Iniciamos esta serie de Hablando de… con el ácido sulfúrico, sintetizado por primera vez por Geber, cuyas ideas inspiraron la búsqueda en la Edad Media de la piedra filosofal por los alquimistas, el más grande de los cuales fue Paracelso, que eligió ese nombre para compararse con Celso, que se pensaba era un médico romano pero realmente era un tratadista que escribió una de las primeras grandes enciclopedias, la mayor de las cuáles es el Siku Quanshu, que contiene tesoros científicos, literarios y filosóficos como los tres textos clásicos del Taoísmo Filosófico, que tenía un concepto de la realidad muy diferente del occidental hasta la llegada de la “realidad cuántica”, puesta en cuestión por algunos físicos, que se enzarzaron en interesantes debates como las discusiones entre Einstein y Bohr, en las que tomaron parte otros genios como John von Neumann, cuyas ideas de máquinas auto-replicantes, junto con el concepto de una inteligencia artificial comparable a la humana de Turing, llevaron a las primeras predicciones de una “singularidad tecnológica”, que podría ser una explicación de la Paradoja de Fermi propuesta por el físico Enrico Fermi, que tuvo una importante participación en el Proyecto Manhattan, iniciado por el gobierno estadounidense como respuesta a una carta de Szilárd y Einstein en la que avisaban de la posibilidad de que los Nazis desarrollaran una bomba atómica, algo que nunca llegó a ocurrir posiblemente gracias a Werner Heisenberg, aunque el bando aliado sí utilizó armas atómicas en los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Pero hablando de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki…

La ciudad de Nagasaki despúes de la explosión: 70.000 personas muertas.
Nota: Este artículo habla sobre los horrores de la guerra y es posible que el texto te resulte incómodo (aunque no hay imágenes de heridos). Si no quieres leer sobre muerte y destrucción, mejor pasas a alguna otra entrada.
Como ya hemos mencionado en anteriores artículos de la serie, el bando Aliado inició el Proyecto Manhattan como respuesta a una posible amenaza nuclear Nazi. Irónicamente, a pesar de que esa amenaza nunca se materializó, fueron los Aliados los que utilizaron armas nucleares en la Segunda Guerra Mundial. En la historia de la humanidad sólo se han utilizado armas atómicas contra personas dos veces: en Hiroshima y en Nagasaki.