El Tamiz

Antes simplista que incomprensible

¿Existe un límite superior de temperatura?

Por si no sueles leer los comentarios, en esta entrada Alberto sugiere que las entradas de tipo divulgativo (que no son noticias y no son falacias y simplemente reflexionan sobre la ciencia) tengan su propia categoría. Ya he revisado los artículos de ese tipo que, incluyendo éste, a partir de ahora componen la categoría “Ahora que lo pienso…”.

Hoy trataré de responder a la siguiente pregunta: todos sabemos que existe un límite inferior de temperatura. Dicho de otra manera, las cosas pueden estar muy frías, pero sólo hasta cierto punto (el cero absoluto). ¿Existe algún límite por el otro lado? ¿Es posible una temperatura infinita? La pregunta tiene más “chicha” de lo que puede parecer a primera vista, y nos llevará a lugares muy interesantes de la física teórica. Espero que disfrutes el viaje.

En primer lugar, recordemos por qué no es posible enfriar un cuerpo infinitamente. La temperatura es una medida de lo rápido que se mueven las partículas que componen el cuerpo. Cuando lo enfriamos, sus partículas (si es un cuerpo normal y corriente, sus átomos) se mueven cada vez más lentamente, hasta que se paran: eso es el cero absoluto, 0K, -273°C. Como las partículas no pueden moverse más lentamente que “nada”, entonces no es posible enfriar el cuerpo más allá.

Pero, ¿y por el otro lado? Probablemente ya estás pensando por dónde van a ir los tiros. La mecánica clásica (y su hija, la termodinámica decimonónica) no predicen ningún límite superior de temperatura. De hecho, muchos libros de texto afirman alegremente que “la temperatura puede aumentar hasta el infinito”. Sin embargo, de acuerdo con la física moderna, no es posible llegar a una temperatura arbitrariamente alta. El genio que determinó cuál es el valor máximo fue Max Planck, y no lo hizo directamente. Y no sólo eso: su valor puede ser una de las claves en nuestra comunicación con civilizaciones extraterrestres cuando nos encontremos. ¿Interesado?

Primer mes

¡Feliz cumple….meses! Hoy hace un mes de la primera edición de El Tamiz. ¡Parece mentira que sea tan poco tiempo! En este período hemos tenido un total de 4000 visitantes y unas 7000 páginas vistas. Mucho más de lo que hubiéramos podido esperar. Además, muchos de vosotros ya acudís a nosotros regular y directamente a través de suscripciones RSS y páginas personalizadas: el número de lectores “asiduos” (que leéis El Tamiz cada día o cada dos días) ha ido subiendo sin prisa pero sin pausa - ahora mismo es de unos 100.

De hecho, puedo daros algunas estadísticas más por si tenéis curiosidad (a mí me encantan). Al leerlas me doy cuenta de que el lector “medio” de El Tamiz no es, en absoluto, el usuario “medio” de internet. Desgraciadamente, estas estadísticas sólo son de Abril (antes no tenía el plugin que me las proporciona tan detalladas):

  • Número de visitantes únicos diarios: 305

  • Número de lectores RSS diarios: 106

  • Sistema operativo: Windows 75%, Linux 22%, Mac 3%.

  • **Navegador: **Firefox 63%, IE 25%, Mozilla 5%, Konqueror 3%, Opera 3%, Safari 2%, Camino <1%, Netscape <1%, Links <1%.

Es interesante, ¿no? Sobre todo cuando lees la proporción supuestamente masiva de gente que usa Internet Explorer. ¿Qué puedo decir? Nuestros lectores usáis más Firefox y Linux que el resto de los mortales. ¿Ves muy a menudo una estadística con un 3% de uso de Konqueror? No sólo eso, además algunos usáis Links - ¿qué puede haber más entrañable? En cualquier caso, parece que los que ganan son los que usan Windows y Firefox. Soy plenamente consciente de que 4000 visitantes en un mes no es tanto, y que un mes es muy poco tiempo para celebrar nada (nuestro “Alexa rank”, como podéis ver al pie de la página, es patético), pero elaborar El Tamiz requiere un gran esfuerzo (siendo, como es, muy satisfactorio) y es una gran alegría ver que hay tanta gente hoy en día interesada por la ciencia en general, y por nuestra manera de contar las cosas en particular.

No quiero escribir una larga entrada mezcla de autobombo y mirarse el ombligo, así que simplemente: gracias por leernos, y muy especialmente gracias a aquellos que, como Manolo y Alberto (con sus sugerencias) y Julio (con su consejo sobre la licencia de Creative Commons) habéis ayudado a definir cómo se va gestando El Tamiz. ¡Que sean muchos más, y que los pasemos juntos!

Espermatozoides de mujer

Sí, el titular da un poco de grima, pero es lo que hay. Científicos de la University of Newcastle upon Tyne, del Reino Unido, se proponen la posibilidad de obtener espermatozoides a partir de células únicamente femeninas.

Si las autoridades determinan que las pruebas que la Universidad quiere realizar son éticas, el objetivo de los científicos es extraer células madre de la médula ósea de una mujer y generar a partir de ellas espermatozoides. Al inseminar un óvulo con ellos, podría darse el caso de una concepción totalmente femenina - el varón no sería necesario para nada.

Los científicos ya han realizado el proceso en hombres de la misma manera - es una solución que puede permitir a muchos hombres estériles tener hijos, ya que los espermatozoides producidos son gametos con la misma carga genética que los producidos naturalmente. Sin embargo, aún no está claro que las autoridades británicas consideren que la misma técnica aplicada a mujeres sea permisible.

El dinosaurio sabe a pollo

Por primera vez, paleontólogos de la North Carolina State University han sido capaces de obtener la “firma biológica” de un Tyrannosaurus Rex - no, no es el ADN y esto no es Parque Jurásico. Lo que han logrado aislar es proteínas del colágeno de un hueso de T. Rex, y los resultados parecen claros: de todos los seres vivos con los que han comparado la secuencia proteínica, los que más se parecen son los de… gallina.

Video - Pulpo contra tiburón

Es posible que ya hayas visto este video (parece que lleva un año en internet, al menos), pero puesto que yo no lo conocía antes, lo comparto aquí. Como siempre, un breve resumen de lo que vas a ver:

En el acuario de Seattle estaban algo preocupados al introducir un especimen de pulpo gigante del Pacífico Norte (Enteroctopus dofleini) en el tanque de los tiburones. Aunque los pulpos tienen buenas habilidades de camuflaje, los biólogos temían por la vida del cefalópodo. Estaban muy equivocados.

Durante los próximos días observaron cómo cada mañana aparecía un cadáver de tiburón medio devorado en el fondo del tanque. Para saber qué ocurría dejaron una cámara conectada toda la noche, y vas a ver el resultado. Mientras lo ves, ten en cuenta que el tiburón, aunque no es un gran blanco, tiene más de un metro de largo. Como siempre, algún comentario más después del video, por si estás interesado.