Astrónomos de las universidades McGill University de Canadá y Penn State University de Estados Unidos han descubierto una nueva estrella de neutrones que tiene dos características que la hacen especial: es la estrella de neutrones conocida más cercana a nuestro Sistema Solar, y es únicamente la octava estrella de neutrones aislada conocida.
Los científicos estaban comparando los datos obtenidos por el satélite germano-americano ROSAT, que catalogó 18.000 fuentes de rayos X entre 1990 y 1999, con catálogos de fuentes de radiación visible, infrarroja y de radio. Un objeto catalogado por ROSAT, de nombre 1RXS J141256.0+792204, no tenía contrapartida en ninguno de los otros catálogos: emitía únicamente rayos X, nada más.
En Agosto de 2006, los científicos apuntaron el telescopio espacial Swift de la NASA al objeto, para poder analizar más detalladamente sus características (Swift es capaz de detectar radiación visible, ultravioleta, rayos X y rayos gamma). Efectivamente, el objeto seguía ahí, emitiendo rayos X y ningún otro tipo de radiación con una intensidad apreciable - convirtiéndolo en un candidato a estrella de neutrones.
A continuación, para obtener más información sobre 1RXS J141256.0+792204, se dirigió hacia el objeto el telescopio Gemini North de Hawaii, de 8.1 metros de diámetro, además de dedicar un breve tiempo de observación de Chandra, el telescopio espacial de rayos X: estas dos observaciones confirmaron, por un lado, que la intensidad de radiación emitida en cualquier región del espectro excepto los rayos X era casi nula; por otro lado, la imagen del objeto obtenida por Chandra era puntual, lo cual una vez más apuntaba hacia una pequeña estrella de neutrones.
Desgraciadamente, aún no hemos llegado a hablar sobre este tipo de astros en La vida privada de las estrellas, pero las estrellas de neutrones son los “cadáveres” de estrellas muy masivas que se convirtieron en supernovas. Se conocen muchas, pero suele haber “algo más” asociado a ellas: restos de la materia despedida en la supernova, una estrella compañera, emisión de ondas de radio… Hasta el descubrimiento de esta estrella, sólo se conocían siete estrellas de neutrones aisladas (emisoras únicamente de rayos X y sin ninguna otra estructura asociada conocida).
De manera informal se conocía a estas siete estrellas de neutrones aisladas “Las Siete Magníficas”, en referencia a la película de John Sturges (basada a su vez en “Los Siete Samuráis”, de Akira Kurosawa). Esta octava estrella ha recibido el nombre informal de Calvera, el nombre del villano de “Los Siete Magníficos” - un nombre más fácil de recordar que 1RXS J141256.0+792204. Como las “Siete Magníficas” anteriores, no se sabe muy bien a qué se debe que no sean como las estrellas de neutrones “normales”.
Pero es que hay algo más que hace especial a Calvera: su posición. Para empezar, se encuentra algo alejada del plano de la Vía Láctea, y probablemente llegó allí desde su posición inicial en el plano de la galaxia antes de convertirse en supernova. Además, está a una distancia muy corta de nosotros (relativamente hablando, claro): entre 250 y 1000 años-luz, convirtiéndola en la estrella de neutrones conocida más cercana a la Tierra. Una estrella “viva” a esa distancia de la Tierra hubiera sido descubierta hace siglos, pero la falta de emisión en el visible (y en cualquier otra región del espectro excepto los rayos X) ha mantenido a Calvera escondida hasta ahora.
De ahí que este descubrimiento sea tan importante: una estrella de neutrones tan inusual, brillante (en rayos X, claro) y muy cercana a la Tierra permitirá a los científicos estudiarla con detalle y, tal vez, descubrir por qué este tipo de cuerpos estelares tienen estas características. Para empezar, los astrónomos van a estudiar Calvera más detenidamente utilizando a Chandra, para saber si su emisión de rayos X es constante o la estrella está pulsando (muchas estrellas de neutrones son púlsares).
Además, no sabemos si realmente existen muy pocas de estas estrellas o si, simplemente, no hemos sabido encontrarlas hasta ahora: hasta la comparación realizada por estos científicos de los catálogos del ROSAT y las fuentes de otras longitudes de onda, nadie se había dedicado a tratar de encontrar fuentes de rayos X sin emisión en otras regiones del espectro de manera sistemática. Tal vez haya docenas de estrellas de neutrones aisladas y, poco a poco, vayamos descubriéndolas.
Para saber más: Penn State University.