Esto casi se está acabando, estimado lector. En el presente artículo vamos a visitar el último país de esta serie que pertenece a la Unión Europea. En los dos siguientes nos encontraremos en situaciones parecidas a la de Mónaco: usan el euro, pero fuera de la Unión. Pero centrémonos en lo que toca ahora: después de haber estudiado a fondo las monedas de los Países Bajos, acerquémonos hasta la República Portuguesa.
El país
La República Portuguesa ocupa el rincón sudoccidental de la península ibérica,[1] haciendo frontera con España al norte y este y abriéndose al océano Atlántico por el sur y oeste. También son portuguesas las islas de Madeira, en África —al norte de nuestras Canarias— y el archipiélago de las Azores,[2] en medio del océano Atlántico Norte, además de algunas islas e islotes frente a las costas del territorio continental.
Como simple curiosidad, aunque hoy nos parezca algo de otra época, existe un litigio fronterizo —no reconocido por España— entre España y Portugal: ambos países sostienen que el municipio de Olivenza[3] les pertenece. Hoy Olivenza está administrada por la provincia de Badajoz (España), desde la firma del Tratado de Badajoz de 1801. Ciertos sectores de Portugal, no obstante, consideran que dicho tratado ha quedado anulado por el incumplimiento de sus términos por España, al invadir ésta Portugal en el año 1807. Hoy, ninguno de los dos gobiernos da importancia alguna a este conflicto —España, de hecho, ni siquiera reconoce que exista un conflicto—, pero sí ha tenido sus consecuencias. Por ejemplo, en el año 1994, el gobierno de Portugal rechazó una propuesta española de construcción de un puente internacional sobre el río Guadiana, que uniera Olivenza y Portugal: para el gobierno portugués, aceptar este acuerdo internacional hubiera supuesto admitir la soberanía española sobre Olivenza, por lo que reclamó que tal obra sería una competencia exclusivamente portuguesa. Años después, el puente sí se convirtió en una realidad, pero enteramente construido y financiado por Portugal. En cualquier caso, el hecho es que en la actualidad Portugal ha dejado de reclamar activamente su soberanía sobre Olivenza, si bien nunca ha reconocido oficialmente que pertenezca a España.
Pero averigüemos más sobre este hermoso país. Portugal, cuya capital es Lisboa, es una república parlamentaria, siendo su jefe de Estado un presidente —Aníbal António Cavaco Silva, desde 2006— y su jefe de Gobierno un primer ministro —desde 2011, Pedro Passos Coelho—. En cuanto a la organización territorial del país, es complicadísima. La división de Portugal está basada en 308 municipios,[4] divididos en más de 4000 freguesias, algo así como «parroquias» o «distritos». De ahí para arriba, el asunto es un caos: coexisten las provincias tradicionales, abolidas oficialmente en 1976 pero aún presentes en la vida diaria, junto con los distritos, en vías de desaparición, y los NUTS III europeos o subregiones, y las fronteras de unas y otras divisiones no suelen coincidir. En la práctica, dependiendo del objetivo —estadístico, electoral, administrativo…—, se emplean unas divisiones u otras.
Portugal entró en la Unión Europea a la vez que España, en el año 1985. Igual que España, la República Portuguesa había estado bajo un régimen dictatorial hasta 1974 —con António de Oliveira Salazar primero y, desde 1968, con Marcelo Caetano—, lo cual constituía un factor excluyente de la entonces Comunidad Económica Europea.
Antes del euro: el escudo portugués
Breve contexto histórico
La moneda que se usó en Portugal antes de la entrada en circulación del euro fue el escudo, cuyo símbolo era el cifrão, una «S» cruzada por dos barras verticales: .[5][6] Ya se habían acuñado algunas monedas en escudos durante los siglos XVIII y XIX, pero el escudo no se convirtió en la moneda oficial de Portugal hasta 1911. Sustituía al real, después de la proclamación de la República Portuguesa —antes de ello, Portugal había sido una monarquía—, y se le llamó así porque las monedas mostraban el escudo de armas de Portugal.
La moneda portuguesa sufrió la misma enfermedad crónica que la peseta española: una elevada inflación durante toda su vida. Originalmente, el cambio se realizó a 1 000 reales = 1 escudo, que estaba dividido en 100 centavos, pero con el paso del tiempo el poder adquisitivo del escudo fue disminuyendo y las monedas de centavos fueron retiradas de la circulación. El último vestigio de estos centavos fue la moneda de dos escudos y medio —escrito 2$50—, que desapareció en 1986. Finalmente, el 1 de enero de 2002, el euro entró en circulación, y sustituyó al escudo a una tasa de cambio de 1 € = 200$482.
Como curiosidad, igual que pasó con los florines holandeses, también han sobrevivido en Portugal hasta la era del euro algunas expresiones antiguas relativas al dinero: durante la época del real, un millón de reales era conocido como un conto de réis, o simplemente conto. Con la entrada del escudo, la expresión sobrevivió para hacer referencia a una cantidad de 1 000 escudos, el equivalente a aquel millón de reales. Hoy, dado que 1 000 escudos son, aproximadamente, 5 €, la expresión «conto» sigue haciendo referencia a esa cantidad.
Las monedas del escudo portugués
Siete eran las monedas que los portugueses podían tener en sus carteras hasta 2002, con valores que iban desde el escudo hasta los 200 $:
Como puedes ver, las monedas ya estaban agrupadas en «series» de diferente diseño y color según sus valores, característica que comparten con sus sucesores, los euros. Y, también igual que en estos, las monedas de mayor valor son bimetálicas: de anillo plateado y centro dorado la de 100 escudos y a la inversa la de 200 escudos.
Los euros portugueses
Y por fin llegamos al euro, y te muestro la imagen de la serie portuguesa de monedas, tal y como es tradición:
Lo que se muestra en los anversos son tres sellos reales distintos, pertenecientes al rey Alfonso I y correspondientes a los años 1134 —monedas menores—, 1142 —monedas doradas— y 1144 —monedas bimetálicas—. No se puede decir que sean unos diseños sosos, como sí me lo parecían los de Bélgica, Estonia o Irlanda, pero a mí —y esto es una opinión totalmente personal— sí me parecen ligeramente decepcionantes. Portugal ha dado grandes personajes históricos —Camões, Vasco de Gama, Magallanes…— y posee símbolos con los que los portugueses, seguro, se identifican mejor, y representan mejor a Portugal fuera de sus fronteras —la esfera armilar, la torre de Belém, el gallo de Barcelos o, incluso, el simple escudo de armas—. En consecuencia, elegir como motivo para la cara nacional de sus monedas tres sellos reales de hace 900 años, sobre los cuales es difícil encontrar información alguna, tal vez no sea la más acertada de las opciones. De todos modos, el diseño de las monedas portuguesas se decidió por un concurso nacional, así que a saber cómo serían las restantes opciones…
Esto no quiere decir que los anversos portugueses carezcan de simbolismo alguno: para empezar, Alfonso I de Borgoña (1109-1185), más conocido como Afonso Henriques, a quien pertenecen los tres sellos, fue el primer rey de Portugal. Su importante papel durante la Reconquista le granjeó el sobrenombre de Conquistador: cuando heredó el reino, solo abarcaba los territorios al norte de Coímbra, mientras que a su muerte Portugal llegaba hasta la frontera natural que marca el río Tajo y había conquistado algunas plazas en la frontera con Galicia. Incluso dentro del mundo árabe, el rey Alfonso era conocido, y temido, como ibn-Arrik —«hijo de Enrique»— o el-Bortukali —«el portugués»—. Fue, precisamente, por sus hazañas —mirado desde el punto de vista cristiano— que el papa Alejandro III le concedió el título de rey de Portugal.
Pero continuemos observando las monedas portuguesas. En todas ellas, rodeando el sello en cuestión, aparecen siete castillos, en la parte superior, y cinco escudetes, con cinco círculos o bezantes cada uno, en la parte inferior. Esos siete castillos y cinco escudetes son los mismos que aparecen en el escudo de armas de Portugal, que puedes ver aquí al lado. A su vez, el canto de la moneda de 2 € muestra los mismos elementos: siete castillos y cinco escudetes.
Además, en cada moneda se puede ver:
- Las doce estrellas de la Unión Europea, colocadas según las doce posiciones del reloj.
- El identificador de país: la palabra «PORTUGAL», con las letras alternándose con los castillos.
- El año: con las cifras alternándose con los escudetes. Se trata del año de emisión, por lo que comienza en 2002.
- La marca de ceca: las siglas «INCM», por Imprensa Nacional – Casa da Moeda, sobre el escudete de las cuatro en punto.
- La marca del diseñador: las siglas «VS», de Vítor Santos.[7]
Sobre la serie ordinaria portuguesa no hay mucho más que decir… así que pasemos a las monedas conmemorativas.
Las monedas conmemorativas
Monedas conmemorativas de dos euros
Portugal comenzó a emitir monedas conmemorativas de dos euros en el año 2007, y ha acuñado siete hasta 2011. Además de las emisiones conjuntas «Tratado de Roma» (2007) y «10 años de la UEM» (2009), los diseños han sido:
- 2007: Presidencia portuguesa del Consejo de la Unión Europea. Diseñadora: Irene Vilar (I. Vilar). Portugal ocupó la presidencia del Consejo entre julio y diciembre de 2007. En la moneda aparece un alcornoque, árbol nacional portugués, junto con el escudo nacional.
- 2008: 60.º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Diseñador: João Duarte (Esc. J. Duarte). Portugal es el cuarto país que visitamos que haya diseñado una moneda para conmemorar esta efeméride: también lo hicieron Bélgica, Finlandia e Italia. En el caso de la moneda portuguesa, lo que se muestra es el escudo de Portugal sobre un motivo geométrico. No estoy seguro de lo que representa ese motivo geométrico… parecen personitas de cabeza cuadrada.
- 2009: 2.os Juegos de la Lusofonía. Diseñador: José Aurélio (J. AURÉLIO). En el año 2004 se creaba la Asociación de los Comités Olímpicos de Lengua Oficial Portuguesa, la ACOLOP, con el fin de integrar el mundo lusófono a través del deporte. Con este motivo se celebran, desde 2006, los Juegos de la Lusofonía,[8] siguiendo el ejemplo de los Juegos de la Mancomunidad,[9] de habla inglesa, y los Juegos de la Francofonía,[10] de habla francesa. En esta moneda aparece el logotipo de la segunda edición de los juegos, que se celebró en Lisboa.[11]
- 2010: 100.º aniversario de la República Portuguesa. Diseñador: José Cândido (JOSÉ CÂNDIDO). En esta moneda aparece la alegoría de la República Portuguesa y el escudo de armas del país. En mi opinión, este diseño hubiese hecho un buen papel como cara nacional para la serie de monedas ordinarias, y no los sellos reales.
- 2011: 500.º aniversario del nacimiento de Fernão Mendes Pinto. Diseñadores: Isabel Carriço y Fernando Branco (IC-FB). Fernão Mendes Pinto fue un explorador portugués que recorrió durante años las costas de Asia: Camboya, Birmania, Malaca, China, Japón, Siam… Entre 1570 y 1578 escribió su libro Peregrinação, «Peregrinación», donde relataba sus aventuras, fantásticas hasta tal punto que, durante mucho tiempo, se dudó de su veracidad.
Monedas de coleccionista
La República Portuguesa ha emitido 68 monedas de coleccionista hasta 2011, en oro, plata y cuproníquel. Como dato curioso, las monedas de plata portuguesas se emiten en dos formatos distintos: para cada diseño, se emite una cierta cantidad de ejemplares con una ley muy baja, plata de 500 milésimas, que se ponen en circulación, y otra cantidad de ejemplares de mayor pureza, plata esterlina de 925 milésimas, que se venden a coleccionistas. Así pues, en esta sección, cuando hable de una moneda de plata sin especificar la ley, me estaré refiriendo a que se emitieron estas dos variantes. Comencemos, pues:
- 10 €: Son de plata, y se han emitido 9 diseños distintos, en 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2010 y 2011 —en la moneda de 2011, el ejemplar de menor ley no era de plata, sino de cuproníquel—. La mayor parte de las monedas de 10 € pertenecen a la Serie Iberoamericana: un proyecto en el que participan Portugal, Argentina, Cuba, España, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay y Perú, que emiten una moneda cada uno con una temática común.
- 8 €: También son de plata, y se han emitido diez: tres en 2003 y 2004, dos en 2006 y una en 2005 y 2007. También se han acuñado dos monedas de 8 € de oro 916,6 ‰, es decir, de 22 quilates: una en 2003 y otra en 2004.
- 7,5 €: Este valor facial solo se ha empleado una vez, en 2011. Las monedas se acuñaron en cuproníquel —para circulación— y oro 999 ‰ —para coleccionismo—, y pertenecían a la serie Tesoros Numismáticos. Esta serie es muy curiosa, y consiste en recreaciones muy fieles de las monedas más importantes que ha acuñado Portugal a lo largo de su historia. Los diseños están modificados para incluir la leyenda «República Portuguesa» y el valor facial en euros, pero dicha modificación se hace de acuerdo con el estilo general de la moneda, para que apenas se note. Al lado puedes ver un ejemplo.
- 5 €: Estas monedas se han acuñado con todos los metales posibles. Once en plata, entre 2003 y 2007; una en cuproníquel y oro 999 ‰ en 2010, dentro de la serie Tesoros Numismáticos, y dos en oro de 22 quilates en 2003 y 2005.
- 2,5 €: En este caso, las destinadas a la circulación se emiten en cuproníquel y las destinadas a coleccionismo en plata esterlina. Se han emitido cuatro cada año desde 2008 —en 2009 solo tres—. En 2010 se emitió también una moneda benéfica de plata esterlina, cuyas ganancias irían destinadas al Banco Alimentar contra a Fome para luchar contra el hambre. Además, desde 2009 se emite una moneda anual de oro 999 ‰.
- 1,5 €: Se han emitido tres diseños: uno en 2008 —en cuproníquel para circulación y plata esterlina para coleccionistas— a favor de la asociación Assistência Médica Internacional; otro en 2009 —en cuproníquel para circulación y oro 999 ‰ para coleccionistas— dentro de la serie Tesoros Numismáticos, y otro en 2010, de cuproníquel, para el Banco Alimentar contra a Fome.
- ¼ €: Es el valor más pequeño de Portugal. Se emite una anualmente, desde el año 2006, en oro 999 ‰. En 2011 se emitió otra más, con valor facial de 0,25 €, conmemorando la entrada de España y Portugal en la Unión Europea, junto con la del mismo diseño de 10 € de ese mismo año —aquella que se había emitido en cuproníquel—.
Un poco lioso, sí, pero espero que haya quedado medianamente claro. En la página web de la INCM puedes ver algunas de las monedas para coleccionista emitidas por Portugal: aquí en portugués y aquí en inglés. Y es todo por ahora. En el penúltimo artículo de esta serie volveremos a hablar de un país diminuto: tornaremos a la península itálica para hablar de la república más antigua del mundo. Nos vemos, estimado lector, en la Serenísima República de San Marino.
- Sí, «península ibérica» va con minúsculas, según la Ortografía de 2010. [↩]
- En portugués: Açores. [↩]
- En portugués: Olivença. [↩]
- En portugués: concelhos. [↩]
- Normalmente se representa con el símbolo del dólar: «$», con una sola barra vertical. Esto se debe a que Unicode, la organización que regula los conjuntos de caracteres en informática, no reconoce el cifrão como distinto al símbolo del dólar. [↩]
- Como curiosidad, a la hora de escribir un precio, el cifrão no se colocaba ni antes ni después del valor, sino en medio: entre las unidades y los centavos. Por ejemplo, dos escudos y medio se escribían como 2$50. Más tarde, cuando los centavos desaparecieron, el cifrão pasó a escribirse al final, por ejemplo, 2 $. [↩]
- Su nombre completo es Vítor Manuel Fernandes dos Santos. [↩]
- En portugués: Jogos da Lusofonia. [↩]
- En inglés: Commonwealth Games. [↩]
- En francés: Jeux de la Francophonie. [↩]
- Estaría bien un evento de este tipo para los países hispanohablantes, unos «Juegos de la Hispanidad» o «Juegos Iberoamericanos». Algo así como los Juegos Bolivarianos, pero con un ámbito más extenso. [↩]
The El euro: Portugal by Saúl Iglesias Prieto, unless otherwise expressly stated, is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Spain License.
{ 3 } Comentarios
Gran artículo
Y curioso el detalle de que el simbolo de la moneda iba entre las cifras.
Saludos.
Sí, es que los portugueses son curiosos.
Como bien dice Saúl, con la cantidad de motivos preciosos que podían elegir para sus monedas, la verdad es que sus diseños de los euros son muy sosos. En España se ven bastantes monedas portuguesas por razones obvias de vecindad, y la sensación general es que podían haber sido mucho más bonitas… claro que lo mismo se podría decir de otras muchas, claro.
Exactamente. Los grabadores portugueses han demostrado tener creatividad de sobra, no hay más que ver la serie Tesoros Numismáticos o las monedas conmemorativas de 2 €, que suelen ser muy bonitas (tal vez con la excepción de la moneda de la Declaración de Derechos Humanos, pero eso es opinión mía). Para mí es una lástima que toda esa creatividad no se vea reflejada en los anversos ordinarios portugueses…
Aunque para mí siguen valiendo más la pena que los diseños belgas o los luxemburgueses
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