En la entrada anterior vimos cómo empezaba el milenio con su particular crisis, para variar. Luego la economía creció mucho, luego dejó de crecer, luego se sumergió en las profundidades… y yo… yo prácticamente dejé de tener contacto diario con mi profesión. Me convertí mayormente en un Usuario más, en un Usuario Final de esos que sufre cotidianamente a sus compañeros (y, sin embargo, amigos) del Departamento de Informática. Y ya no tengo nada interesante que contaros de esos años. Muchas horas, mucho stress… y poca informática, como no sean algunas Hojas Electrónicas y muchos, muchos informes….
Mi historia dejó de ser interesante (si es que alguna vez lo ha sido…), así que éste es el momento adecuado de echar el cierre. Han sido veintidós capítulos, veintitrés con éste de hoy, en los que he repasado la Historia de la Informática que yo he conocido. Que seguro que no es igual a cualquier otra Historia que cualquiera de vosotros pudiera contar… ni siquiera a la Historia Oficial, si es que tal cosa existe. Pero, si existiera, tampoco os fiéis mucho de ella: desde Suetonio y sus Doce Césares, alabar a los que tienen el poder, dejándolos en buen lugar, y denigrar a los que cayeron por el camino es práctica común… al fin y a la postre, los historiadores también tienen que comer, y eso resulta más fácil si se está en sintonía con los poderosos.
Y en cuanto a la serie, mi hija asegura que incluso el propio nombre que elegí para ella (“Historia de un Viejo Informático”) está mal puesto; en su lugar, ella opina que sería mucho más adecuado “Historia de un Informático Viejo”… amor filial, ya veis… la moza ha salido ocurrente, como su padre y su madre… Por cierto, a ver si me la vais buscando un puestecito, que termina la Carrera de Informática el año que viene, y la cosa está mu apretá…
Muchas cosas os he contado al oído… cosas que posiblemente no os cuente nadie más. E, indefectiblemente, me he dejado muchísimo en el tintero (en el teclado, más bien), y habréis echado en falta mucho; algunos incluso me habéis sugerido que hable de a o de b… cosa que no puedo hacer porque, aun siendo culo de mal asiento como soy, no he estado en todas las tecnologías que en la Informática han sido.
AS/400, Netware, UNIX, Linux, los Macintosh de Apple, Java… han aparecido marginalmente en los artículos correspondientes, pero no puedo entrar en profundidad a describiros nada de ellos, pues nunca he trabajado en serio con estos adminículos…
Os sugiero, queridos lectores, que escribáis vuestras vivencias, vuestros recuerdos, vuestras experiencias, como yo lo he hecho… son de una enorme ayuda para las generaciones venideras… como espero sinceramente que estas humildes líneas lo hayan sido para algunos de vosotros. Y ese invento de Pedro el Eltamiz, ElCedazo es una plataforma maravillosa para hacerlo, que lo sé por experiencia…
La serie ha tenido veintitantos episodios. Aquí tenéis el enlace donde encontraréis el acceso directo a todos y cada uno de ellos.
35 años de profesión dan para mucho. Mucho trabajo, muchas anécdotas, muchas noches en blanco, muchas empresas distintas, muchos compañeros, muchas actividades diferentes, desde el desarrollo de software puro y duro, a la venta de tecnología y de servicios, pasando por la consultoría… Todo eso me ha dado una visión amplia, muy personal y un poco atravesada de la tecnología y para qué sirve… Visión que, dados mis años, me puedo dar el lujo de exponer aquí sin necesidad de ser políticamente correcto… Odio que por ser políticamente correcto se tomen decisiones equivocadas o, lo que es peor, injustas. Odio la corrección política, cuando va en contra de la verdad… y ¡hay tantas veces que se omite, se disfraza, se oculta la verdad para regalar los oídos de alguien!
He contado, o esa sensación me ha dado, una y otra vez las mismas cosas… Las mismas motivaciones, los mismos errores, las mismas situaciones, los mismos eventos, aplicados a momentos diferentes y a tecnologías distintas… ¿Por qué tendré yo esa sensación continua de déjà vu? viviendo una y otra vez las mismas situaciones, cayendo una y otra vez en los mismos errores… vestidos con diferentes disfraces cada vez: que si el Unix debe sustituir al mainframe, que si las Bases de Datos Relacionales, a las Jerárquicas, que si el OS/2 al MS/DOS, pero el Windows al OS/2, pero el Linux al Windows… y el Mac, a todos… y así ad infinitum, como si me moviera siempre en espiral, repitiendo los mismos ciclos una y otra vez, como si fuera un pobre pajeño de “La Paja en el Ojo de Dios”, de Jerry Pournelle y Larry Niven.
Han sido entradas largas. Muchísimo más de lo estándar en internet, y mucho más de lo que pretendía originalmente, pero cuando me ponía a escribir, y contaba esto, siempre me parecía que debía contar también aquéllo, y luego aquello de más allá, cómo no… y así, casi por voluntad propia, han salido artículos de cinco, seis mil… siete mil palabras. ¡Incluso esta sencilla despedida es larguísima…! Os pido perdón si me he puesto pesado, aunque ya poco puedo hacer para remediarlo.
Comenzó la serie, hace ya algunos meses, repasando cómo eran los estudios en el recién creado Instituto de Informática en los años 70, el buen nivel del profesorado, y cómo virtualmente todos los alumnos estábamos ya trabajando en nuestra profesión antes incluso de terminar la Carrera (yo comencé a trabajar cuando estaba en Tercero, tres años antes de terminarla). Las empresas nos buscaban, pues sabían de la calidad de la enseñanza, comparada con la que se podía encontrar en los lugares alternativos, así que en Quinto ya todos estábamos trabajando… y esta circunstancia me recuerda una de las anécdotas más divertidas que vivimos esos años, y que no me resisto a contaros.
Un (excelente) profesor de una asignatura de nombre “Sistemas de Recuperación de Información” (lo que ahora se llamaría “Bases de Datos” o algo así), estaba explicando el IMS, la Base de Datos de IBM… una compañera hizo una pregunta un tanto extraña, teniendo en cuenta que todos estábamos ya trabajando en empresas reales. El buen hombre, extrañado, preguntó a mi compañera: “Pero… Señorita, ¿Vd. trabaja?” “Sí” “Ya, y ¿en qué trabaja Vd.?” “¡Construyo Alas Delta!”.
El pobre profesor se puso colorado como un tomate, dejó la tiza, y se fue inmediatamente de clase… la carcajada se oyó desde el Rectorado. Había ido a dar con la única persona de todo el Curso que no trabajaba en algo relacionado con nuestra profesión, que ya es mala suerte.
Después os conté cómo eran los ordenadores que había en los setenta, en el Banco que tuvo el buen tino… o quizá la osadía de contratarme, con veinte años mal cumplidos, para que hiciera mis pinitos como programador, y en la entrada siguiente, cómo trabajábamos, cuál era el procedimiento que seguíamos para escribir aplicaciones en aquellos monstruos… y conseguir que funcionaran.
Nuestros programas se escribían en hojas de codificación, por lo que el aspecto de la “Sala de Programación” (donde teníamos nuestro puesto de trabajo los programadores) se parecía más aun scriptorium medieval que a lo que hoy en día es: un sitio lleno de pantallas y teclados, y poco papel sobre las mesas. Bueno, quizá no tan poco papel…
A continuación os presenté a las auténticas fieras corrupias de la Informática: los mainframes de IBM, que a pesar de llevar sobre sus espaldas el peso de la economía mundial, pues casi todas las grandes aplicaciones se ejecutan en mainframes, son bastante desconocidos, incluso vilipendiados y tildados de dinosaurios de épocas pretéritas. Y, no contento con esto, en la siguiente os conté qué es eso del Cobol, el lenguaje que cumple ahora cincuenta años de vida, y en el que están escritas la mayoría de aplicaciones que corren en los mainframes. En esa misma entrada, aprovechando que me había salido cortita para mis costumbres, hablé también de qué pasó y cómo hicimos para solucionar el “Virus del Milenio”, originado por la manía que teníamos de dejar sólo dos dígitos para almacenar el año, lo que quizá diera origen a algún que otro problemilla a partir del 1 de enero del año 2000.
A continuación, os conté cómo era el método de trabajo en los ochenta, distinto, aunque no tanto, del seguido en los setenta, sobre todo porque nos colocaron pantallas para poder acceder a nuestros programas sin necesidad de escribirlos antes, con buena letra, en Hojas de Codificación. O sea, que además de buenos programadores, nos convertimos también en malos mecanógrafos…
Hasta aquí, el hardware era caro, muy caro, y los servicios profesionales, comparativamente, eran baratos, así que cuando algo se rompía, se arreglaba: los técnicos de mantenimiento, armados de polímetro y soldador, averiguaban dónde estaba el error, sustituían exclusivamente el transistor (o lo que fuera) dañado, y a seguir funcionando… y esto dio origen a multitud de anécdotas. Recuerdo especialmente una que le ocurrió al técnico de mantenimiento de los equipos de grabación en el primer Banco en que trabajé…
Parece ser que una determinada grabadora (la máquina de grabar, no la persona que la usaba) tenía errores intermitentes, e insertaba un espacio en cualquier lugar, arruinando el registro grabado (posiciones de cuentas corrientes, movimientos de valores… toda la operativa del banco se grababa para su proceso por el ordenador central, con sus imponentes 32Kbs de memoria). El técnico revisó la máquina de arriba abajo, la probó, y no encontró nada raro: funcionaba perfectamente.
El día siguiente, nuevo aviso: la máquina seguía insertando espacios cuando le venía en gana… nueva revisión, mismos resultados… y así varias veces. Al final el técnico decidió irse a vivir a la Sala de Grabación (un lugar ciertamente agradable para nosotros, los chicos, todo lleno de Señoras y Señoritas de buen ver) para intentar determinar cuál podía ser el problema. Al cabo de un rato, observó que la grabadora (la persona, no la máquina) que estaba grabando datos en aquel momento, una Señora de edad mediana y busto imponente, por decirlo suavemente, se aupó para revisar los papeles que tenía ligeramente lejos de su alcance, y como consecuencia del movimiento, uno de sus senos se apoyó gentilmente… encima de la barra espaciadora.
Entonces nos enteramos todos (pues el problema con la-grabadora-que metía-un-espacio-de-vez-en-cuando había trascendido ya de lo que era el Departamento de Grabación, y lo conocíamos ya todos los de Proceso de Datos) de que para solucionar el problema, bastaba con asignar a esa grabadora (máquina) concreta a otra grabadora (persona) menos dotada físicamente… y el sucedido nos sirvió para echarnos unas risas durante mucho, pero mucho tiempo… y aún sonrío cuando lo recuerdo.
La siguiente entrada estuvo dedicada a la Programación Estructurada, que tanto nos cambió la vida a mediados de los ochenta, por más que ahora esté casi olvidada, e inmediatamente después dediqué una entrada entera a hablar del Sort, ese procaz algoritmo de ordenación que tantos dolores de cabeza nos ha dado a los informáticos.
La siguiente entrada, y gracias a nuestro amigo Jaume, estuvo dedicada a un viejo programa Cobol, que Jaume conservaba en tarjetas perforadas, y que tuvo la amabilidad de fotografiar para compartirlo con todos vosotros, así como algunos listados amarillentos por la pátina del tiempo.
A continuación os conté cómo se inventó eso del PC, y sobre todo, cómo se impusieron rápidamente en los entornos empresariales, teniendo un éxito que sobrepasó todas las expectativas de sus creadores, IBM. Y en las dos siguientes, intenté recordar con vosotros cómo llegaron las Bases de Datos Relacionales a ser lo que hoy en día son; cómo eran las Bases de Datos al principio de los ochenta, y cómo las Relacionales llegaron y se impusieron en un breve espacio de tiempo.
Dediqué a continuación una entrada para hablar de la Ventana Batch, con la que tantos nos hemos peleado tanto a lo largo de nuestras vidas, y de la nada conocen la gran mayoría: muchas anécdotas hemos vivido durante noches interminables en las que veías cómo iban funcionando tus programas que estabas poniendo en marcha… como debían pasarse por la noche, en la Ventana Batch, no había más remedio que trasnochar si querías estar presente por si había algún error, y así poder corregirlo… me da que ahora estas cosas, sencillamente, no se hacen.
Recuerdo una de esas noches compartiendo café y bocadillos con los operadores, en que de pronto nos dimos cuenta de que uno de ellos no estaba. Nadie sabía dónde podía estar, le buscamos por todo el Banco, preocupados por él (a éste le ha dado un yuyu…), cuando de repente aparece con cara de “aquí no ha pasado nada…”. Al final confesó que había ido al baño, se había sentado en la taza… ¡y se había quedado dormido!, que mira que es incómodo el sitio para dormir… nada menos que ¡Cuatro horas! La vida del operador nocturno era bastante peculiar…
En las dos siguientes entradas, me adentré en los cambios en la propia forma de desarrollar aplicaciones que trajo consigo, a mediados y finales de la década de los ochenta, la aparición de las Metodologías de Desarrollo y su brazo armado: las herramientas CASE.
Las dos entradas siguientes estuvieron dedicadas a los cambios tecnológicos que vivimos durante los noventa, que definitivamente cambiaron el foco de la rentabilidad, desde el hardware donde tradicionalmente había estado, al software y los servicios, donde, al menos de momento, sigue. Hablé primero de las convulsiones en el mundo del PC, y después en las que acontecieron en el mundo de los miniordenadores y en el del mainframe. Todos ellos acabaron con el liderazgo indiscutible que IBM había tenido hasta ese momento, y a poco acaban con la compañía.
Después dediqué cuatro entradas a describir mis experiencias con el Business Intelligence: el Data Warehouse, los Data Marts, el Data Mining y todas estas cositas relacionadas entre sí… primero hablé de la tecnología relacionada, y por qué de pronto se comenzaron a ofrecer servidores con proceso en paralelo a empresas que ni siquiera sabían que los necesitaban; después conté cómo fueron los primeros proyectos de construcción de Data Warehouses; luego, cómo se consolidó la tecnología, dando lugar a ese conglomerado de productos y servicios que se llama ahora Business Intelligence; y por fin, un artículo más, dedicado a esa disciplina tan apasionante y tan difícil que es el Data Mining.
Y, last but no least, en la última entrada, entré a contaros cómo viví el ascenso imparable y después el tremendo batacazo que supuso para tantas empresas (¡y particulares!) lo que se ha venido en llamar la burbuja puntocom.
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Una última reflexión que quiero compartir con vosotros, amables lectores: a lo largo de la serie han aparecido decenas de nombres de ingenieros, científicos y emprendedores que han contribuido con su trabajo y con sus ideas a que nuestra querida profesión sea, para bien o para mal, lo que hoy en día es. Hay holandeses, suizos, alemanes, franceses, italianos, indios, muchos ingleses y muchísimos estadounidenses… pero ningún español. Ni mexicano, ni peruano, ni argentino. Ni venezolano, ni chileno, ni uruguayo, ni tan siquiera algún Martínez o Pérez californiano, descendiente en tercera generación de un inmigrante hispanoamericano. Se ve que la informática es cosa de ellos. Ya lo decía, irónicamente, D. Miguel de Unamuno: “¡Que inventen ellos!”… y lo malo es que, colectivamente, nos lo hemos creído.
Y es injusto. Muy injusto. He conocido, y conozco, a excelentes técnicos españoles e hispanoamericanos, que no tienen nada que envidiar ni en capacidad ni en creatividad a ningún gurú de habla anglosajona. Si es caso, nuestro inglés es ligeramente peor… aunque ¡muchísimo mejor que su español! Somos realmente buenos diseñando y escribiendo software. Pero, eso sí, muy malos comercializándolo, o simplemente dándolo a conocer…
Un amigo mío siempre dice que esto es algo que tiene que ver con la idiosincrasia española, acuñada a lo largo de milenios de invasiones provenientes de los cuatro puntos cardinales, que nos ha enseñado, a golpes, a vivir mucho más al día que en otras latitudes más frías. Y lo ilustra mi amigo con un ejemplo:
¿Qué hace el estadounidense medio si le tocan cuarenta millones de dólares en la Lotería? Funda una empresa, o, mejor aún, compra la empresa en la que trabaja hasta el momento, cambia su visión, su misión, contrata a los mejores especialistas, se mata a trabajar, y se forra… O se arruina, vuelve a buscar trabajo y sigue como antes, pero escribe un libro contando su historia y se forra…
Y ¿qué hace el español medio si le tocan cuarenta millones de euros en la Lotería? Supongo que el ejemplo vale igual para el argentino medio, el chileno medio o el mexicano medio… si no es así, hacédmelo saber. En una palabra, ¿qué haríais vosotros, queridos lectores, en ese improbable caso?
Pensadlo, pensadlo bien un momentito…
…
A ver si lo adivino: Entráis en el despacho de vuestro jefe, le cantáis las cuarenta, con razón o sin razón, dais un portazo y os largáis, muy dignos, diciendo: “¡Y el finiquito, te lo guardas muy bien guardado donde tú y yo sabemos!”. Os compráis un cochazo nuevo, una casa nueva, os hacéis un Crucero alrededor del mundo… y metéis el dinero sobrante en el Banco y os dedicáis a vivir de las rentas, sin dar un palo al agua, lo que os quede de existencia. ¿He acertado, por ventura? A lo mejor ésa es la diferencia, y explica por qué hay tan pocos nombres acabados en “–ez” entre los pioneros informáticos… o de cualquier otra tecnología moderna.
Es una pena… pero yo ya no voy a hacer nada por remediarlo. Mi turno ha pasado. Ahora, es el vuestro, jóvenes lectores: ¡No hagáis las mismas estupideces que hemos hecho vuestros mayores! Ojalá podáis….
Y, queridos lectores, aquí termina la Historia de este Viejo e Impertinente Informático.
A algunos, los de mi quinta, os habrá quizá recordado tiempos pasados y muchas veces, mejores… como yo los he recordado a la vez que, amarrado al duro banco, como Góngora decía, escribía sobre ellos.
A otros, más jóvenes, os habrá dado una información que es difícil encontrar entre el marasmo de páginas de la red, y es posible que os haya contado cosas nuevas…
Y a los que no sabéis nada de informática… seguro que seguís sin saber nada… pero igual habéis pasado un buen rato leyendo sobre las aventuras y desventuras de un pobre programador del Jurásico venido a más…
Yo, por mi parte, declaro solemnemente que ha sido un placer escribir esta serie, que me ha hecho recordar momentos muy agradables de mi vida, divertidas anécdotas, instantes mágicos y, por qué no, también amargos… es lo que tiene la vida: que más vale vivirla que dejarla pasar.
He conversado con muchos de vosotros, hemos intercambiado opiniones, hemos aprendido unos de otros… y eso, en el otoño de la vida, no se paga con dinero (en el hipotético caso de que lo tuviera) (dinero, quiero decir).
¡GRACIAS, QUERIDOS AMIGOS POR VUESTRA COMPAÑÍA!
Y gracias, cómo no, a ese censor insobornable, a ese orwelliano Gran Hermano que todo lo sabe y todo lo soluciona… Gracias al inventor, cuidador y dueño de este magnífico blog… Gracias a Pedro.
¡Muchísimas gracias, Gran Jefe!
Por última vez en esta serie de la “Historia de un Viejo Informático”, y con más énfasis que nunca, queridos lectores, os propongo… no, ¡os lo ordeno!
DISFRUTAD DE LA VIDA, mientras podáis.
Vale.
The Historia de un Viejo Informático. Despedida y Cierre. by , unless otherwise expressly stated, is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 2.5 Spain License.
{ 77 } Comentarios
Cualquier cosa que diga va a ser una cursilada, así que… simplemente, gracias, Venerable Ya hablaremos por correo para que tu verborrea pueda seguir dándonos otras cosas que leer
Hola! Estuve siguiendo la serie desde el capítulo I desde acá (Argentina). Sin ánimo de decir (como dijo Pedro) cursilerías ni querer parecer complaciente, sólo te puedo dar las gracias por compartir tus experiencias, sobre todo de la manera tan amena en la que lo hiciste.
Muchas gracias por los artículos (que por su volumen bien podrían conformar un libro), tremendamente instructivos. Si bien es cierto que mucha información podía conocerse con un poco de consulta, no tiene precio conocer el impacto en el trabajo y en la “vida real” que había detrás de las tecnologías.
mmmmm ¿Aquí no hay “bises” como en los conciertos? Gracias!
Ha sido un placer leerle, mil gracias por sus relatos.
Sobre lo que dices de emprendedores anglosajones, hace poco vi un reportaje sobre la empresa privada y el espacio, resultando en que entre varios triunfadores conocidos como el de Virgin había uno que me llamó especialmente la antención: el creador de Doom y Quake. Era un chabalín aún. Y se estaba gastando toda su fortuna en mandar una nave al espacio. Efectivamente eso aquí no ocurriría. A lo sumo construiría edificios, que es, al parecer, la moda.
Gracias por compartir tus historias. Confío en que tras un merecido descanso continúes escribiendo, mejores tu capacidad de síntesis y nos deleites con nuevas historias sobre cómo la informática llegó a ser lo que es hoy.
Yo empece a leerte con la serie ya bastante avanzada, pero ha sido un autenco placer (por no decir iluminacion. Ups, lo he dicho) el ir leyendo lo ya escrito. Al mismo tiempo ha sido una tortura el esperar las entradas nuevas. Si vuelves a escribir, aqui tendras un lector expectante.
Muchas gracias a ti por escribir esta serie de articulos. Una pena que no escribas mas…
Muchísimas gracias
Creo que está muy claro mi agradecimiento por compartir tus historias. Y sinceramente esto me inspira para regresar a la carrera que dejé atrás hace más de un año.
¿No has tenido la idea de escribir un libro? Creo que muchos informáticos y quizá otras personas ajenas lo leeríamos con muchas ganas.
Sea como sea, ha sido un placer leerte.
Muchas gracias por vuestros comentarios, amigos.
Quizá dentro de un tiempo escriba sobre algo completamente diferente. Me he exprimido las viejas neuronas para poder compartir estas humildes experiencias con vosotros, y no sé si queda algo dentro…
Pero, eso sí, AQUÍ ESTARÉ. Y AQUÍ ME TENÉIS. Para lo que haga falta.
Y os animo a escribir todas esas cosas que vosotros sabeis y nosotros no, para compartirlas. Es fácil, sencillo y cómodo. Y muy, muy remunerador (en el sentido sentimental, se entiende, porque en el monetario…).
UN ABRAZO A TODOS!!!!
He seguido la serie desde casi el principio, nunca he comentado pero me parece lo mas interesante que he leido en mucho tiempo. Me ha ayudado a entender mi profesion, en la que soy todavía un novato.
Muchas gracias por todo.
He seguido la serie y me ha parecido entretenidísima y muy ilustrativa. Muchas gracias, por los buenos ratos que me has hecho pasar leyéndola. Un saludo.
Ha sido un placer leer tus artículos. Seguramente volveré a leerlos con más calma, ahora que ha finalizado la serie. Aprecio la calidad y la narrativa de la serie de artículos, la verdad es que he disfrutado con este viaje, capaz de transmitir la evolución del pensamiento en un paseo por la arquitectura y usos de la información en las tecnologías.
Excelente trabajo!!! Me alegro del día que llegué hasta aquí, creo que fue por el capítulo V y desde entonces me suscribí al RSS
He sido seguidor de esta serie, tanto por el tema y el contenido como por lo ameno de su lectura. Aunque siempre estás diciendo que son unos tochos, la mayoría de los posts se me hacían cortos de leer.
Asi que te animo a que sigas escribiendo por aqui, sobre cualquier otro tema que te plazca, que estoy seguro de que lo harás interesante y tendrás bastantes lectores.
Muchas gracias por todo maestro.
Ha sido un placer leer una serie de artículos tan interesantes y en algunos casos tan reveladores. Sobre todo para la nueva hornada de informáticos (entre los que me encuentro), ya que, estas cosas no se cuentan (ni siquiera en anédotas) en las facultades de informática.
Felicidades por tu labor, gracias por estas perlas, estos buenos ratos que han venido a llenar el gran hueco que ahora mismo deja la universidad: la visión real de la experiencia. Curioso que siendo una profesion orientada al uso y reutilización de nuestros programas, no reutilicemos el saber hacer de otros. Aun así sigo pensando que siendo una profesión con grandes posibilidades y puntera, haya tan poco enfoque pragmático en el sentido de orientar a los egresados de la facultad para montar start-ups, deberían afilarnos el olfato emprendedor, pero nos venden la moto con lo de la “colaboracion universidad-empresas” y debería ser “encauzar de la universidad a crear nuevas empresas”. Gracias de nuevo, maestro de lo arcano.
Una ovación en pie por el maestro. Y sobran las palabras
Sin duda los escritos del buen mac han cambiado mi forma de ver el mundo de la informática, apoyo la idea de que debería de publicar un libro, al menos compilar todo en un pdf, el cual sería fabuloso que fuera lectura obligada entre los alumnos de informática o computación acá en México, que desafortunadamente no saben casi nada de estos temas, y como ya comenté en algún artículo anterior, usaré partes de los artículos, citando la fuente exacta, en mis futuras clases de informática, saludos y muchísimas gracias por compartir tus conocimientos!!
En fin, ¿qué decir?
Teniendo en cuenta que ya escribí mi cursilada en la entrada anterior (de las buenas ¿eh?, empalagosa hasta la saciedad), casi mejor no añado nada más a lo ya dicho por el resto de camaradas.
Espero ese libro con sumo interés. Hasta la próxima, Macluskey. Disfrutaré la vida mientras pueda.
Un gran trabajo recopilatorio que ,como bien dices, no he podido encontrar en ninguno de los rincones de internet y eso que me la he acabado alguna vez.
Gracias por relatar esas experiencias y tambien por los consejos que intentaremos recordar por si aparecen los deja vus comentados.
Un saludo
Muchas gracias por compartir tus experiencias! Han sido realmente geniales!
Aupa, he seguido la serie desde que el primer artículo se enlazó desde meneame.net. 22 semanas esperando a que colgaras el artículo correspondiente. Muchas gracias Mac, ha sido un placer leerte, y tembién han estado muy bien los comentarios del resto de lectores.
Salud!!
Genial! Una pena que termine
De la primera a la ultima, todas las entradas han sido excelentes y he aprendido muchísimo con ellas. La verdad es que es una lastima que esto de la informática, aunque abarca bastante, al fin y al cabo es finito, al igual que tus experiencias. Saludos y mucha suerte.
Gracias por tus recuerdos y es una pena que terminen los articulos, te he seguido desde que un compañero me habia pasado tu referencia y comparto practicamente al 100 por 100 tu observaciones. Yo tambien soy un poco viejo informatico ( 40 años y en activo todavia).
Me he permitido recopilar tus articulos en un documento word y te puede asegurar que son mas de 200 paginas memorables asi que animo y a por un libro.
Gracias
¡En fin! Ya no mas martes o miércoles esperando la nueva entrada…Como se dice al final de algo que nos ha gustado mucho: ¡el autor, el autor!
Yo tampoco quiero desplegar un sermón irremisiblemente cursi, pero creo oportuno decir que… ¡te amamos! ¿¡Eeehhh!? No, eso no. Me refiero a un amor fraternal, o al tipo de amor que tenemos al conocimiento, a la sabiduría. Bueno, ya sé, metí la pata; lo que deseo decir es que el aprecio que te has ganado es ubérrimo, inextinguible, opulento, perenne, intemporal… ¡Muchas gracias por tus historias, amigo!
Estoy de acuerdo con tu reflexión final, que la historia confirma cada día. Parece increíble cómo en determinadas zonas geográficas la mentalidad es tan diferente; yo pienso (y sin ponerme el sombrero de marxista) que esto lo condiciona la estructura social y política, fundamentalmente en materia de educación. La educación es la raíz invisible de todo árbol social; pero lo que hacen la mayoría de los gobiernos es intentar podar las ramas, inútilmente, sin atender a que un cambio de raíz puede modificar la confección del árbol. El progreso nace de un cambio de mentalidad a nivel social, que sólo es posible por medio del refuerzo de la educación y la difusión del conocimiento.
Pero es que todavía pensamos como el resto de los animales: en el inmediato, en el ahora, o en nuestra vida particular, en comer rápido y todo cuanto podamos; y no entramos en razón de que convivimos en un mundo con millones de vidas, de que detrás nuestro hay miles y miles de años de historia, de que aún después de nosotros todo seguirá existiendo y que esa existencia depende de lo que elijamos hoy.
¿Y todo esto se enseña en las escuelas? ¡Mejor enseñémosles a consumir!
Discúlpame si me salí de río.
Un abrazo, amigo.
@Lucas: Como siempre, tus comentarios son una joya, sacando siempre el jugo a lo improtante… ¡Qué razón tenés, ché! La educación. Es la educación, naturalmente. Pero… no echemos toda la culpa a los gobiernos (que la tienen y bien grande). También nosotros tenemos la nuestra.
¿Nuestros hijos leen? Es más ¿Nosotros leemos? ¿Tomamos críticamente las noticias que nos llegan, o nos las creemos sin pestañear? ¿Vamos al teatro, a conciertos… o nos tragamos nuestra ración diaria de tele-basura?
Recapacitemos: tenemos los medios para evitar mucha tontería y mucha maldad. ¿Hacemos algo? Poco. Quejarnos, ¡mucho! Pero, ¿Hacer?
No me gustaría ser muy muy negativo. Pero no puedo evitarlo. Veo muchas cosas que no me gustan en nuestra sociedad. No es un tema de marxismo, ni de capitalismo, ni de nada. Lo es de Educación.
En fin: Es vuestro turno. A mí se me ha pasado el tiempo en quejarme… y no pienso hacerlo más. Al menos, hasta mañana…
Un abrazo, maestro
Queridos amigos, muchas gracias por vuestros comentarios. Los guardaré en el corazón para siempre y tal y tal (toma ya cursilada, que yo también sé…).
En cuanto a los de escribir un libro… ¿quién sabe? Otros más torpes lo han hecho y no les ha ido tan mal… aunque muchísimos más listos y preparados que yo lo hicieron también y fracasaron… Pero no lo descarto, no. Igual en un tiempito os doy la sorpresa….
Un saludo para todos
Enhorabuena por la serie de artículos. Ha sido una lección de arqueología informática que me ha encantado, porque todo lo anterior a los años 90 para mí es historia de la informática sobre la cual poco o nada te enseñan en la universidad! Eso sí, los problemas… siguen siendo los mismos.
¿Geografía y mentalidad?, ¿La educación como base del cambio social? ¿Pero quién educa? Humm…me parece que esto daría para otra serie.
Comencé a leer tu historia desde el capítulo 3. Había salido de la IBM hacia un banco… y vuelta a la big blue con el rabo entre las piernas. No obstante con ilusión siempre. Soy de esos técnicos de AIX que siempre complican la vida de los pobres arturitos en muchos proyectos de esos que son agujeros de usuarios devenidos en clientes. He conocido algunas viejas glorias del mainframe en la compañía, algunos con historias divertidas… otros más quemados que la oreja de Nicky Lauda. Arquitectos, operadores, analistas… todos con una historia de hace la tira de años. Aún ando forjando mis propias historias en estos días… que ya se cuentan por años en eso que llaman unix. Me alegra ver que al menos alguien digno de venerabilidad, haya captado muchos más mensajes vitales que abends en el tso. Ojalá pueda yo en su día contar las batallitas a los demás con tanta dedicación y, como Dickens, hacer esperar a la gente el próximo capítulo nerviosa, en el puerto… como lo he estado yo estos meses: esperando a Macluskey; cada mañana antes de teclear por enésima vez mi login. Me uno a los agradecimientos de los demás.
@Elbing, PIluso (y tantos otros): Yo también creía que mi historia no tenía interés alguno, pero vuestro cálido recibimiento me demostró lo contrario.
Os animo a que escribáis las vuestras. No tienen que ser veintitantos capítulos (me he pasao, vaya), ni tienen por qué tener seis mil palabras cada una. Es que yo soy un poco deslenguado, y así me va… pero las experiencias de cada uno son alimento para los que vienen, y si no las das a conocer, se pierden en el olvido…
¡Anímo, no cuesta mucho! Aquí estamos esperandoos…
Saludos a todos y muchas gracias por vuestros comentarios.
Nos has hecho recordar que nada en este oficio nació perfecto. De hecho todo son adaptaciones y puestas en marchas pataleantes que se convierten después de muchas correcciones y trabajo de anónimos programadores en hitos, luego son elevados a las alturas (los programas, más no sus creadores). Para después encontrar una necesidad no cubierta y el proceso empieza otravez. Fué un gusto leerte, desde ahora empieza tu ascenso a las alturas, espero que aparezca alguna necesidad no cubierta y puedas volver a tu nuevo oficio de escritor (no programador)
Mac, a eso apuntaba; tenemos todos los recursos y medios materiales, pero de lo que carecemos es voluntad. Piensa que la materialidad siempre es y será la misma durante toda la historia; lo que cambia es mentalidad con que se le da manejo. Por dar un ejemplo, las sociedades del siglo V bien podrían haber desarrollado máquinas a vapor y desatado una revolución de la industria: tenían todos los recursos materiales para hacerlo pero lo que faltaba era mentalidad. O si por esa época hubiera existido una mente como la de Descartes, Galileo o Newton, no cabe vacilación de que por el siglo VIII ya se habrían lanzado los primeros cohetes espaciales.
Con esto quiero decir, no hay pretextos, tenemos todos los medios necesarios; la única forma de avanzar como sociedad es propugnar el desarrollo pensamiento. ¿Y cuál es el artefacto social que pretende esto? La educación. Así que es de infinita importancia cómo y qué hacemos de ella (mejor dicho, qué el gobierno hace de ella).
Una nota: en otro comentario dije “marxismo” más que nada refiriéndome al concepto de ‘materialismo histórico’; pero deja que no tiene importancia.
Un abrazo.
Te felicito por la gran serie y las muy buenas horas de lectura que nos has proporcionado. !Un abrazo Macluskey!
Sinceramente, me ha encantado ir leyendo toda esta historia desde el punto de vista de las vivencias y anécdotas de tu persona y no desde un punto de vista más frío e impersonal de un artículo más “oficial”. Además, !que narras muy bien y ameno! ¡Como me he reído con la anécdota de la “grabadora”!
Bueno, !que vaya muy bien todo y felices vacaciones!
Simplemente, gracias. Ha sido una serie impagable.
Muchas gracias por la serie, he disfrutado mucho leyendola
Soy de esos últimos que no saben nada de informática pero que les gusta las buenas historias…
Muchas gracias por todo lo leído.
Ya sé que es la despedida, y que este enlace llega tarde, pero lo acabo de encontrar y estoy seguro de que tiene su interés (como curiosidad meramente).
Son fotos de los “dinosaurios” de IBM, desde el 701 del año 1952 hasta el z10 de la actualidad, pasando por 3090, el 360 y el 370.
Saludos.
Ya sé que es la despedida, y que este enlace llega tarde, pero lo acabo de encontrar y estoy seguro de que tiene su interés (como curiosidad meramente).
Son fotos de los “dinosaurios” de IBM, desde el 701 del año 1952 hasta el z10 de la actualidad, pasando por 3090, el 360 y el 370.
http://www.eweekeurope.es/knowledge/50-anos-del-ibm-mainframe-en-imagenes-1064
Saludos.
@Baco: Gracias por el enlace. Creo que todas las fotos están sacadas del sitio web de IBM (que yo he usado bastante, también), pues tienen allí fotos y descripciones de casi todos los sistemas suyos que han ido apareciendo a lo largo del tiempo (cosa que casi nadie más tiene, que yo sepa).
La dirección principal es: http://www-03.ibm.com/ibm/history/index.html y luego hay que brujulear por allí. Hay hostroias realmente curiosas allí. Que os guste.
A todos: Muchas gracias por vuestros comentarios.
¿Sería posible que nos “regalaras” una edición PDF de la serie? Seguro que la imprimo y me la pongo en la mesilla de noche…
Enhorabuena por tan buen trabajo.
Gracias.
Vaya hombre, hace poco que vine y ahora que me habia enganchado vas y te largas … En fin, muchas gracias por tus articulos. Curiosamente estoy viendo mi vida (la parte que llevo vivida) reflejada en estos articulos.
Ainnnnssss, la de veces que he tenido que regalar los oidos a algun Director de Sistemas de tal operadora o tal banco.
Hasta pronto !
He leído toda la serie con gran interés. Aunque los textos puedan parecer largos, son muy amenos y didácticos.
Mi felicitación. Has creado una serie por la que sin duda pagaría por tenerla recopilada en papel para poder leerla una y otra vez.
Gracias por contarnos “tu historia”. Suerte!
Sensacional!!! Me has hecho revivir los últimos 45 años de mi vida. Saludos desde México de parte de otro viejo informático y pionero del procesamiento de datos, coincidentemente, también para bancos. GRACIAS por tus relatos tan amenos e interesantes!!!
Muchas gracias.
Una verdadera joya, Macluskey. Me ha costado un tiempo leerla entera… y me costará aún otro tiempo más releer al menos la mitad de los artículos. Sólo una palabra; Gracias.
Muchas gracias. Llegué tarde a la serie, y ahora la leo casi como un libro de texto.
Aunque eché en falta algunos aspectos, me gustaría tener tu facilidad de escritura para poder añadir lo que faltaba.
Gracias por compartir tu tiempo y sabiduría con nosotros.
llevo unos dias buscando informacion, para un trabajo de base de datos, y la mas util, ha sido practicamente la que has ido dando entre historia, cosas que te han pasado y demas datos, todo muy bien explicado, espero llegar a ver una entrega 24, muchas gracias por todos tus conocimientos
Macluskey:
Encontré tu historia este verano y la he ido devorando capítulo a capítulo hasta llegar, por desgracia, al final.
Quiero agradecerte las horas maravillosas que he dedicado a leer tus entradas y recordar tiempos pasados; aunque también me ha servido para darme cuenta de la cantidad de años que han pasado desde que puse los dedos sobre un teclado por primera.
Gracias también por tu forma de escribir. Hacía tiempo que no encontraba a alguien “de ciencias” que prestase tanta atención a una correcta ortografía.
Saludos
Muchas gracias por vuestros comentarios tan amables… Me encanta que mis pobres palabras os hayan gustado-encandilado-enseñado algo-retrotraído hasta vuestra tierna infancia…
¡Me colmáis de alegría!
@Emi: Gracias por el cumplido. Y sí, tienes razón en que últimamente parece que al personal se la ha olvidado escribir, y no digamos cómo se ponen los acentos. ¡Qué pena! con lo hermoso que es el español bien articulado, y ahora no ves un “que” escrito correctamente así lo busques con una linterna, como Diógenes al hombre…
Klaro k igual ai k irs hadaptando a ls nuebos tienpos…. No quiero ni pensarlo…
Saludos a todos
Mac
Por otro lado, tengo que decir que lo de las faltas de ortografía y los estropicios gramaticales afecta a todo el personal, y si nos metemos a diferenciar “de ciencias” y “de letras” en eso, no sé quién saldría peor parado según en qué sitios (y lo digo con conocimiento de causa). ¿Se nota que me ha dolido un poco?
Pero bueno… buen royito, k no?
A veeer, es que ElTamiz es uno de los pocos sitios donde el personal se cuida. Los posts de Pedro son de una calidad extraordinaria, no sólo por LO que dicen, sino por CÓMO lo dicen.
Y los “eltamiceritos” intentamos escribir correctamente, para no ser menos… O sea, que no sólo el Macluskey intenta escribir correctamente, sino todo tamicero que se precie lo hace también… ¡Y es que si no le cae una…!!!!
…De vuen royito, k no??
Yo me volví un radical de la ortografía el día que me di cuenta que se me colaban las abreviaturas del messenger en los folios de exámenes de clase. Ya no hubo vuelta atrás y no pongo un “q” ni harto vino. Y procuro no dejarme nunca ninguna tilde. Que luego vienen los hoygan xD
¡Oh! No quería crear polémica con lo de la ortografía…
Pedro: no te ofendas por lo de ciencias y letras, es que todavía recuerdo cuando mis alumnos se quejaban porque les corregía las faltas de ortografía y mi clase era de matemáticas y no de lengua.
Por cierto, gracias a la Historia de un viejo informático he descubierto este sitio, y cada vez me voy aficionando más a él.
Saludos
Y yo declaro solemnemente que ha sido un placer LEER esta serie. Gracias.
Hola viejo informático He leido con mucha atención toda tu historia y me ha hecho recapacitar mucho sobre la mía . Yo también vengo del Instituto de Informática . Termine en el 79 como Facultad de Informática. Ya han pasado 30 años en mi caso y se han ido volando. Pero lo que tu has hecho es una narración muy acertada del devenir de la llamada “informática” y por eso te doy las gracias y te felicito por este trabajo que has realizado . En cierto modo es una forma de reivindicar a todas esas personas que hemos sido un poco colonos de esta civilización del portátil. Un saludo.
Estupenda serie. Me ha permitido recordar con todo detalle muchas situaciones, experiencias y sensaciones. Enhorabuena y gracias.
Es cierto que esta historia fue del milenio pasado… y que tal vez no enfrazque en la fauna actual, con tantos nuevos conceptos iPhones, WEB 2, CloudComputing, Facebook, Uml, Rup, Los grandes desaparecen, La información ya no es privada. Pareciera un buen momento para retomar algo y reescribir de nuevo… Gracias por un buen aporte y me gustaria avivar de nuevo la llama de la curiosidad y aportar de nuevo una opinion valiosa. Por esto y mucho mas.. lo considero “Maestro”, “SI FU”, “Adelantado”…
Muchísimas gracias por sus memorias … imprescindible no recomendarlo para cualquiera que se quiera iniciar en estos lares de la Informática.
Yo he llegado casi dos años tarde, pero estoy disfrutando la serie igualmente. Muy amena, muy reveladora y (¡es verdad!) sorprendentemente bien escrita, tanto estilística como ortográficamente. Sólo he encontrado algún que otro “ouy” (sin hache). Pero incluso la RAE ya ha pensado aceptarlo así en la próxima edición de su Diccionario:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=uy
Mi enhorabuena y mi admiración, Macluskey.
SOY UN DINOSAURIO DE 1958, TREMENDOS RECUERDOS ME TRAJERON ESTOS RELATOS, GRACIAS MAKLUSKEY, DIOS TE BENDIGA
De un tirón lo he disfrutado entero. Llevo 30 años en esto de la informática y ha sido un auténtico placer.
Desde los Bull DPS y el proyecto SICOP… hasta hoy.
Un fuerte abrazo.
Muchas gracias por los artículos, yo estoy en la rama de la salud pero siempre me ha interesado la informática y he disfrutado mucho leyéndote. He descubierto muchísimas cosas, yo era de los que pensaba que la informática prácticamente empezó con el PC ( quitando superordenadores del ejército).
Una pena que ya haya terminado la serie, estaba muy interesante.
Me encanta cómo has terminado: “Vale”. Así acaba el Quijote, ja ja ja
Y por curiosidad: de la RAE: Vale: “Adiós o despedida que se da a un muerto, o el que se dice al remate o término de algo”
Nos vemos, “ma non troppo”…
Pues sí… Yo también me leí El Quijote hace mogollón de años, obligado, desde luego, y aunque no puedo decir que me pareciera lo mejor que se haya escrito nunca, sí que me sorprendía a mí mismo disfrutando las aventuras de Quijano, Sancho, Dulcinea y demás… cosa que no pensaba que pudiera suceder.
Y fíjate, ha hecho falta que pasen dos años y medio para que alguien se de cuenta del plagio y, a la vez, del homenaje a uno de los mejores libros de la historia… Bueno, seamos positivos: quizá sí que mucha gente se dio cuenta pero nadie comentó…
Gracias por tus comentarios.
Cuando lo leí obligado, opiné como tú. Con los años, cuando lo he leído voluntariamente, me ha parecido el más emotivo y gracioso de cuantos he leído.
Una pequeña y última pregunta, Mac, si eres tan amable de responder con algunas palabritas:
¿Qué opinas sobre la seguridad en las transacciones electrónicas? ¿Están los bancos completamente blindados a los hackers? ¿Si se desarrolla una nueva tecnología y ésta es usada por un kacker (por ejemplo un ordenador cuántico), podría desencriptar las transacciones electrónicas y sisarnos dinero?
Gracias
NO. Desde luego que no.
Desde luego.
¿Quién te dice a ti que los “hackers” no sean ni más ni menos que los mismos inventores del asunto? ¿O algún estado? ¿La mafia? …
En cualquier caso, gente con capacidad y recursos gigantescos, de hecho más que la mayoría de países.
No te equivoques: los mejores cerebros informáticos trabajan para las mafias, no en Microsoft. Es lógico: pagan muchísimo mejor…
Gracias Mac, por tus tranquilizadoras palabras…
Muchas Gracias! excelentes artículos, los he disfrutado mucho. Trabajé en un pequeño banco en Argentina hace unos años y ahí seguían erguidos, implacables, los AS400. Saludos.
Estimado colega (ó ‘ex’ que ya soy jubilado !!): Le confieso que me he ‘tragado’ sus artículos en unas pocas horas, artículos que he leído más que con interés con verdadera emoción, me pareció estar reviviendo mi vida en informática.
Le comento (cortito, no se asuste !!): soy de Argentina, ciudad de La Plata, y comenzé programando en FORTRAN (creo que en versión IV) tan lejos en el tiempo como 1968, usábamos una IBM 1620 de la Facultad de Ciencias Exactas, eso fue como estudiante pero ya me sentí atrapado por este asunto; comencé a trabajar en 1974 en un CENTURY 100 con 16kb (!!) de memoria (la cual no era de anillos sino de varillitas de metal) , la ‘monstruosa’ capacidad e 10 mg en disco en dos ejes, de un lector de cinta y de una impresora velocísima y ruidosa (tal como Ud. comenta), programando en NEAT/3 un lenguaje, a mi entender, realmente potente; siempre trabajando para la misma empresa (una Caja de Seguridad), pasamos a un S34 de IBM para lo que hubo que convertir todos los archivos y programar todo de nuevo, esta vez en RPG II, después tuvimos en S36 y varios AS/400 hasta que hace ya año y medio me jubilé. Un montón de tiempo en este asunto, por eso leyéndolo recordaba situaciones y anécdotas que me han hecho sonreír nostálgico. En fin, no lo molesto más. Un abrazo
Muchas gracias por compartir tu historia, me lo he pasado muy bien, he aprendido cosas “nuevas” e incluso me has dado un nuevo punto de vista para acometer los retos por lo que se lucha día a día . De nuevo gracias.
Jesús: Ha sido un placer.
Muchas gracias por tu comentario.
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