Ya sé que dije que intercalaríamos las noticias sobre Phoenix con los artículos habituales (y de hecho estoy escribiendo el siguiente), pero si no comparto esto reviento. Parece una tontería con un pingajo blanco en el centro, pero es mucho más que eso.
Es una foto tomada por la cámara HiRISE de la Mars Reconnaisance Orbiter, una de las dos sondas orbitales que mencioné ayer, tomada durante los tres minutos que Phoenix descendió con el paracaídas abierto.
Dicho con otras palabras: es una foto de una sonda robótica según cae sobre la superficie de otro planeta, tomada por otra de nuestras sondas robóticas mientras orbita ese planeta. Como dije ayer, es difícil no sentirse como un niño – esta foto me ha alegrado el día, y espero que a vosotros os pase lo mismo.
Crédito: NASA/JPL/University of Arizona.
Otra imagen (ésta con enlace a mayor resolución porque es un fondo de pantalla digno) tomada por la misma sonda, aunque en este caso no desde arriba sino con cierta inclinación, lo que permite ver el paisaje de fondo. El cráter que se ve al fondo es el Heimdall, de 10 km de diámetro. Aunque dé la impresión de que la pobre Phoenix va a caer al cráter, se encuentra unos 20 km más cerca que él:
[Versión a 1500x746 px](http://www.nasa.gov/images/content/230838main_PSP_008579_9020_descent.jpg “”). Crédito: NASA/JPL/University of Arizona.
Y como propina, otra imagen también tomada por la MRO de toda la zona según pasaba por encima después de que la Phoenix se posara en el suelo: pueden verse la sonda arriba, el escudo térmico a la derecha y el paracaídas con la estructura que lo sujetaba abajo. Como en cualquier imagen a color tomada por la cámara HiRISE, el color ha sido añadido a posteriori:
Crédito: NASA/JPL/University of Arizona.