Continuamos hoy nuestro viaje por las aguas traicioneras de la mecánica cuántica en la serie Cuántica sin fórmulas. Creo que es absurdo que leas este artículo si no has seguido la serie desde el principio – en ese caso, te recomiendo encarecidamente que empieces con el primer artículo. En este apunte se hace referencia a conceptos definidos y explicados en los anteriores, y probablemente no entiendas mucho si no conoces el asunto o has leído el resto de artículos.
En el artículo anterior hablamos, como espero que recuerdes, sobre la mecánica matricial de Werner Heisenberg y su principio de indeterminación. Hoy empezaremos a hablar sobre la segunda formulación matemática de la teoría cuántica, elaborada y publicada muy poco tiempo después de la de Heisenberg, y que supondría durante cierto tiempo (no muy largo, por otro lado) casi un cisma en la comunidad física. Estudiaremos la mecánica ondulatoria y la ecuación de onda de Schrödinger.

La realidad ondulatoria. Crédito: Wikipedia/GPL.
Como en el caso de las relaciones de indeterminación, este artículo requiere un grado de abstracción bastante mayor que la mayoría de los apuntes de El Tamiz. Por lo tanto, para empezar vamos a partir el asunto en tres entregas que serán publicadas con aproximadamente una semana de separación: una sobre la ecuación en sí, otra sobre la interpretación de la función de onda y finalmente otra sobre el principio de incertidumbre visto desde la mecánica ondulatoria. E incluso así, pido disculpas de antemano si mi pobre explicación no es capaz de aclararte las cosas lo suficiente – créeme, es muy difícil hacerlo eficazmente. Desde luego, al final de la tercera parte dejaré enlaces para seguir aprendiendo sobre el asunto.
Dicho todo esto, sigamos nuestro recorrido – en 1925, Heisenberg publica su mecánica matricial. Veamos qué sucedió entonces.