Me parece mentira, pero con éste hemos alcanzado la decena de artículos en [Electricidad I], el bloque introductorio a los fenómenos eléctricos, y el final del bloque. No quiero hacerlo más largo, sino dejar otros asuntos para bloques posteriores, por un par de razones: por una parte, no quiero saturaros con un solo tema durante mucho tiempo, y llevamos ya unos tres meses hablando de electricidad sin parar. Además, a mí me pasa lo mismo: si escribo demasiado sobre un solo asunto, me acabo aburriendo y la calidad sufre. Finalmente, es mi idea hacer de estos bloques algo reducido y contenido en sí mismo dentro de lo posible, de manera que sea posible agarrar uno y leerlo de corrido sin tener que leer demasiadas cosas que no te interesen. Diez artículos por bloque me parece adecuado para este fin.
Es mi intención –aunque el tiempo que tengo es limitado, y las energías más todavía–, como sabéis quienes habéis seguido el bloque desde el principio, publicar estas “unidades de conocimiento” en forma de monografías, pero tengo que revisar las imágenes antes siquiera de revisar y editar el texto y enviárselo a los correctores habituales. El problema es, claro está, que estas ilustraciones a color, aunque sean vistosas, harían de los libritos algo carísimo (los precios de impresión a color son prohibitivos)… lo que significa que lo de “carga roja” y “carga verde” no funcionaría en la versión impresa. Probablemente adaptemos las ilustraciones para escala de grises y tengamos “carga gris” y “carga negra” o “carga de puntitos” y “carga de rayas”, ya veremos. Desde luego, miraremos el precio que tendría la versión a todo color, pero seguramente sea inviable; os tendremos informados. Afortunadamente, las versiones electrónicas podrían seguir teniendo imágenes a color.
Pero, disquisiciones aparte, no quería terminar este bloque de introducción sin hablar brevemente, a modo de apéndice, sobre algunos conceptos básicos sobre seguridad eléctrica y efectos de la corriente eléctrica sobre el cuerpo humano. ¿Por qué es peligrosa una corriente eléctrica que recorre nuestro cuerpo? ¿Es verdad que puedes “quedarte pegado” al electrocutarte, o salir despedido? ¿Qué medidas básicas de seguridad pueden seguirse para minimizar el riesgo eléctrico? A todo esto dedicaremos la entrada de hoy, en la que no introduciremos ningún concepto nuevo pero sí pondremos en funcionamiento las células grises y lo que hemos aprendido sobre potencia, energía, voltaje, intensidad, resistencia y demás a lo largo de todo el bloque. Vamos con ello.
Nota: Como siempre digo en este tipo de artículos, soy físico, no biólogo, de modo que quienes sabéis más que yo corregidme con cariño pero sin piedad si meto la pata en alguna cosa y no es simplemente una simplificación. Lo mismo digo sobre asuntos prácticos de los que los ingenieros y técnicos eléctricos sabéis mucho más que yo.
Antes de nada, aunque el peligro dependa de algunas variables que hemos estudiado ya, ¿por qué pueden resultar peligrosas las corrientes eléctricas? De las dos razones fundamentales, hemos dedicado un artículo entero del bloque a algo relacionado con la primera, y un pequeño cuadro a algo relacionado con la segunda, con lo que creo que el razonamiento te resultará familiar.