Desde el comienzo de la historia de la Filosofía, pueden verse los rasgos característicos de los problemas de los que se ocupa la filosofía de la mente. Así, Platón postulo una división entre mente y cuerpo, entre el mundo sensible y el mundo de las ideas.
En una caverna hay varios hombres atados de tal forma que sólo pueden ver la pared. Detrás de ellos hay un muro con un pasillo, una hoguera y, por último, la salida a la naturaleza. En el pasillo, varios hombres circulan cargando de todo tipo de objetos de tal forma que, gracias a la luz que proviene de la hoguera, se refleja su sombra en la pared que los prisioneros pueden ver. Como los hombres no han visto nada más, solo pueden considerar verdadero ese mundo que se refleja ante sus ojos.
Uno de estos hombres es liberado, y puede ver entonces las figuras que dan origen a las sombras, ve la hoguera, y luego de subir por un escarpado ascenso, llega al mundo real y ve a los hombres, astros, animales y árboles. Luego de contemplar esto fija su vista en el sol (el sumo bien), y es obligado a regresar a la caverna. Allí soporta la burla de sus compañeros, que siguen considerando las sombras como lo único real.
Mediante esta alegoría, Platón separa el mundo sensible (las sombras que son reflejadas en la pared), como simples apariencias de un mundo eterno y puro, el de las Ideas o esencias. Ambos mundos son reales, más el de las Ideas es el más elevado y cercano al Sumo Bien. De esto se desprende también la división entre el alma y el cuerpo. El alma es inmortal y esta atada al cuerpo. Al morir el alma se separa del cuerpo y parte hacia el mundo de las Ideas.
Esta idea de división entre alma y cuerpo fue adoptada en la Edad Media, y al iniciar la Edad Moderna, aún tenía fuerza desde el punto de vista religioso. Descartes retoma entonces esta idea propuesta por Platón y se vale de conceptos de Dios y alma para crear un sistema de conocimiento verídico.
Cuando Descartes reflexiona sobre las características y propiedades de la mente, inicia un nuevo periodo en la Filosofía de la Mente, por lo que su influencia llega aún hasta nuestros días como la más influyente aunque no haya sido el primero en sostener estas ideas. De hecho, muchos de los problemas que trata actualmente la Filosofía de la Mente fueron formulados por él y sus sucesores, o son consecuentes de su teoría.
Descartes es conocido por su duda metódica, que busca una base firme a partir de la cual edificar un conocimiento verídico e indudable. Para esto plantea tres reflexiones: La Duda sobre el Mundo Sensible, La Hipótesis del Sueño y por último la Duda Hiperbólica.
- La Duda sobre el Mundo Sensible plantea que no podemos fiarnos del Mundo Sensible, ya que debido a nuestros sentidos, podemos ser engañados fácilmente aunque sea sólo en contadas ocasiones. Es prudente no fiarse nunca por entero de quienes nos han engañado alguna vez.
- La Hipótesis del Sueño nos hace dudar de nuestro cuerpo, ya que aunque ahora pueda yo estar escribiendo en mi escritorio, puedo experimentar lo mismo durante el sueño, por lo que jamás sabré si estoy despierto o dormido y por tanto no puedo fiarme de mi cuerpo.
- La Duda Hiperbólica plantea la posibilidad de conocer a partir de nuestra mente. Para ello Descartes plantea la existencia de un Genio Maligno cuyo objetivo es engañarnos. Pero si creemos en la existencia de Dios, Él no tendrá este objetivo y no nos hará equivocarnos deliberadamente. Es entonces de acá de donde podemos edificar un sistema de conocimiento sólido, ya que no podemos equivocarnos sobre nuestra propia mente.
Descartes acepta entonces la existencia de dos mundos, el Mundo Sensible y el Mundo Mental; en analogía, el Ser Humano esta compuesto de Mente y Cuerpo. El Cuerpo se caracteriza por su extensión en tres dimensiones en el Mundo Sensible, puede ser infinitamente dividido hasta que deja de existir como cuerpo, y finalmente no puede ser conocido directamente, pues para conocer una mesa, he de experimentarla primero para formarme una idea de esta, sin llegar a conocerla directamente. Por otra parte, la Mente es conocida directamente, es indivisible y por lo tanto indestructible. Pero su rasgo más importante es la consciencia o el pensamiento.
Es entonces cuando dice: cogito ergo sum o pienso, luego existo. Esto significa que, al ser la consciencia la característica de la Mente, siempre seremos conscientes de algo: De estar leyendo sobre la Filosofía de la Mente, de comer o de caminar. Cuando dejemos de estar conscientes, dejaremos de existir.
Durante la Edad Moderna, la religión y la metafísica parecieron perder toda importancia, pues los descubrimientos científicos no daban lugar a las especulaciones teológicas. Descartes debe su influencia a la división que efectuó entre un mundo físico del que podría ocuparse la ciencia, y un mundo mental reservado para los filósofos y los teólogos.
A partir de estas ideas, es que comienzan a surgir los problemas.
¿Como el mundo físico puede influir en una sustancia mental e incorpórea? Si siento dolor, es a partir de un estímulo interno, más la sensación de dolor es un suceso mental. ¿Como una sustancia mental e incorpórea como el pensamiento puede influir en el mundo físico? Si decido levantar el brazo, esto es un estado mental, pero el levantarlo ocurre en el mundo físico.
¿Como sé que hay otras mentes aparte de la mía? Si no puedo mirar dentro de la otra persona, solo puedo establecerlo por analogía: Si una persona se comporta igual que yo ante el dolor, puedo decir entonces que también tienes estados mentales, pero ¿Como puedo saberlo con certeza? ¿Puedo decir entonces que una máquina tiene estados mentales? ¿Puedo decir entonces que los animales tienen estados mentales? ¿Soy yo el único que tengo estados mentales?
¿Soy libre? ¿O mi mente no puede interferir en el cuerpo y mi libertad es solo una ilusión? Aunque pueda pensar que elegí algo, si esta acción estaba determinada por sucesos físicos anteriores, ¿Como puedo saber que mi mente influyó en esta decisión si no tengo claro como se comunica mi mente con mi cuerpo?
¿Quien soy yo? Si aceptamos el dualismo, la respuesta es fácil: Mi mente. Pero ¿Que es lo que hace que a pesar de los cambios que sufro durante mi vida siga siendo el mismo?
¿Si durante el sueño somos inconscientes entonces dejamos de existir? Si acepto que lo que condiciona mi existencia es mi consciencia o mi pensamiento, durante estados inconscientes ¿No existimos?
Te invito a la reflexión sobre estas preguntas, y luego veremos cual es la respuesta de Descartes y cual es la respuesta del materialismo. En el próximo artículo nos dedicaremos a estudiar el materialismo.
Para saber más:
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{ 8 } Comentarios
ElCalvo, creo que, o bien no has recibido mi correo, o bien se ha colado en la carpeta de spam. Es necesario que podamos estar en contacto. Dame un toque al mío (pedro@eltamiz.com) y, si es necesario, modifica el tuyo en el perfil de usuario.
El artículo es interesante, aunque me ha parecido algo corto: sabiendo del asunto, se queda un poco superficial, aunque no está mal como introducción para quienes no sepan del tema. Ya que en la presentación pides opinión al lector para una versión definitiva, yo lo expandiría un poco; en otros artículos, cuando podamos comunicarnos mejor, te lo digo antes de publicarlo
Estoy de acuerdo con Pedro, parece un buen resumen, pero resumen al fin.
El artículo es interesante, pero coincido en que es algo breve. Sería una lástima dejar un tema tan hermoso como éste sin profundizar más. Me parece bien que en la próxima entrada continúes con Descartes. Si quieres, puedes apoyarte citando su “Discurso del Método”, que es fácil de conseguir. Y para Platón, a parte del “Fedón”, la bibliografía es abundantísima en internet.
Saludos.
Que interesante este tema!!
¿llegará la serie hasta cuestiones de inteligencia artificial y singularidad tecnológica?
Gracias por curraros unas series tan buenas.
Esta muy buena la idea de poner las historias de los filòsofos porque es mas cômodo estudiarlo por internet que comprar un librio y aun con ilustraciones esta genial.Saludos
“¿Quien soy yo? Si aceptamos el dualismo, la respuesta es fácil: Mi mente.”
Yo soy mi mente y mi cuerpo, sin una de estas dos partes no soy.
@David, en realidad, Descartes nos dice que si ponemos en duda absolutamente todo lo que creemos saber, lo único de lo que podemos estar completamente seguros es el hecho de que en efecto estamos dudando, y por ende pensando: esto es lo que se llama cogito cartesiano. Si dudo es porque soy un ser imperfecto, lo que quiere decir que bien mis sentidos podrían engañarme, y que el mundo físico no sea sino otra consecuencia más de mi imperfección: una ilusión. Pero de lo que no pueden engañarme, es que estoy existiendo, puesto que si no fuera así, no podría estar dudando, y el hecho de dudar es irrefutablemente cierto. De ahí que si pienso, soy, existo. Si no existiese, no podría dudar. Esto implica que la realidad o no del mundo físico es secundaria al cogito. Descartes, en su duda metódica, nos dice que bien podríamos ser conciencias pensantes sin cuerpo alguno.
Ahora bien, si el único conocimiento firme que podemos adquirir (y a partir del cual edificar todos los saberes) es que cogitamos, ¿cómo explicar el mundo exterior? Si lo único que podemos saber con certeza irrefutable es que pensamos, nos estamos encerrando en nuestro propio sujeto, y nos es imposible ir más allá (esto es lo que en Filosofía se llama solipsismo). Descartes encuentra la forma de solucionar este problema, apoyándose en Dios, como creo que está mencionado en el artículo. Si dudo es porque soy un ser imperfecto, pero entonces ¿cómo puede surgir en un ser imperfecto la idea de la perfección de Dios? Si está esa idea en un ser imperfecto, significa que Dios la tuvo que colocar en él, de lo que Descartes deduce que necesariamente Dios existe.
Como Dios existe, y es bueno, queda descartada la hipótesis del genio maligno. Dios no nos podría engañar de esa manera, de modo que lo que nos muestran los sentidos sobre el mundo ha de ser cierto. Así Descartes soluciona el problema del solipsismo. Pero es interesante notar que de todos modos, el sujeto pensante, el cogito, siempre resulta previo a la experiencia, al mundo físico, a la corporeidad.
@ElCalvo, me extendí a propósito por si deseas añadir esta información al artículo.
Saludos.
toda respuesta dada siempre toma como principio a la razon , lo cual les lleva a que su supuesta felicidad se base en la razon lo que indicaria que nunca encontraran la felicidad…… Analizando a descarte podemos notar que el era un hombre perturbado, y que queria encontrar la felicidad en el razonamiento lo cual lo llevo a creer en Dios lo cual le dio un consuelo a lo que tanto buscaba, no tuvo que basarsew en pruevas visibles si no llegar a comprender que la vida es mas alla que dejarse llevar por las pasiones desenfrenadas
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Desde el comienzo de la historia de la Filosofía, pueden verse los rasgos característicos de los problemas de los que se ocupa la filosofía de la mente. Así, Platón postulo una división entre mente y cuerpo, entre el mundo sensible y el mundo de las id…
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