Ingenieros de la Purdue University han diseñado un sistema de ocultación que vuelve a un objeto casi invisible: ¿recuerdas la película Depredador?
La base del sistema es muy elegante: consta de unas agujas minúsculas (“nanoagujas”), de unos 10 nanómetros de diámetro, que tienen una peculiaridad - su índice de refracción varía desde casi 0 en el centro hasta 1 en el borde _(ya sé que esto suena raro, pero hay materiales en los que n < 1). De este modo, un rayo de luz que se dirige hacia la aguja, al tratar de entrar en ella, es refractado de manera que se curva y sigue el borde de la aguja y sale por el otro lado en la misma dirección en la que entró. Es algo parecido a la fibra óptica (donde el rayo no puede salir por el borde de la fibra), _pero justo al revés: el rayo no puede entrar por completo en la aguja, y por lo tanto no es reflejado ni absorbido. El efecto no es completo, pero como verás es bastante impresionante.