Después de hablar del helio (número atómico Z = 2), hoy continuamos la serie Conoce tus elementos con el siguiente elemento de la tabla periódica, el que tiene tres protones: el litio.
Parece mentira que simplemente añadir un protón (y, por lo tanto, un electrón) al helio produzca un cambio tan absolutamente radical: recuerdas (al menos, eso espero) que el helio era un elemento inerte. Al tener dos electrones, justo los que completan la primera capa electrónica, el helio atómico es estable y no le hace falta reaccionar con nadie.
Sin embargo, el litio tiene tres electrones: la primera “capa de la cebolla” está completa, pero la segunda tiene un electrón. Aquí está la ironía del asunto: si no eres estable pero eres casi, casi estable, como el litio, entonces eres muy inestable, puesto que estás muy cerca de la estabilidad. Puedes pensarlo así: si tienes una torre de naipes que puede ser destruída simplemente tocando uno de los naipes de la base, la torre es casi estable: hace falta muy poca energía para estabilizarla. Eso la hace tremendamente inestable.