Un equipo del Instituto de Bionanotecnología de la Northwestern University, Illinois, EE.UU., ha conseguido algo que me parece impresionante: regenerar tejido nervioso en ratones mediante la inyección de moléculas que se asocian para formar nanofibras al llegar a los nervios.
Los resultados no son milagrosos, pero casi: en primer lugar, los científicos seccionaron la médula espinal de ratones de laboratorio de modo que éstos perdieron la movilidad en las patas de atrás. A continuación realizaron la serie de inyecciones - en seis meses, los ratones eran capaces de mover los miembros inferiores. No se recupera la movilidad total, pero los animales son capaces de andar torpemente, y es indudable que ha habido regeneración nerviosa.
Además del resultado, el método también es muy interesante: las inyecciones contienen moléculas algo similares a jabón biodegradable y que además contienen laminina, una glicoproteína importante en la formación del tejido nervioso. Cuando las moléculas llegan al tejido nervioso,** se asocian unas a otras para formar una serie de nanofibras de tan sólo seis nanometros de grosor** (unas cien veces más pequeñas que la longitud de onda de la luz visible). Estas nanofibras, de manera parecida a cómo las moléculas del jabón se asocian por sus extremos al agua y otra sustancia, son capaces de asociarse por ambos extremos al tejido nervioso, de modo que forman una especie de “andamio” que cubre la zona dañada.
Esta estructura de nanofibras realiza dos funciones: por un lado, evita que las células madre nerviosas se conviertan en tejido de cicatriz. Por otro, las estimula para que se conviertan en neuronas. Al cabo de un tiempo, los “andamios” han servido de base para que la red neuronal vuelva a regenerarse parcialmente. Y, al ser biodegradables, las nanofibras se vuelven a “desmontar” en unas ocho semanas, y son eliminadas del cuerpo.
Como hemos dicho, no es un milagro: por un lado, como podrás ver en el video, el ratón no ha recuperado la movilidad total. Se arrastra usando más las patas delanteras que las traseras, aunque es capaz de moverlas y ayudarse con ellas. Por otro lado, como hemos dicho, las nanofibras convierten las células madre que formarían la cicatriz en neuronas. ¿Qué quiere decir esto? Que el sistema sólo puede funcionar si se administra antes de que la sección en la médula espinal haya cicatrizado (los científicos estiman un día de plazo desde que se sufre la herida para que este método pueda funcionar).
Sin embargo, las posibilidades son enormes: hoy en día la esperanza de curación de personas que sufren lesiones en la médula espinal es muy pequeña. Este método ofrece expectativas muy buenas si se aplica, por ejemplo, en las pocas horas después de un accidente de tráfico. Además, esto demuestra una vez más que lo de que “un adulto no puede crear neuronas nuevas” es un bulo - estos ratones lo hacen, con ayuda, pero lo hacen.
Además, esta noticia vuelve a poner de manifiesto las enormes posibilidades de la nanotecnología médica. La capacidad de actuación a escala celular nos proporciona modos de actuar que, con la medicina convencional, parecen ciencia-ficción. De hecho, en este caso no vamos a decir “veremos qué pasa con esto en el futuro” como en otros: la FDA (Federal Drug Administration) americana ya está dialogando con la Universidad para que las pruebas clínicas con humanos empiecen en dos años.
Para saber más (en inglés):_ Artículo en Livescience, video del ratón antes, video del ratón después._