Como sabéis, hace un par de semanas nos mudamos de hospedaje. Ya está todo terminado y funcionando y esta breve entrada es para contar cómo ha ido la cosa, qué problemas nos hemos encontrado, qué pasos hemos tenido que seguir, etc. Ni qué decir tiene que no voy a hablar de ciencia ni nada parecido, y lo más probable es que esto sea un petardo que no te interese lo más mínimo, pero lo dejo aquí por si a alguien en una situación similar le sirve de algo, y para los curiosos.

De hecho, si alguien va migrar un blog que use Wordpress y necesita ayuda o, al menos, un hombro comprensivo en el que llorar de alguien que ha pasado por lo mismo, ya sabéis dónde encontrarme. Por lo menos no estarás solo.

Nuestro antiguo hospedaje estaba en Godaddy, y era compartido. Era muy barato, pero lo de “compartido” no es una manera de hablar: compartíamos máquina y recursos con cientos de otros sitios web. A veces era lentísimo, a veces se caía, y no había nada que pudiéramos hacer, porque el tamaño gigantesco de la empresa hacía que no nos hicieran mucho caso cuando teníamos problemas. De ahí que quisiéramos mudarnos.

Aunque hay muchos sitios donde elegir, decidimos ir con Linode y contratar un VPS (un Servidor Privado Virtual) que gestionásemos nosotros mismos. Así no dependíamos de nadie y podíamos hacer lo que nos diera la gana. Era más caro, pero merecía la pena. De hecho, primera recomendación del día: Linode funciona muy bien.

Como El Tamiz usa Wordpress, cambiar de servidor no es tan fácil como mover una carpeta, porque además de los archivos hace falta mudar la base de datos. Al hacerlo nos encontramos con un problema: la base de El Cedazo se exportó e importó sin problemas, pero la de El Tamiz no. Al importarla en el nuevo servidor, a pesar de estar declarada con codificación UTF-8, los caracteres con acentos, eñes, etc. no aparecían bien.

Si a alguien le pasa esto al hacer mysqldump de tablas supuestamente UTF-8, encontramos la solución al problema aquí. Básicamente hace falta, aunque parezca absurdo, exportar la base de datos como latin1 (mysqldump –default-character-set=latin1) y luego importarla de manera normal con mysql, como UTF-8. Una vez hecho esto una vez, la base de datos ya está bien y no hay ningún problema más (el problema parece ser una doble codificación UTF-8, de la que te libras al hacer mysqldump como latin1).

Una vez en el nuevo servidor sucedieron dos cosas. Por un lado, recibimos una oferta de una generosidad extraordinaria por parte de un lector, Samuel, para hospedarnos y hacernos de administrador de sistemas en su empresa, Daelinka, que se dedica precisamente a estas cosas. Básicamente sería lo mismo que en Linode (un VPS), pero con más RAM, más espacio en disco, más de todo, gratis total y con su ayuda para administrar el servidor.

Por otro lado, nos dimos cuenta de que el servidor que habíamos contratado en Linode (el de menos capacidad de todos los que ofrecen) no bastaba cuando El Tamiz recibía suficientes visitas. En un momento dado se quedaba sin RAM, empezaba a tirar de swap y se convertía en una tortuga catatónica.

De modo que hicimos una segunda migración desde Linode a Daelinka. Ésta fue mucho más fácil que la primera, ya que por un lado los problemas de codificación de la base de datos ya estaban resueltos y, por otro, no estábamos solos: Gandalf nos gui… quiero decir, Samuel nos guiaba.

En el nuevo servidor todo ha ido, hasta ahora, como una auténtica seda. No sólo tiene más de todo que los anteriores, sino que además tiene detrás alguien que sabe cómo gestionarlo (hacer que el PHP use caché y ese tipo de cosas incomprensibles para los mortales, pero tan útiles para que todo vaya bien). No se atraganta cuando hay bastante tráfico y no se ha caído ni una sola vez hasta el momento.

De hecho, segunda recomendación del día: Daelinka funciona muy bien y la recomiendo sin dudar. Naturalmente, no puedo decir cómo es la relación calidad-precio (para nosotros es realmente buena), pero sí que en mi trato con Samuel no sólo ha sido generoso sino además rápido, competente y honesto. Espero que no se ruborice al leer esto.

Así que, al final, hemos terminado con un hospedaje infinitamente mejor que el que teníamos al principio. Sin embargo, todo tiene un precio… ¡ah, no, resulta que no todo tiene un precio! Ahora ya no pagamos nada.

¿Qué otras conclusiones saco de todo esto que puedan servir de ayuda a alguien en una situación similar?

La principal: qué poco me gustan Wordpress y sus dependencias (PHP y MySQL). Qué poco me gustan las “capas” y las abstracciones entre yo mismo y mis datos. Cuánto me gustan los archivos de texto plano frente a las bases de datos. Sé que es probablemente igonrante e indudablemente anticuado, pero es así: que me den sed, grep, nano, >, etc. Es un placer trabajar con ellos. Wordpress, sus vulnerabilidades, las actualizaciones constantes a riesgo de que te lo rompa algún malnacido, el PHP y sus propias vulnerabilidades, las inyecciones SQL, las migraciones usando herramientas que, si no funcionan bien, te dejan en pelotas… no.

Por otro lado, desde luego, es muy fácil y muy conveniente, y las alternativas tienen problemas. Seguimos probando cosas para, tal vez, dejar atrás Wordpress y tener un sistema en el que mover El Tamiz sea tan sencillo como mover una carpeta, pero todo se andará.

Si empiezas ahora y sabes lo que son cosas como git, rsync y make, mi recomendación es que explores alternativas a Wordpress o Drupal (o cualquier otra cosa que use PHP/MySQL): por ejemplo, Pelican u Octopress. El único problema de verdad con ellas ahora mismo es la falta de control sobre los comentarios, ya que exigen usar básicamente herramientas externas como Disqus, pero al menos te ahorras muchos quebraderos de cabeza. Dicho esto, nosotros no usaremos Disqus porque supone, una vez más, la dependencia de alguien externo que puede no responder, pero cuando hayamos solucionado el problema lo contaremos aquí para quien se encuentre, una vez más, en una situación similar.

Pero insensato, ¿has leído hasta aquí? ¡Gracias! Y gracias de nuevo a Samuel y a todos quienes ponen su talento a nuestra disposición de manera tan generosa, como J, Macluskey, David, Pedro F. o Samuel. Os daría un beso en los morros si no saliérais corriendo.