En la imagen de hoy, una de las estrellas más masivas de nuestra galaxia - Eta Carinae. La foto es uno de los muchos tesoros obtenidos por el telescopio espacial Hubble:
Eta Carinae. Crédito: NASA/ESA/HST
La estrella es la zona brillante azulada en el centro de la imagen. Como puedes ver, alrededor de la estrella hay una nube de gas y polvo, llamada Nebulosa del Homúnculo, que se expande a velocidades de dos millones y medio de km/h. ¿Te recuerda a los restos de una supernova? Sin embargo, puedes ver que la estrella sigue ahí.
Eta Carinae es una estrella importante por muchas razones. Su masa es de 100-150 veces la de nuestro Sol, y es varios millones de veces más brillante. En la galaxia sólo hay unas pocas estrellas comparables (llamadas hipergigantes), y ninguna ha sido estudiada con tanto detalle como ésta. Creemos, por ejemplo, que no está sola: exactamente cada 5.52 años terrestres la estrella sufre un cambio en su espectro de emisión, lo que nos hace pensar que hay otra estrella más pequeña dando vueltas alrededor de Eta Carinae.
Además, algo especial ocurrió alrededor de 1843: de pronto, la estrella empezó a brillar con una intensidad brutal. De hecho, durante un tiempo se convirtió en la segunda estrella más brillante de todo el cielo, a pesar de estar a unos 8.000 años luz de la Tierra. Poco después, el gas y el polvo emitidos durante esa “explosión” ocultaron gran parte del brillo de la estrella. ¿Una supernova? No - como puedes comprobar, Eta Carinae sigue estando ahí. De hecho, el fenómeno se denomina “supernova impostora”, y probablemente se deba a las condiciones extremas de la estrella.
Las estrellas de este tipo viven “al límite”. Consumen su combustible a velocidades enormes, para compensar la gigantesca presión gravitatoria de su propia masa. Como consecuencia, son estrellas en las que cualquier pequeño cambio puede producir una reacción muy violenta (como la pseudo-supernova de Eta Carinae que hemos mencionado), y además viven muy poco tiempo: como mucho, a esta estrella le queda un millón de años, pero como no sabemos exactamente su edad, podría volverse supernova en cualquier momento: recuerda que un millón de años, astronómicamente hablando, son “dos telediarios”.
Por supuesto, la estrella no hizo el amago de supernova en 1843 - lo hizo alrededor del año 6.000 a.C. En 1843 fue cuando la luz llegó hasta nosotros. De hecho, tal vez ya se haya vuelto supernova y simplemente estemos esperando a verlo. En cualquier caso, la Nebulosa del Homúnculo y Eta Carinae merecen la pena ser admiradas simplemente por su belleza, ¿verdad?
Para saber más: Eta Carinae (Wikipedia).