El equipo del Dr. Júlio Voltarelli ha publicado hoy en el JAMA _(Journal of the American Medical Association) _los resultados de un estudio que promete titulares: pacientes que sufrían diabetes mellitus de tipo 1 son capaces de vivir sin inyecciones de insulina tras un tratamiento con células madre propias.
El estudio ha sido realizado en Brasil con un número relativamente reducido de pacientes (quince), de modo que más análisis clínicos deben seguir su curso, pero los resultados son excelentes: de los quince participantes en el estudio, trece llevan tres años sin tomar insulina y su estado de salud es bueno - están curados. Los otros dos aún necesitan tomarla, pero no han sufrido ningún daño.
El sistema seguido por el Dr. Voltarelli consiste en eliminar el sistema inmune de los pacientes (responsable de este tipo de diabetes, puesto que los glóbulos blancos matan las células pancreáticas por error en un proceso autoinmune), para a continuación reemplazarlo con células madre propias. Si se confirma este resultado con más pacientes, puede ser la curación de millones de jóvenes que sufren esta forma de diabetes en el mundo entero.
Para entender por qué el sistema es revolucionario, en primer lugar hay que recordar en qué consiste la diabetes de tipo 1, que representa el 10% de los afectados por diabetes mellitus en el mundo. En un momento dado, en general cuando la persona es joven, su sistema inmunológico decide que las células beta (que se encuentran en los Islotes de Langerhans del páncreas y fabrican nuestra insulina) son “enemigos”, no son células propias, y deben ser destruidas. La razón de que los glóbulos blancos se vuelvan contra el propio cuerpo así, como en todas las enfermedades autoinmunes, no está completamente clara.
Poco a poco y sin darse cuenta, la persona va perdiendo estas células, que son destruidas por sus propios glóbulos blancos. Los síntomas suelen darse relativamente tarde, a veces demasiado tarde, por lo que el diagnóstico precoz es muy importante. En cualquier caso, el paciente eventualmente pierde todas las células beta y se ve obligado a tomar insulina toda su vida. Hasta ahora, los intentos de curar esta enfermedad con células madre se habían centrado en el páncreas: insertando células madre en él para tratar de reemplazar a las células muertas. Sin embargo, este sistema no ha funcionado bien hasta ahora, en parte porque las células generadas no cumplen su función como las anteriores, y en parte porque el sistema inmune del paciente sigue considerándolas “enemigas”, y vuelve a destruirlas.
Ahí es donde la técnica empleada por el equipo del Dr. Voltarelli es revolucionaria: no se centra en el páncreas, sino en el sistema inmune. Los participantes en el estudio son todos jóvenes, con diagnóstico precoz de la diabetes de tipo 1. Aún tienen un número razonable de células beta, pero están siendo destruidas. El proceso seguido ha sido el siguiente:
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En primer lugar, se han extraído células madre hematopoyéticas (es decir, las que originan las células de la sangre) de los enfermos desde su propio torrente sanguíneo por filtración, y se han congelado.
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A continuación se les han suministrado fuertes inmunodepresores, de manera que los glóbulos blancos mueren. Sí, has oído bien - los dejan sin ningún tipo de defensa contra la infección. Por eso, en esta parte del tratamiento, los enfermos deben estar aislados en “burbujas” con filtrado de aire. Sólo uno de ellos desarrolló una infección, pero consiguió superarla.
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Finalmente, se inyecta a los enfermos las células madre, que proceden a diferenciarse y convertirse en glóbulos blancos, reemplazando a los antiguos.
Lo curioso es que, al menos por lo que parece, los glóbulos blancos nuevos no tienen memoria de lo que ocurría con sus antecesores, y no atacan a las células del páncreas. Como aún hay suficientes, las células beta existentes poco a poco reemplazan a las antiguas y, al cabo de un tiempo, el enfermo ya no necesita tomar insulina.
Hay que ser precavido: hacen falta más estudios y con más pacientes. Además, ten en cuenta que esta solución sólo beneficia a los enfermos de diabetes de tipo 1 y sólo a los que todavía tienen un número decente de células beta (ya que esta técnica no es capaz de ayudar si las células beta existentes no pueden reemplazar a las antiguas), de manera que el otro 90% de diabéticos o los que fueron diagnosticados hace mucho tiempo no tienen aquí su solución. Sin embargo, es una vez más un uso muy inteligente de las células madre adultas (ninguna polémica ni dilema moral) de una persona para curarse a sí misma. Es un grandísimo avance.
Para saber más: Artículo completo en el JAMA (en inglés).