Ya estamos en la recta final del bloque [Termodinámica I], en el que hemos establecido las bases cualitativas para comprender los fundamentos de esta parte de la Física. En el último artículo vimos cómo es posible convertir unos tipos de energía en otros y hablamos sobre el trabajo dentro del contexto de la Termodinámica. Como espero que recuerdes, utilizamos la energía térmica de nuestro foco caliente para expandir un gas, elevando un pistón que soportaba el peso de mis muebles; así conseguimos elevarlos hasta un sexto piso. Hoy iremos más allá pero antes, como siempre, tengo que pedirte paciencia para asentar algún concepto teórico más.
Aunque no haga falta que lo diga, este bloque es de nivel básico y hay muuuchas cosas que no estamos teniendo en cuenta a propósito. Como tantas otras veces, si sabes de esto, tal vez es mejor que no lo leas a riesgo de arrancarte las pestañas en un ataque de furia ante mis simplificaciones, omisiones e incluso trampichuelas. Si te sucede esto y acabas despestañado y soltando espumarajos por la boca, ¡no digas que no te avisé! Mejor lees otras cosas más elevadas.
Trabajo de expansión de un gas
Tan común es realizar trabajo termodinámico como hicimos en el artículo anterior –expandiendo un gas para que empuje algo– que vamos a pararnos en eso un buen rato. Es lo que sucede en muchísimas máquinas que construye el ser humano, en las que algún gas se calienta y luego se expande empujando un pistón… tal vez no para levantar muebles sino para hacer girar ejes –como sucede, por ejemplo, en el motor de un coche– pero el concepto es el mismo. Eso sí, recuerda que el trabajo, en Termodinámica, puede tomar muchas otras formas que no sean ésta, dada la “amplitud” de su definición por exclusión. Ésta es simplemente una muy común.
En cualquier caso, aunque no utilicemos fórmulas para estimar el trabajo que realiza un gas al expandirse contra algo como la presión ejercida por mis muebles, tal vez te hagan falta un papel y un lápiz para seguir el siguiente razonamiento con magnitudes físicas. Eso sí, si te pierdes, no te preocupes demasiado: hablaremos de esto de nuevo en un nivel superior, y entonces lo haremos con fórmulas y como Dios manda, no de manera cualitativa e informal como ahora. Lo que nos importa de verdad, por ahora, es la conclusión, que aplicaremos luego a un ejemplo de artículos anteriores.