El Tamiz

Antes simplista que incomprensible

La teoría microbiana de las enfermedades (I)

Hoy volvemos a Hablando de…, la serie en la que hablamos más o menos de todo. Su objetivo es mostrar cómo todo está conectado de una manera u otra, de manera que cada artículo enlaza con el siguiente por algo que ambos tienen en común; los primeros 32 artículos de la serie están disponibles, además de en la web, en forma de dos libros, y probablemente algún día haya un tercero.

En los últimos artículos hemos hablado del café, bebida protagonista de la Cantata del café de Johann Sebastian Bach, cuya aproximación intelectual y científica a la música fue parecida a la de Vincenzo Galilei, padre de Galileo Galilei, quien a su vez fue padre de la paradoja de Galileo en la que se pone de manifiesto lo extraño del concepto de infinito, cuyo tratamiento matemático sufrió duras críticas por parte de Henri Poincaré, el precursor de la teoría del caos, uno de cuyos padres, Sir Robert May, fue Presidente de la Royal Society de Londres, sociedad formada a imagen de la Casa de Salomón descrita en el Nova Atlantis de Francis Bacon cuando científicos de las siguientes generaciones leyeron sus escritos, como le sucedió a Robert Boyle, cuyo trabajo en óptica fue bienintencionado pero muy inferior al de otros estudiosos de la naturaleza de la luz, cuyo carácter de onda electromagnética nunca hubiéramos descubierto sin la ayuda de Michael Faraday, que también propuso mejorar el alcantarillado de Londres pero no se le hizo caso porque no había sido aceptada aún la teoría microbiana de las enfermedades.

Pero hablando de la teoría microbiana de las enfermedades…

[Matemáticas I] Ecuaciones

Hemos empezado este bloque de refresco de conceptos matemáticos elementales hablando sobre algo fundamental: las variables y expresiones algebraicas. Hoy utilizaremos lo que repasamos entonces para establecer un concepto que se utiliza tanto en Física que es una auténtica obsesión: las ecuaciones. Será un artículo largo, porque entender el concepto es fundamental.

En la Física que se estudia hasta entrar en la Universidad me arriesgaría a decir que es el obstáculo principal con el que se encuentra uno: superarlo suele significar no tener ningún problema en resolver casi todo lo que se te ponga por delante. Por otro lado, claro está, no comprender el concepto y las formas de resolver ecuaciones significa ser incapaz de llegar al final de muchas preguntas de Física, que terminan convirtiéndose en ecuaciones simples o grupos de ecuaciones. Digo esto para convencerte de que esto es crucial, y deberías ir despacio pero sin dejar dudas en el tintero.

Un aviso, por cierto: en este bloque estoy usando LaTeX a diestro y siniestro para mostrar ecuaciones, y en muchos sitios que no son la página web (feeds RSS, e-mail, etc.) no se ven bien los símbolos. Lo siento, pero si te sucede eso lo mejor es que leas estos artículos directamente en la página. Para quienes no ven el enlace al artículo intentaré incluirlo en el texto, por si llegas a él y no sabes cómo verlo en la página. El enlace a este artículo en la web: https://eltamiz.com/2013/12/05/matematicas-i-ecuaciones/.

A la venta Termodinámica I

Tras mucho, mucho trabajo –no sólo mío, en un momento hablo de eso– por fin está disponible el siguiente libro de El Tamiz, Termodinámica I. Como os podéis imaginar es la compilación de los artículos publicados en el bloque del mismo nombre. Hemos intentado trabajar lo más posible para que estuviera a la venta en formato físico con tiempo para recibirlo en Navidad, por los regalos y cosas así, pero la cosa está muy apurada como veremos luego.

Antes de contar nada más, agradecimientos de rigor. Gracias, gracias:

  • Como siempre a Geli, que ha hecho la portada y el diseño gráfico. Hemos elegido unificar el tamaño de libros (Electricidad I tenía un tamaño más grande, pero de ahora en adelante publicaremos todo en el mismo tamaño que Las ecuaciones de Maxwell, que es bastante flexible).

  • A los correctores, que han sudado intentando hacerlo comestible: Juan Carlos Giler, Javier “J” Sedano y, sobre todo, Macluskey. Esas, comas, hay, que, corregirlas…

  • A todos quienes alguna vez habéis corregido erratas o errores de concepto en los artículos, ya que sin esas correcciones el libro sería aún menos digno de lo que es.

Dicho esto: la versión física, como digo, ya está a la venta en Lulu. Aún no hay versiones electrónicas, aunque la PDF saldrá pronto. Luego el bueno de johansolo se pondrá a convertir en libro electrónico y seguramente saquemos una versión para Kindle en Amazon y otra epub en el propio Lulu. Estas dos me importa menos que tarden, porque no hace falta tiempo de envío para regalárselas a alguien por Navidad.

Si alguien quiere regalar el libro físico por Navidad, un aviso: de acuerdo con Lulu el envío más barato, para asegurarse de que llega a tiempo, debería haberse hecho como tarde el 28 de noviembre, es decir, hace unos días. Si elegís la opción de envío barato, por tanto, tal vez no os llegue el 25 de diciembre. Podéis pagar más por una opción más rápida –aunque es doloroso, porque Lulu clava ahí un estilete en el esternón– o regalarlo por Reyes, para que llegue seguro… lo siento pero, como digo, no nos ha dado tiempo a tenerlo listo antes.

Según haya más noticias de otras versiones disponibles os iremos contando. ¡Que lo disfrutéis!

El Sistema Solar - Rea

En nuestro viaje por el Sistema Solar continuamos explorando el subsistema saturniano. Hace ya tiempo que abandonamos el planeta en sí y los anillos interiores y hemos atravesado las órbitas de varias de las lunas principales –Mimas, Encélado, Tetis y Dione–, todas ellas inmersas en el anillo E emanado por la propia Encélado.

Rea frente a Saturno
Rea frente a Saturno, fotografiada por Cassini (NASA). Versión a 1017x1018 px.

Hoy llegaremos, por fin, al límite exterior de este anillo E, que termina más o menos en la órbita de la quinta gran luna de Saturno y una de las más grandes de todas: Rea. Mejor que decepcionarte poco a poco lo hago de golpe: éste será un artículo corto y no demasiado brillante, ya que Rea no tiene características demasiado sorprendentes y comparte muchas cosas con sus hermanas. Eso sí, siempre nos quedarán los despampanantes panoramas que nos regala Cassini.

Premios Nobel - Física 1917 (Charles Glover Barkla)

En la última entrega de la serie sobre los Premios Nobel hablamos sobre el Nobel de Química de 1915, entregado a Richard Willstätter. Lo lógico sería, por lo tanto, que hoy hiciéramos lo propio con el Nobel de Física de 1916, pero no lo hubo. Es la primera vez que nos pasa esto en la serie, aunque no será la última. De ahí que saltemos a 1917.

No he conseguido saber por qué: o bien la Academia no encontró a nadie digno del Nobel ese año, o bien la Gran Guerra lo hizo imposible por alguna razón. Ha sucedido otras veces que un año no hay nadie merecedor del Premio, pero los estatutos permiten esperar al año siguiente (y eso, como veremos, es exactamente lo que sucedió en 1917); si el año siguiente tampoco hay galardonado no tendría sentido seguir esperando, ¡porque ya se solapa un Premio con el del año próximo! En ese caso el Nobel queda desierto y el premio se acumula con el del año próximo.

Aquí paso justamente eso: a finales de 1916 no se declaró ganador –insisto, no sé si por falta de merecedores o la guerra–. Se esperó a finales de 1917, pero tampoco se declaró ganador a nadie, con lo que 1916 quedó oficialmente desierto y había incluso peligro de que pasara lo mismo con 1917. Sin embargo, a finales de 1918 se otorgó el Nobel de Física de 1917 al británico Charles Glover Barkla, en palabras de la Real Academia Sueca de las Ciencias,

Por su descubrimiento de la radiación Röntgen característica de los elementos.

Charles Glover Barkla
Charles Glover Barkla (1877-1944).

Es una manera un poco antigua de referirse, como bien sabes si has leído la serie desde el principio, a lo que hoy en día llamamos rayos X. Pero ¿qué es eso de la radiación característica de los elementos? De eso hablaremos hoy aunque, como siempre, tengo que pedirte paciencia: como suele pasarnos, no es posible comprender la importancia del descubrimiento de Barkla sin el contexto en el que se produjo, de modo que tenemos que retroceder un poco en el tiempo. Eso sí, éste será un artículo corto porque el descubrimiento se describe rápidamente y no he encontrado suficiente interés para hablar más sobre ello – prefiero hacer esto que alargar el texto para que sea más extenso sin decir nada de peso.