En la última entrega de Los dioses de Pegāna escuchamos el canto de los dioses y conocimos algo más sobre Kib, el juguetón dios de la vida. Hoy conoceremos a un dios mucho más siniestro, Sish, y a su sabueso el Tiempo, que un día acabará con su amo.
ACERCA DE SISH
(El Destructor de las Horas)
El Tiempo es el sabueso de Sish.
A la orden de Sish, las horas escapan ante él mientras sigue su camino.
Nunca Sish ha retrocedido ni se ha detenido; nunca se ha quedado rezagado en las cosas que una vez conoció, ni ha vuelto a ellas de nuevo.
Antes de Sish está Kib, y tras él va Mung.
Ante la faz de Sish todas las cosas son bellas, pero tras él están marchitas y viejas.
Y Sish continúa su camino, incansable.
Hubo un tiempo en que los dioses caminaban sobre la Tierra como lo hacen los Hombres, y hablaban con Sus bocas como Hombres. Eso era en Wornath-Mavai. Ya no caminan sobre la Tierra.
Y Wornath-Mavai era un jardín más bello que todos los jardines sobre la Tierra.
Kib era benigno hacia él, y Mung nunca alzó su mano contra él, ni lo asedió Sish con sus horas.
Wornath-Mavai se encuentra en un valle y mira al Sur, y en sus laderas descansó Sish entre las flores cuando Sish era joven.
De allí partió Sish al mundo para destruir sus ciudades, y para provocar a sus horas de modo que asediasen a todas las cosas, y a que arreciasen sobre ellas con óxido y polvo.
Y el Tiempo, que es el sabueso de Sish, devoró todas las cosas; y Sish envió la hiedra y extendió las malas hierbas, y de la mano de Sish cayó polvo que cubrió las cosas majestuosas. Sólo el valle donde Sish descansó cuando él y el Tiempo eran jóvenes estuvo a salvo del asalto de las horas de Sish.
Allí detuvo a su viejo sabueso, el Tiempo, y en sus límites detuvo Mung sus pasos.
Allí sigue Wornath-Mavai mirando al Sur, un jardín entre jardines, y aún crecen las flores en sus laderas como hacían cuando los dioses eran jóvenes; e incluso las mariposas viven aún en Wornath-Mavai. Pues la mente de los dioses se suaviza hacia sus primeros recuerdos, Ellos que no se ablandan ante nada.
Allí sigue Wornath-Mavai mirando al Sur; pero si alguna vez lo encontraras, entonces eres más afortunado que los dioses, pues ellos no caminan ya en Wornath-Mavai.
En una ocasión pensó el profeta que lo vislumbraba en la distancia más allá de las montañas, un jardín bellísimo cubierto de flores; pero Sish se alzó, y señaló con su mano, y envió a su sabueso tras él, y lo ha perseguido desde entonces.
El Tiempo es el sabueso de los dioses; pero se ha dicho desde antiguo que llegará un día en que se vuelva contra sus amos, y que trate de acabar con la vida de los dioses, a excepción de MANA-YOOD-SUSHAI, cuyos sueños son los propios dioses, soñados hace mucho tiempo.
Puedes leer la siguiente historia aquí.
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{ 1 } Comentarios
Y… digo yo… ¿para cuándo la aparición de alguna diosa?
Porque mucho dios, mucho dios… pero echo en falta alguna buena diosa que alegre el cotarro, al estilo de Afrodita o de Palas Atenea…
Supongo que el buen Lord Dunsany proveerá más adelante
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