La NASA lanzará en Julio una misión no tripulada que pretende obtener más información sobre las condiciones que existían cuando se formó el Sistema Solar. Para ello enviará una sonda llamada Dawn (Amanecer) al cinturón de asteroides, donde visitará el asteroide Vesta y el planeta enano Ceres.
La sonda Dawn.
Si todo va como se planea, Dawn saldrá de la Tierra el 7 de Julio en el cohete Delta II. Una vez independiente, utilizará el impulso recibido del cohete y su propio sistema de propulsión para llegar hasta el cinturón de asteroides y entrar en órbita alrededor del asteroide Vesta, en Octubre de 2011.
El cohete Delta II que transportará a la sonda fuera de la Tierra.
El tiempo de viaje hasta Vesta es de más de cuatro años, un tiempo bastante largo, debido a que la propulsión iónica de Dawn proporciona una aceleración bastante menor que la propulsión química: el empuje del motor iónico es de tan sólo unos 0,09 Newtons, comparados con hasta 500 Newtons de la propulsión convencional para una sonda del tamaño de Dawn. Por lo tanto, la sonda acelera muy poco a poco (los científicos de la NASA lo llaman “acelerar con paciencia”).
Pero, por otro lado, la propulsión iónica proporciona este pequeño empuje durante muchísimo más tiempo que la química con la misma cantidad de combustible (que, en este caso, es xenón): tanto que es mucho más rentable, pues el peso de la sonda se reduce mucho (el motor iónico es más pequeño y ligero y, además, necesita mucho menos combustible). Desde luego, esto se consigue a cambio de alargar las misiones, como puedes ver, pero la NASA lo ha empleado ya en ocasiones anteriores y parece merecer la pena por el bajo coste comparado con la propulsión convencional.
Trayectoria de la misión y fechas significativas.
Como puedes ver en la imagen, Dawn realizará una especie de espiral alejándose del Sol hasta alcanzar el cinturón de asteroides. Cuando llegue a Vesta, la sonda se dedicará a estudiar el asteroide en profundidad: este asteroide es el segundo cuerpo más grande del cinturón (el primero, como veremos, es Ceres), y contiene un 9% de la masa total del cinturón de asteroides. Vesta es interesante (de ahí que Dawn se dirija a él) porque se piensa que tiene un núcleo denso (con elementos como el hierro) y, alrededor, una corteza menos densa.
Vesta, en una imagen del Hubble.
Esto, que pasa en nuestro planeta, no suele pasar en cuerpos de una masa tan pequeña como Vesta: piensa que la Tierra tiene un radio de unos 6.400 km, mientras que este asteroide tiene sólo 530 km. De hecho, los astrónomos creen que Vesta estuvo bastante más caliente en su formación de lo que cabría pensar por su tamaño debido a la presencia de isótopos radiactivos de aluminio y hierro, que mantuvieron al asteroide fundido en su formación. Con el tiempo, la cantidad de los isótopos fue disminuyendo (al desintegrarse) y Vesta se fue enfriando hasta convertirse en la roca fría e inerte que es ahora.
Los científicos piensan que estos isótopos provienen de dos supernovas que se produjeron en el momento preciso para “aliñar” la formación del Sistema Solar con aluminio y hierro radiactivos, de modo que estudiar Vesta es estudiar las condiciones que existían durante la creación del sistema: Dawn estudiará el campo gravitatorio del asteroide simplemente midiendo las alteraciones de su órbita (para saber exactamente su forma y la densidad de cada parte de Vesta), y utilizará el análisis espectroscópico para identificar los elementos presentes en la superficie del asteroide.
Después de orbitar Vesta durante unos meses, Dawn utilizará su motor iónico para abandonar la órbita del asteroide y viajar durante casi tres años para alcanzar Ceres, el cuerpo más grande de todo el cinturón de asteroides. Tan grande que una tercera parte de la masa total del cinturón está en Ceres. Fíjate en que, juntos, Ceres y Vesta contienen un 40% de la masa del cinturón, lo cual te da una idea de cuántos asteroides comparativamente minúsculos hay. Durante muchos años, Ceres se consideró un asteroide, pero hoy en día está clasificado como un planeta enano (el más pequeño de ellos).
Ceres visto por el Hubble.
Ceres es muy diferente de Vesta: mientras que Vesta es una roca seca, Ceres está cubierto por una capa de hielo de unos 100 km de espesor. ¿Por qué, cuando ambos cuerpos están a una distancia muy parecida del Sol, uno no tiene nada de agua y el otro tiene tanta? Ésa es una de las preguntas que los científicos pretenden responder estudiando el planeta enano. Al igual que Vesta nos dará información sobre la formación del Sistema Solar, Ceres podría permitirnos saber más sobre lo que pasó después, y por qué algunos cuerpos (como la Tierra, el propio Ceres, y otros asteroides menores que Vesta) consiguieron retener agua (líquida o sólida), y otros como Vesta no tienen ni gota.
Desde luego, dentro de unos años dispondremos de imágenes de estos dos cuerpos celestes mucho más hermosas que las que podéis ver en este artículo. Por otro lado, hay que esperar unos cuantos años para verlas, pero estaremos al tanto.
Para saber más: Página de la misión (NASA).
Nota: El crédito de todas las imágenes es de NASA/HST/JPL.