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Los dioses de Pegāna

Esta serie es la traducción, historia por historia, de la obra The Gods of Pegāna (Los dioses de Pegāna), de Edward Plunkett, Barón de Dunsany — más conocido simplemente como Lord Dunsany–. Las traducciones iniciales han sido realizadas por Pedro, y las revisiones para arreglar expresiones incómodas o errores de traducción se deben a Macluskey y J. Se trata de una serie peculiar, y de un libro extraño: desde luego, no es para todo el mundo, y es posible que te parezca extraño y absurdo, con lo que estás avisado.

Antes de nada, ¿quién diablos es Lord Dunsany, qué mitos creó y por qué son interesantes para El Cedazo?

Lord Dunsany

No voy a contaros aquí su biografía, porque no viene al caso, pero para que os hagáis una idea, Lord Dunsany nació en Londres en 1878 pero vivió casi toda su vida en el castillo de su familia (de la más rancia nobleza irlandesa) cerca de Tara. Durante su vida escribió muchísimo, tanto historias cortas como poesía, obras de teatro, novelas, etc. De hecho, su estilo cambió mucho a lo largo del tiempo, de modo que si leéis otras cosas suyas escritas después de lo que pretendo mostraros aquí, tal vez no tengan demasiado que ver ni en los temas tratados ni en la forma de tratarlo.

Esas historias que irán apareciendo son mitos, pero, claro, no como los mitos del mundo real. Los mitos de las culturas verdaderas son “mitos orgánicos”, es decir, nacidos como si fueran plantas en la mente colectiva de una cultura, alimentados con el sustrato de la propia cultura y crecidos a lo largo de los años en su seno de forma espontánea. Los mitos de Dunsany, al ser creación exclusivamente suya, son “artificiales”: aunque se parecen en algunos aspectos a los reales, son la creación de una mente individual, consciente de la irrealidad de lo que cuenta. Son fantasía consciente de que lo es, aunque en su estilo emulen textos similares de la antigüedad o historias orales de culturas sin escritura.

Aunque mucha gente no lo conozca, Dunsany fue una influencia como escritor de fantasía en muchísimos autores posteriores más famosos, como por ejemplo Neil Gaiman, Ursula Le Guin, H. P. Lovecraft, Michael Moorcock, J. R. R. Tolkien o Robert E. Howard. Es imposible, por ejemplo, leer El Silmarillion tras haber leído a Dunsany y no verlo reflejado de alguna forma en él.

Slid, de Dunsany

Slid, un dios del panteón de Pegāna inventado por Dunsany.

Pero mi objetivo en esta serie no es ni realizar un análisis de los mitos de Dunsany, ni sobre su influencia en ningún otro escritor, ni analizar una serie de características comunes entre los mitos de diversas civilizaciones y los inventados por el genial Plunkett. Tan sólo quiero compartir breves historias de una belleza primitiva y especial, que probablemente la mayor parte de vosotros no conozcáis, y hacerlo de la forma más agradable posible.

Las historias que vais a poder leer en la serie fueron publicadas en forma de compendio en el libro Los dioses de Pegāna en 1905, y son relatos sobre un panteón ficticio.

Como digo, no quiero alterar la experiencia simple y pura de leer las historias y disfrutarlas en sí mismas, de modo que lo mejor es que deje aquí mismo el prefacio y la introducción al libro: pueden ya darte una idea bastante buena de lo que puedes encontrar si sigues la serie. Mi consejo, desde luego, es que lo hagas, y que no te cierres ante una literatura algo extraña, ajena a lo que solemos leer y de un ritmo muy diferente al habitual. Aunque no te guste la fantasía, como le pasa a Macluskey, tal vez pienses, como él, que al menos Dunsany “tiene un punto” y disfrutes del cambio de estilo respecto a lo que sueles leer.

Un par de notas: Dunsany es a veces intencionadamente repetitivo, y su uso de las mayúsculas es… peculiar. Aunque en algunos casos me he tomado la libertad de traducir cosas un poco a mi manera, he intentado ser fiel al texto original incluso si suena un poco raro –porque creo que es la intención–, de modo que no arquees la ceja cuando veas palabras enteras en mayúsculas y cosas así.

Los dioses de Pegāna

Portada original de Los dioses de Pegāna.

Y, sin más, el brevísimo texto de que da comienzo al libro:

LOS DIOSES DE PEGANA

Prefacio

 

En la niebla antes del COMIENZO, el Destino y el Azar se echaron a suertes de quién sería el Juego, y el que ganó de los dos atravesó la niebla hasta llegar a MANA-YOOD-SUSHAI y dijo: “Crea ahora dioses para Mí, pues he ganado y el Juego es Mío”. Cuál de los dos ganó y cuál, el Destino o el Azar, atravesó la niebla antes del COMIENZO hasta llegar a MANA-YOOD-SUSHAI — nadie lo sabe.

Introducción

 

Antes de que hubiera dioses en el Olimpo, o de que Alá fuese Alá, había trabajado y descansado MANA-YOOD-SUSHAI.

En Pegāna están Mung y Sish y Kib, y el hacedor de todos los dioses menores, que es MANA-YOOD-SUSHAI. También tenemos fe en Roon y Slid.

Y se ha dicho desde antiguo que todas las cosas que han existido fueron creadas por los dioses menores, excepto MANA-YOOD-SUSHAI, que creó a los dioses y después descansó.

Y nadie puede rezar a MANA-YOOD-SUSHAI salvo los dioses que él mismo creó.

Pero cuando llegue el Fin, MANA-YOOD-SUSHAI olvidará el descanso, y creará una vez más nuevos dioses y nuevos mundos, y destruirá los dioses que una vez creó.

Y los dioses y los mundos desaparecerán, y sólo quedará MANA-YOOD-SUSHAI.

Las historias traducidas hasta la fecha, en orden cronológico: