El Tamiz

Antes simplista que incomprensible

¿Has leído “La paja en el ojo de Dios”, de Larry Niven y Jerry Pournelle?

La paja en el ojo de Dios

¿No? Pues léelo. Ahora.

Tras la versión corta de mi crítica sobre el libro, vamos con la más detallada.

En la última entrega de ¿Has leído…? os recomendé Raft, de Stephen Baxter, y prometí que os hablaría de algún libro más que había descubierto durante el verano. El de hoy ha sido, sin duda, mi favorito de las vacaciones, y tal vez de los últimos años. Tiene sus años, pero yo nunca lo leí de chaval y lo he descubierto ahora; de modo que tal vez lo conozcas ya, pero si no es así y no te apetece leer mis rollos, puedo resumir mi opinión muy mucho: Cómpralo. Ahora. Hablaremos de La paja en el ojo de Dios, de Larry Niven y Jerry Pournelle.

Como ha sucedido antes en estas recomendaciones, no puedo contar tanto como me gustaría (y podría estar hablando de este libro horas, así de chicha tiene). Uno de los mayores placeres de leerlo es que la información se va revelando poco a poco, hay sorpresas, giros en el argumento, y destriparlo restaría mucho al disfrute de su lectura. Afortunadamente, la premisa del libro es clara casi desde el principio y no hay problema en hablar de ella, así como algunos de los matices más interesantes de la novela, excepción hecha del misterio central que no puedo desvelar.

Básicamente, La paja en el ojo de Dios es una novela sobre el encuentro de la humanidad con una especie extraterrestre. Hay muchas, muchísimas acerca de esto, pero en este caso se trata de una auténtica obra maestra. Desde luego, para gustos hay colores, pero no exagero si digo que, si te gusta la ciencia-ficción razonablemente “dura” y el encuentro con extraterrestres, este libro es sin duda uno de los más sólidos e interesantes escritos sobre el asunto. Ése es el propósito de Niven y Pournelle –de cuyas colaboraciones hablaremos en un momento–, y lo consiguen estupendamente bien: contar esa historia tantas veces contada de encuentro con alienígenas, sin caer en el tópico, sin mostrarnos alienígenas con apariencias extrañas pero básicamente iguales que nosotros, de una manera bastante realista –dentro de la ciencia-ficción, por supuesto– y planteándonos en la historia dilemas morales y preguntas realmente interesantes. Pero vamos con los detalles.

Un pequeño aviso: mi copia del libro estaba en inglés, como los demás libros de Pournelle y Niven que he leído. He intentado traducir los términos a los empleados por las versiones de los libros en español (_moties = pajeños, CoDominium = CoDominio, etc.), pero es probable que en alguno haya metido la pata. Si es así, decídmelo y lo corrijo sin problemas._

Desde la mazmorra - Pasión > Conocimiento

Hace unos meses, en esta misma columna, hablamos acerca de la relación entre la enseñanza de la Ciencia y la Historia de la ciencia, y sobre cómo enmarcar los conocimientos en su contexto histórico y, sobre todo, cómo es importante establecer relaciones con personas y hechos que contribuyan a fijar conocimiento. Hoy quiero hablar brevemente de otro aspecto relacionado con ello, y que también intentamos poner en acción en El Tamiz. Se trata de una opinión muy personal –de ahí que hable de ello en este editorial–, y que estoy seguro parecerá estúpida a más de uno, pero bueno. El razonamiento es aplicable, por cierto, a la divulgación de cualquier tipo de conocimiento, no sólo el científico.

Cuántica sin fórmulas - El Teorema de Bell

Sin embargo, no puedo creerla seriamente, porque la teoría es inconsistente con el principio de que la Física debe representar una realidad en el espacio y el tiempo sin acción fantasmal a distancia…

Albert Einstein en una carta a Max Born, 1947.

Hace ya un año que hicieron su aparición los cuantejos en El Tamiz. Se trataba del momento en el que introducíamos en la serie Cuántica sin fórmulas el concepto de entrelazamiento cuántico, y desde entonces la serie se ha dedicado, fundamentalmente, a explorar las consecuencias prácticas y teóricas del concepto de entrelazamiento, dañando irreversiblemente las mentes que la han ido siguiendo desde entonces. Hoy continuamos con ello, de una forma aún más teórica que antes; intentaremos comprender juntos la demostración y enunciado del Teorema de Bell, cuyas consecuencias filosóficas hubieran hecho temblar a Einstein – no olvides la cita de arriba según avancemos en el artículo–. Es considerado por algunos como uno de los más revolucionarios del último siglo por lo que significa, combinado con los experimentos, acerca del Universo que nos rodea.

Pero, antes de bucear juntos en la cuántica, los avisos de rigor (si llevas mucho tiempo con nosotros, mejor saltas hasta el párrafo “En el último artículo…“ para no leer lo que, con unas palabras u otras, has leído muchas veces ya):

En primer lugar, esta serie es, de lejos, la más abstracta y difícil de comprender de El Tamiz. Algunos artículos, como éste, prácticamente requieren coger un lápiz y un papel y hacer algunas anotaciones según los lees para no liarte, y a menudo es necesario leerlos varias veces para ir asimilando las cosas; en parte esto se debe a que describen conceptos complejos, y en parte a que muchas veces se trata de cosas completamente ajenas a nuestra intuición. En resumen, que hace falta cierto esfuerzo para sacar algo en claro de ellos, y gran parte del trabajo para comprender las ideas tras estos pobres artículos debe ser tuyo. Si te sirve de consuelo, imagina el esfuerzo que me supone a mí escribirlos –éste en particular, tres veces antes de quedarme sólo parcialmente satisfecho con el resultado–.

En segundo lugar, lo que vas a leer es un hatajo de simplificaciones y trampas abyectas para hacer comprensible al lego algo que es muy difícil de entender incluso para nosotros los físicos, así que si buscas rigor y explicaciones completas, mejor lo haces en otra parte. En mi opinión, como sabéis los viejos del lugar, es mucho mejor para el lego recibir una explicación conceptual asequible, aunque sea mediante analogías con sus correspondientes “agujeros”, que simplemente recibir un “esto es muy complicado, no lo entenderías” –que tiene la ventaja para nosotros de servir de escape cuando nosotros tampoco lo entendemos de verdad, con lo que no podemos explicarlo con palabras sencillas–.

Finalmente, si las palabras cuantejo zanahoriófilo, entrelazamiento o superposición te suenan raras, es que no has llegado hasta aquí con el resto de nosotros. Mi recomendación es que empieces la serie por el principio, o al menos desde que introdujimos el concepto de estado cuántico, o este artículo te va a resultar aún más raro de lo que es por sí mismo. ¿Que tienes que leer mucho antes de volver aquí? Pues sí… como he dicho antes, gran parte del esfuerzo para sacar algo en claro de esto debe ser tuyo.

[Termodinámica I] Volumen y presión

Libro disponible:
La serie completa está disponible como libro.

Hemos atravesado ya el ecuador de nuestro bloque introductorio a la Termodinámica; los primeros artículos estuvieron muy dedicados al concepto de temperatura, equilibrio y desequilibrio térmico y transferencias de energía térmica en forma de calor, además de los cambios de fase. Pero hoy abandonamos temporalmente la temperatura y el calor para hablar de otras dos magnitudes esenciales para describir muchos sistemas termodinámicos, algunos de ellos importantísimos. Ni qué decir tiene que, si llegas aquí de nuevas, lo mejor que puedes hacer es dejar de leer este artículo y empezar el bloque desde el principio.

Los dos conceptos que introduciremos hoy son, en cierta medida, complementarios, y de ahí que hablemos de ambos a la vez; también tienen que ver con la temperatura y otras magnitudes, por supuesto, y de las relaciones de unas con otras hablaremos en el siguiente artículo. Los dos conceptos de hoy tienen además que ver con la relación de un sistema termodinámico con sus límites, pero en una cosa no se parecen: uno de ellos es muy obvio, mientras que el otro es más difícil de visualizar y nos detendremos más en él. Hablaremos del volumen y la presión.

Lo haremos, por cierto, en el contexto de este bloque: es muy probable que algún día empecemos un bloque dedicado a la mecánica de fluidos y, en ese caso, estudiaremos la presión con bastante más detalle y fijándonos en cosas diferentes… de modo que, si sabes del asunto, ten en cuenta para qué vamos a emplear esa magnitud en este bloque, y que debemos hablar de muchas otras cosas más para dar una idea general de la Termodinámica, con lo que no vamos a meternos en camisas de once varas… o, al menos, no todavía.

Octubre enviado (dos veces), septiembre ya a la venta

El público en general ya tiene disponible, al precio y formatos habituales, el número de septiembre de la revista electrónica. Los suscriptores y demás privilegiados seguramente habéis recibido dos correos con el número de octubre: en uno os dábamos el enlace habitual al proyecto en Lulu… que no os dejaba descargarlo, no tenemos ni idea de por qué. Supongo que es un error de Lulu, pero vete tú a saber cuándo se resuelve ya que no depende de nosotros. De ahí el segundo correo, en el que os proporcionábamos un enlace alternativo – lo hemos enviado hace poco, así que dadle un tiempecillo. Si alguien tiene aún algún problema para descargar octubre, que nos deje un correo y lo intentamos solventar.

Como cada mes, johansolo es el sufrido conversor a formatos de libro electrónico (epub/mobi/fb2), y también podéis disfrutarla en PDF de pantalla e impresión y HTML. En el número de octubre:

Hala, a disfrutarla…