Estaba documentándome para artículos más profundos cuando me he encontrado con una noticia y un vídeo que me han parecido muy interesantes, de modo que, como siempre que me ocurre esto, lo comparto con vosotros.

Se trata en este caso de una conducta fascinante por parte de algunos grupos de orcas. Seguro que has visto el documental en el que varias orcas llegan a la playa con las olas y atacan a leones marinos – esto es algo parecido pero, en mi opinión, aún más impresionante.

Las técnicas de caza elaboradas no son algo nuevo en lo que respecta a las orcas: aparte del que he mencionado arriba, los científicos llevan identificando otros desde los años 70. En Argentina, por ejemplo, ciertos grupos de orcas desarrollan un comportamiento complejo: se embarrancan en la playa, pero sólo cuando la marea es suficientemente alta para poder volver al mar con facilidad. Entonces, cuando los leones marinos pierden el miedo –la orca parece embarrancada e inofensiva– y se acercan, el animal se abalanza sobre el que está más cerca y lo captura, volviendo luego al mar.

Pues bien, a finales de los 70 los científicos observaron otro comportamiento aún más elaborado: una manada de orcas que cazaba una foca sobre un bloque de hielo flotante, creando una gran ola que barría a la foca del bloque de hielo y la lanzaba al mar, donde las orcas daban buena cuenta de ella. En aquel momento se pensó que podía tratarse de una casualidad.

Sin embargo, como se publica ahora en la revista Marine Mammal Science, aunque yo lo he encontrado a través de una noticia en Nature, no era un caso aislado. Ingrid Visser, de la Fundación para la Investigación de las Orcas (Orca Research Trust) de Nueva Zelanda, han observado este comportamiento en seis ocasiones diferentes, todas ellas en una región geográfica determinada (la Península Antártica, en la zona más septentrional del continente antártico) pero por parte de grupos de orcas diferentes.

No quiero alargarme mucho, porque lo impresionante es verlo – afortunadamente y gracias a youtube tenemos el vídeo de una de esas ocasiones. Es un poco largo, de modo que si no quieres verlo entero puedes ir directamente a 2:40, que es cuando ocurre la ola de verdad. Es interesante, por otro lado, verlo entero: fíjate en cómo los animales rodean el bloque de hielo, levantando la cabeza sobre el agua para ver dónde está su presa, intentando crear olas pequeñas al principio para ver si consiguen hacerla caer del bloque. Cuando una sola orca no puede, dos de ellas nadan a la vez y crean una ola más grande; al final, cuando las olas más pequeñas no consiguen su objetivo, se unen tres orcas y crean una muy grande que logra barrer al pobre pinnípedo del hielo.

Pero es que la cosa no acaba ahí: ¡al final, la víctima acaba de nuevo sobre el hielo, después de caer al agua! Aunque en el vídeo no se ve, los científicos de la Fundación han informado de que esto sucede a menudo cuando en el grupo de caza hay orcas jóvenes: el objetivo de la manada no es sólo comer, sino enseñar la técnica a los jovenzuelos para que la dominen, y a veces devuelven a la pobre foca o león marino al hielo para volver a empezar.

Esto, unido al hecho de que no hay otras poblaciones de orcas en el mundo (ni en el Ártico ni en el Antártico) que utilicen esta técnica, hace pensar a los biólogos marinos que no se trata de ningún instinto, sino de un conocimiento cultural y aprendido que se transmite de generación en generación, lo mismo que sucede con las orcas argentinas y su técnica de embarrancamiento. Como he dicho en alguna ocasión anterior, me da la risa cuando la gente sostiene que somos muy diferentes de otros animales.

En fin, espero que disfrutes del vídeo tanto como lo he hecho yo: