, Haydn y tantos otros. Además, es presentador y comentarista de programas musicales, conciertos, etc, en el canal FM Classic de la BBC, el equivalente a Radio Clásica de RNE en España. Incluso llegó a recibir el premio de “Compositor del Año” en los “Classic British Awards” en 2009.

Goodall recibió el encargo de componer una obra para celebrar el 20 aniversario de London Musici, el Coro de la Iglesia Catedral de Cristo de Oxford, y decidió escribir un Réquiem por las víctimas del atentado de Londres del 7 de julio. Sin embargo, lo hizo desde un punto de vista completamente diferente al habitual.

Por un lado, no está diseñado solamente para homenajear a los difuntos, que también, sino para servir de consuelo a los vivos. En sus propias palabras, éste es un Réquiem escrito sobre todo para los que quedan aquí, para consolarles y ayudarles a aceptar la pérdida del ser querido,[1] y más todavía cuando esta pérdida se produce de forma tan traumática como es a consecuencia de un atentado terrorista.

Y por otra parte, en vez de tomar los textos de la tradicional Misa de Réquiem medieval que es la base de prácticamente todos los requiems que yo conozco, y son unos pocos, Goodall toma algunas frases solamente de cada parte, las que más potentes le parecen para sus propósitos, y usa después poemas escritos en inglés de los últimos 500 años para reforzar esa orientación de servir de consuelo a los vivos tanto o más que de homenaje a los difuntos.

El resultado, desde mi modesto punto de vista, es simplemente extraordinario. Os animo a todos vosotros, queridos lectores, seáis o no amantes de la música clásica, a escuchar esta maravilla. No os arrepentiréis, os lo aseguro.

Ethernal Light, a Réquiem, fue estrenado el 25 de septiembre de 2008 en The Lowry, en Salford, Reino Unido, y poco después fue grabado y editado por EMI, en interpretación del propio Coro de la Catedral de Jesús de Oxford y London Musici, con Natasha Marsh, Alfie Boe y Christopher Maltman como solistas, bajo la dirección de Stephen Darlington.

Carátula del disco Ethernal Light, a Requiem, de Howard Goodall

Esta versión de la grabación original no se encuentra en Youtube entero, sino sólo algunas partes inconexas, razón por la que no he publicado hasta hoy un artículo sobre esta conmovedora obra. Sin embargo, recientemente se ha subido una versión muy buena de este Réquiem de Goodall, ejecutada por el Victoria Civic Chorus y el Victoria College Chorus, ambos de Victoria, Texas, dirigidos por Marylynn Fletcher. Se trata de una actuación en directo, minimalista, intimista comparada con la edición de EMI y, por lo tanto, el video no tiene la calidad de sonido esperable en una grabación de estudio, por lo que es posible que tengáis que andar subiendo y bajando el volumen para escuchar algunas partes, pero la realidad es que está muy bien interpretado. Y tiene la magia del directo, desde luego, lo que no es poca virtud.

El video está subtitulado con los títulos al comienzo de cada parte, por lo que no voy a indicar aquí cuándo empieza cada una de ellas (son diez en total), pero lo que sí voy a hacer es incluir al final del artículo la letra, parte de ella latina, parte inglesa, con la traducción de la lengua de Cicerón a la de Shakespeare en cursiva. Por un momento pensé en traducir también ambas partes al español, pero desistí, porque mi nivel de inglés no da como para poder traducir poesía y que la traducción resultante tenga el mismo sentido aproximado que el original, así que mejor lo dejo así. En caso de dudas siempre está el traductor de Google, ¿no?

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Bien, no más palabrería: he aquí el video de “Ethernal Light, a Réquiem”, de Howard Goodall, en la versión del Civic Chorus y el College Chorus de Victoria, dirigidos por Marylynn Fletcher. Conmoveros con él. Solazaos con él porque, al fin y al cabo, estamos todavía aquí para poder hacerlo. Llorad con él, también, si lo deseáis.

Disfrutadlo.

Por una vez, no tengo nada más que decir. Únicamente, podéis encontrar la letra de los distintos poemas a continuación.

Disfrutad de la vida, mientras podáis. A ser posible, escuchando música.

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LETRA:

1. Requiem – Kyrie

Requiem aeternam dona eis,
Domine: et lux perpetua.

Grant them an everlasting peace,
Lord, and perpetual light.

Kyrie eleison.
Christe eleison.
Kyrie eleison.

Close now thine eyes and rest secure;
They soul is safe enough, thy body sure;
he that loves thee, He that keeps
And guards thee, never slumbers, never sleeps.
the smiling conscience in a sleeping breast
Has only peace, has only rest;
the music and the mirth of kings
Are all but very discords, when she sings;
Then close thine eyes and rest secure;
No sleep so sweet as thine, no rest so sure.

[Francis Quarles, 1592-1644]

Requiem aeternam dona eis Domine

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2. Revelation – Factum est silentium

Factum est silentium in cœlo

Et vidi septem illos angelos qui adstant in conspectu Dei, quibus datæ sunt septem tubæ.

Et septum angeli, qui habebant septem tubas, præparaverunt se ut clangerent.

Primus igitur angelus clanxit, et facta est grando et ignis, mista sanguine, projectaque sunt in terram: et tertia pars arborum exusta est, et omne gramen viride exustum.

Deinde secundus angelus clanxit, et quasi mons magnus igne ardens projectus est in mare: factaque est tertia pars maris sanguis. Et mortua est tertia pars creaturarum quæ erant in mari, animantia dico, et tertia pars navium periit.

Tum angelus tertius clanxit, et cecidit e cœlo stella magna, ardens velut lampas, ceciditque in tertiam partem fluminum, et in fontes aquarum. Nomen autem stellæ dicitur Absinthium: versa est igitur tertia pars aquarum in absinthium, et multi homines mortui sunt ex aquis, quod amaræ factæ essent.

Deinde quartus angelus clanxit, et percussa est tertia pars solis, et tertia pars lunæ, et tertia pars stellarum: ita ut obscuraretur tertia pars eorum, et diei non luceret pars tertia, et noctis similiter.

Et vidi, et audivi unum angelum volantem per medium cœli, dicentem voce magna, Væ, væ, væ incolis terræ a reliquis sonis tubæ trium illorum angelorum qui clangent!

There was silence in heaven

And I saw angels standing before God, and to them were given seven trumpets

And the seven angels which had the seven trumpets prepared themselves to blow

The first angel blew, and there was made hail and fire, which were mingled with blood, and they were cast in to the earth: and the third part of trees was burnt, and all green grass was burnt.

And the second angel blew: and as it were a great mountain burning with fire was cast in to the sea, and the third part of the sea turned to blood, and the third part of the creatures which had life, died, and the third part of ships were destroyed.

And the third angel blew, and there fell a great star from heaven burning as it were a lamp, and it fell into the third part of the rivers, and into fountains of waters, and the name of the star is called Wormwood. And the third part was turned to wormwood. And many men died of the waters because they were made bitter.

And the fourth angel blew, and the third part of the sun was smitten and the third part of the moon, and the third part of stars: so that the third part of them was darkened. And the day was smitten that the third part of it should not shine, and likewise the night.

And I beheld and heard an angel flying through the midst of heaven, saying with a loud voice: Woe, woe, woe to the inhabitants of the earth because of the voices to come of the trumpet of the three angels which were yet to blow.

[San Juan el Evangelista, Libro de la Revelación y el Apocalipsis, Capítulo 8, Traducción al inglés de William Tyndale (1534)]

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3. Litany – Belief

I have to believe
That you still exist
Somewhere,
That you still watch me
Sometimes,
That you still love me
Somehow.

I have to believe
That life has meaning
Somehow,
That I am useful here
Sometimes,
That I make small differences
Somewhere.

I have to believe
That I need to stay here
For some time,
That all this teaches me
Something,
So that I can meet you again
Somewhere.

[Ann Thorp]

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4. Hymn – Lead, kindly light

LEAD, Kindly Light, amid the encircling gloom
Lead Thou me on!
The night is dark, and I am far from home—
Lead Thou me on!
Keep Thou my feet; I do not ask to see
The distant scene—one step enough for me.

I was not ever thus, nor pray’d that Thou
Shouldst lead me on.
I loved to choose and see my path, but now
Lead Thou me on!
I loved the garish day, and, spite of fears,
Pride ruled my will: remember not past years.

So long Thy power hath blest me, sure it still
Will lead me on,
O’er moor and fen, o’er crag and torrent, till
The night is gone;
And with the morn those angel faces smile
Which I have loved long since, and lost awhile.

[John Henry Newman (1801-1890)]

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5. Lacrymosa – Do not stand at my grave and weep

Lacrymosa, dies illa

That day will be one of weeping

Do not stand at my grave and weep,
I am not there, I do not sleep.
I am a thousand winds that blow,
I am the softly falling snow.
I am the gentle showers of rain,
I am the fields of ripening grain.
I am in the morning hush,
I am in the graceful rush
Of far-off birds in circling flight.
I am the starshine of the night.

I am in every flower that blooms,
I am in still and empty rooms.
I am the child that yearns to sing,
I am in each lovely thing.

Do not stand at my grave and cry,
I am not there – I did not die.

[Mary Elizabeth Frye (1904-) modificado por Howard Goodall]

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6. Dies Irae – In Flanders Fields

Dies irae, dies illa.
Calamitatis et miseriae, dies magna et amara valde.

That day, the day of wrath, calamity and wretchedness
That great and bitter day

In Flanders fields the poppies blow
Between the crosses, row on row,
That mark our place; and in the sky
the larks, still bravely singing, fly
Scarce heard amid the guns below.

We are the Dead. Short days ago
We lived, felt dawn, saw sunset glow,
Loved and were loved, and now we lie,
In Flanders fields.

Take up our quarrel with the foe:
To you from failing hands we throw
The torch; be yours to hold it high.
If ye break faith with us who die
We shall not sleep, though poppies grow
In Flanders fields.

[John McCrae (1872-1918)][2]

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7. Recordare – Drop, drop, slow tears

Recordare Jesu pie,
Quod sum causa tuae viae,
Ne me perdas illa die. Recordare Jesu pie

Remember, dear Jesus, that I am the reason for your journey
Do not abandon me on that final day

Drop, drop, slow tears,
And bathe those beauteous feet
Which brought from Heaven
The news and Prince of Peace:
Cease not, wet eyes,
His mercy to entreat:
To cry for vengeance
Sin doth never cease
In your deep floods
Drown all my faults and fears:
Nor let his eye
See sin, but through my tears.

[Phineas Fletcher 1582-1650]

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8. Revelation – Tum angelus tertius clanxit

Tum angelus tertius clanxit, et cecidit e cœlo stella magna, ardens velut lampas, ceciditque in tertiam partem fluminum, et in fontes aquarum. Nomen autem stellæ dicitur Absinthium: versa est igitur tertia pars aquarum in absinthium, et multi homines mortui sunt ex aquis, quod amaræ factæ essent.

Deinde quartus angelus clanxit, et percussa est tertia pars solis, et tertia pars lunæ, et tertia pars stellarum: ita ut obscuraretur tertia pars eorum, et diei non luceret pars tertia, et noctis similiter.

Et vidi, et audivi unum angelum volantem per medium cœli, dicentem voce magna, Væ, væ, væ incolis terræ a reliquis sonis tubæ trium illorum angelorum qui clangent!

[San Juan el Evangelista, Libro de la Revelación y el Apocalipsis, Capítulo 8][3]

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9. Agnus Dei

Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, miserere nobis
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, dona eis requiem

Lamb of God, that takest away the sins of the world, have mercy on us
Lamb of God, that takest away the sins of the world, grant them rest

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10. In Paradisum – Lux Aeterna

In paradisum deducant te angeli,
in tuo adventu suscipiant te martyres,
et perducant te in civitatem sanctam Jerusalem.

Into paradise may angels lead you, on your arrival may the martyrs greet you
And bring you to the holy city of Jerusalem.

Chorus angelorum te suscipiat,
et cum Lazaro quondam paupere aeternam habeas requiem.

May choirs of angels receive you, and with Lazarus, once a poor man,
May you have eternal rest.

Lux aeterna luceat eis, Domine,
Cum sanctis tuis in aeternum, quia pius es.
Requiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.

May everlasting light shine upon them, Lord,
Together with the saints throughout eternity, for you are merciful.
Grant them everlasting peace and an eternal light

Libera me, Domine, de morte aeterna,
in die illa tremenda, quando coeli movendi sunt et terra.

Deliver me, Lord, from an endless death on that dread day,
When the heavens and the earth will quake.

Recordare Jesu pie,
Quod sum causa tuae viae,
Ne me perdas illa die.

Remember, sweet Jesus, that I am the reason for your journey
Do not abandon me on that final day.

LEAD, Kindly Light, amid the encircling gloom
Lead Thou me on!
The night is dark, and I am far from home—
Lead Thou me on!
Keep Thou my feet; I do not ask to see
The distant scene—one step enough for me.

So long Thy power hath blest me, sure it still
Will lead me on,
O’er moor and fen, o’er crag and torrent, till
The night is gone;
And with the morn those angel faces smile
Which I have loved long since, and lost awhile.

Do not stand at my grave and weep
I am not there

No rest so sure

One step enough for me

Requiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis

Grant them everlasting peace, Lord, and an eternal light.

  1. Resumen mío. []
  2. Los “Flanders fields” (Campos de Flandes) hacen mención a la terrible guerra de trincheras que se llevó a cabo allí durante la Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial, guerra que costó varios millones de muertos en ambos lados de la trinchera. No obstante, entre cráter y cráter de bomba todavía florecían las amapolas, como nos cuenta el teniente coronel John McCrae, médico cirujano australiano que lo vivió en directo hasta que murió de neumonía en enero de 1918, poco antes del fin de la guerra. []
  3. Nótese que es parte del mismo texto del número 2 anterior. []

Sobre el autor:

Macluskey ( )

Macluskey es un informático de los tiempos heroicos, pero no ha dejado de trabajar en Informática y disfrutar con ella hasta la fecha. Y lo que el cuerpo aguante. Y además, le gusta la música...
 

{ 6 } Comentarios

  1. Gravatar Macluskey | 27/03/2016 at 02:03 | Permalink

    Habréis notado que he publicado dos veces el artículo en un par de minutos. La razón es que se había descogorciado por completo el formato de la letra, perdiendo la separación entre versos y tal. Cosas del WordPress…

    Creo que ya está arreglado. ¡Lo espero, al menos!

    Mac

  2. Gravatar jreguart | 29/03/2016 at 08:26 | Permalink

    Mac ¡una preciosidad! Hay pasajes con una belleza tremenda. Me encantaría poderlo cantar en mi coral.

  3. Gravatar Juan Carlos | 08/05/2016 at 04:31 | Permalink

    Hola.

    Para cuando un sesudo análisis del Bolero de Ravel: https://www.afp.com/es/noticias/24/el-famoso-bolero-de-ravel-pasa-al-dominio-publico ?

    Saludos

  4. Gravatar Macluskey | 08/05/2016 at 06:31 | Permalink

    Ahh, el Bolero de Ravel….

    Un poco sobrevalorado, me parece. Si no fuera por John Derek y, sobre todo,a Bo Derek en “10, la mujer perfecta”, y el uso que allí le daban al dichoso bolero, no lo conocería ni la quinta parte de gente que lo conoce.

    No me llama, Juan Carlos, el Bolero de Ravel no me dice nada. 16 minutos de siempre lo mismo, compuesto para el lucimiento de Ida Rubinstein, la mejor bailarina de su época, y del que el propio Maurice renegaba siempre que le preguntaban… De momento no lo tengo en mis planes.

    Pero gracias por sugerir. ;)

  5. Gravatar Juan Carlos | 09/05/2016 at 01:35 | Permalink

    Gracias por la respuesta Mac…. Siempre me gustó mucho la versión de Cantinflas :)

  6. Gravatar Mariogiher | 14/07/2016 at 12:37 | Permalink

    Bueno querido Mac, ¿cuál es el próximo artículo de esta serie musical tan buena? Ya sabes que siempre habrá hueco para la de ‘Los Mil’… ;)

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