El Tamiz

Antes simplista que incomprensible

Inventos ingeniosos - La cremallera

Por si no conoces la serie Inventos ingeniosos, en ella hablamos sobre objetos de la vida cotidiana: cómo fueron inventados, por qué se llaman así, cómo funcionan, por qué son como son… Parte del objetivo de la serie es precisamente mostrar cómo las cosas más cotidianas son interesantes, y cómo aprender sobre casi cualquier cosa puede ser fascinante: no sólo aprender de cosas “raras” como la mecánica cuántica es un placer. Desde esta serie te invitamos a disfrutar de las cosas sencillas, al estilo de El Tamiz – aprendiendo sobre ellas.

Cremallera

Crédito: Chris73 (GPL).

En el artículo de hoy hablaremos de un objeto muy extendido hoy en día, y al que no solemos dar mayor importancia, pero que me encanta por la sencillez de su concepto y la eficacia en su ejecución: la cremallera. ¿Sabías que las primeras tenían ganchos y ojos? ¿Y que, durante cierto tiempo, se consideraban incitadoras del sexo ilícito y signo de una “mujer fácil”? Pues sigue leyendo.

Hubo un tiempo en el que no había cremalleras: tampoco eran una necesidad acuciante, pues otros modos de cerrar prendas o unir piezas de tela existían y funcionaban bastante bien, como los botones, cordones, etc. Sin embargo, todos esos sistemas tenían dos problemas comunes para algunos usos.

Por un lado, eran muy lentos: cerrar un abrigo con botones lleva cierto tiempo, lo mismo que utilizar cordones o lazos. Por otro lado, todos esos sistemas tenían “puntos de anclaje” entre las dos piezas de ropa, que dejaban espacios abiertos entre ellos. Era posible disminuir estos espacios si existía una gran densidad de anclajes (por ejemplo, botones), pero nunca era perfecto y, además, aumentaba el tiempo necesario para abrir o cerrar la ropa.

Como ocurre muchas veces, la cremallera no apareció como invento de la nada, sino que evolucionó (a través de la mano de varios inventores) desde una forma primitiva muy parecida a los botones hasta el ingenioso dispositivo que utilizamos hoy en día. La primera patente de algo similar a nuestras cremalleras es de 1851, en Estados Unidos, y es una patente de un “sistema de cierre para ropa automático y continuo”.

Este sistema fue inventado por Elias Howe, y consistía simplemente en una serie de pequeños broches que estaban en una cinta de tela en uno de los dos lados de la ropa. Los broches podían deslizarse libremente por ella, y unirse a otra cinta similar en la otra pieza de ropa, por la que también podían deslizarse. Claro, sólo con esto no se resuelve el problema: los broches unían las dos piezas de tela, pero se deslizaban hasta el extremo inferior debido a la gravedad, y podían separarse unos de otros fácilmente. Sin embargo, un cordón atravesaba todos los broches por el centro, de modo que, tirando del cordón y haciendo un nudo con él, se apretaban todos los broches unos contra otros, logrando que las dos piezas de tela quedasen unidas sin espacios libres “entre botones”.

Puedes imaginar que este sistema no era perfecto: por un lado, aún había que hacer un nudo en el cordón para mantenerlo tenso y, por otro, cerrar todos los broches llevaba el mismo tiempo (o incluso más, no lo sé) que cerrar botones. Sin embargo, no me negarás que la idea es ingeniosa y que fue un avance considerable. (Por cierto, Elias Howe también patentó una de las primeras máquinas de coser útiles, un tipo ingeniosísimo).

Pasarían 40 años hasta que la siguiente patente más avanzada que la de Howe fuera presentada: en 1891, otro americano, Whitcomb L. Judson, inventó un sistema de cierta ingenuidad, pero más eficaz que el anterior. La cremallera de Judson consistía en una serie de ganchos unidos a una tira de tela (en un lado de la ropa) y otra serie de bucles (anillos metálicos) unidos al extremo opuesto en posiciones fijas. Una pieza se enganchaba al extremo inferior de la “cremallera” y se deslizaba hacia arriba, empujando los ganchos hasta que entraban dentro de los anillos uno a uno. A continuación (esto, no se por qué, me hace mucha gracia), la pieza deslizante se sacaba por el extremo superior de la cremallera y se guardaba en el bolsillo hasta que hiciera falta realizar el proceso contrario.

La cremallera de Judson tenía dos fallos que impidieron que llegara al mercado (aparte ya de lo de llevar el “deslizador” en el bolsillo). Para empezar, si consigues imaginarte el sistema con mi pobre descripción, entenderás que si las dos piezas de tela no tiran de los ganchos y los anillos con cierta tensión, manteniéndolos unidos, la cremallera tiende a ser poco sólida y se abre fácilmente. Además, cada par gancho/anillo era independiente de los demás: ¡se podían abrir unos cuantos, con lo que no podías abrir la cremallera con el deslizador hasta que no los cerrabas primero manualmente!

Sin embargo, puedes ver que estamos ya cerca del concepto moderno. Judson tuvo problemas financieros debido a los fallos del diseño, además de que las piezas eran difíciles de fabricar en masa, de modo que hubieran sido cremalleras demasiado caras para ser viables económicamente. La empresa del inventor pasó por varios nombres y socios financieros, además de cambiar de ciudad varias veces.

Las desventuras de Judson acabaron cuando en 1906 entró en la empresa un inmigrante sueco, Gideon Sundback, que mejoró los diseños anteriores en varias etapas, resolviendo los problemas uno por uno en modelos consecutivos. Finalmente, en 1914, Sundback desarrolló la maravilla de la ingeniería (sí, francamente lo es) que es la cremallera moderna, que sí pudo venderse con mucho éxito.

El problema de los sistemas anteriores de la empresa, como se dio cuenta Sundback, era que cada cierre no estaba unido al anterior y el siguiente. La idea de una pieza deslizante era buena, pero había que conseguir que cada cierre estuviera unido al de arriba y abajo, como ocurría en el caso de la primitiva versión de Elias Howe (la del cordón). La solución es muy simple cuando te la cuentan, claro, pero hay que quitarse el sombrero ante el genio de Sundback:

Cada pieza del cierre tiene un “hueco” en la parte inferior, y un “saliente” en la superior. Inicialmente forman dos hileras de cierres (una en cada pieza de ropa), pero queremos que al final sólo haya una fila, la fila de cierres todos unidos. De modo que la pieza deslizante debe tener forma de “Y”: cada una de las dos hileras de cierres entra por un brazo superior de la Y, que actúa de “embudo”, empujándolas una hacia la otra. Cuando se encuentran en el centro de la Y, el saliente superior de una pieza se introduce en el hueco de la siguiente, cuyo saliente se introduce en el hueco de la siguiente, etc.

Fíjate en esta animación, porque es infinitamente más informativa que mis palabras:

Cremallera animada

Crédito: Dominique Toussaint (GPL).

¿No es una idea absolutamente genial? De ese modo, si se tira hacia los lados de cualquier cierre, no es posible abrir la cremallera, porque esa pieza está unida por arriba y abajo a dos piezas del lado opuesto de la cremallera, y esas dos están unidas a piezas de este lado de la cremallera. Sólo levantando el cierre superior (que no está unido a nada por encima) puede levantarse el siguiente y así, uno a uno, abrir todos ellos. Como sucede en el caso del velcro, el truco no está en puntos de anclaje muy resistentes (como los botones), sino en una multitud de anclajes no demasiado fuertes uno por uno, pero de una fuerza total muy grande.

Además, la cremallera de Sundback resolvía todos los problemas que las primitivas habían tratado de solventar: las piezas encajan muy bien unas con otras, de modo que el cierre es muy compacto y no deja entrar el aire (ni el agua). Por fin existía un cierre que se utilizaría en tiendas de campaña, trajes de buceo, chubasqueros, etc. Además, deslizar la pieza móvil para abrir o cerrar la cremallera es infinitamente más rápido que abrir o cerrar botones (salvo que alguna pieza se enganche donde no debe, que a veces pasa, claro).

Al principio, las cremalleras formaron parte de botas y tabaqueras, pero con el tiempo su uso se fue extendiendo. En los años 20 se empezaron a utilizar en pantalones y en ropa de niño, y en los años 30 la diseñadora Elsa Schiaparelli las incluyó en algunos de sus diseños de vestidos de alta costura, y en poco tiempo la cremallera formaba parte de la ropa en muchos países: el mayor fabricante actual de cremalleras, la empresa japonesa YKK, fue fundada en 1934 por Tadao Yoshida, y Japón fabrica más de la mitad de las cremalleras del mundo.

Desde luego, nunca llueve a gusto de todos: durante cierto tiempo, al principio, las cremalleras tuvieron mala reputación. El hecho de que permitieran a una mujer quitarse el vestido muy rápido era considerado por algunos como favorecedor del sexo ilícito, de modo que las mujeres que utilizaban cremalleras eran consideradas por algunos sectores de la sociedad como “fáciles”. Curiosamente, a nadie le preocupaba que un hombre pudiera quitarse la ropa rápidamente o no. Ni qué decir tiene que, en unos años, ideas estúpidas como esa (que acompañan a menudo a nuevas invenciones) fueron desapareciendo y hoy nadie da mayor importancia a las cremalleras.

Originalmente eran de metal: las cremalleras más parecidas a las de Sundback que puedes encontrar hoy son las de los pantalones vaqueros. Sin embargo, hoy en día se fabrican mejor diseñadas que entonces, más ligeras (suelen ser de plástico) y se enganchan menos, los cierres son más pequeños… pero su diseño esencial y la idea de “enganchar cierres mediante una Y” siguen siendo fieles al concepto de Sundback. Por otro lado, tampoco olvidemos a Judson y Howe, sin los que el sueco no hubiera desarrollado tan útil invento.

Por cierto, el nombre cremallera viene del francés crémallière, que a su vez proviene del latín cramaculus, a su vez proveniente del griego kremastê, que significa “que cuelga”. No tengo la más mínima idea de por qué se llamó a este invento de ese modo (el nombre en inglés, zipper, parece deberse al sonido que hace al abrirla o cerrarla). La mejor pista que he encontrado es que crémaillère se utilizaba en francés para designar la cadena metálica de la que colgaba la olla sobre el fuego de la chimenea. Si alguien tiene información, ya sabéis.

Inventos ingeniosos, Tecnología

19 comentarios

De: Mikel
2007-11-16 11:29:17

Como siempre, genial.

Un saludo.


De: Sergio
2007-11-16 12:44:14

Muy buen artículo!... no había leído nada sobre esta serie todavía, pero creo escribas lo que escribas vale la pena.

Saludos!


De: roberasturias
2007-11-16 13:04:02

Como siempre, en esas pequeñas cosas del día a día, uno encuentra grandes historias, como la de Elias Howe y la máquina de coser

http://blogs.publico.es/ciencias/38/%e2%80%9crespetuosamente-dedicado-a-elias-howe%e2%80%9d/


De: Hebus
2007-11-16 15:27:39

Me encanta esta sección Pedro.

Quizás el nombre francés de crémaillère venga de la similitud de esta con los trenes de cremallera que ascienden las pendientes
Ese invento es del siglo XIX, aunque no se si lo llamaron ya así entonces. ¿Fue antes el huevo o la gallina?


De: meneame.net
2007-11-16 17:05:42

El Tamiz: Inventos ingeniosos - La cremallera

Ya sé que es un invento algo antiguo, pero es un artículo realmente curioso.


De: Nikolai
2007-11-17 01:27:29

curioso ..
excelente articulo.. para una charla de café una desocupada tarde de domingo :)


De: Carlos Martin
2007-11-22 19:48:01

Buffff!!! Lo que da de si una cremallera! jejeje


De: Pablo
2007-12-06 16:19:46

Exelente comentario...Este tipo de artículos me gustan porque nos enseñan, nos motivan a ser creativos y a utilizar nuestra inteligencia para mejorar nuestros estilos de vida...Buenísimo!


De: jordix
2008-01-17 16:07:11

Ya que has mencionado el velcro, tampoco estaría mal un artículo sobre el tema...
Gracias por tus artículos


De: Ignacio
2008-03-15 03:39:23

maravilloso

cada articulo que leo es mejor que el anterior

colaboro comentando que entre el 70 y 80% de las cremalleras del mundo esta hecho por una fabrica china llamada YKK, el resto esta fabricado por otra llamada YYQ o YQQ [medio flojo mi comentario]


De: M Menéndez
2008-10-08 21:31:42

Saludos de un orgulloso funcionario de YKK


De: Elena
2009-01-06 22:43:14

Yo he estado trabajando 8 años en YKK en fabrica y os puedo asegurar que es super curioso este invento lo mas curioso es la variacion que hay nylon, vislon y metal y las medidas que se pueden llegar a lograr de tamaño de los dientes, tanto me apasiono y me gusto esa aplicacion que decidi hacer una expsicion de ropa con nuevos y originales apliques de cremallera, la exposicion la inaguro el dia 1 de febrero del 2009 en el Prat del LLobregat en un espacio cultural que tambien puedes tomarte algo, el sitio es una pasada esta decorado con cuadros de gente amateur, fotografia y es asi muy urbano, antes era un antiguo teatro y se nota, el sitio se llama L´artesa por alli todo el mundo lo conoce esta en el carre centre. Vale la pena ver la exposicion, no dejara indiferente. Si alguien quiere inviaciones que se ponga en contacto conmigo en mi mail esgels@hotmail.com vais a flipar!!! si quereis ver una muestra visitat http://elenamosegui.host.sk Si Elias Howe levantara cabeza.......... Saludos. Por cierto Ignacio, YKK es japonesa no china, venga saludos.


De: Elena
2009-01-06 23:04:25

LA HORA DE LA INAGURACION ES A LAS NUEVE DE LA NOCHE QUE ANTES ME LO HE DEJADO, VENID VALE LA PENA, SE LLAMA THE ZIPPER ROOM PREGUNTAD POR ELENA Y YA SABEIS CAVA PARA TODOS Y CANAPES.


De: marilu
2009-02-28 18:08:02

vivo en Venezuela y no se donde comprar cremalleras especiales para corset de las que son parecidas a las de chaquetas pero mas finas y delicadas, favor si alguien puede ayudarme, gracias y felicito el tamiz por este valioso articulo.


De: Jose M. Piñeiro
2010-01-15 16:28:01

Creo que CREMALLERA designaba originalmente a una cadena cuyos eslabones se delizaban sobre una rueda dentada.

De esta forma girando la rueda se podian elevar objetos bastante pasados y con gran precision.

Todavia hoy tenemos trenes de cremallera, transmisiones de cremallera o gruas de cremallera, que usan un sistema muy similar.

Supongo que este sistema era el usado por los franceses para colgar la ollas (elementos pesados y que hay que posicionar con precision).

Por tanto supongo que el nombre de cremallera se aplico al nuevo invento por similitud.

Ojo, todo esto es pura especulacion. Habria que documentarse. Espero que al menos sirva para orientar la busqueda.


De: Emilia Clara
2010-01-29 17:02:07

Gracias por la información.Ya me estaba hartando de preguntar por ahí quién inventó la cremallera y cómo funcionaba, sin que nadie supiera.Aprovecho la ocasión para sugerir que alguna vez escriban un artículo sobre el herrete, que es la punta de plástico o metal del extremo del cordón.Un saludo.


De: Damian
2010-03-18 19:28:42

Muy bueno me encanto como lo explicaste. Voy a seguir visitandote.
Tengo un programa de radio que hacemos investigaciones de este tipo!!!

Muchas gracias!


De: Martin
2012-02-26 14:04:37

Me ha sido super util para hacer un trabajo del cole. Muchas gracias.


De:
2012-08-16 22:15:35

jaja que pelotudes mas grande


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