Cuando las sondas Voyager 1 y 2 pasaron cerca de Saturno, ya lo habían visto. Ahora que la Cassini-Huygens ha mirado, sigue estando ahí: hay un anillo hexagonal alrededor del polo norte de Saturno.
Este hexágono tiene unos 25 000 km de perímetro (cuatro Tierras cabrían dentro) y gira alrededor del polo norte con un período de unas diez horas: el mismo de las nubes que cubren el planeta, y el que se piensa (porque no lo sabemos) que es el de rotación del planeta. Al ser un gigante gaseoso, su atmósfera es tan profunda y turbulenta que nos es imposible ver debajo.
La estructura hexagonal es como un “claro” en las nubes de Saturno, y tiene una profundidad de 100 km. Las imágenes que tenemos de él son únicamente infrarrojas: la Cassini detecta la cantidad de calor radiado por la superficie nubosa, y hay mayor cantidad de radiación emitida por el anillo, luego ahí la cubierta de nubes es menos densa. Desgraciadamente, la sonda no ha podido aún ver el polo norte de Saturno a simple vista: es invierno, y el polo está a oscuras. De hecho, lleva a oscuras 13 años, y aún le quedan otros dos. Pero, puesto que la sonda va a seguir ahí, esperando, llegará el momento en el que podamos ver el hexágono con luz visible.
¿A qué se debe? Los científicos no lo saben. Lo que podría esperarse de un planeta esférico girando sobre sí mismo es que se produzcan anillos circulares (como hay muchos en Júpiter), pero ¿qué tipo de simetría genera un hexágono? La aurora boreral de Saturno está casi encima del anillo, como puede verse en la foto, así que tal vez tenga que ver con el campo magnético del planeta. O ser una consecuencia de los remolinos en las formaciones nubosas al girar alrededor del polo. Es aún un misterio. Lo que está claro es que lleva ahí unos 25 años por lo menos, de manera que no es un fenómeno temporal o casual. ¿Os recuerda a la película 2001, Una Odisea del Espacio? A mí también.
Crédito de las imágenes y fuente de la noticia: NASA.