Recordarás la noticia que publicamos hace algún tiempo sobre el robot de la NASA y la Carnegie Mellon University que se disponía a explorar el cenote de El Zacatón, en México (si no la has leído aún, hazlo antes de seguir o esto no tendrá mucho sentido para ti).
Muchos lectores estaban deseosos de que siguiéramos informando de cómo se desarrollaba la misión, de modo que aquí tenéis una breve actualización de la noticia.
DEPTHX, el robot semi-autónomo de la misión, llamado Clementina por sus humanos debido a su aspecto, ha obtenido un éxito rotundo: ha llegado al fondo del cenote (lo cual, si recuerdas la primera parte de la noticia, nadie había conseguido antes), que ha resultado tener 318 metros de profundidad.
Clementina ha conseguido, además, realizar un mapa en 3D de todo el cenote, recoger muestras de agua y del recubrimiento biológico de las paredes del fondo, y salir de nuevo sin ningún problema. Los científicos tenían algún miedo de que el robot se quedase “encallado” en algún momento y tuvieran que iniciar una misión de rescate, pero DEPTHX ha emergido de las profundidades con sus muestras sin ningún problema.
Los científicos están muy contentos con los resultados: ya han encontrado nueve especies microbianas totalmente nuevas en las muestras de Clementina, y esperan encontrar alrededor de 20 cuando los análisis de ADN estén completados. Además, el comportamiento del robot ha sido excelente.
El próximo paso, una versión más avanzada de Clementina explorará el próximo año el Lago Bonney, en la Antártida: un entorno aún más parecido a los océanos bajo el hielo de Europa. Cuando eso ocurra, os informaremos de ello.
Para saber más: Artículo en Science Daily.