El Tamiz

Antes simplista que incomprensible

Las cuatro fuerzas - Introducción (I)

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, os prometí que algún día dedicaríamos una mini-serie a las cuatro interacciones fundamentales de la Naturaleza, llamada Las cuatro fuerzas. Qué raro es dar nombre a una serie años antes de que se publique, ¿verdad? De cualquier manera, aquí tenéis la primera entrega de esta mini-serie. Mi intención es dedicar un artículo a cada una de las cuatro fuerzas –salvo que me extienda tanto en alguno que lo parta en dos–, además de uno introductorio al concepto de fuerza y probablemente alguno de conclusión o vuelta a alguna de las cuatro con conceptos nuevos.

Para cada una de las cuatro fuerzas mi idea es explicar lo siguiente:

  • En qué consiste, qué la hace especial y cómo descubrimos que existía.
  • Cómo ha ido evolucionando nuestro conocimiento sobre ella.
  • Cuál es nuestra concepción actual sobre la fuerza.
  • Qué hipótesis existen que podrían cambiar nuestra idea sobre ella en un futuro cercano.

Después de terminar, aunque no sé si hará falta o habremos hablado sobre ello en los artículos individuales, me gustaría hablar un poco sobre unificación y las relaciones entre las cuatro (si no hiciera falta nos lo saltamos y punto), y antes de todo quiero hablar sobre el concepto de fuerza en general, ya que es común a las cuatro y algunos saben más que otros sobre lo que significa. Como casi siempre, intentaré no suponer conocimiento previo: habrá muchos enlaces a artículos anteriores para ampliar conocimientos si tienes curiosidad y no los has leído, pero no será necesario hacerlo para seguir la serie.

Dos avisos pertinentes antes de empezar:

  • El intentar que la mini-serie no requiera de otras lecturas significa que, si llevas mucho tiempo con nosotros, seguramente repetiré cosas de las que ya hemos hablado, aunque con menos detalle que antes. Al menos esto puede servirte para refrescar cosas y, en último caso, para regodearte en lo mucho que sabes. Además quiero disfrutar del camino: me andaré por las ramas tanto como me apetezca y no pienso tener la menor disciplina para ir al grano, con lo que van a ser probablemente artículos muy largos.

  • Como casi siempre, voy a realizar simplificaciones abyectas, engaños y trucos viles y malvados y otras estratagemas: prefiero pasarme por simplista que por incomprensible, que textos doctos ya hay muchos en la red. Si sabes de esto mi recomendación es que no lo leas, porque sólo vas a frustrarte. Busca algo más avanzado y disfrútalo.

Dicho todo esto, ya que vamos a hablar sobre las famosas cuatro fuerzas fundamentales, empecemos con lo esencial. ¿Qué quiere decir esto? ¿Qué es una fuerza, y qué quiere decir que una fuerza es fundamental? ¿Por qué decimos que hay cuatro? Respira hondo y vamos con ello porque tenemos que retroceder más de dos milenios en el tiempo.

El número de diciembre de 2013, disponible para todo el mundo

Como cada año, aquí tenéis un pequeño, minúsculo regalo de Reyes: el número de diciembre, disponible para todo el mundo pinchando en la imagen de la portada o aquí mismo. Incluye los formatos de siempre: pdf, epub, mobi, fb2 y html y, para variar, los formatos epub/mobi/fb2 son gracias al trabajo de johansolo.

Que lo disfrutéis. ¡Ho, ho, ho! Ah, no, eso no es hoy. En el número de diciembre:

  • [Matemáticas I] Ecuaciones

  • La teoría microbiana de las enfermedades (I)

  • [Matemáticas I] Ecuaciones polinómicas

  • Posible origen extrasolar del ADN humano

  • La teoría microbiana de las enfermedades (II)

La teoría microbiana de las enfermedades (II)

En la primera entrega de este artículo hablamos sobre las teorías más primitivas sobre el origen de la enfermedad: la humoral, la de contagio y la miasmática. Llegamos así hasta mediados del siglo XIX, y como espero que recuerdes terminamos hablando sobre Ignaz Semmelweis y su lucha contra las fiebres puerperales. Pero, como dijimos entonces, Semmelweis no sabía exactamente qué se propagaba entre cadáveres y madres, o unas madres y otras, más allá del hecho de que la desinfección parecía detener la transmisión.

Siete años después de que Semmelweis realizase su descubrimiento, un inglés contribuiría a su vez a nuestra comprensión sobre las infecciones. Se trataba de otro médico, John Snow, y en este caso la lucha era contra una de las enfermedades que más gente mató durante el siglo XIX en todo el mundo: el cólera, cuyo nombre tiene la misma raíz que uno de los cuatro humores que seguro que recuerdas: la bilis o khole.

De antiguo se usaba la palabra cólera de un modo más o menos genérico para referirse a enfermedades del aparato digestivo que producían diarrea y vómitos –la palabra cólico también tiene la misma raíz–, ya que se pensaba que tenían que ver con un exceso de bilis. Sí, la teoría humoral funcionando a todo motor. El caso es que el uso tradicional de la palabra, como sabemos hoy en día, no se refería a la enfermedad que hoy llamamos cólera, ya que ésta no llegó a Europa hasta el siglo XIX en una serie de pandemias procedentes de la India.

Posible origen extrasolar del ADN humano

Como sabéis no tengo tiempo de hablar de muchas noticias; de vez en cuando lo hago en las “pinceladas”, pero últimamente no tengo tiempo ni de eso. Sin embargo me he topado con algo que no puedo dejar de compartir con vosotros: la noticia de que, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Berkeley, existen indicios bastante sólidos de que el origen de parte del ADN humano es extrasolar. ¡Ojo, que no digo extraterrestre, sino extrasolar! Sí, la cosa es bien gorda e imagino que estarás arqueando la ceja lo mismo que hice yo cuando leí la noticia. De modo que vamos por partes.

Antes de que sigas leyendo, creo que no hace falta que te diga que la pseudociencia me repatea las costillas y que estoy de oir hablar de “astronautas ancestrales” e idioteces similares hasta las narices. Pero esto no es una sarta de sandeces, sino algo publicado por una universidad de prestigio y con argumentos razonables: paciencia y vamos con ellos, pero no pierdas la confianza en mí porque el artículo empiece hablando de algo que suena absurdo.

[Matemáticas I] Ecuaciones polinómicas

En los primeros dos capítulos de este bloque matemático introductorio tras la presentación hemos hablado sobre variables y expresiones algebraicas y el concepto de ecuación. Hoy ahondaremos en el estudio práctico de las ecuaciones polinómicas y, cuando terminemos, espero que seas capaz de atacar muchas ecuaciones de una incógnita que se te pongan por delante.

Por si acaso lees esto en algún lugar en el que los símbolos LaTeX no se ven bien (si ves símbolos del dólar alrededor de esta $x$, es el caso) y el título no te lleva al artículo en la web, aquí tienes el enlace: https://eltamiz.com/2013/12/26/matematicas-i-ecuaciones-polinomicas/.

Pero antes, como siempre, veamos las soluciones al desafío del final del capítulo anterior.