El Tamiz

Antes simplista que incomprensible

A la venta x2: Hablando de (Del ácido sulfúrico a Louis Pasteur) y El Tamiz 2010 - I (enero-junio)

¡Por fin! Esto ha sido como un parto de dos años… ya está listo y a la venta, ahora sí que sí, Hablando de (Del ácido sulfúrico a Louis Pasteur), el segundo libro publicado desde El Tamiz.

Se trata de un libro de 214 páginas a tamaño de bolsillo, y hace un tiempo os enseñamos algunas fotos de él.

Libro Hablando de 1

Los únicos cambios desde entonces han sido, en primer lugar, incluir la partición silábica (sugerida por Elange), en segundo, modificar muy ligeramente un par de colores en la portada –Geli jugó con alguna cosa en la portada del siguiente libro y quedó tan bien que lo cambiamos también en éste– y, finalmente, quitar el justificado del texto de contraportada por una alineación a izquierda. Vamos, peccata minuta.

Premios Nobel - Física 1906 (J. J. Thomson)

Continuamos hoy nuestro camino, largo pero espero que interesante, a través de los Premios Nobel de Química y de Física desde su primera entrega en 1901. En la entrada anterior hablamos sobre el galardón de Química de 1905, otorgado a Adolf von Baeyer por su síntesis del índigo, pero antes de ella nos dedicamos al premio de Física del mismo año, que recibió Philipp Lenard por su estudio de los misteriosos rayos catódicos: y el premio de hoy está íntimamente relacionado con aquél, tanto que es en cierto sentido la contrapartida y la conclusión de aquella entrada. De modo que, si no leíste el artículo sobre Lenard o no lo recuerdas bien, te recomiendo que lo leas (o releas, según el caso) para saborear éste de verdad.

Y es que hoy disfrutaremos juntos del Premio Nobel de Física de 1906, otorgado a Joseph John Thomson (más conocido simplemente como J. J. Thomson), en palabras de la Real Academia Sueca de las Ciencias,

En reconocimiento a los grandes méritos de sus investigaciones teóricas y experimentales sobre la conducción de la electricidad por los gases.

Lo cual suena menos impresionante de lo que es en realidad, salvo que lo traduzcamos libre e irresponsablemente: por su descubrimiento del electrón. Pero recorramos, porque es una verdadera maravilla, el camino teórico y experimental –pues es una cadena de razonamientos y experimentación meticulosa– que llevó a Thomson a revelar la verdadera naturaleza de los “mágicos” rayos catódicos.

Desafíos - Horror en el parque acuático (solución)

El desafío de Horror en el parque acuático, como los anteriores, ha recibido respuestas de enorme calidad y creatividad –siempre me sorprendéis en esto–, aunque en este caso, no en tan gran número como los anteriores. No sé si ha sido por la vuelta de vacaciones para muchos, porque os ha parecido demasiado fácil, demasiado complicado o aburrido, o simplemente porque requería de más trabajo que otros para responder bien (algún tratamiento de imágenes o cosas parecidas).

Se trataba, como dije en el planteamiento, de un desafío muy distinto de los anteriores en el sentido de que requería más tiempo y cuidado que una idea brillante. Espero que al menos, aunque muchos no hayáis mandado la respuesta, os hayáis peleado con él utilizando lápiz y papel: recordad que el objetivo de estos desafíos amistosos es, básicamente, pasar un buen rato pensando. Me ha gustado, sobre todo, ver cómo habéis rellenado los “huecos” en la descripción del problema, suponiendo cosas e informando, en vuestra solución, de vuestras suposiciones explícitamente y con gran corrección (lo digo, por ejemplo, por Oldman y Jaime). ¡Excelente!

La clave de la supervivencia estaba, por supuesto, en la mezcla de dos factores: por un lado, la estupidez de los zombies humanos (con lo que era posible evitar que muchos se movieran, manteniéndonos fuera de su línea de visión), y por otro, la lentitud de los leones marinos (con lo que era posible estar en una habitación con uno de ellos y escapar de él con la trayectoria adecuada), combinada con su incapacidad para cruzar ventanas.

Desafíos - Horror en el parque acuático

Desafíos El Tamiz

Durante las vacaciones no he querido proponer ningún desafío, ya que requieren que me lea un montón de respuestas y una mayor atención de la que podía dar desde el otro lado del charco. Pero ya que estamos de vuelta, aquí tenéis el siguiente desafío. A diferencia de algunos anteriores, éste no es de “idea feliz”: no consiste en pensar y pensar hasta que se enciende la bombilla. Más bien es una especie de “sudoku físico”, en el sentido de que requiere más cuidado y meticulosidad que una idea brillante. Por lo tanto, no es muy difícil de resolver, pero probablemente proporcione, al menos, un rato de diversión a mentes enfermas como la tuya ((Sí, si estás leyendo esto… sí, enferma, has leído bien.)).

(Este desafío, por cierto, es un pobre homenaje conjunto a xkcd por la tira sustituto y a The IT Crowd por el episodio 4 de la temporada 4, Italian for beginners, que casi me hizo morir asfixiado por verlo mientras cenaba –la risa es a veces peligrosa–. Por si no lo has visto ni tienes acceso a él, en ese episodio uno de los personajes, Roy, sale con una chica que le explica que sus padres murieron en un horrible incendio… en un parque acuático hecho de hormigón, con doce salidas de emergencia y agua por todas partes. Si puedes verlo, es –como casi toda la serie– desternillante).

[Termodinámica I] Estados de agregación

Libro disponible:
La serie completa está disponible como libro.

En el último artículo del bloque [Termodinámica I] hablamos acerca del concepto de equilibrio térmico y de las consecuencias del desequilibrio. En los ejemplos que allí manejamos, como espero que recuerdes aún, el sistema de mayor temperatura transfería energía en forma de calor al de menor temperatura, hasta que ambas se igualaban, ya que uno disminuía su temperatura al perder energía y el otro la aumentaba.

Sin embargo, esto no tiene por qué ser necesariamente así: existen otros modos en los que un cuerpo puede “almacenar” la energía térmica que recibe sin aumentar su temperatura. Y, del mismo modo, es posible perder energía térmica sin disminuir la temperatura. Ya sé que esto puede sonar un poco raro al principio, pero si has estudiado algo de Física en algún momento –si no es así no te preocupes, porque no suponemos que así sea al explicar nada–, recuerda la diferencia entre energía cinética y energía potencial, y tal vez se te ilumine la bombilla antes siquiera de que empecemos a bucear en el asunto que nos ocupará hoy: los estados de agregación.