El Tamiz

Antes simplista que incomprensible

Nuevo índice de referencia

En varias ocasiones nos habéis comentado que es difícil, para alguien que llega nuevo a El Tamiz, conocer las “series clásicas” y tener una referencia más fácil de usar que las páginas de archivos y categorías. Es cierto que éstas últimas no son demasiado amigables, ni tampoco muy fáciles de encontrar en la barra lateral.

De hecho, dado el carácter de la información que solemos publicar, ni siquiera pienso que el formato bitácora sea el más adecuado para El Tamiz, y algún día espero que Geli tenga el tiempo necesario para rediseñar la página y hacer que la bitácora sea sólo una parte de algo más extenso y menos voluble, y más accesible para la gente que descubre la página y desconoce todo lo que se ha publicado anteriormente. Pero eso ya es otra historia.

En cualquier caso, acabo de añadir un nuevo elemento a la barra de navegación superior, que por ahora (a falta de un nombre mejor, si lo hay) hemos llamado Series. Allí se encuentra el índice de lo más importante (y permanente en el tiempo) que se ha publicado en El Tamiz; no aparecen, por ejemplo, las noticias –a las que se sigue pudiendo acceder a través de las categorías y los archivos mensuales, por supuesto–, ni tampoco series con uno o dos artículos que no sabemos si tendrán continuidad, pero sí lo hacen series clásicas como Relatividad sin fórmulas o La vida privada de las estrellas que, de otro modo, serían difíciles de encontrar para un recién llegado.

También he creado las páginas de descripción de las series que aún no la tenían, de modo que a partir de la página central puede leerse la descripción de cualquier serie y, en ella, la lista de artículos publicados y los enlaces correspondientes.

Si se os ocurre un nombre mejor para esa página de referencia (series, referencia e índice son los tres que se nos han ocurrido a nosotros, pero no sabemos si son buenos nombres para alguien que no conoce El Tamiz y ve ese enlace de nuevas), si veis errores o echáis de menos algo, ya sabéis – la propia existencia de esa referencia se debe a vuestras sugerencias. Intentaremos seguir poniendo las páginas de referencia “bonitas”, incluir alguna foto más, cosas así, para que no sean tan áridas como ahora mismo.

¡Esperamos que os sea útil, especialmente a los novatos!

Conoce tus elementos - El potasio

En la última entrada de la serie Conoce tus elementos hablamos acerca del argón, el elemento de dieciocho protones, completando así el tercer período de la tabla periódica que vamos construyendo poco a poco. El argón tenía las tres primeras capas completas, con lo que no debería sorprenderte el hecho de que el elemento de hoy sea, en muchos aspectos, totalmente opuesto a aquél: al tener un protón más (y, por tanto, un electrón más si todo es “normal” y el átomo es neutro), está a un paso de la estabilidad del argón… con lo que es extraordinariamente inestable. Hemos hablado de este concepto antes en la serie, y volveremos a hacerlo de nuevo.

Sin embargo, hay algo que cambia ahora respecto a los artículos anteriores: aunque las razones tienen que ver con la física cuántica y se escapan al alcance de esta serie, el número de electrones que pueden existir en cada capa depende de la capa (y hay, además, subcapas de las que no hablamos en esta serie). Cuanto más cerca del núcleo atómico, dicho mal y pronto, “menos espacio hay”, y menos electrones “caben”. De ahí que cuando recorrimos el primer período sólo hablamos de dos elementos (el hidrógeno y el helio), ya que sólo puede haber dos electrones en la primera capa. El segundo período tiene ocho elementos, ya que en él puede haber ocho electrones. En la tercera capa “caben” dieciocho electrones, pero llega un momento, cuando ya hay ocho en ella, en la que es energéticamente más favorable para el siguiente electrón empezar a llenar la cuarta capa: de ahí que el elemento de hoy, aunque no tiene la tercera capa llena, ya tiene un electrón en la cuarta capa y pertenece, por tanto, al cuarto período. Más adelante llegaremos a elementos de este mismo período que vuelven a llenar huecos de la tercera capa.

Por eso, si te fijas en la tabla periódica de la página principal de la serie (la reproduzco aquí como imagen para que no tengas que abandonar el artículo) hay esa especie de “hueco” en las primeras filas: para que las filas posteriores, más largas, “encajen” y no haya que sacar algunos elementos de la tabla para que haya sitio. De hecho, seguro que tú, como yo, has estudiado con tablas que sacan los lantánidos y actínidos de la tabla principal, y forman con ellos una “tablita adicional”. Eso se debe a que esos elementos completan capas con tantos electrones que los huecos que se dejan arriba no son suficientes para que encajen con los demás. Existen tablas extensas en las que sí caben, a costa de tener un pedazo de tabla de un tamaño considerable.

Pero esto le importa poco a nuestro elemento de hoy, que se encuentra tan cerca de ser estable “por la izquierda”, perdiendo ese decimonoveno electrón para quedar con tres capas completas, que no le afecta en absoluto el número máximo de electrones que puedan existir en la cuarta capa. Hablemos, pues, del potasio.

Reactivado el envío de artículos por correo

Un brevísimo aviso sobre algo que tuvimos que desactivar hace tiempo pero que ahora funciona de nuevo:

Tras unos cuantos meses durante los que no funcionaba, hemos logrado volver a activar (sin que, esperemos, se rompa nada) el envío de artículos por correo. Para los que lleváis aquí poco tiempo y no sabéis lo que es, en cada artículo, cerca del título y también al final, hay un enlace para poder enviar ese artículo de forma íntegra (con fotos, formato, etc.) a hasta cinco direcciones por correo electrónico; puede incluirse además un comentario para que aparezca en el correo.

También puede accederse directamente a la página de envío mediante la URL del artículo correspondiente con /email/ al final; por ejemplo, para la última entrada que hemos publicado es https://eltamiz.com/2009/02/04/imagenes-centauro-a-ngc-5128/email/. Sabemos que fue de utilidad a algunos de vosotros en el pasado, de modo que nos alegramos de volver a ponerlo a vuestra disposición.

Imágenes - Centauro A (NGC 5128)

Ya hace demasiado tiempo que no publicamos una entrada del estilo de la de hoy… Los artículos estilo “capítulo de libro” son lo que me llena de verdad, pero necesitaba publicar algo menos denso, más de dar pinceladas y hacer soñar un poco. Y acabo de añadir la imagen de hoy a mi “archivo de fondos de pantalla”, así que la comparto con vosotros.

Es uno de esos fondos (porque no me negarás que es un soberbio fondo de pantalla) que hace falta mirar sin prisa para darte cuenta de la magnitud de lo que estás viendo. Primero la foto, cuya belleza sin más ya me quita el aliento, y luego la explicación para el factor “santo cielo, no puedo creerme que esto sea real”:

Centaurus A

Centauro A (NGC 5128). Crédito: Rayos X - NASA/CXC/CfA/R.Kraft et al. Submilímetro - MPIfR/ESO/APEX/A.Weiss et al. Visible - ESO/WFI.

Esas maravillosas partículas - El axión

En la última entrada de la serie Esas maravillosas partículas hablamos acerca del neutralino, principal candidato a WIMP y, como tal, una de las explicaciones posibles más favorecidas por los físicos para dar cuenta de la materia oscura. Ni qué decir tiene que nos encontramos ya muy lejos de los artículos de la serie en los que hablábamos de “viejas conocidas”, partículas observadas y bien explicadas por el Modelo Estándar de la física de partículas. Hoy seguimos hablando de partículas hipotéticas, de materia oscura y de candidatos a explicarla, aunque “atacando” un problema diferente al principio.

Eso sí, un par de avisos al respecto: antes de nada, si no has leído la serie desde el principio te recomiendo encarecidamente que lo hagas. Utilizaré términos a los que los “habituales” ya están acostumbrados, y si no los conoces esta entrada (ya de por sí abstracta) te va a resultar infumable: si no sabes lo que es un gluón o lo que es la interacción fuerte, hala, a empezar la serie. Además, ya que estamos hablando de algo hipotético, tendré que decir muchas veces “si existe”, “su existencia explicaría…“, pero ni sabemos si la partícula de hoy existe (y muchos piensan que no), ni siquiera sabemos muchas de las propiedades que podría tener, sólo algunas.

De modo que ésta no será una entrada larga. ¿Por qué escribirla entonces, si no voy a decir mucho? Por un lado, porque escribir una serie sobre partículas subatómicas sin mencionar algunas como la de hoy sería dejarla incompleta; y por otro, porque si alguno de los experimentos que se están realizando ahora mismo (y los hay, ¡unos cuantos!) detecta la partícula de hoy, como las hipotéticas de artículos anteriores, al menos (¡espero!) recordarás haber oído hablar de ella antes e incluso, tal vez, recordarás algunas cosas básicas sobre ella. Y en último caso, al menos podrás dirigirte a este artículo o similares para conocer más sobre ella. Dicho esto, hablemos sobre la susodicha partícula hipotética de hoy: el axión.

Curiosamente, Ciencia Kanija acaba de publicar hoy mismo una noticia sobre axiones… el mismo día que publicamos aquí este artículo, y sin que ninguno de los dos hablásemos con el otro sobre el asunto. Desde luego, recomendada lectura: http://www.cienciakanija.com/2009/02/03/los-axiones-apuntan-a-su-retorno/